Una llamarada rojiza traspasó a toda velocidad las nubes de aquel oscuro cielo. El clima amenazaba con desatar su furia en cualquier instante, pero la joven no se dejó amedrentar. Llevaba puesto unos pantalones cortos que dejaban entrever sus bien formadas piernas y una blusa suelta que le permitía mayor comodidad a la hora de cometer cualquier actividad, aunque la verdad sea dicha, con cualquier ropa se encontraba bien siempre y cuando fuese lo suficientemente cómoda para moverse a la velocidad a la que ella estaba acostumbrada. Esa, también, era una de las cosas que no terminaba de entender de aquella bola de barro llamada Tierra, el hecho de que el mundo no girase tan aprisa como le hubiese querido. En Tamaran hay (no notó el hecho de estar pensando en que Tamaran existía todavía, en que no había estallado en mil y un pedacitos) una frase especial para designar tal cosa:
“Los tamaraneanos vivimos en el presente. El pasado no existe. O ya no, al menos.” y la pelirroja lo aplicaba… Cuando podía.
No debía mentir: Añoraba el pasado. El pasado en donde llegó a la Tierra luego de ser dada en prenda para la paz de su planeta, el pasado en donde se encontró con un grupo de muchachitos humanos que hablaban una lengua incomprensible y le exigían saber qué estaba haciendo ahí. El pasado en donde se presentó como la princesa de un mundo en guerra y pasó a formar parte de los mencionados jóvenes terrícolas, donde vivió, rió, lloró y disfrutó de cada segundo de, en aquel entonces, presente que finalmente hacía alusión a su nombre: Un regalo.
Movió la cabeza para sacudirse esos pensamientos. No podía ponerse sentimental en una noche tan importante.
Llegó al club puntualmente, haciendo una entrada espectacular al descender sorpresivamente desde los cielos. Algunas personas aplaudieron, incluso. Otros se quedaron embobados viéndola a ella, Starfire, la alienígena nativa de un planeta muerto que consideraba a la Tierra como su hogar, a pesar de todo.
-¿Entonces? ¿Harán una fila para tomarse fotos conmigo o deberé controlar su desorden? -preguntó a la par que los guardias de seguridad le abrían las puertas de acceso al establecimiento.
Ella era Starfire, una heroína y antigua titán. Pero ahora solo era Kory, la modelo que quería cambiar el mundo para mejor... O algo así.