You know I'm no good (Sam Alexander) [13/11/2018]

Hacía tiempo que había regresado a casa. A la Mansión. A mi familia. Hacía tiempo también que no me sentía tan bien, había aspectos de mi regreso que comenzaron a cobrar sentido, otros no, y otros tan sólo aparecían fugaces en mis recuerdos y los de Fénix sin sentido ni motivo. Sin embargo, uno de esos flashbacks me llamó más la atención: quizás porque fue uno de los más duraderos y descriptivos, o quizás porque no era yo la portadora de esos recuerdos, sino Fénix.

Fénix y Nova. Conocía al chico, pertenecía al Cuerpo Nova, como su padre, trabajaba con los Guardianes de vez en cuando... Aunque creía recordar que iba más por libre... Tsk. No recordaba casi nada y no podía fiarme de lo que creía saber. Resultaba muy frustrante no saber si sabes o sabías algo e ir un poco dando palos de ciego, porque lo mejor de todo era que probablemente más que yo fuese Fénix quién le conocía.

Aún así, busqué la localización de Sam y fui en su busca. Avisé a los demás profesores y miembros de la patrulla que ese día estaría ausente, pero que si me necesitaban podrían contactarme como siempre. Fui a mi dormitorio y me puse ropa casual, pantalón vaquero azul marino ajustado de cintura alta y una camiseta y un jersey negros ambos, botas y la chaqueta que conseguí un par de meses atrás cuando empezó el frío. Compré un billete de avión que me llevara hasta allí para no inutilizar uno de los transportes de la patrulla y me encaminé hacia Chicago, donde había localizado el último movimiento del joven Nova. Lo cierto era que estaba algo nerviosa, alerta... Sentía la necesidad de ser precavida. El recuerdo no era agradable y seguro que Sam no se tomaba muy bien eso de volver a verme, por lo que o avisaba a amigos, o me atacaba y se defendía, o... No lo sabía. Algo me hacía actuar con precaución.


Llegué a la ciudad aproximadamente un par de horas después, justo a la hora del almuerzo. En cuanto tuve un pie en Chicago me concentré en encontrar su energía para poder encontrarle cuanto antes, fue cosa fácil, la verdad. Tuve la suerte de que el chico estaba cerca del aeropuerto y yo estaba subida a un taxi que le alcancé con rapidez. Me asombraba que un chico tan joven fuera tan independiente, pero poco podía yo decir sobre eso. Bajé del taxi y pagué al conductor, y seguí un poco a Sam hasta que dimos con un parque que estaba vacío al ser la hora de comer.

-¿Sam?- le llamé a su espalda, esperando no intimidarle, esperando no asustarle, esperando ser bien recibida.

Como Nova encargado del sector Terra, mi labor es velar por la seguridad de todo el planeta; también del resto del sistema solar, claro. Pero el resto de planetas, al estar deshabitados, suelen dar nulos problemas.

Sin embargo, La Tierra, mi planeta, es un sumidero de problemas; cada 100 km hay un pirado que pretende secuestrar un bus, o un maníaco que pretende emular la destrucción de sodoma y gomorra.

Por suerte, para mí, hoy no es un día de esos: Hoy me encuentro en una simple y llana rutina de observación; o, lo que es lo mismo, de turismo. Y para ello, he decidido escoger la ciudad de Chicago; aterrizando en la ciudad, resguardado por el vuelo de un avión comercial.
Una vez en tierra, y a salvo de cualquier vista, me he quitado mi casco de Nova y, tras guardarlo en la mochila colgada a mi espalda, he continuado mi camino de civil; hasta que, cerca de un parque, alguien ha llamado mi atención. Lo cual me sorprende, enormemente; pues no recuerdo conocer a nadie de aquí.

- ¿Quien me...? - pregunto mientras me doy la vuelta para ver al emisor; provocando que mis palabras se corten de golpe ante la sorpresa que encuentro

Ahí, frente a mi, la Fuerza Fénix me observa; impasible. Con un rostro que, en lugar de reflejar la furia que en su día se observaba cuando apareció ante mi, refleja una notable confusión y duda; sobretodo, duda.

- ¿Que diablos haces aquí? - le pregunto, con una mezcla de confusión y descontento; intentando mantener a ralla el miedo que empieza a crecer desde la punta de mis dedos, y que amenaza con subir hasta mis rodillas

-¡Tranquilo! Tranquilo...- alcé mis manos en la pose típica de rendición, para que entendiera tanto verbal como físicamente que no venía a hacerle daño. -Sólo quiero hablar... de algo en lo que tú te viste involucrado...

Bajé mis manos y empecé a caminar lentamente pero con seguridad hacia él, hasta pasarle de largo con las instrucciones de que me siguiera dibujadas en el rostro y entrar en el parque, para sentarnos en un banco. Estaba un poco nerviosa, no iba a negarlo. No sabía cuál sería su reacción, ni si querría hablar conmigo o escucharme, muchísimo menos seguirme. Pero algo en mí me decía que, a pesar de todo lo que Sam sabía, su curiosidad de adolescente le ganaría y vendría, y tendríamos esa conversación.

-He... tenido una especie de visión. Un flashback, un recuerdo de... Fénix. Y tú estabas en ese recuerdo. ¿Qué pasó? No lo recuerdo todo, son todo fragmentos, pero a ti te reconocí...- últimamente obtenía las respuestas que buscaba, pero con Nova... No sabía qué esperar. Quizás sacar a relucir ese recuerdo provocaba en él algún acto reflejo atacándome, y yo no quería pelear.

-He volado hasta aquí sólo para hablar contigo. Por favor, Sam. No soy la fuerza Fénix con la que peleaste en el espacio...- le medio supliqué, mencionando lo que vi en el recuerdo que me llamó la atención.

Sin duda, la joven frente a mi no es la misma que en su día llegó a la Tierra; poniendo en jaque a Vengadores y X-Men, en una épica batalla de uno contra todos. Esta mujer, lejos de aquella violenta agresividad destructiva, parece ser una persona más calmada y sensata; con intenciones aparentemente nada hostiles.

La pelirroja me indica con la mirada que la acompañe, y toma asiento en uno de los bancos del parque. Como muestra de buena fe, decido sentarme junto a ella; pero sin dejar de mantenerme alerta, agarrando la mochila con fuerza por si llegase el caso en que me hiciese falta pasar a la acción.

Según sus palabras, no recuerda nada de lo ocurrido; solo pequeños flashbacks en los que claramente pudo reconocerme. Es por ello que ha venido a mi, en busca de respuestas.

- El casco...me avisó...de que una fuerza, imparable y destructiva, se cernía sobre todo el universo - digo bajando mi mirada hacia la mochila que sujeto en mis manos, como si pudiese ver en el interior de esta sin abrirla; sintiendo el peso y la forma del casco, dentro de esta - Esa peligrosa fuerza, era el Fénix Oscuro...Eras tú - continúo subiendo mi mirada hasta el rostro de la joven, clavando mis ojos en los suyos - Me encaminé, surcando la galaxia...Planeta a planeta...Alertando a cada ser viviente, que se cruzase en mi camino, que...la fuerza más poderosa y destructiva de la galaxia...avanzaba hacia delante, llevándose consigo todo lo que se cruzara en su camino

Al pronunciar estas últimas palabras, un escalofrío recorre mi cuerpo; recordando aquellos momentos. Dibujando en mi mente, imágenes de aquel ser ardiente; que me seguía el paso como alma que lleva el diablo.



- Hice acopio de las energías que me quedaban, y sacando fuerzas de flaqueza alcancé La Tierra - continúo nuevamente, retomando la historia - En aquel momento, se estaba librando una guerra entre Vengadores y mutantes; pero mi llegada y mi noticia, sirvió para que ambos equipos volvieran a unirse para pelear juntos de nuevo...Y aún así, costó realmente detenert...detener a la fuerza fénix

Escuché sus palabras atenta, pero absorta en mis manos. Fénix venía a la Tierra con intenciones de destruirlo todo... Pero, ¿qué pasó? Fruncí los labios en una expresión de amargura, acompañada por mis cejas, que se curvaban dándome un aspecto de preocupación para Sam.

Fénix, ¿ibas a destruirlo todo o venías a por mí?
No... No lo sé, Jean. No lo recuerdo.
¿Cómo puede ser que no lo sepas? Fénix te-
Cállate, Jean. Sólo sé lo mismo que tú. Los recuerdos vienen y van. Veo lo mismo que tú. Ahora no recuerdo por qué venía a la Tierra. ¿Vale?
...

Aún confusa y molesta con Fénix, me giré hacia Nova y le cogí de la mano.

-Me alegra que pudieras llegar para avisar de lo que se les venía encima... Pero, ¿qué pasó? ¿Derrotasteis a Fénix? ¿Cómo?- ¿Por eso está tan débil? No sabía qué conclusiones sacar de todo aquello, no era lo que esperaba encontrar, no eran las respuestas que esperaba hallar. Quizás era en vano mi búsqueda de respuestas.

-Lo siento... Todo esto de la Colisión y Fénix... Me tiene muy confusa- le admití, con la mirada fija al frente, ausente.

Tras escuchar mi historia, la joven parece notablemente confusa; sin duda, no mentía cuando dijo que no recordaba nada de lo que sucedió. En su rostro, puede observarse con claridad la duda, el miedo y la culpa que recorren su cuerpo.

En ese momento, la joven me coge de la mano y numerosas preguntas emergen de sus labios; todas referentes a la derrota de su "yo pasado", al desenlace de tan apoteósico acontecimiento.  

- La verdad es que, cuando llegué al planeta, apenas logré evitar perder el conocimiento...debido al cansancio - confieso, con cierto tono derrotista, bajando levemente la mirada - Así que...no recuerdo realmente demasiado de todo lo acontecido - continúo, dibujando una leve sonrisa en el rostro; más como una mueca de melancolía, que como muestra de alegría - Por lo que sé...el Fénix Oscuro se apoderó del cuerpo de Cíclope; por suerte, eso provocó que abandonara el tuyo y te dio la oportunidad de convencerlo para que expulsase él también dicho ente de si mismo. Una vez fuera de Cíclope, la Bruja Escarlata aparentemente la destruyó...

Tras estas palabras, me quedo unos instantes en silencio; observando a la pensativa joven.

- Siento haber actuado de esa forma, tan...defensiva - me disculpo ante la pelirroja, con una leve pero sincera sonrisa - Al fin y al cabo, aunque traías el caos, también ayudaste a detenerlo

Asentía con la cabeza en pequeños movimientos nerviosos, aceptando e interiorizando lo que Sam me estaba contando. Fénix estaba sembrando el caos, e iba a acabar con la Tierra... Pero yo desperté y pude detenerla con la ayuda de los demás. Suspiré y cerré los ojos, soltando el aire lentamente por la nariz y dejando que el escalofrío que había nacido en la parte baja de mi columna avanzase hasta mi nuca.
Me giré hacia el moreno y le cogí de las manos clavando mi mirada en sus ojos, intentando hacerle entender todo lo que no sabía cómo expresar.

-No... Soy... Soy yo la que lo siente, Sam. Es normal que reaccionaras así al verme, yo misma reaccioné un poco mal al despertar- le confesé con una mueca amarga en el rostro.

Miré nuestras manos y le solté con delicadeza, sin querer incomodarle o hacerle sentir inseguro. En mi interior estaba batallando sobre qué decirle a él, la conversación que tendría con Fénix más adelante, lo que me gustaría hablar con los que participaron en esa lucha y lo que recuerdan... Había mucha gente afectada.
No iba a ser fácil.

-Lo siento, ¿te he interrumpido en algo? No me gustaría entretenerte si estás trabajando, Sam- cambié de tema para suavizar la tensión que se había creado, al menos por mi parte.

La joven parece más que arrepentida por todo lo ocurrido en el pasado; aunque por su rostro, queda más que patente que no recuerda en absoluto o al menos con certeza lo sucedido. Es entonces cuando la pelirroja se disculpa, mientras sus manos agarran las mías de forma familiar; casi con cierto tono maternal.

Tras este breve pero sincero perdón, la joven suelta mis manos con suavidad y decide desviar la conversación con una intrascendental pregunta.

- La verdad, es que solo estaba de paso - le contesto con una sincera sonrisa, quitándole importancia a su "pequeña interrupción" - Así que no es ninguna molestia...Es más, es un placer poder ayudarte en lo que pueda con ese...pequeño problema de amnesia - continúo, sin saber muy bien que palabras son las más adecuadas para referirme al hecho que acontece, rascando levemente mi nuca en el proceso

Realmente, la joven se muestra sinceramente desconcertada; casi ida, en sus probablemente "nublosos" pensamientos.

- ¿Que te parece si nos vamos por ahí a hacer un poco de turismo? - le pregunto con intención de levantar los ánimos - Nos vendrá bien despejarnos un poco

Sonreí con sinceridad a Sam y asentí con energía, aceptando dar ese paseo para hacer turismo. Me levanté y esperé a que él hiciera lo propio, pero como no sabía qué había de especial en esa ciudad, le pregunté sin cortarme.

-¿Qué podemos ver aquí en esta ciudad, Sam? No la conozco demasiado, desde que volví no he salido mucho y apuesto a que ahora las cosas son distintas...- hice una mueca que pretendía ser una sonrisa más, y me dispuse a seguirle.

Después de haber caminado durante unos minutos y haber dejado el parque atrás, me paré y miré al chico a los ojos. Estaba pensando aún en lo que me había contado, que iba a destruir la Tierra, que había destruido ya varios planetas siendo Fénix, que muchos se unieron para luchar contra mí... Que Scott... estaba... Era un tema que no lograba olvidar, la ausencia de Scott era demasiado notable para mí y lo cierto es que a pesar de tener a Logan como apoyo, le echaba muchísimo de menos todos los días.
A pesar de todo aquello, el chico Nova me había recibido bien, me había aceptado y me había explicado lo que pudo rellenando mis lagunas mentales, lo que no pude ignorar.

-Gracias, Sam. Por no atacarme y... Bueno, podrías haber actuado de otra forma y ahora sé que habrías tenido motivos para hacerlo. Gracias.

La joven acepta mi propuesta, con una alegre sonrisa; confesando no conocer demasiado el lugar, al igual que no haber salido demasiado últimamente.

- La verdad es que no tengo ni la menor idea - confieso con sinceridad y una alegre y amplia sonrisa - Pero, por suerte, he traido esto - digo, echando mano a mi maleta y sacando un gigantesco mapa; el cual abro y extiendo, entre mis manos - Seguro que encontramos un montón de sitios divertidos y bonitos que ver

Con este en mano, nos encaminamos como turistas en busca de algun lugar famoso y/o entretenido para visitar. Durante nuestra caminata, la joven decide agradecerme mi actitud y trato a ella; lo que provoca un notable sonrojamiento en mi.

- No tiene importancia, mujer - digo, intentando quitarle importancia al asunto - Al fin y al cabo, sé mejor que nadie lo que es cometer un error y provocar desastres dignos del mayor de los accidentes naturales - le confieso, dedicándole una leve sonrisa - Solo intento comportarme como, llegado el caso, me gustaría que lo hicieran conmigo...

Sam sacó un mapa de su mochila y lo observamos un poco con la esperanza de, como había dicho él, encontrar un sitio bonito y divertido. Bueno, yo había encontrado uno, aunque no sabía qué opinaría él.

-¡Hey! ¿Qué te parece este sitio?-dije, señalando en el mapa un sitio no muy lejano y que estaba cerca de la costa. -El Jardín botánico... Quizás no es muy divertido...- le miré mordiéndome el labio, insegura.

A mí la naturaleza me encantaba, desde pequeña había sido algo que había necesitado en mi vida. Me gustaba estar rodeada de vida, silencio, calma... Qué ironía. No por ello era una chica aburrida, sin embargo, la tranquilidad es un bien que no todo el mundo sabía apreciar.

-Eres muy amable, Sam. ¿Quieres un chocolate?- le pregunté al ver un puesto en la calle que vendía chocolate caliente.

A mí desde luego me apetecía, el frío de noviembre se notaba aún con las chaquetas y estando abrigados. Le sonreí y me dirigí al puesto tirando de él por su muñeca, como si yo fuese la pequeña.

Mientras observamos juntos el plano, la joven señala uno de los punto remarcados en este; el jardín botánico de Chicago.

- Bueno...No es que sea un gran aficionado a las plantas, o a las excursiones educativas - le confieso, emitiendo una leve risa de vergüenza; como cuando le confieso al señor Philbin que nuevamente se me han olvidado traer los deberes - La verdad, es que no soy lo que se dice...Un estudiante modelo

En ese momento, pasamos cerca de un pequeño puesto donde venden chocolate caliente; algo muy habitual en una época como esta, donde el frío golpea con cierta "fuerza" a la ciudad. La pelirroja, me pregunta si me apetece una taza; y, antes de que tan siquiera pueda contestarle, ya está tirando de mi hacia este.

- Claro que me apetece - le contesto a Jean, mientras me dejo arrastrar por ella; imaginando la deliciosa bebida, lo que hace que "la boca se me haga agua" - Me encanta el chocolate; y más, para calentarse en una tarde fría de invierno

Una vez cerca del vendedor, la joven pide una taza para cada uno; y, en cuanto nos la da, nos sentamos en unas mesas cercanas a este para comenzar a saborear la deliciosa taza de cacao.

- Bueno, Jean, ¿Que te parece si me cuentas un poco de ti, y así nos vamos conociendo un poco mejor? - le pregunto tras tomar asiento, y colocar mis frías manos sobre la ardiente jícara - ¿A que te dedicas?

Ciertamente, aunque la primera impresión no había sido de lo más esperanzadora, la joven de rojizos cabellos ha demostrado ser una persona amable y agradable; convirtiendo una simple tarde de turismo, en una oportunidad para hacer nuevas amistades.

Ya con el chocolate entre mis manos y sentada en una mesita junto a Sam, el joven chico Nova se lanzó a preguntarme sobre mí. Quería conocerme. Sonreí con cautela en mi interior, pero lo que el chico pudo ver fue una sonrisa amplia acompañada de un brillo genuino en mi mirada.
Me sentía muy agradecida por su interés en conocerme y saber qué hago, y que no se quedara sólo con la destrucción que arrastraba Fénix.

Le di un sorbito a mi chocolate, dejando que el calor me inundara.

-¿Yo? Bueno, ya sabes. No hace mucho que volví, y dadas las circunstancias he estado mucho en la Mansión. Ayudo con las clases y demás, a veces salgo con la patrulla. Pero de momento mi vida está reducida a la Mansión- reí con un tono de amargura. -Además, nadie sabe nada del paradero de mi marido- alcé la mano en la que llevaba el anillo de bodas. ¿Debería quitármelo? Quizás Scott se había ido de nuevo con otra mujer tras mi muerte.

Suspiré, pensar en aquello siempre me producía un dolor agudo en el corazón que Fénix rellenó con rapidez con recuerdos de Logan. Aquello también me dolía, sobre todo por él, pero me despertaba cierto confort en mi interior. Tenerle cerca suponía un alivio enorme para mí y le estaría eternamente agradecida.
Tras ese momento de introspección, volví al mundo real y retomé la conversación Sam.

-¿Y tú? ¿Mucha actividad intergaláctica?- bromeé con él, aunque en realidad me interesaba su respuesta. Me encantaba saber más de las personas, su forma de vida... Lo que sea que no tuviera mucho que ver con la Mansión después de unos meses "recluida" allí por voluntad propia. Necesitaba vivir más.

La joven contesta mis preguntas con la amabilidad que me lleva mostrando desde que empezó nuestro encuentro, aunque puede mostrarse cierta tristeza y pesar en cada una de sus palabras; algo que se acentúa cuando comenta que se pasa la mayor parte de su tiempo encerrada en "La Mansión" y que su marido anda desaparecido ¿No sabía que estaba casada? Aunque recuerdo haber oído algo en su día sobre una pareja; Cíclope, si mal no recuerdo ¿Será ese el cónyuge que busca? Es probable, pues hasta ahora no he escuchado nada de "su regreso" tras La Colisión; además, su puesto como lider de los X-Men lo ostenta otra persona en estos momentos.

Tras dar esta breve explicación sobre su vida, la joven se interesa por la mía; preguntando de forma burlona, aunque simpática, por mis andanzas intergalacticas.

- No te haces una idea - contesto entre risas, acompañando el tono bromista de la pelirroja - La verdad es que sí; con todo esto de la "unión" de universos y eso, el Cuerpo Nova ha estado hasta arriba - le comento, con sinceridad; haciendo un gesto con mi mano, habitual entre los Terranos para dar a entender que las cosas te sobrepasan - Y aún hay trabajo que hacer...No me gustaría ser el encargado de "archivar" todo eso - continúo, con una sonrisa en el rostro - El numero de planetas, y sobretodo de habitantes, a lo largo y ancho de la galaxia...Ha incrementado a unos niveles...

Escuché a Sam contarme todo el trabajo que les estaba dando la colisión de los universos, el caos de nuevos seres que antes ni existían, fuerzas y accidentes... Debían estar realmente hasta las cejas, pero Sam sólo era un chaval, así que me parecía normal que estuviera dando una vuelta ese día.

-Debe ser una locura, Sam- le expresé con cierto tono de preocupación, sabiendo que yo había tenido algo que ver con todo ese desastre. -Gracias de nuevo, Sam. Por contarme lo que sabías de lo que pasó...- le di un último trago a mi chocolate.

-Creo que debería irme ya, empieza a anochecer y aún tengo un largo viaje por delante- me excusé. -Y tú deberías acostarte pronto, por muy Nova que seas...- bromeé con él.

Esperaba realmente volver a verle pronto, aunque aún tenía mucha gente con la que hablar para esclarecer lo que había pasado para que yo volviera.

La joven parece realmente interesada en mis palabras; e incluso en sus palabras puedo notar cierto tono de preocupación casi maternal. También, vuelve a agradecerme mi sinceridad; así como la información que he podido proporcionarle.

- No tiene importancia - le contesto en un tono amable y amistoso - Se perfectamente lo que se siente al sentir esa sensación de haber...ya sabes...metido la pata - le digo, intentando expresar cierta empatía con la joven de melena escarlata

Tras esto, la joven acaba su vaso de chocolate y me indica que ya es su momento de marcharse; alegando una pequeña broma en relación a mi edad y a que aún me encuentre en pie.

- Claro, yo también debería volver ya a casa - comento con una amplia sonrisa en el rostro

Así, con un leve gesto de mi mano y una mueca de alegría, me despido de la hermosa mujer con intención de acabar lo que ha sido un día de lo más revelador.

OFF: Gracias por el tema, guapa. Ha sido un placer rolear contigo.
Nos vemos pronto!!!