[Mini-Evento] Paseando por Metropolis [Pre-Omega, DC][Wonder Woman/Coral B. Hiddleston/Gloria Almaznyy/Batman]

Tras bajar del ascensor, Bruce me miro a los ojos, asintio y se subio al Jet. Yo camine con mas calma, hasta que llegue al Jet, y Bruce ya estaba sentado como copiloto. Yo corrobore todas las medidas de seguridad antes de prender el motor, y le tome la mano suavemente a Bruce. Incline los mandos, y el avion se dirigio fuera de la cueva, en direccion a Metropolis. Salir de Gotham fue algo especial, quizas porque, cuando Bruce lo hacia, era solo. Mire un momento por la ventana, y vi como la ciudad, oscura y sucia nos iba dejando atras.

Llegariamos a Metropolis en poco tiempo, y me hubiese gustado contarle todo lo que habia hecho en la mansion a Bruce, pero, sentia que se iba a molestar si se enteraba que use el tocador de su madre, entre todo lo que hice. No podia poner musica, no sabia si le gustase lo que yo escuchaba, ni siquiera sentia nada que decirle. Queria hablar sobre el, o sobre mi, sobre su casa, lo que nos gustaba. Solia ser valiente, pero con Bruce, no se si lo que me hace falta es valentia o paciencia. Me concentre en lo que teniamos delante, y cruzamos el cielo hacia Metropolis.

-Según el instrumental, estamos sobre el cielo de Metropolis...
-Estamos cerca, Bruce. Ya lo veo.  -Señale por la ventana del avion, y ahi se veia el enorme edificio, junto con la L verde de la compañia de Luthor

Y como siempre, Bruce de nuevo estaba sopesando las posibilidades. El eterno plan, siempre todo para el era una sucesion logica, una ecuacion matematica que se tenia que resolver, operaciones logicas, deducciones. El era uno de los cerebros de la Liga de la Justicia. Yo no era asi, simplemente, hacia lo que mi instinto me decia, tenia un don, casi nunca fallaba. A veces si, y Bruce me lo reprochaba, pero no puedo atarme a eso. Era asi, confiaba en que los dioses me daban su providencia para triunfar en todas mis empresas, y cuando no, el plan lo tendria hecho Bruce. Soy una estratega de ejercitos, no estratega de actos inmediatos. Y en ese eterno plan que era la vida de Batman, en este momento yo estaba incluida como la distraccion. Asenti, romper cosas y distraer a la gente era algo que me salia muy bien.

-No te preocupes, Bruce. Tu sabes que el fuego no es algo que me haga mucho daño, y Luthor no podra tocarme mucho. Soy mas rapida que sus robots y su armadura . -Solte el mando del avion un momento, moviendo mis brazos como cuando detenia balas con los brazaletes. Batman se exalto, pero rapidamente agarre el mando del avion y segui volando. Escuche cada parte del plan, sin interrumpirle mas. ¿A quien habran mandado a ayudar por parte de la Liga? Asenti firmemente, y segui escuchando

El bajaria por los ductos mientras yo luchaba y atraia a toda la seguridad, pero tambien tendria que bajar, si no sospecharian que hay algo raro. ¿Por que alguien como yo entraria al techo, y se quedaria ahi? Obviamente se activarian otros sistemas de seguridad, asi que tendria que moverme.

Aparque el Jet en el helipuerto con mucho cuidado, y apenas me detuve, Bruce se bajo del avion. Yo termine por tomar mis cosas, apagar el motor y tomar las llaves para luego cerrarlo. Teniamos que ser rapidos. Me baje del Jet, y me puse frente a Bruce, cruzandome de brazos. Bruce acciono su comunicador, y estaba hablando con Alfred acerca del apoyo que vendria. Por un momento, cuando me dijo que vendria esa tal Twilight suspire. Pense que vendria alguien como Flash, o quizas como Green Lantern, pero, cualquier apoyo seria bueno mientras colaborase y fuesemos dinamicos en nuestro trabajo. La creacion de portales seria algo bueno para nuestro equipo.

-Claro Bruce, en cuanto tu me digas, saldre disparada para apoyarte aqui arriba - Sonrei, con altaneria y confianza. Pero, algo que ni yo me esperaba fue cuando me dijo que me cuidara, que regresara a salvo. Abri bastante los ojos, dudosa. Tenia una mision enfrente, pero ante esta situacion, me deje llevar por la pasion. Me acerque muy rapido a el, le rodee la espalda con mis brazos  y le di un beso en los labios, corto, rapido, pero que pude disfrutar como si fuera el mejor helado del mundo. Despues, dandome cuenta de lo que hice, solamente sonrei como si nada hubiera pasado y le guiñe un ojo- Estare bien... Bueno... Cuidate, Bruce.

Sali corriendo, y saltando por el borde del edificio,di una pirueta en el aire y retrocedi en una curva hacia el edificio, quebrando una ventana para entrar en la oficina de Luthor.

Música de Gloria:

Lex Luthor. Un auténtico caballero donde los hubiese. Tal vez algo temperamental pero, ¿qué podía decir yo? ¿Quién no iba a serlo cuando tu enemigo acérrimo es un pijo con mallas? Un genio del mal, una mente privilegiada, mucho más que la mía y que la de muchas personas que había conocido allí en mi amada Rusia. Cuando me enteré de sus negocios y de cómo era su modus operandi no pude evitar querer buscarle y ofrecerle mi ayuda. Tal vez no tuviese súper poderes ni fuese la mente más brillante del mundo, pero era una auténtica genio a la hora de crear, montar y colocar explosivos de todo tipo, crear armas especiales y cronometrar todo mi espectáculo de luces y colores con una precisión milimétrica. Cuando la nena lo montaba bien, todos disfrutaban, especialmente los héroes, pues eran quienes veían las explosiones justo a su lado. Aspiré y sonreí. Esa noche iba a ser muy divertida.

Había colocado explosivos por todo el hueco del ascensor. Un sólo gesto y la cuenta atrás empezaría. No iba a dejar que el azar decidiese mi espectáculo. Sólo yo era capaz de decidir cuándo y cómo empezaría. Más de veinte toneladas de dinamita, nitroglicerina y explosivo plástico situadas en cada uno de los pisos. Situé también explosivos de gas lacrimógeno y venenoso en los conductos de ventilación, y me había hecho con una pequeña máscara para protegerme en caso de que estos explosivos se activasen. Lex tenía otra propia. No sabía cómo era. Simplemente me dijo que no le haría falta usar una mía. Al parecer, íbamos a sufrir una inesperada visita de los grandes héroes. Uno de los que posiblemente viniese no era otro que Batman, el hombre murciélago, al cual aún no había tenido el privilegio de enfrentarme. Después de todo, no llevaba mucho tiempo allí en EEUU. Mi laboratorio estaba situado a las afueras de Gotham, y mis primeros golpes habían sido básicamente a laboratorios y centros de investigación para hacerme con los mejores aparatos y juguetes para mis pequeños bebés. Sin embargo, estaba planeando llevar a cabo los golpes más mortíferos que se habían visto en la ciudad negra desde los de aquel tal Joker. No había podido hablar con él tampoco, pero era una cosa que tenía en tareas pendientes. Parecía un loco y un desquiciado a ojos del resto. A mí me parecía un genio. Alguien capaz de sorprender y fastidiar tanto al supuesto mejor detective del mundo me interesaba de cualquier manera.

La música resonaba en mi cabeza a través de los cascos de color negro que llevaba. No pude evitar recitar para mí el estribillo del "Baby can´t drive" de Slash mientras daba los últimos retoques a una de mis armas favoritas. A simple vista no era más que un simple RPG, pero tenía mucho más que eso. Había modificado su cañón para poder meter en él misiles caseros. En ese momento, lo armaba con un fuerte proyectil relleno de un súper pegamento. Era la primera vez que lo usaba o pretendía usar contra alguien. Había estado probando su eficacia en mi sala de tiro y los resultados habían sido óptimos. En cuestión de segundos, diez para ser exactos, el pegamento se volvería prácticamente una masa casi imposible de romper o librarse de ella. Para darle más emoción, había hecho la mezcla con un material extremadamente inflamable. Si se les ocurría liberarse usando fuego tal vez se llevasen una agradable sorpresa. Únicamente una fuerza descomunal o agua hirviendo podrían liberar a la victima de mi trampa. Algunas pequeñas chispas me saltaron pero se estrellaron contra la máscara para soldar. Las negras gafas reflejaban el espectáculo azul y amarillo, y un olor a estaño y metal fundido invadían la sala.

- "Baby can´t drive, baby can´t drive... I'm a million miles away doin' a hundred and five..." Vale, parece que esto ya está.- Me acomodé el lanza granadas en el hombro y levanté la máscara para poder mirar a través de la mirilla.- Perfecto. Ahora sólo falta prepararse para la fiesta.

Tenía un pequeño localizador de movimiento para saber en qué momento alguien entraría en el ascensor o en el hueco del mismo. Yo debía estar en la bóveda del señor Luthor, armada hasta los dientes, y con todo lleno de pequeños explosivos para bloquear la gran caja fuerte donde guardaba algo que no me había querido decir qué era. Tal vez un arma, tal vez dinero. Fuera como fuese, era algo muy preciado para el señor Luthor, así que debía protegerlo con mi vida si fuese necesario. Me quité la máscara, los cascos, y me apoyé contra la mesa que había usado para terminar mi arma. Miré mi pequeño reloj de bolsillo. Las 22:30. Que comiencen los juegos.

(OCC: yo he dicho que iba a la bóveda porque según me dijo ayer Diana en teoría ella estaría contra Lex en su oficina. Si no os parece bien decídmelo y edito el post ¡a jugar!)

Coral estaba nerviosa, o al menos, más de lo que llegaba a recordar normalmente. Le había llegado un mensaje directo de la Liga de la justicia. Sí, los de ahí arriba, los que lo llevaban todo. La autoridad máxima, por así decirlo. Ella siempre los había visto como algo imposible, y muy pocas veces había llegado a coincidir con algunos de ellos. Siempre se había limitado al trabajo de la Young Justice, y eso que a veces no era poco. En lo que llevaba, ya se había tenido que enfrentar a varios especímenes que habían vuelto las cosas difíciles, y daba gracias a dios de que ella tuviese el entrenamiento adecuado, tanto físico como psicológico, para haberlos podido enfrentar sin tener ningún problema. De hecho, si por ella hubiese sido, los hubiese eliminado. "Un problema menos para el mundo", se decía, pero nunca llegó a hacerlo. No por su moral, la verdad, sino porque para ella era casi como una orden impuesta. Decían que eso no la haría diferente a los villanos, que prácticamente le convertiría en una igual. Y ella se preguntaba: ¿No es la diferencia que ellos luchaban por un mundo mejor, mientras que los otros querían destruirlo? Aunque no los culpaba, ellos tenían su propia visión del mundo.

Pero no estaba de acuerdo ni con un lado, ni con otro. Era una antiheroía que quitaba el "anti" para camuflarse. Al menos, por su forma de pensar. Quizás en un futuro las cosas cambiarían.

Fuere como fuere, el nerviosismo en realidad venía por la idea de intentar hacer las cosas bien para que pudiese seguir en su puesto. Había coincidido con casi todos los miembros de la Batfamily, pero esta vez le tocaba ir con el mismísimo Batman. Quizás era el hombre más serio y frío que había visto desde su padre, aunque William lo ocultaba bajo una máscara encantadora y admirable. Un ejemplo de mesías que la gente adoraba. Y era conocido que Batman también era uno de los que tenían más mandato en la JLA. Pensaba en eso mientras se estaba colocando su traje y preparándolo todo para salir. No era la primera vez que iba a Metrópolis, y aún menos de haber pasado cerca de LexCorp. Junto con la torre del Daily Planet, eran una de las cosas que más se veían.

El repentino pitido de su comunicador la sobresaltó, pero no tardó ni dos segundos en aceptar la llamada. Ya era la hora de actuar. Terminó por ponerse la máscara, notando como se adhería a su piel, casi como si fuese parte de ella, y finalmente se subió la capucha, tapando su cabeza y creando una sombra de nariz para arriba que casi llegaba a fundirse con su propio camuflaje. Malgastar energías en un portal en ese momento, con menos luz y a esa distancia, no le salía factible, pero aún tenía tiempo de ir a partir de los tubos zeta.

Se dirigió a la sala y no tardó en entrar al que llevaba directamente a metrópolis. El cambio de temperatura la estremeció un poco en el momento en que salió: Monte Justicia estaba climatizado, así que siempre era agradable, pero fuera hacía aún frío. Gracias a dios que el triple kelvra la mantenía térmicamente. Solo el territorio absoluto de sus piernas quedaba al aire, pero dudaba que no tardase en entrar en calor a causa de la misión. LexCorp estaba a un par de manzanas de donde había salido, así que en diez minutos a su paso rápido ya estaba al lado del enorme edificio. Bien, ahora solo le quedaba saber donde estaba el afamado murciélago. Quizás le hubiesen permitido entrar en una de las líneas de comunicación directamente con él.

Quizás sí.

Era raro pensar en ello, pero lo intentó. Activó su señal directamente, a ver si la habían redirigido.

-Aquí Twilight. ¿Alguien me escucha?

Se alivió cuando escuchó que alguien al otro lado contestaba. Y no precisamente cualquiera: era él. Batman. Lo primero que escuchó de él fue el claro descontento de su posición, haciendo que suspirara con suavidad. ¿Y cómo esperaban que hubiese localizado su posición, si en ningún momento se lo habían dicho exactamente? Ni siquiera la liga. Además le espetó lo cerca que estaba del edificio. Bueno, que quería, ella no era adivina....y ni que estuviese apoyada en uno de los muros, tocando la pared provocativa en clara señal de "eh, estoy aquí!". No. Estaba a una lejanía prudente, bajo la sombra del edificio que tenía casi al lado. Pero tenía que intentar mirar el lado positivo: al menos ahora estaba hablando con él y, por supuesto, esa sensación de gran respeto estaba clavada en su interior, haciendo que su cuerpo entrase en una especie de tensión.

-Perdón...-fue lo único que le salió decir de la garganta. Para que luego dijesen que ella no pensaba y decía cosas totalmente opuestas. Como todos. Batman comentó que subiese a la azotea, así que rápidamente alzó la vista para localizarla. La base lateral era mínimamente ancha, así que sería su punto de referencia para poder abrir el portal. -Ahora mismo voy. -y no dijo nada más hasta que Batman cortó la señal, haciéndolo ella también. Coral no mintió cundo dijo que iba en ese mismo instante, porque a los 6 segundos apareció saliendo directamente de uno de sus portales. Había cogido impulso antes de entrar abajo, así que consiguió seguirlo para caer directamente en la azotea. La gente confiaba en que ella podía abrir portales donde quisiese, pero no era exactamente así. Hasta donde ella misma sabía, no podía manipular la luz de un lugar que no sabía como era, porque de ser así podría llegar a estar haciéndolo en cualquier otro. Tampoco podía intentar abrir portales a un lugar a oscuras, por precisamente lo mismo. Por supuesto, muchos se preguntaban si podía hacer magia en un lugar sin luz. Es decir, oscuridad total. La respuesta era que sí. Podía, porque la oscuridad no dejaba de ser la otra cara de la moneda, pero de forma muy reducida y sin el mismo poder que tendría normalmente.

No tuvo que dar muchos más pasos hasta reconocer una capa negra, acabada en puntas, sujetada por una espalda ancha y firme. Y ese casco que simulaba dos orejas de murciélago.Inequívocamente, era él. No pudo evitar tragar un poco de saliva, aunque no se escuchó. Su corazón también se aceleró un poco, pero se acercó lo más calmada posible. Daba igual lo que le hubiesen enseñado en el pasado. Daba igual lo bien entrenada que estuviese, o toda la confianza que tuviese en sí misma. Sabía donde estaban sus límites y sus posibilidades. Batman superaba a ambas, y no por nada era parte de una triada "santificada" junto con Diana (que, ahora que lo pensaba, también estaba en esa misión, pero no la veía por ninguna parte) y el famosísimo hombre de acero: Superman.

-Ya estoy aquí...-fue casi un susurro, como si temiese que alguien no grato la fuese a escuchar. Tampoco quería que Batman le dijese que no hablara, que podían descubrirle. Se posicionó en su lado en el más rotundo de los silencios y esperó a sus órdenes. Si de algo era consciente, era de lo realmente importante que era. Aunque se sobresaltó ligeramente con la repentina sorpresa del murciélago. Por un momento temió que hubiese sido por ella, pero en el momento en que este intentó abrir línea, supo que no era así: estaba intentando abrir línea con otra persona. Volvió a suspirar, "aliviada". Sabía que esa noche podía llenar su boca de demasiados suspiros. Eso y de intentos de hablar lo mínimo por no molestarle.

Desvió por unos momentos la mirada. Dijo que ella no necesitaba disculparse, pero como casi todo, esas palabras vinieron acompañadas de varias más. Varias que hablaban de la muerte de una misma al primer paso en falso que diese...y en eso tenía razón. No obstante, en ningún momento creía que sus poderes la pudieran salvar siempre, aunque sí que sabía confiar en ellos. Pocas personas podían superar la velocidad en que ella podía abrir uno y desaparecer, a excepción de los velocistas. Bueno, eso si ella está libre. Si estuviese de manos atada o con la boca vendada, ya sería más difícil. La manipulación de cualquier magia necesitaba de un conjuro, a menos de que fueses realmente avanzado...quizás como seguramente su padre lo fue. No lo sabía, nunca pudo percibir si estaba empleando magia o no. Así que Coral se limitó a asentir con suavidad a sus palabras, sabiendo que eran totalmente ciertas y compartiendo la misma opinión que él. Entonces se dispuso a escucharle plenamente cuando iba a explicar la situación...cuando notó dos tipos distintos de frío: por un lado, el que chocó ligeramente en su mejilla por la brisa que creó el movimiento de la mano de Batman, contando conque de por sí seguían en un mes frío, y por otro, el mismísimo frío que estaba adherido a sus guantes, protegiendo sus manos.

Aquello hizo que abriese por completo los ojos, notando una rápida tilde de vergüenza que le recorrió el pecho, expandiéndose hasta las mejillas, que adquirieron algo más de calor. Pero sus palabras hicieron que rápidamente agachase la mirada hacia el suelo. Sí, tenía razón, se sentía así.  Todos hablaban de él con respeto, sabían quien era y ella, que solo llevaba un año y poco más con todo aquello, creía ser un simple peón. No para ser sacrificada, claro, pero tampoco era la gran cosa. Ella no se sentía novata en su trabajo, de eso estaba segura. Un año había sido suficiente para que entendiese la mayoría de cosas de su oficio, pero a veces dudaba de cómo podía seguir siendo a ojos de los demás. Y más siendo...Batman, alguien con quien nunca creería que se relacionaría más que de hablar brevemente una vez y verlo muy de vez en cuando desde la lejanía en Monte Justicia.  

Fue cuando dijo Bonnibel que volvió a alzar la mirada, dirigiéndola directamente a sus ojos, con sorpresa. Quiso preguntarle cómo lo sabía, si Dick se lo había dicho, pero lo máximo que llegó a hacer fue abrir ligeramente la boca. No llegó a cuestionar nada, porque recordó frente a quien estaba: el mejor detective del mundo. Además, en la base de datos de la YJ estaba su nombre...era totalmente lógico que lo hubiese visto.

-Me lo pusieron por mi madre. Para ella, Coral sonaba demasiado fuerte para toda una...lady, como me veía ella. Creo que nunca supo muy bien la otra parte para la que me preparaban. O sí. Pero mi padre se negó a ello, sabía que Coral resonaría mucho mejor, y es un nombre que pocas personas más tienen...al menos en Reino Unido. Sería más fácil de recordar para todos. Por eso terminé con los dos.

Se llevó una mano al brazo contrario, agarrándoselo. Era la primera vez que le contaba aquella tontería a nadie, porque nunca había pensado darle importancia. Pero cuando Batman la llamó así, simplemente no pudo resistirlo. Vio la espina de su segundo nombre, y, por una vez, esa parte de su historia cobró importancia.

Por supuesto, eso no duró mucho, ya que volvió a concentrarse en escuchar el plan entero, para saber lo que tenían que hacer y qué no. A lo segundo, intentaría evitarlo a toda costa. En este caso se trataba de cargas explosivas, a lo que Coral no pudo evitar el arquear una ceja. ¿Quien en su sano juicio metía tantos detonadores en un edificio? ¿No podía directamente destruirlo en caso de que se activaran? A veces no entendía las ideas de bombero que tenían algunos. El sonido del gel explosivo le provocó cierto pitido en los oídos. Era bastante sensible a cualquier tipo de audición, pero por suerte se le pasó rápidamente. Jamás había oído algo así.

-Entendido. -fue lo que dijo cuando Batman terminó con su explicación, y no por nada. Le había entendido perfectamente, y pensaba dar todo de sí para que esa misión saliese bien. Así, cuando Batman entró en el conducto, Coral hizo exactamente lo mismo, desapareciendo de la vista de cualquiera en aquella azotea donde, irónicamente, nadie miraba.

(Sólo pongo esto aquí para avisar de que yo directamente continuo en la bóveda, pero que mis acciones tienen repercusión en los ductos de ventilación, el hueco del ascensor y los pasillos por donde van coral y batman, así que a jugar ^-^)