Reclutada (Gaghiel) [13-07-2018]

Ryker's Island, Nueva York
Sección de máxima seguridad

Thaddeus Ross se encontraba en la sección de la prisión de la isla de Ryker que se destinaba a los súper criminales dándole vueltas a un pequeño problema: No tenía nada claro que la mujer que se encontraba encerrada en la prisión de barrotes y suelo de metal fuese realmente una súper criminal.

La habían encerrado por una trifulca en un bar que había terminado con el local destruido. Bueno, decir "destruido" era decir poco; el general había estado en el establecimiento y parecía como si un terremoto de magnitud 10 hubiese arrasado únicamente la zona en la que se levantaba el bar. Era todo un espectáculo digno de ver, con trozos de suelo arrancados, muros de tierra levantados en donde no debería haber nada, agujeros impresionantes en el pavimento... Por no hablar de los heridos: Más de diez pandilleros en el hospital con heridas de consideración.

Según palabras de los testigos, los pandilleros se habían estado metiendo con la acusada, haciéndole insinuaciones subiditas de tono y alusiones sexuales, y, en algún momento de la noche, uno de ellos había terminado cogiéndole el culo, razón que a la acusada le había parecido suficiente motivo para realizar aquella reforma radical en el establecimiento. Por lo visto, según le habían informado los policías que la arrestaron, estaba bastante borracha, y aún así, ninguno de los clientes inocentes había resultado herido en la trifulca. Tampoco había agredido a los policías que acudieron a arrestarla, sino que se había entregado sin oponer resistencia.

No tenía antecedentes, pero sólo porque no tenían absolutamente ninguna información sobre ella. Era como si nunca hubiese existido, como si hubiese aparecido de repente, lo cual, por desgracia venía siendo algo habitual desde la Colisión. Como el encargado de lidiar con los asuntos de delitos relacionados con metahumanos, siempre le avisaban de éstas cosas, y era su obligación tratar de dilucidar exactamente qué había ocurrido y si aquella mujer merecía o no estar entre rejas.

La descripción de lo ocurrido parecía sugerir algún tipo de poder mutante de control de la tierra o los elementos, pero podrían ser muchas cosas; no estaría seguro hasta que la hubiera interrogado.

Finalmente llegó frente a la celda de metal y se sentó en la silla que habían dispuesto para él, de acero al igual que la mesa que tenía delante. La mujer llevaba allí varios días y no había mostrado gesto alguno de que fuera capaz de manipular el metal de la misma manera que lo hacía con la tierra, por lo que sólo podían suponer que aquél elemento quedaba fuera de sus habilidades de control.

- Bien... Gaghiel Winkle Metallium, ¿no es así? Soy el general Thaddeus Ross y pertenezco al ejército de los Estados Unidos de América. Esto terminará muy rápido si pones de tu parte y respondes a las preguntas que te haga: ¿De qué universo procedes? ¿Perteneces a alguna organización? ¿Cuáles son exactamente tus poderes? ¿Qué estabas haciendo en aquél bar? ¿Por qué atacaste a los pandilleros?

Era hora de verificar las versiones.

Desde luego no se podía decir que la chica no estuviera poniendo de su parte; no sólo había respondido sin vacilar a todas sus preguntas, sino que incluso le había proporcionado información extra acerca de cómo funcionaba su mundo. Mencionó el nombre de una organización: Los Illuminati, nombre que le era de sobras conocido al general.

- Ya veo... Los Illuminati también existen en nuestro mundo.

Aunque, a juzgar por la información recibida, no creía que fueran a funcionar igual, ya que el grupo de los Illuminati que él conocía estaba conformado íntegramente por súperhéroes, de los más poderosos de su dimensión, y la muchacha afirmaba proceder de un mundo en el que no existían los héroes ni los villanos. Sin embargo, si algo le había enseñado la fusión de universos era que las cosas solían guardar estructuras similares en ambos lugares. Liga de la Justicia en lugar de Vengadores, A.R.G.U.S. en lugar de S.H.I.E.L.D., pero los objetivos y propósitos, aunque con matices, solían ser los mismos. El general tenía una larga experiencia a sus espaldas y había aprendido a confiar en sus instintos, y éstos le decían que la muchacha aprisionada tras los barrotes no era malvada.

- En éste universo existen personas con habilidades que exceden las del resto de la población. Hay varios niveles. Por una parte, los humanos "potenciados" son aquellos que deben su poder a objetos tales como armaduras, armas místicas o artefactos cósmicos, como Iron Man. Los humanos "aumentados" son seres que valiéndose de medios “artificiales” o “externos” han superado el pináculo máximo que pueden alcanzar los seres humanos, como por ejemplo el Caballero Luna. Después están los inhumanos, aquellos cuyas características especiales les vienen por el hecho de pertenecer a otra raza, como los alienígenas. Y, por último, tenemos a los mutantes, cuyos poderes son el resultado de la evolución de la especie.

No iba a decirle que él se encontraba en una de esas categorías; aún era demasiado pronto para revelar todas sus cartas.

- Por alguna razón, los humanos potenciados o aumentados están bien vistos entre la población, pero los mutantes y los inhumanos generan rechazo e incomprensión. Supongo que porque la gente considera mayor la amenaza cuando se trata de toda una especie antes que cuando se trata de un caso aislado, aunque dicho caso aislado posea el poder destructivo de Hulk...

No pudo evitar fruncir levemente el ceño al mencionar a Hulk. Después de todo, había sido uno de sus principales detractores durante años, y se había convertido en la Némesis particular del gigante esmeralda, hasta el punto de llegar a abrazar él mismo la maldición con tal de poder combatirle de igual a igual.

- Al ser toda una especie, el número de mutantes es mucho más numeroso que el de los místicos, razón por la cual esos pandilleros pensaron inicialmente que eras una de ellos.

Y tan escasos... De hecho en aquellos momentos el general se estaba empezando a plantear que no le vendría nada mal contar con un hechicero entre sus filas. Los Thunderbolt contaban con suficiente arsenal de combate, pero lo más parecido a un activo mágico con el que podían contar era Johnny Blaze. Y aparentemente Gaghiel compartía la afición del equipo por los colores negros y rojos...

- ¿Sabes, Gaghiel? Te comprendo -afirmó cerrando la carpeta que había mantenido abierta sobre la mesa para tomar notas-. El mundo está lleno de indeseables y de gente que merece una buena dosis de mano dura que por desgracia a menudo suele estar más allá del alcance de la ley por corrupción, contactos, poder... Me pregunto: ¿cuáles son tus motivaciones? Ahora que has quedado desvinculada de tu mundo y tu organización, ¿cómo te ganas la vida? ¿Qué haces para sobrevivir? ¿Qué aspiras a conseguir?

Y además era inteligente y con talento para la deducción. Otro punto a su favor. En su grupo no había nadie que pudiera dar el perfil para una tarea de investigación. ¿Que la chica procedía de la época victoriana? Bueno, él mismo era casi centenario y nadie podría suponerlo al verlo, pues su cuerpo no aparentaba más de cincuenta y muchos. Beneficios de la radiación gamma, cosas más raras se habían visto.

- Así que cobras por golpear a los tipos malos, ¿eh? ¿Mercenaria? ¿Cazarrecompensas?

Esbozó una media sonrisa cuando ella dijo la última frase.

- Sí que tenemos una chica lista... Pues efectivamente, Gaghiel. A mí me asignan los casos relacionados con súper humanos, y vengo de inspeccionar el estado del local después de la trifulca. Dime, ¿tu trabajo golpeando a los tipos malos te reporta los suficientes beneficios como para pagar las reformas? Imagino que no estás al tanto en materia legal, así que permíteme que te informe: Tienes pendiente varias indemnizaciones por daños y perjuicios, tanto por los pandilleros que acabaron en el hospital como por las reformas que habrá que hacer en el local destrozado. Y créeme, es una cantidad de dinero considerable porque prácticamente va a haber que reformarlo entero. Empecemos por los pandilleros:

El general volvió a abrir la carpeta y pasó una serie de hojas antes de empezar a leer:

- "Se entiende por defensa propia el ejercer la violencia como respuesta a una agresión, a una actitud intimidatoria o cualquier situación que supone un peligro real para la persona".

>>Bien, según declaraciones de los testigos, los pandilleros no llegaron realmente a esgrimir una actitud amenazante en ningún momento. Se metieron contigo y te realizaron insinuaciones, mas no de manera intimidatoria, sino más bien con ánimo de intimar. Uno de ellos llegó incluso a excederse al no respetar tu espacio personal y tocarte, pero en ningún momento hubo agresión por su parte, ni un riesgo real de violación, y según todas las fuentes fuiste tú la que iniciaste la pelea. Responder a golpes a un insulto o a una proposición sexual no es defensa propia. Si esa persona se hubiera acercado de manera amenazante creando un peligro real habría sido distinto, pero no es el caso. Además, existe la ley de proporcionalidad, la cual marca lo siguiente:

- "Que el mal causado no sea mayor que el que se trate de evitar" -volvió a leer.

>>Si después de que los pandilleros se metieran contigo les hubieras mandado a la mierda no habría ocurrido nada, pero tú les agrediste y mandaste a varios al hospital. El resultado es que te enfrentas a un juicio por agresión e intento de homicidio voluntario. De hecho, por la magnitud de las heridas causadas, los pandilleros podrían alegar ensañamiento, lo cual lo empeoraría todo aún más, ya que en el caso de los individuos con poderes, la utilización de dichos poderes es equivalente a emplear armas de fuego.

Volvió a cerrar la carpeta para mirar a Gaghiel.

- Como ves, la situación no pinta bien. Te podrían caer 300.000 dólares de indemnización nada más que para los pandilleros. El resultado para la restauración del local no se podrá saber hasta que lo tase el perito, pero no me extrañaría que la cifra se disparara a varios millones. Como no ha muerto nadie y no tienes antecedentes es poco probable que te caiga una condena de cárcel efectiva, pero sí que se te mantendría en régimen condicional y posiblemente se te obligaría a realizar trabajos para la comunidad.

Tras decir todo esto, Thaddeus se levantó y se acercó a los barrotes manteniendo las manos en los bolsillos de su uniforme militar.

- Pero, como bien has deducido, yo tengo una propuesta que hacerte, Gaghiel. ¿Y si esos servicios a la comunidad los hicieras trabajando para un grupo de gente con capacidades especiales que se dedica a hacer exactamente lo que has afirmado hacer como profesión?

Le dio unos instantes para pensarlo antes de continuar.

- Dicho grupo estaría financiado por el ejército de los Estados Unidos, por lo que seríamos nosotros los que nos ocuparíamos de pagar tu fianza y las indemnizaciones. ¿Te interesa que siga hablando?

- Estupendo, veo que estamos empezando a entendernos -sonrió el militar-. Sí, por supuesto, recuperarías tus cosas, sólo habría una pequeña consideración a tener en cuenta...

El general sacó de un pequeño maletín que había dejado sobre la mesa lo que parecía ser un grueso reloj de plástico negro, sólo que sin cristal ni manecilla, y se lo mostró a la mujer.

- Se trata de una pulsera telemática. Tiene incorporado un GPS y nos permitirá saber en todo momento tu localización. No esperarías que creyera directamente las palabras de una hechicera poderosa de la que no se tienen registros, le devolviera todo su equipo y la dejara salir confiando únicamente en su buena voluntad, ¿verdad? La pulsera la puedes llevar en la muñeca o en el tobillo, y la tendrás puesta durante los meses que debería durar tu condena. Después de ese tiempo, una vez me haya convencido de que realmente eres lo que dices ser, se te quitaría y serías libre de permanecer en el grupo o marcharte. Eso sí, si intentas quitártela antes de tiempo, podría decirse que las consecuencias no serían agradables... ¿Aceptas? Si dices que sí puedo sacarte en cuanto termine de hacer el papeleo.