Ficha de Wraith

Nombre:  Aidan Doyle

Alias:  Wraith

Edad:  34 (8 de agosto de 1985)

Universo de Origen: Marvel

Organización: Ninguna

Nacionalidad:  Irlandesa

Raza: Místico

Mentor:  Ninguno

Bando: Neutral / Villano

Ocupación: Cantante heavy

Descripción Física: Aidan es un hombre de estatura media (1,76 metros) y complexión delgada. Está en buena forma física pero no es particularmente musculoso, ya que nunca ha entrenado. Tiene el cabello corto, de color marrón oscuro, y unos llamativos ojos de un azul claro e intenso que destacan particularmente en un rostro moreno y descuidado, con barba de varios días. Siempre viste tejanos y camisetas negras salvo cuando hace falta arreglarse por cualquier motivo, y lleva el brazo izquierdo cubierto de tatuajes celtas (flores, nudos y un ouroboros) desde la muñeca hasta la base del cuello. En la misma mano lleva una gomilla de pelo morada que perteneció a su mujer y que nunca se quita.

Cuando se dedica a la realización de actividades criminales, ya sea por mandato del demonio o por iniciativa propia, lleva un traje de cuero acolchado que funciona como un chaleco antibalas, con hombreras y muñequeras reforzadas, así como una máscara para ocultar su rostro y evitar ser reconocido.

Descripción Psicológica: Aidan está, básicamente, muerto por dentro. La familia lo era todo para él, y ahora ha perdido cualquier deseo de vivir, pero paradójicamente no puede permitirse el consuelo del suicidio porque sabe que, en cuanto muera, irá al infierno, lo cual le deja atrapado en una espantosa muerte en vida que vive como un callejón sin salida y que sólo puede soportar a base de borracheras continuas en el bar y toda clase de excesos (drogas, etc). La ira y la rabia le consumen al saber que fue él mismo quien provocó la muerte de su familia, y precisamente a causa del sacrificio que hizo por ellos, un sacrificio que ahora es inútil y por el que tendrá que pagar por toda la eternidad. Esa certeza, unida a los continuos y elevados niveles de alcohol en su organismo le vuelven bastante inestable, propenso a cambios de humor y a explosiones de ira y furia que derivan fácilmente en peleas que, a causa de su falta de entrenamiento, suelen terminar con él repleto de moratones y contusiones. También el hecho de saber que ha perdido su alma hace que nada ni nadie le importe, volviéndolo un nihilista con una absoluta falta de cualquier clase de escrúpulo moral, ya que sabe que, haga lo que haga, va a terminar igualmente en el infierno. Entonces, ¿para qué preocuparse por nada? No va necesariamente buscando cometer delitos o fechorías, pero tampoco tendrá ningún problema en llevarlos a cabo si la ocasión se presenta, y, ya que estamos, ¿por qué no disfrutar de la carrera mientras dure?

Historia:


Es curioso cómo la vida te hace poner las cosas en perspectiva. Era una noche más de discusiones con Muriel mientras conducíamos de regreso a casa desde la discográfica. Una noche más de las tantas que habíamos estado teniendo desde hacía casi un mes. Ya había perdido la cuenta de las veces que nos habíamos enzarzado en la misma discusión estúpida, y ya los reproches y las recriminaciones se mezclaban en mi cabeza formando un bucle infinito del que no parecía haber escapatoria. ¡Cómo deseé en aquél momento que se terminara todo! ¡Cómo deseé, marcharme, terminar con aquella mierda! El pequeño Keegan se puso a llorar, asustado por nuestros gritos. Recuerdo que desvié la mirada hacia atrás para mirarlo por puro instinto… Mis ojos hicieron contacto con los suyos, de un intenso color miel, tan vivo que parecía ámbar. Muriel siempre decía que nuestro hijo tenía fuego en la mirada. Fuego…

Hubo una luz intensa delante nuestro, al girar una curva. Muriel gritó. Yo di un volantazo, pero no pude… No lo vi, no pude esquivarlo… Hubo un golpe, tan fuerte que salí proyectado hacia delante. Joder… Muriel siempre decía que me pusiera el cinturón de seguridad, pero con la mierda de la discusión no lo hice… Y paradójicamente eso fue lo que me salvó la vida y se llevó la de mi mujer. Mi cuerpo atravesó el cristal de la luna delantera e impactó brutalmente contra la carretera, donde me desmayé.

Cuando recuperé el conocimiento me deslumbró el brillo de las llamas en la oscuridad de la noche. El coche estaba ardiendo. Desesperado, me arrastré como pude hacia el vehículo. El aire me quemaba al respirar y no conseguía recordar por qué habíamos estado discutiendo hacía tan sólo unos momentos. Todo parecía tan irreal… El cuerpo de Muriel estaba completamente destrozado entre el amasijo de hierro fundido en que se había convertido la parte frontal del coche. Los cristales de la luna destrozada le habían atravesado la cara y el cuello, dejándola prácticamente irreconocible. Debía de haber sido una muerte automática. Keegan, en cambio… Su pequeño cuerpo era una tea ardiente en el asiento trasero del coche, firmemente atado a la sillita de seguridad de la que no habría podido soltarse mientras se quemaba vivo… Mi niño, mi pobre niño, con fuego en la mirada…

No recuerdo mucho más. Creo que vomité y volví a desmayarme. Cuando recuperé el conocimiento de nuevo estaba en una ambulancia deseando que todo hubiera sido un mal sueño.

Pero no lo era… Y me encontré deseando con todas mis fuerzas poder volver, dar marcha atrás… No tomar las decisiones que tomé.

Nací en una familia de origen humilde de Irlanda. Mi padre era pescador y mi madre tenía un puestecito en el que vendía el pescado fresco que traía cada mañana. En suma, crecí rodeado del olor a pescado y el salitre del mar. No teníamos gran cosa, pero éramos felices. Me gustaba pasar las tardes en la cubierta del barco de mi padre y tocar la guitarra. La música fue siempre mi gran pasión, y el heavy, especialmente el Symphonic Power Metal, me atrajo desde la primera vez que escuché tocar a Nightwish en mi adolescencia. En la universidad cursé estudios de música, y allí descubrí lo único en mí que era ligeramente destacable: mi voz. Resultó que tenía una buena voz para el heavy, además de un físico razonablemente atractivo, así que, junto con mis colegas de entonces, formamos nuestra banda, *Deamhan. Y funcionó bastante bien, al menos durante la época en la que estuvimos en la universidad. Teníamos muchos seguidores y seguidoras entre nuestros compañeros, y así fue como Muriel y yo empezamos a salir. Por desgracia, las cosas no funcionaron igual de bien cuando salimos al mundo real. Resultó que no éramos tan buenos como para destacar entre toda la oferta de música del género que había en el mercado, así que decidimos emigrar a Estados Unidos, la tierra de las oportunidades, donde el Symphonic Power Metal no está tan profundamente arraigado como en Europa, en la esperanza de encontrar allí un nicho de mercado más acogedor. Nos equivocamos. La mayoría de las discográficas no entendía nuestra música. Al parecer, lo más parecido que tenían para comparar era Evanescence. No me entendáis mal… Evanescence no están mal, para ser un grupo de rock duro, pero la voz de Amy Lee no podría llegar jamás a los cambios de registro extremos que hacen falta para cantar Power Metal. También la técnica de guitarra es más compleja en el heavy, pero al parecer los americanos eran demasiado incultos para apreciarlo. A éstas alturas, Keegan ya había nacido, y Muriel y yo estábamos teniendo problemas para salir adelante, entre todos los gastos que nos habían supuesto la mudanza y el traslado de la banda. Conseguimos un pequeño apartamento en la bahía de Santa Mónica, que nos recordaba un poco a nuestros orígenes, y Muriel se buscó un trabajito de camarera en el puerto, pero no nos bastaba para llegar a fin de mes.

Cuando más desesperados estábamos, mis problemas parecieron encontrar su solución. A principios de marzo me encontré con un tipo extraño por la calle que me dijo que tenía la respuesta a todas mis preocupaciones. Era más alto que yo, delgado, de ojos castaños, bastante atractivo. Tenía el pelo negro con un flequillo grisáceo que resultaba llamativo e iba razonablemente bien vestido sin abandonar el look informal. Inicialmente le mandé a tomar por culo, claro, pero sus palabras resultaron… muy convincentes. Me habló de Muriel y de Keegan, de los chicos de la banda. Yo le cogí por la solapa de la chaqueta y le empujé contra la pared más próxima, pensando que era alguna clase de acosador de mierda, pero él simplemente se sacó del bolsillo un cigarrillo y le prendió fuego… con los dedos.


Después de eso, le escuché.

Me ofreció darme todo cuanto pudiera desear para mí y para mi familia. Me ofreció gloria, poder y fama, y todo el dinero que pudiéramos llegar a soñar. A cambio, sólo tenía que firmar un papel donde decía que me comprometía a entregarle mi alma después de muerto.

Sí, no soy estúpido. He visto suficientes películas como para saber de qué iba el rollo, pero sus palabras resultaban tan… tentadoras… Además, no tendría que pagar hasta después de mi muerte, y mientras tanto, mi mujer y yo nos pegaríamos la vida padre. Todos nuestros problemas se esfumarían. Así de simple. ¿Quién podría decir que no?

Mi suerte cambió de inmediato. Las discográficas se nos disputaban cuando me escuchaban cantar. Me hicieron un contrato millonario y, casi de inmediato, dimos un concierto para darnos a conocer en el muelle de Santa Mónica, junto al Pacific Park. Fue un exitazo, los fans se agolpaban hasta más allá de la zona de playa y los días que siguieron fueron una auténtica locura.

Supongo… que se me subió un poco a la cabeza. Toda aquella fama de repente, el cambio tan brutal de la noche a la mañana me sumió en una especie de borrachera de gloria muy difícil de digerir. Muriel empezó a sospechar, por supuesto. El olor a perfume en mis ropas, las manchas de carmín en las camisas, las noches que pasaba fuera de casa para “ensayar”… Sí, no sólo había sido lo suficientemente estúpido como para ceder a las gratificaciones más inmediatas de mi ego, sino que ni siquiera me molesté en tomar las medidas necesarias como para que mi mujer no lo descubriera. En aquellos momentos me creía por encima de todo, me creía Dios. Al fin y al cabo, ¿no era yo el que había sacrificado todo, hasta su propia alma, para darles todo cuanto merecían? ¿Por qué no disfrutar al máximo el tiempo de vida que me quedaba?

Y así fue como empezaron las discusiones que nos condujeron hasta aquél momento fatídico en la curva de la autovía.

Y en ese momento, en ese puto momento, todo cuanto yo deseaba era estar en su lugar en aquél maldito coche. Y grité, con toda mi rabia y mi ira le grité a Dios que por qué no me había llevado a mí en su lugar. Yo era la escoria humana, no ella. Muriel había sido siempre un ángel. Mi ángel. Nunca había hecho nada malo en su vida. Y Keegan… ¿Qué clase de Dios permite que un tierno niño inocente tenga una muerte tan terrible? ¿Qué clase de Dios de mierda es así de cabrón?

Muriel… Muriel, perdóname… Quiero volver, dar marcha atrás... Quiero besarte de nuevo y abrazar a nuestro hijo como si no hubiera un mañana.

Dios, oh, Dios, ¿es que no ves que todo ésto lo hice por ellos? Entonces dime, dime, bastardo: ¿Por qué te los llevaste a ellos y no a mí?

Foto en Santa Mónica:

*Deamhan: demonio.







Deamhan es una agrupación irlandesa de metal sinfónico creada en conjunto por cuatro compañeros que se conocieron durante la carrera de música en la universidad: Brian, Sullivan, Inis y Aidan ocupándose respectivamente de guitarra y voz secundaria masculina, bajo, batería y voz principal. La inspiración principal del grupo partió de la banda conocida como Nightwish, de la que todos eran grandes fans, razón por la cual posteriormente decidieron buscar una segunda vocalista que fuera capaz de imitar el estilo de canto operístico de Tarja Turunen, momento en el que, tras varias audiciones, se decidieron a contratar a la joven soprano Rose McKenzie como voz de apoyo para Aidan.

La palabra "Deamhan", o "Diabhal", significa "diablo" en gaélico, teniendo su origen en la palabra "díabul" del irlandés antiguo que a su vez procede de la palabra latina "diabolus". También puede significar "maldito", "condenado" o "perteneciente al diablo".

Empezaron componiendo e interpretando música death metal, pero luego incorporaron a su sonido toques orquestales y sinfónicos, empleando coros pesados y reminiscencias de música clásica, asentándose y reafirmándose en un estilo más épico y melódico tras la contratación de la soprano irlandesa Rose McKenzie.

En cuanto al cantante principal, Aidan tiene voz de barítono y, dentro del Heavy Metal, es capaz de adaptarse tanto al Death Metal, como al Symphonic Metal, el Power Metal e incluso el Hard Rock.

La letra y música de Deamhan suele referirse a temas mitológicos y mágicos, recurriendo a mitologías ancestrales y misteriosas como la egipcia, la celta o la nórdica, haciendo numerosas alusiones al ocultismo, el esoterismo y la demonología en las diferentes culturas y épocas. La mayoría de las letras las escriben entre Aidan y Sullivan principalmente, aunque para la composición musical suelen colaborar los cuatro fundadores.

En Irlanda existe una gran oferta y variedad de música de estilo similar, por lo que, aunque no estaban exentos de talento, no conseguían destacar lo suficiente para hacerse un hueco sólido en el mercado, y esa es la razón por la que decidieron emigrar a Estados Unidos en el 2018.  

Algunos ejemplos de música:

Poderes:

- Canto de Sirena (por favor, leer bien la descripción del poder para interpretarlo correctamente):

Cuando canta, la voz de Aidan ejerce un efecto de atracción sobrenatural, inspirando fervor, admiración y pasión en todos los que le estén escuchando en ese momento. Éste efecto puede afectar a grupos numerosos siempre y cuando sean capaces de escuchar su voz en directo, e independientemente de los gustos y preferencias personales en cuestión de música que tengan los que le escuchen. Éste poder no otorga destrezas no adquiridas, lo cual quiere decir que Aidan únicamente podrá cantar heavy metal, pero no podrá cantar milagrosamente ópera sin tener la formación necesaria para ello. Es posible resistir el efecto si se tiene una fuerza de voluntad alta o alguna clase de defensa mágica y el personaje es consciente de lo que está sucediendo, bien sujeto a tirada o a discreción de la administración, pero habría que continuar haciendo tiradas para resistirse mientras se siga escuchando la música, a menos que el sujeto se cubra los oídos o consiga aislarse de algún modo. Si se desconoce que se está siendo sometido a una influencia sobrenatural no será posible resistirse. Si bien escuchar la música de Aidan imprime en quien la escucha determinadas emociones, no otorga al personaje control directo sobre ellas. Aidan no puede obligar a nadie a hacer nada. Que la música de alguien te resulte increíble y maravillosa no implica que tengas que obedecer a nada de lo que te diga si no es tu deseo. Sí, posiblemente acabes con unas ganas locas de comprarte el CD o escribir una buena reseña en el periódico, pero tus actos, decisiones y palabras seguirán siendo tuyos, independientemente de los deseos de Aidan. Tampoco puede obligar a nadie a acostarse con él sólo por cantarle “Still loving you” al oído, aunque posiblemente la admiración y devoción suscitada en la persona le haga estar predispuesta a ello, pero eso no le obligaría a matar a nadie porque Aidan se lo pidiera ni a robar para complacerle, por poner dos ejemplos extremos. Y si realmente decidiera acostarse con él sería por decisión propia, no por imposición.

ACLARACIONES:

- Los efectos descritos anteriormente aparecerán SIEMPRE que alguien escuche a Aidan cantar, y es INEVITABLE a menos que se den las circunstancias descritas en el párrafo anterior. En caso de no cumplir las condiciones descritas con anterioridad (tener resistencia mágica o a la influencia demoníaca, o tener una fuerza de voluntad muy alta y superar las tiradas enfrentadas siempre que se sea CONSCIENTE de que se está usando el poder sobre su persona) CUALQUIER PERSONAJE que escuche cantar a Aidan sentirá una atracción hacia él que podrá interpretar como le parezca y como mejor le encaje con su personaje (ya sea como amistad, confianza, respeto, serenidad, cariño, admiración, deseo sexual, etc etc etc) siempre que se trate de una sensación POSITIVA. Ésto es importante y lo remarco doblemente. Se trata de un poder otorgado a cambio de su alma y debe de suponer una VENTAJA para él, no una debilidad ni una maldición. Por tanto no es válido bajo ningún concepto poner que su voz te desagrada, que no te gusta su acento o que su música te parece mala. NO ES POSIBLE PORQUE HAY MAGIA DEMONÍACA POR EN MEDIO. Por favor, tened en cuenta también que, como explico arriba, se trata de una emoción GENERADA mediante magia demoníaca, por tanto, incluso aunque tu pj no pueda experimentar emociones positivas, la emoción le vendrá impuesta. Lo único que cambia es LA MANERA en que dicha emoción se manifiesta, porque la magia demoníaca lo hace de manera que tu pj no note que está siendo influenciado de manera sobrenatural, para que no se de cuenta de que lo que siente no es natural. Por tanto, una monja no experimentará deseo sexual, un asocial no experimentará deseo de amistad hacia él, etc. Por tanto, experimentar la emoción NO ES OPCIONAL. Lo único opcional es la manera en la que tú deseas que afecte a tu pj. Para tenerlo más claro, pensad en el famoso canto de las sirenas, que atraían a los hombres quisieran éstos o no, tuvieran emociones o no, estuvieran casados o no, fueran lascivos o no. Es lo mismo, por eso tiene el mismo nombre. Otra cosa a destacar es que el efecto NO DESAPARECE de manera automática en cuanto deja de cantar. El efecto PERMANECERÁ mientras Aidan se encuentre en presencia del otro personaje, porque cuando una persona te ha inspirado algo como admiración, deseo, amor, respeto, o lo que sea, dicha emoción no desaparece porque sí. Eso también sería descarado y poco sutil y las personas se darían cuenta de que han sido influenciadas. El efecto se irá desvaneciendo poco a poco (no de manera brusca sino gradual) en cuanto la persona deje de estar en presencia de Aidan. Sin embargo, la persona recordará cómo se sintió tras escucharle cantar, por lo que debería afectar a sus reacciones si se vuelven a encontrar. IMPORTANTE: los afectados no perderán su instinto de conservación. Si hay peligro se romperá el poder de fascinación ejercido hasta que dicho peligro desaparezca.

- Grito de la Banshee: Si Aidan quiere, le es posible canalizar toda su ira y su furia a través de un poderoso grito que requiere un foco, es decir, no posee efecto de área. Cuando Aidan lo dirige contra un objetivo concreto las ondas sonoras pueden destrozar objetos frágiles tales como el cristal, o volcar objetos más grandes, como sillas o mesas, al tiempo que generan una estela de llamas procedentes del infierno, como indicativo del origen de su poder. El grito en sí no puede matar a una persona, aunque puede aturdirla, ensordecerla y causarle quemaduras.

Habilidades:  Ninguna reseñable más allá del canto y un poco de guitarra. El resto son las habilidades normales que tendría cualquier persona, tales como conducir, cocinar, etc. Si acaso, lo único que merece la pena destacar es la afición que siempre ha tenido Aidan por la mitología, la magia y el ocultismo, que le sirve de inspiración para los temas del grupo, pero sus conocimientos no van más allá de lo que podría averiguar cualquier friki de éstos temas a través de búsquedas de Internet, wikipedia, y lectura de algún que otro libro. En las últimas semanas ha desarrollado, por motivos obvios, un interés mayor en temas relacionados con demonios y magia negra, pero sus conocimientos no pasan de ser los de un profano en la materia. Como mucho ha conseguido aprender alguna que otra runa de protección contra demonios después de consultar con una anciana vidente wiccana.

Debilidades:

- Pacto demoníaco: La principal debilidad de Aidan es que tiene un contrato vinculante con un demonio que le controla por completo, obligándole a hacer su voluntad. Si el demonio le exige hacer algo, Aidan se verá impelido a obedecer independientemente de cuál sea su deseo. A raíz de dicho contrato, tampoco tiene control sobre su propia alma, que, a efectos prácticos, ha dejado de pertenecerle.

- Falta de preparación: Aidan no tiene ninguna clase de entrenamiento físico o de combate ni sabe utilizar ningún arma, ya que, hasta hace muy poco, nunca se ha visto metido en peleas de ningún tipo. No tiene mucha resistencia física para aguantar situaciones de las que ponen a prueba los límites, tales como una carrera larga, o situaciones de deprivación de comida o bebida.

- Impulsivo: El hecho de saber que vendió su alma a un demonio para conseguir un futuro mejor para su familia y que hacerlo fue precisamente lo que provocó su muerte ha hecho de él un ser repleto de ira y rabia, lo cual hace que pierda el control con mucha facilidad, involucrándose en todo tipo de peleas y problemas. También hace que tenga un pobre control de sus emociones, haciendo que sea fácil de manipular para llevarlo, por ejemplo, a perder el control por la ira.

- Alcohólico: De un tiempo a ésta parte, y a raíz de lo anteriormente mencionado, Aidan ha empezado a volcarse mucho en el alcohol, llegando a pasar en el bar un gran número de horas intentando perderse en el vacío carente de culpa que las bebidas espirituosas otorgan. Como cuando está sobrio no hace más que revivir una y otra vez el accidente en el que perdió a su familia, Aidan prefiere emborracharse siempre que puede, con las debidas consecuencias: peleas de bar, conflictos con los miembros de su grupo, y otros percances derivados de la pérdida de consciencia, como despertar en un callejón y descubrir que te han robado todo lo que llevabas encima. De momento, aún está empezando y no se ha convertido en un problema crónico, por lo que aún tiene una cierta capacidad de elección y es capaz de pasar períodos de abstinencia entre borrachera y borrachera, pero, de continuar por el mismo camino, dichos períodos de abstinencia se harán cada vez más cortos hasta llegar a volverse completamente dependiente.

- Trastorno por Estrés Postraumático: Desde que se vio obligado a contemplar la muerte de su familia, Aidan tiene pesadillas frecuentes con el accidente, pensamientos incontrolables sobre el mismo y una semi permanente sensación de angustia que sólo se calma bebiendo. Además, y aunque no le tiene fobia al fuego en sí mismo, cada vez que contemple una llama se retrotraerá al momento en el que vio consumirse vivo a su hijo en las llamas, reviviendo el momento más angustioso de toda su vida, lo cual lo dejará en una situación de nerviosismo e inestabilidad que serán mayores cuanto mayor sea el fuego. Ésto significa que, cada vez que utilice sus poderes como Wraith e invoque el fuego del infierno con su grito quedará, al mismo tiempo, nervioso, inestable y vulnerable, sirviendo de contrapunto a su poder.

- Pragmático: Aidan sabe que, si muere, irá directamente al infierno, y eso hace que rápidamente huya de cualquier situación si ve que las probabilidades de victoria están en su contra, o si ve que hay peligro real de muerte. Siempre tratará de poner su pellejo a salvo por encima de cualquier otra cosa, objetivo o misión.

- Equipo y recursos: De momento no tiene gran cosa, pero está empezando a enriquecerse a través del dinero obtenido en sus actuaciones y de la venta de sus discos. Tiene un apartamento en Santa Mónica (Los Ángeles).

Apartamento de Aidan: