FICHA DE SHADE
Nombre: Damien Gray
Alias: Shade, Midnite, Daemon
Edad: 20 en Omega (Nacido el 1 de Enero de 1998)
Universo de Origen: DC
Organización: Ninguna
Nacionalidad: Americana
Raza: Místico
Mentor: Ninguno
Bando: Neutral
Ocupación: Espía a sueldo / asesino a sueldo
Descripción Física: Damien mide aproximadamente un metro ochenta, con una complexión delgada pero musculosa propia de alguien que se dedica a hacer ejercicio con regularidad. Su piel es sorprendentemente pálida, más de lo que se podría considerar como sano pese a que se nota que se encuentra en un perfecto estado de salud.
Sus pómulos están muy marcados, y siempre hay bolsas bajo sus ojos. En general sus rasgos son armoniosos, aunque es rara la vez en la que no aparece con alguna magulladura o rasguño en su rostro. Sus ojos castaños tienen una fría intensidad que suele incomodar, y su falta de expresividad no suele ayudar a dar una buena impresión.
Suele vestir de colores oscuros o negros, con ropa cómoda o de corte militar, primando las prendas con capuchas por lo general, cómodas y que no puedan engancharse o pisarse en caso de tener que huir
Descripción Psicológica: Damien suele ser descrito como frío e insensible. Intenta siempre mantener una imagen de frialdad y profesionalidad, guardando siempre las distancias debido a que en cualquier momento cualquiera puede convertirse en su próximo objetivo. Se esfuerza en cumplir siempre su palabra y considera que aquél que no es capaz de mantenerla no merece estar vivo. También es sincero, y desprecia profundamente a mentirosos y falsos, razón por la que los políticos suelen ser sus objetivos predilectos e incluso a veces hace descuentos cuando le piden que los mate.
Está convencido de que es un monstruo y que jamás podrá cambiar, por lo que se ha resignado a una vida de soledad y muerte, aunque muy en el fondo desearía ser uno más, un civil con una vida normal y simple. Es por esto que envidia profundamente a la gente "normal", aunque no lo reconocerá nunca en público.
Historia: A veces cierro los ojos y lo recuerdo con claridad meridiana. Las balas trazadoras mordiendo la carne de mis compañeros. El silbido de las balas, el tamborileo de las ametralladoras, el retumbar de las granadas. A veces lo recuerdo, y me resulta reconfortante.
No recuerdo nada antes de que me acogieran. Dicen que era un niño al que sus padres dieron por muerto. Dicen que mis padres murieron a manos de los traficantes que me criaron. Dicen que directamente soy hijo de esos traficantes.
¿Acaso importa? Fuera cual fuera mi origen, en el campamento no importaba. Negro, blanco, rojo o amarillo, no importaba cuando tus manos podían empuñar un fusil y cuando tu carne se abría con el impacto de las balas. No importaba tu nombre cuando al día siguiente podías estar muerto. Pero no importaba, porque yo sabía que sobreviviría.
Me entrenaron para saber cómo disparar la AK-47 que había heredado de otro chaval más mayor que yo, no recuerdo su nombre. Me enseñaron cómo coger una granada, me explicaron cómo se contaba hasta diez, y cómo se arrojaba para que cayese entre las piernas de nuestros objetivos. Me enseñaron a matar, y yo era bueno.
Llevaba ya doscientos días desde que salí del campo de entrenamiento, y ya tenía treinta muescas en la empuñadura de mi fusil. También tenía una flamante Colt 1911 con cachas de nácar por la que tuve que matar a tres de mis compañeros, además de a su dueño original. Era temido, y me bautizaron con el nombre de Daemon. Era un buen nombre, casi tan bueno como Butcher, mi segunda al mando, o como Gutser, mi guardaespaldas.
Así pues, los líderes decidieron mandarme en una misión de reconocimiento. Al parecer, unos indígenas estaban fastidiando la plantación, y Gutser, Butcher y varios chavales sin nombre tendríamos que encontrarles y matarlos. Si lo lograba, me permitirían ascender a la cúpula interna.
No conocía nada mejor, así que era una motivación tan buena como cualquier otra.
La misión iba sobre ruedas, y pronto encontramos el campamento. Esos salvajes no tenían ninguna posibilidad contra nosotros, y pronto mujeres, niños y adultos empezaron a morir a nuestro alrededor. Perdí a un par de ganado, pero no importaba, no tenían nombre después de todo.
Fue entonces cuando encontramos al chamán. Estaba sentado, indiferente ante la muerte que habíamos desatado sobre toda su tribu, sentado en total tranquilidad. Butcher se acercó para cortarle la cabeza.
Ella fue la primera en morir. Cuatro tentáculos de oscuridad la cogieron por sus extremidades y tiraron, arrancándolas con un sonido que incluso a mí me desagradó. Pero no podía apartar la mirada. Todo ese poder estaba provocando un cambio en mi interior, y cuando Gutser se lanzó al combate, no pude detenerlo. Los siguientes fueron las cabezas de ganado que venían conmigo.
Y finalmente quedé yo solo. No sé qué se adueñó de mí, pero me arrodillé ante el hombre, mirándole a los ojos. Y el chamán me sonrió
Perdí la noción del tiempo mientras aprendía los secretos de esa magia tenebrosa que había usado para asesinar a mis camaradas a sangre fría. El entrenamiento era duro y cruel, y varias cicatrices en mi espalda son la prueba de lo letal que podría haber resultado.
Hasta que finalmente, el hombre consideró que era adecuado. Me colocó un puñal ritual entre mis dedos y se echó contra él, atravesando su corazón ante mi sorpresa, pues era lo más parecido a un padre que había tenido en mi vida.
Su sangre fluyó y me llenó, permeando mi cuerpo y sumiendo mi vida en la más profunda de las sombras. A raíz de eso jamás volví a ver los colores como antes, pero a cambio obtuve mucho más poder de lo que jamás hubiera imaginado.
Tras el extraño ritual, no tenía ningún lugar al que llamar hogar, por lo que volví a los campos del cártel. Ahí había un hombre trajeado, ofreciendo distintas armas a los pocos miembros que quedaban. Al parecer, una banda rival los había atacado recientemente, y necesitaban equipo urgentemente.
Se negaron a pagar, y en medio del tiroteo decidí ayudar al hombre trajeado y sus guardaespaldas. Después de todo, no debía nada al cártel, y ese hombre podría sacarme del país.
Y así fue. El hombre, agradecido por haberle ayudado cuando sus guardaespaldas murieron, aceptó de buen grado contratarme como uno y llevarme con él a los EEUU, aunque durante un tiempo accedí a acompañarlo hasta que consiguiese contratar nuevos guardaespaldas. Cuando finalmente nos separamos, Johnson prometió presentarme a varios de sus contactos para que pudiera empezar mi carrera como mercenario a sueldo, me regaló un Dragunov SVD con cachas de madera y me abrió una cuenta en Suiza con una suma de dinero que me permitió establecerme en el 2016 en Nueva York.
Lo siguiente, como se suele decir, es historia, y poco a poco fui obteniendo suficiente renombre como para que los trabajos empezasen a salir en todo el país, desde guardaespaldas en Metrópolis a asesino en Gotham. He tenido algún que otro encontronazo con la ley, pero gracias a rápidos intercambios de capital y alguna llamada, he conseguido salir airoso con un expediente limpio.
Al menos, por ahora.
Poderes: - Cuerpo de la noche sin luna: Shade tiene la capacidad de controlar las sombras a su alrededor, oscureciendo sus rasgos o simplemente ocultándole a simple vista. Las sombras reptan en su presencia y siempre intentan ocultarle sin requerir de un esfuerzo consciente por parte del místico. También le permite ver en oscuridad total con la misma claridad que si fuera de día. Por último, esta visión le permite percibir a los seres místicos o mágicos con colores (ver Daltónico más abajo)
- Magia de Sombras: Shade ha heredado la magia de las sombras de un viejo chamán indígena del amazonas, transmitido de generación en generación por los hechiceros de esa tribu. Aunque técnicamente no pertenecía a la tribu, el hechicero le enseñó todo lo posible sobre esta magia antes de obligarle a realizar el sacrificio ritual que le permitiría usarla.
- Lista de hechizos:
- Zarcillo de sombras: Uno de sus hechizos más sencillos, Damien puede invocar de uno a tres zarcillos físicos compuestos por sombras que le permiten coger o manipular objetos de forma relativamente torpe. La distancia máxima que pueden alcanzar son unos tres metros, y requieren de su concentración para seguir activos o poder manipular su entorno. La fuerza del agarre de estos zarcillos depende directamente de la oscuridad ambiental, pudiendo alcanzar una fuerza equivalente al abrazo de una anaconda en la oscuridad total.
- Fusión sombría: El hechizo "firma" de Damien, este le permite fusionarse con las sombras. Mientras utiliza este poder, Damien se vuelve incorpóreo y se mezcla con una sombra, pudiendo emerger por cualquiera de los puntos de esta. No le permite cambiar de sombras a no ser que estas se conecten en un momento dado, y si se ilumina de forma directa a la sombra en la que se encuentra, sufrirá daños en forma de quemaduras y se verá obligado a salir de ella.
- Armadura sombría: Damien puede crear una armadura compuesta por sombras sólidas que actúan como una protección parcial ante ataques físicos o mágicos. De nuevo, si se ilumina a la armadura, se destruye el punto iluminado.
- Aislamiento sombrío: Damien puede crear una máscara de sombras que actúa a la vez como una máscara de gas y como una protección ante rastreos e intrusiones mentales. De nuevo, cualquier iluminación directa contra la máscara la dañará o destruirá directamente dependiendo de la potencia de la luz
Habilidades: Damien tiene un entrenamiento con todo tipo de armas de fuego que le vuelve letal a distancia. Su precisión, sangre fría y habilidad con dichas armas lo convierte en un enemigo peligroso si está preparado o tiene a mano sus armas. Por desgracia, todo este entrenamiento se ha saldado con una capacidad mediocre en combate cuerpo a cuerpo. Aunque se las sabe apañar a machetazos, no es un experto, y cualquier héroe medianamente entrenado en el combate cuerpo a cuerpo no tendrá muchos problemas para reducirle.
También tiene un buen conocimiento táctico después de tantos años en las guerrillas, por lo que es normal encontrarse con todo tipo de trampas allá donde se vaya a establecer.
Por último, sabe también rastrear y sobrevivir en la jungla, conoce remedios naturales contra una gran cantidad de venenos y también sabe cómo destilarlos. Además, es también un buen cocinero, pero es un rasgo que no suele mostrar en público.
Debilidades: -Daltónico: Damien no puede percibir los colores de ningún tipo, sólo viendo en blanco y negro. La única excepción son los místicos, las criaturas mágicas y los que tienen potencial para usar la magia.
-Ligado a las sombras: Damien requiere de oscuridad o penumbra para poder usar sus poderes, siéndole más difícil usarlos cuanto más iluminado esté su entorno, pudiendo llegar a ser incapaz de usarlos completamente.
-Magia somática: Damien requiere hacer gestos para poder lanzar sus hechizos. Puede lanzar un hechizo a mitad de poder si dispone de un brazo libre, pero si tuviera ambos inmobilizados se encontraría indefenso.
-Ineptitud tecnológica: Como niño de la guerra, Damien aún tiene problemas para adaptarse a toda tecnología no bélica. No sabe conducir, es torpe con aparatos electrónicos en general, y suele preferir cocinar usando una hoguera antes que tener que enfrentarse a una vitrocerámica.
Equipo y recursos: Dispone de contactos en el mundo del hampa, por lo que tiene acceso a una gran variedad de armamento de todo tipo en caso de necesitarlo. Dispone de un holgado caudal de dinero y varios arregladores suelen buscarle contratos jugosos para mejorar así su nivel de vida. Debido a esto, dispone de pisos francos distribuidos por todo el ámbito nacional, y varias identidades falsas a las que recurrir en caso de tener que escapar de la ley.