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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
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Mensajes : 52 Fecha de inscripción : 17/11/2013 Localización : Niflheim Empleo /Ocio : Reina de Hel Humor : ...
Ficha de Personaje Alias: Hela Nombre real: Leah Universo: Marvel
Tema: Gambito de Dama (Loki) 30th Junio 2022, 10:05
Gambito de dama: Jugada de ajedrez que se usa al inicio de una partida (jugada de apertura). Las blancas regalan un peón a cambio de ganar control en el centro del tablero. El movimiento es 1.d4 d5 2.c4. Si las negras toman la pieza, el blanco despliega sus fichas para trabajar a partir de su dominio del tablero. Se contrarresta con la Defensa Eslava.
“Estoy afligido pues cerca está ya Hel, la diosa de los hombres muertos; mas con alegría, y aun con deseo, y ya sin miedo, aguardaré la muerte.”
– Saga de Egil Skallagrímson
La niebla reptaba por la sala del trono de Niflheim, cubriendo los muebles como si se tratara de una sábana blanca. En días como aquél, las estancias parecían el interior de una casa en venta. Un lugar vacío, en perpetua mudanza.
El pálido trono se alzaba, solitario, en el centro de la habitación. Algunos decían que se había tallado a partir de las duras raíces del Árbol del Mundo; otros afirmaban que estaba hecho a partir de los huesos de los condenados. Su superficie pulida estaba cubierta de cicatrices; un intrincado diseño rúnico que trepaba desde el suelo para entrelazarse en el respaldo.
El sitial presidía la estancia en soledad. No tenía gemelo, y no lo necesitaba… pues, desde el principio de los tiempos, había habido un solo regente en Helheim.
Por aquel motivo, Hela detestaba verlo a él sentado allí.
Especialmente porque Loki parecía encontrarse muy cómodo. Hela no era estúpida; aunque hubiera sido un trono hecho de hojas afiladas o de hierro al rojo, Loki hubiera puesto aquella misma expresión de satisfacción sólo para enfurecerla. Aquella posición era el eterno recordatorio del día en que la diosa había bajado la guardia, permitiendo que él se hiciera con su manto. Que la humillara.
Pero el trato que habían hecho tenía cláusulas. Condiciones. Algunas de las cuales lo afectaban directamente a él.
Y Hela pensaba cobrárselas.
En aquel mismo salón, algunos meses antes, había tenido lugar la conversación que ahora resonaba en la memoria de la diosa.
- Está bien, seré generoso contigo esta vez, para que veas que no te deseo ningún mal… Pero con una condición más. Me harás tres preguntas y yo te diré tres verdades… pero podré negarme al menos una vez a contestarte. Y cuando me niegue, deberás formular otra pregunta distinta.
- Así sea
Tres verdades de Loki. Era un regalo valioso. Un regalo peligroso.
Durante los largos días que habían seguido a su encuentro entre las sábanas, y mientras Loki se hallaba ensimismado con sus retorcidos planes para hacerse con Asgard, Hela había podido reflexionar mucho acerca del pacto. Por supuesto, no pretendía vencer al Dios del Engaño en su propio juego. Pero sí deseaba poder ponerlo, al fin, contra las cuerdas. Hela era perfectamente consciente de que saldría de aquel desafío con dos verdades inocuas, mediocres. Pero, tal vez, si jugaba bien sus cartas, podría arrancarle una verdad auténtica.
Una que le diera algo más de poder sobre él. O que aclarara ciertas dudas que albergaba en su pecho… desde hacía mucho tiempo.
- Loki… -lo saludó con las dos sílabas de su nombre, ignorando el trono y encaminándose, con deliberada lentitud, al tablero de ajedrez que descansaba junto a una de las columnas.
Los dos dioses habían empezado aquella partida hacía semanas, pero aún no habían logrado terminarla. Se habían acostumbrado a irse acercando y alejando del tablero, cautelosos; moviendo sus fichas en jugadas pequeñas y bien estudiadas.
Seguían en tablas, claro. Ninguno estaba siendo demasiado osado. Esperaban con paciencia el momento de dar el golpe de gracia. La jugada magistral.
Ambos querían ganar.
Segura de tener ya la atención de Loki, Hela tomó una de sus piezas y la movió tres casillas en diagonal.
- Ya he decidido cuál será mi primera pregunta -anunció.
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Ficha de Personaje Alias: Loki Nombre real: Loki Laufeyson Universo: Marvel
Tema: Re: Gambito de Dama (Loki) 1st Julio 2022, 20:03
Sentado en el imponente trono de Hela, Loki daba vueltas y vueltas con sus largos y afilados dedos a una pieza de madera tallada con la forma de lo que parecía ser el árbol del mundo. Yggdrasil, conocido también como el árbol de la vida, el fresno del universo… que sostenía por igual a los nueve mundos gracias a sus largas y enrevesadas ramas y a sus fuertes raíces. Pero solo uno de esos nueve preocupaba realmente a Loki.
Sus pensamientos, tales como su mirada, andaban perdidos más allá de los confines del mundo. Su mente siempre estaba ocupada maquinando planes y trazando estrategias para la pronta llegada de lo que él había bautizado como “la Guerra de Asgard”. Y es que la batalla contra el Padre de Todos estaba cada vez más próxima, pues hacía apenas tan solo unos días, Loki había conseguido reunirse con su hermano Thor y su recién recuperado amigo.
Clint Barton volvía a las filas de Niflheim como su general arquero, dispuesto a prestar sus servicios para liberar a los asgardianos del yugo de su tirano y recuperar el trono de Asgard. Thor y el resto de su séquito también se habían ofrecido a ayudar. El dios del trueno deseaba la caída de su propio padre tras ser testigo de cómo su pueblo sufría ante el ejército demoníaco de Karnilla.
¿Cómo era que Odín había permitido que las huestes de Surtur camparan a sus anchas por Asgard? Se preguntó al principio. Pero poco a poco las piezas del inmenso puzle empezaron a encajar. Ahora todo tenía sentido.
La diosa de la noche, Njörun, le había dado la pista que le faltaba para resolver el rompecabezas que giraba en torno al Padre de Todos. Poco a poco, todas las historias empezaban a converger, a entrelazarse hasta convertirse en una sola que compartiría un mismo final…
Los pasos lentos y silenciosos de la reina de los muertos devolvieron a Loki a la realidad, y rápidamente adoptó una postura altiva desde el trono de la diosa. Atento a todos sus movimientos, el embaucador se llevó la pieza de Yggdrasil a los labios, escondiendo bajo la talla de madera una traviesa sonrisa.
— Leah…— respondió a su nombre mientras se levantaba del que ahora era su trono, para acercarse al tablero de ajedrez, donde su antigua compañera acababa de realizar un último movimiento.
—- Ya he decidido cuál será mi primera pregunta.
Y un pequeño cosquilleo revoltoso nació en el estómago del príncipe embaucador. Sin duda, Hela se había tomado su tiempo para pensar en la propuesta que le hizo en su primer contacto tras la colisión. Llevaban casi un año conviviendo juntos, y aún así le parecía que había pasado una eternidad. No es que sus encuentros hubiesen sido muy habituales, pues la reina de Niflheim todavía le guardaba rencor por eventos pasados, pero tenía la sensación de que el tiempo pasaba más despacio en el palacio de la niebla…
— Adelante, querida. Soy todo oídos…— susurró a su lado, con un ligero tono amenazante, ya que mientras lo decía, Loki movió una de sus fichas y se comió uno de los alfiles. Cogió la pieza con delicadeza y después la colocó fuera del tablero.
Estaba seguro de que la diosa ya tenía un plan si quería realizar la primera pregunta. Y tenía que pensar bien la respuesta si no quería perder en su propio juego.
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Ficha de Personaje Alias: Hela Nombre real: Leah Universo: Marvel
Tema: Re: Gambito de Dama (Loki) 12th Agosto 2022, 08:06
—Adelante, querida. Soy todo oídos… —dijo Loki.
"Y todo dientes" , pensó Hela, con los ojos fijos en el alfil derrotado.
Pero la Diosa de los Muertos no temía a los lobos. Consideraba a uno de ellos su hermano; el otro la servía fielmente, guardando las fronteras de su reino. No, no cedería a la amenaza que encerraba el tono del Embaucador.
Su instinto le advertía de que se apartara de Loki. No era bueno estar tan cerca; no era bueno darle la espalda. La tensión se enroscó entre los omóplatos de Hela, pero la diosa no se movió. Su rival le había mostrado los colmillos, y aquello sólo podía significar una cosa: la serpiente también se sentía amenazada.
Debía de detestar mucho las preguntas. Especialmente cuando tenía que contestarlas.
Un latido. Dos latidos. Hela se mantuvo en el cerco de Loki unos segundos más. Y luego se movió, tan sólo un poco, para poder rodear el tablero. Pasó junto a Loki, rozando su hombro.
Los dedos de Hela, largos y pálidos, se cerraron alrededor de su reina. Después, condujeron a la pieza en movimiento elegante y preciso que barrió un caballo negro del tablero.
La reina terminó su viaje detrás de la torre de Hela, protegida. Inalcanzable por el momento.
Quería que Loki supiera que no iba a ganar.
—Hace un año —dijo Hela, despacio, retomando su paseo alrededor del tablero, evitando mirar a Loki— viniste a mí para forzar una alianza.
Era la primera vez que mencionaba lo sucedido entre ellos en voz alta, y Hela luchó contra la necesidad que la impulsaba a espiar la expresión del dios. ¿Qué haría al recordar la noche de su pacto? ¿Sonreiría, burlón? ¿O había dejado de hacerle gracia, dadas las circunstancias?
—Nunca haces nada al azar, Loki. He visto cómo contemplas el mapa de los Nueve Reinos. Y creo que ha llegado el momento de que me reveles tus planes para conmigo. Todas esas estrategias que has estado trazando y que incluyen al Ejército de Niflheim… quiero conocerlas. Al detalle.
—Supongo que el trato implica que debo formularlo exactamente como una pregunta —prosiguió ella— Así pues… ¿Cuál es mi papel y el de los Muertos en tu pequeña representación?
La diosa apoyó ambas manos en los bordes del tablero y se inclinó hacia él.
—Tus guerras me conciernen, Embaucador. Así que… no me ocultes ningún secreto.
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Tema: Re: Gambito de Dama (Loki) 13th Agosto 2022, 01:28
Loki entrecerró los ojos, sintiéndose ligeramente excitado por el contacto físico de la diosa de los muertos, cuando ésta le rozó el hombro al rodearle. Aquella dichosa mujer… era capaz de erizarle la piel y provocarle dolor de cabeza al mismo tiempo.
El embaucador se llevó la mano izquierda al rostro, y sus dedos se movieron inquietos sobre sus labios mientras observaba con cautela el siguiente movimiento de la diosa.
Movió a la reina, que con gran firmeza y decisión, se comió al caballo negro que se había puesto en su camino. Estaba claro que la reina de Niflheim, al igual que su correspondiente pieza, no se andaba con rodeos…
—Hace un año —empezó, con una calma envidiable en la voz— viniste a mí para forzar una alianza.
Quiso protestar, pero sabía que lo que iba a decir enfurecería a la diosa de los muertos y no le convenía. Al menos de momento. Pero lo cierto era que Loki no recordaba que el trato entre los antiguos compañeros fuera tan “forzado”… aquella noche, hubo una natural complicidad en las caricias que recorrieron su piel… y los besos que devoraron su cuerpo…
— Así pues… ¿Cuál es mi papel y el de los Muertos en tu pequeña representación?
El dios de las mentiras se mantuvo en silencio durante un minuto que casi parecía eterno. Caminó por la estancia, como si sus prolongados pasos le permitieran escoger mejor las palabras. Tan pronto como se detuvo, se dio media vuelta para contemplar, de arriba a abajo, la figura de la gobernadora de Hel. No quería perderse ninguna de sus expresiones, aunque la diosa fuera toda una profesional en mantenerse fría e imperturbable.
No era tan descabellado lo que Hela le estaba pidiendo. Era lógico que la reina se preocupara por sí misma y por su ejército. Loki hubiera preguntado lo mismo si hubiese estado en su lugar. Así pues, decidió responder con la primera verdad...
—Sí, recuerdo nuestro encuentro como si fuera ayer…— deliberadamente, el príncipe de asgard esbozó una sonrisa y se mordió el labio inferior, con descaro y sin ningún disimulo. Deseaba provocarla, y que ella le brindara toda su atención.— Y también recuerdo lo que te prometí. Te prometí el Valhalla y cumpliré con mi palabra una vez me convierta en el rey de Asgard. Eso no ha cambiado…
Pero lo que sí había cambiado era el mismo Loki. Si alguien pudiera comparar el quién fue y en lo que se había convertido, se daría cuenta de la sutileza de aquella consecuente evolución. El príncipe de las mentiras ya no era el mismo hombre que una vez gobernó Asgard con mano dura durante dos largos y oscuros años. Su prolongada estancia en Midgar le había desviado varias veces de su camino, y aunque su propósito de conquistar la ciudad dorada no había cambiado, sí que lo había hecho todo lo demás.
— Mis antiguos poderes quedaron atrapados en el cubo cósmico… una vez los recupere, podré romper la barrera e infiltrarnos en Asgard hasta dar con el que dice ser el Padre de Todos. Si Asgard ofrece resistencia, mandaremos a tu ejército de no-muertos para contenerlo. Pero no deseo que mi pueblo pague las consecuencias de un golpe de estado, así que primero se infiltrará un grupo pequeño, en el que me incluyo, y asesinaremos a Odín. Una vez Asgard se estabilice y me acepte como su nuevo rey… quién sabe, quizás nuestro siguiente paso sería la conquista de los nueve reinos…
Incluso el plan se había vuelto más flexible y moderado con el tiempo. Loki había tenido un año para plantearse nuevas estrategias de combate y reunir aliados. Entre ellos, había conocido a Dalae, su actual pupila, y probablemente la relación más sana que había forjado jamás con alguien. Aprender a amarla como a su protegida le había obligado a tomar riesgos que antiguamente hubiera considerado innecesarios. Pero ahora, gracias a todas esas relaciones significativas, el dios de las mentiras se había vuelto más humano, y estaba aprendiendo a expresar sus sentimientos. Su amistad con Clint también había dado sus frutos… e incluso la relación con su hermano parecía haber mejorado…
— ¿Qué más puedo decir? — las verdades seguían saliendo de la boca del mentiroso sin piedad, y aunque parecía precavido en alguna explicación, Loki empezaba a sentirse cada vez más cómodo sincerándose.— Hace un año… si me hubieses preguntado sobre mi hermano, te hubiera entregado su alma sin pensármelo dos veces… pero ahora… Ahora creo que puede sernos más útil vivo. — esas palabras también escondían otra gran verdad, y es que nunca quiso ver muerto a su hermano, tan sólo necesitaba su apoyo y admiración, algo que el pequeño Thorin había empezado a brindarle recientemente— Por su parte, Clint Barton también está dispuesto a ayudar, y para él tengo reservada una parcela en los bosques de Asgard donde podrá vivir pacíficamente una vez termine la guerra.
Para su última confesión preparó mejor sus palabras… y también sus acciones. Había estado observando a la mujer, y había permitido que sus afilados ojos vagaran libremente por la voluptuosa y sensual figura de marfil que se insinuaba bajo el vaporoso manto esmeralda.
— Y para ti… — empezó, lento pero seguro —Para ti, mi querida Leah… te espera una vida que te ha sido siempre negada. — Loki dio dos pasos al frente, y los cuerpos de ambos dioses quedaron muy cerca el uno del otro — Vivir en la superficie, el reino de los Aesir… ya que en la copa más alta del Yggdrasyl… hallarás tu trono. A mi lado...
Con cautela, el príncipe de Asgard y su futuro rey, entrelazó su mano con la de la reina de Niflheim y la levantó hasta colocarla cerca de sus labios.
— Quiero que seas mi reina. — fue entonces cuando Loki besó el dorso con adoración y respeto, mientras un brillo travieso de color verde esmeralda bailaba en sus ojos. — ¿Y bien? ¿Estás satisfecha con tu respuesta?
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Tema: Re: Gambito de Dama (Loki) 15th Agosto 2022, 11:45
—Sí, recuerdo nuestro encuentro como si fuera ayer… —dijo Loki. Y, cuando se mordió el labio, el calor recorrió el cuerpo de Hela como un latigazo, asentándose en todos y cada uno de los lugares que aquellos dientes habían señalado, meses atrás— Y también recuerdo lo que te prometí. Te prometí el Valhalla y cumpliré con mi palabra una vez me convierta en el rey de Asgard. Eso no ha cambiado…
Esta vez sí, Hela sostuvo la mirada del Embaucador; los labios ligeramente entreabiertos, las pupilas dilatadas.
¿Tanto deseaba el Valhalla? Tal vez.
—Mis antiguos poderes quedaron atrapados en el cubo cósmico…—continuó Loki— Una vez los recupere, podré romper la barrera e infiltrarnos en Asgard hasta dar con el que dice ser el Padre de Todos. Si Asgard ofrece resistencia, mandaremos a tu ejército de no-muertos para contenerlo. Pero no deseo que mi pueblo pague las consecuencias de un golpe de estado, así que primero se infiltrará un grupo pequeño, en el que me incluyo, y asesinaremos a Odín. Una vez Asgard se estabilice y me acepte como su nuevo rey… quién sabe, quizás nuestro siguiente paso sería la conquista de los nueve reinos…
—Los Nueve Reinos… —repitió Hela, despacio—. Eres demasiado ambicioso, Embaucador. Quizá no deberías morder más de lo que puedes masticar.
Había tensión palpitando en la voz de Hela. Aquella advertencia tenía más de un significado; en la Sala del Trono de Niflheim estaban teniendo lugar dos conversaciones a la vez.
— ¿Qué más puedo decir? —continuó Loki— Hace un año… si me hubieses preguntado sobre mi hermano, te hubiera entregado su alma sin pensármelo dos veces… pero ahora… Ahora creo que puede sernos más útil vivo.
Hela lo contempló en silencio. Parecía… decepcionada. No era ningún secreto que había codiciado el alma de Thor. Siempre había querido arrebatársela a Odín, quien había puesto a la Diosa al mando de los cobardes y los enfermos… guardando para sí las gloriosas almas de los héroes caídos en batalla.
Pero no importaba. Si Loki decía la verdad (y, según el trato, aquello era exactamente lo que estaba haciendo), Hela tendría el Valhalla. Por tanto, tarde o temprano tendría a Thor. Sólo tenía que ser lo suficientemente paciente.
Y la Diosa de los Muertos tenía paciencia de sobra.
—Por su parte, Clint Barton también está dispuesto a ayudar, y para él tengo reservada una parcela en los bosques de Asgard donde podrá vivir pacíficamente una vez termine la guerra.
Oh, por supuesto. Barton. El arquero humano. Él también sería suyo cuando su vida terminase.
Igual que el mismo Loki. Tuviera o no el Valhalla, el Embaucador pertenecería a Hela… pues Niflheim era el hogar de los traidores.
Ansiaba que llegara aquel momento. Anhelaba ver girar las tornas.
—Y para ti… —dijo entonces Loki, con deliberada lentitud— Para ti, mi querida Leah… te espera una vida que te ha sido siempre negada —. El Embaucador caminó hacia ella, aproximándose más de lo que cualquiera hubiera considerado prudente—. Vivir en la superficie, el reino de los Aesir… ya que en la copa más alta del Yggdrasil… hallarás tu trono. A mi lado...
Leah. ¿Por qué insistía en usar aquel nombre? Le gustaba jugar con las palabras. Le gustaba jugar con ella.
Loki le tomó la mano…
—Quiero que seas mi reina.
… y se la besó. Un gesto casto, respetuoso, y contradicho por todo cuanto transmitía su mirada.
Llevaba fósforo en los labios. Y, en la mente de Hela, los recuerdos se avivaron como el fuego.
Quiero que seas mi reina.
¿Qué estaba tramando? ¿Seducirla? ¿De verdad quería jugar la misma carta otra vez? ¿Aprovechar la evidente influencia que ejercía sobre ella para conseguir… algo? ¿El qué? No, Hela ya no tenía nada más que pudiera ser de su interés. Nada que no le hubiera dado ya.
Entonces… ¿por qué su Reina? Tal vez fuera una cuestión práctica, después de todo. Rodeado siempre de enemigos que él mismo se creaba… Era evidente que el Embaucador sólo podía confiar en aquello de su propia creación.
—¿Y bien? ¿Estás satisfecha con tu respuesta? —preguntó.
Hela lo observó; tan arrogante, tan seguro de sí mismo. La conocía bien. Conocía cada uno de sus anhelos. Vivir entre los Aesir, reinar sobre el Valhalla. Y, de algún modo, también lo sabía. Sabía que lo deseaba a él.
Pero seguro que estaba ahí, en alguna parte. La duda. La inseguridad. Y ella pulsaría esa cuerda, aunque sólo fuera para borrarle la sonrisa de superioridad de la cara. Aunque sólo fuera para que él no tuviera la certeza que tanto le gustaba negar a los demás.
Nunca hay que dejar que sepan que han ganado.
Salvo cuando quieres que así lo crean.
—¿Por qué yo? Hay otros que ansían ese puesto —preguntó Hela, clavando sus ojos en los de él—. Cuando seas Rey, tendrás consortes en abundancia entre los que elegir. Lady Sigyn. Lady Sif. Enchantress… —enumeró. Y entonces, sin previo aviso, la Diosa de los Muertos hizo girar su mano en la de Loki, aferrándolo por la muñeca y colocándole el brazo sobre el pecho, al tiempo que alzaba el rostro para enfrentarlo al suyo. Cerca, muy cerca. Peligroso—. No esperes mi sumisión por el hecho de haberme creado, Loki —lo advirtió.
El Embaucador no comprendía que Hela era un arma de doble filo. Su hija de papel y tinta, sí, pero, al fin y al cabo… escrita por su progenitor. De su puño y letra. Hecha de magia antigua y nueva.
Hecha de la misma materia voluble y traicionera que él.
”Yo no necesito este trapo viejo para nada... de hecho, no tengo ningún interés en convertirme en rey de Niflheim.”
¿Oh, de veras?
Ella sería su Reina en Asgard… Tal vez. En los Mundos Superiores, las alianzas cambiaban con facilidad. Cuando el viento sacudía las ramas más altas del Yggdrasil, las hacía temblar. Pero las raíces… Las raíces eran distintas.
Lo quisiera o no, Loki terminaría siendo su Rey en Niflheim.
Vivo… o muerto.
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Tema: Re: Gambito de Dama (Loki) 7th Abril 2023, 19:34
Dicen que si apuntas alto llegarás lejos. Pero cuánto más alto llegues… el golpe será más doloroso al caer…
Esa era una lección que el dios de las mentiras jamás aprendería.
Loki estaba cansado de caer. Caer al vacío. Caer hacia la muerte. Caer por el Bifrost… y aún así, el hechicero seguía luchando a contracorriente por alcanzar su propio destino. Quizás ese fuera su cometido en la vida… caer, para después… levantarse. Morir y reencarnarse en el inquebrantable ciclo del Ragnarok.
—¿Por qué yo? Hay otros que ansían ese puesto —preguntó Hela con ironía—. Cuando seas Rey, tendrás consortes en abundancia entre los que elegir. Lady Sigyn. Lady Sif. Enchantress…
Todas ellas detestables y probablemente muertas, pensó el príncipe de Asgard.
De pronto, la diosa de los muertos se deshizo del agarre de muñeca de su progenitor y le plantó cara al dios. El príncipe de las mentiras no esperaba menos de una reina tan orgullosa como ella. Hela nunca se había mostrado afectuosa y compasiva con él. En ninguno de sus anteriores encuentros, y todavía menos ahora. Era el precio a pagar por una reputación tan traicionera como la suya.
No esperes mi sumisión por el hecho de haberme creado, Loki —la mujer afiló sus ojos verdes sin apenas mostrar una pizca de afecto.
—¿Eso crees?— se burló el embaucador con una media carcajada.— Tan sólo era una simple propuesta… pensaba que querrías ser una Reina para Asgard…
Loki sostuvo la tensa mirada de la mujer sin perder el brillo juguetón de sus ojos. Tampoco se movió ni un milímetro, le excitaba sentir su níveo cuerpo tan cerca del suyo. A pesar de que la expresión corporal de Leah fuera de completo rechazo, había una palpable tensión entre ambos asgardianos que no parecía haberse rebajado con pasar juntos tan solo una noche.
— Pero si no quieres… aún estás a tiempo de rechazar el papel…