Observé la ciudad desde las alturas del rascacielos mas alto de todos, levitando y escudriñando todo lo que mi vista me daba a alcanzar...Nueva York, la cuidad que odié cuando era un niño por la influencia de un hombre que traicionó a mi familia y manchó el honor de la misma, la ciudad mas reconocida del pais que una vez juré destruir, y la que me acogió aunque fuera un tiempo incluso después de mi amenaza. Suspirando volví a mirar desde la alturas. Las cosas habian cambiado pero no lo suficiente para mi, los estadounidenses nunca gozarian de los lazos de honor orientales, sin embargo...el futuro es incierto y ni siquiera yo sabia que me depararia el próximo amanecer, cuando el sol se alzara de nuevo.
Me lancé en picado envuelto en mi estela de llamas, volar siempre me sentaba bien me daba seguridad, sensación de libertad y porque no también una leve pero agradable sensación de poder...nah una sensación de poder sin mas JAJAJA.Continue mi vuelo por la cuidad cuando, de repente un helicoptero se me cruzó en la trayectoria de vuelo y tuve dar un viraje muy brusco para evitarlo.
-CHT NANI SUNDE KONOIARO, KYOTSUKETE!!! - le grite desde unos 5 metros de distancia cuando me di cuenta que el piloto redirigia el helicoptero y volaba de nuevo hacia mi esta vez desplegando armamento. - Nani?...cht, shimaaaata.. - maldecí por lo bajo y empecé a volar rapido fuera del alcance de balas que pasaban rozando en los edificios cercanos; un helicoptero armado no era un gran problema para mi pero si podia serlo para los civiles y dudaba que esos canallas tuvieran el honor necesario para no herir a inocentes.
Bordee un par de edificios y lance un par de llamaradas hacia la helice pero el piloto viró y mis ataques dieron en el casco, que por desgracia, era bastante resistente y los daños que sufrió fueron minios con las llamas...estaban esperandome, quiza observandome desde hacia mucho...¡¡¡Malditos!!!, sin duda no tenian honor.
Enfurecido aumente el poder de mis llamas y me dispuse a atacar cuando un segundo helicoptero apareció como refuerzo al primero. Me estaban acorralando: querian atraparme o matarme con total seguridad, tenia que derribarlos o estaria en problemas. Empecé a cansarme claramente no sabian con quién estaban tratando, yo, el fuego del sol naciente no seria derrotado por juguetes de metal tan simples, solo debia jugar su juego y ponerlos a mi alcance lejos de civiles.
Empecé por elevarme en circulos esquivando sus balas y proyectiles, observandoles distrayendo su atención poco a poco. Picaron, aunque a la altura de la estatua de la libertad me lanzaron una red que intercepte con mis llamas, pero para mi sorpresa era ignifuga, hice un quiebro rapidamente y la esquive por un pelo aunque me rozo un tobillo . Llegados a este punto me harte de esperar mas para darles una leccion, a aquellas horas la estatua estaba libre de turistas y por debajo solo estaba el rio hudson.
Saaa...ishonikoze... vamos a jugar en serio de acuerdo!!! - grite aumentando el calor de mi cuerpo y vole en espiral, esquive un par de misiles de los dos helicopteros sin dejar de moverme, concentrando energia en mis manos antes de tirarme directo a uno de ellos lanzando un poderosisimo rayo de plasma. El casco se agrieto un poco, pero no parecia ceder.
- Se acabooooo!!!!... - proyecté mas energia y finalmente el rayo traspaso el casco y el primer helicoptero hizo explosión. Aprovechando el fuego y humo, me escondí haciendo que el segundo helicoptero me perdiera de vista y fallara los blancos, lo que me permitió engancharme a su cola y aumentar muchisimo mas el calor de mis llamas. Como suponia el metal no aguanto mas de 3000 grados y acabó fundiendose a mi contacto, lo cual me permitió flambear su sistema de vuelo a gusto, pronto el segundo helicoptero corrió la misma suerte del primero.
Bajé entonces a mirar los restos del segundo helicoptero impactado en la rivera. Quizá podria averiguar quien era el autor de tamaños actos de cobardia, inspeccioné lo que quedaba de la cabina y unos metros mas allá de los restos calcinados encontre una chaqueta destrozada llena de quemaduras. La cogí y tras inpeccionarla encontre una tarjeta de metal identificatoria casi completamente destrozada en ella se debia describir al piloto y, oculta en uno de los bolsillos interiores, una placa tambien metalica con la organización a la que pertenecia: HYDRA. Furioso, derretí la placa y levante el vuelo...iria a ver a un viejo conocido...quizá el supiera mas al respecto sobre porque me buscaban vivo...o muerto.