El día en que se habían reunido de nuevo tras todo el desastre del multiverso había sido uno de los más felices de su vida, casi tanto como el día de su boda o el día en el que decidieron adoptar a Jenny, pero desde aquel día su relación se había ido deteriorando, Midnighter seguía siendo el amor de su vida, seguía siendo la persona más importante para él, pero no comprendía que él no podía elegir entre su amor y el mundo, y que exigirle que diera la espalda a todo para quedarse con él, escondidos como ya habían hecho antes, solo para poder vivir tranquilamente los dos juntos los estaba matando a ambos.
Tras la primera semana en aquel nuevo mundo no consiguieron poner en marcha las balizas de localización y si los cálculos de Engineer eran correctos el Transporte habría muerto y con él... y con él, su hija y todos sus amigos, todos los habitantes de aquella ciudad alienígena viajera dimensional habían simplemente desaparecido para siempre, Apollo sabía que a su marido también le dolía aquella perdida pero era capaz de sobrellevar el dolor mejor que él, él se había hundido y había aceptado retirarse del mundo con Midnighter, pero necesitaba hacer algo no podía seguir viviendo aparte del mundo en una puta cabaña perdida en la jungla, la gota que había colmado el vaso fueron aquellos seres demoníacos que les atacaron hacía unos días.
Habían tenido aquella conversación muchas veces en todo este tiempo, pero Midnighter no parecía comprender hasta que punto necesitaba volver al mundo real, darle un sentido a su vida, hacer algo, lo que fuera... Así que Apollo tomó la única decisión que le quedaba, dejó la nota junto al lecho que compartían y con lágrimas en los ojos y un “te quiero” levemente susurrado despegó y se alejó de allí casi a la velocidad de la luz, sabía que si volvían a hablarlo el volvería a convencerle de quedarse, que se revolcarían con pasión sobre aquellas sábanas... y eso solo serviría para hacerse más daño el uno al otro, necesitaba salir de allí, necesitaba... no sabía que necesitaba, bueno si, necesitaba ayuda, con esa idea en mente se dirigió al único lugar en el que había recibido algo de ayuda, quizás Drago o Logan volvieran a tenderle una mano amiga de nuevo.