Eran días tormentosos en la ciudad de Gotham, la lluvia, cautelosa y lentamente caía sobre las tejados limpiando la cloaca de EUA, purgando la sangre de las aceras, limpiando la suciedad acumulada de crimen y violencia...De nuevo, los criminales le temían a la noche, la oscuridad les causaba un enorme terror, un temor primitivo e intuitivo que les hacía anhelar la libertad que en antaño disfrutaban, pues los rumores corrían con el viento y ya había llegado a oídos de todos, Gordon y sus hombres habían arrestado a gran parte de las grandes familias criminales de la ciudad, los Maroni, los Bertineli, todos en prisión y por la intervención de un solo hombre, muchos creían que era Batman, pero los que habían logrado huir del lugar de la redada lo habían descrito como algo distinto, un ser más cruel, más letal...Un ave de presa.
En el tejado de la comisaria de Gotham había un hombre esperando, el temible comisario Gordon, el líder de las fuerzas policiales del infierno, parecía estar esperando algo, probablemente se tratase debido a la nota que le había llegado ‘’Esta noche donde siempre’’, rezaba la nota en una letra pulcra y simple, y allí estaba, mientras la lluvia le empapaba entero y le calaba hasta los huesos, esperando a la aparición de lo que él creía que sería Batman, en el mismo momento en que cayó un fuerte rayo, una figura se deslizó elegante, cayendo del cielo sobre el tejado usando una capa de plumas plateadas para poder maniobrar y descender de forma elegante sobre el tejado, delante del hombre:
-Buenas noches comisario...- Susurró la figura con una potente voz mientras se ponía en pie, mostrando su cuerpo al echar hacia atrás la capa, retirándola del torso, mostrando un cuerpo musculado cubierto por un traje azul, en el pecho llevaba un símbolo que representaba un búho, fijó los ojos a través de sus lentes azules en el hombre, era distinto al Gordon que el conocía, su rostro no tenía la misma fuerza, la misma fiereza, era distinto, o sencillamente, no era el mismo hombre, Thomas no pudo evitar esbozar una sonrisa, finalmente dio un par de pasos hacía el comisario y continuó: -...Siento haberle hecho llamar así, pero tenemos asuntos importantes que tratar, hemos...- Cayó un segundo rayo, ahora muy cerca del tejado donde estaban: -...De salvar Gotham. -