Vale, la he liado... (Elysia Stavridis, Carrie Kelley, Billy Batson, Erin Gallagher por el momento)

"Buenos días, Central City. Hoy es el Día D para los amantes de los cómics de todo el mundo. Por primera vez en la historia de nuestra ciudad, el Palacio de Congresos de Central se convierte en la sede de la "Central City Comic Con", en su primera edición este año 2019. El evento está congregando a aficionados al cómic de todo el mundo, así como a guionistas, dibujantes y representantes de las grandes editoriales..."

La voz de Iris West-Allen, una de las mejores reporteras del canal GBS de Central, narraba en directo la apertura de puertas del gran evento que los aficionados habían empezado a llamar "C4". Era la primera vez que Central acogía una celebración así, y lo cierto era que estaba teniendo un éxito equiparable a la convención internacional de San Diego, que solía celebrarse en el mes de julio. Tras la Colisión, la industria de los cómics había experimentado grandes cambios. El mundo se había llenado de héroes de todo tipo, y las editoriales no se habían cortado a la hora de aprovechar la oportunidad. El género de los superhéroes volvía a estar a la orden del día: colecciones en papel, películas, merchandising de todo tipo... Incluso las redes sociales se hacían eco del nuevo boom de los enmascarados, algunos de los cuales ya tenían verdaderos ejércitos de aficionados.

Por todo ello, un evento de las características de la C4 no se había hecho esperar. Los organizadores no sólo querían reunir a todos los amantes del cómic en una única celebración; también querían dar la oportunidad de mostrar su trabajo a artistas noveles o menos conocidos, por lo que toda una sección del Palacio de Congresos se había acondicionado para albergar stands de fanzines, dibujantes freelance o proyectos a pequeña escala. A Elysia Stavridis, cuyo trabajo en la nueva colección de los X-Men había sido muy bien recibido por la crítica y los seguidores de su perfil online, le habían ofrecido la posibilidad de contar con un pequeño stand propio, que se encontraba muy cerca del de Bill Woolcott, conocido por sus portadas de Promethea.

Por su parte, Carrie Kelley había quedado allí con sus compañeros de raid favoritos en World of Wishcraft. Aunque los chicos sólo hablaban por internet, el hecho de que todos ellos tuvieran pensado acudir a la Comic Con se había convertido en la excusa perfecta para conocerse en persona. La verdad, cuando uno se enfrenta codo con codo con sus compañeros al terrible dragón-espectro Sapphirioth el Gélido, se crean vínculos muy difíciles de romper.

A los asistentes les daba la bienvenida el ajetreo de la convención. Los alrededores del edificio estaban llenos de gente. Muchos de ellos vestían elaborados disfraces de sus personajes favoritos, que probablemente les habría llevado meses confeccionar. De vez en cuando, un grito entre la multitud señalaba la aparición de algún famoso, lo que provocaba verdaderas avalanchas de fans decididos a conseguir un autógrafo. El ambiente era animado y festivo, y había tantas cosas que ver en el interior que los cuatro días que duraba la convención no parecían suficientes.

Lo que los asistentes al evento no sabían era que un peligro inimaginable se cernía sobre la Central City Comic Con en aquel mismo momento...

Off-topic:

Hace mucho tiempo, en una galaxia 
muy, muy lejana...


Es el amanecer de una nueva era para el fandom. Central Planet, convertido en la base de los rebeldes, ha declarado abiertamente su lealtad a la República. Pese a que ello la convierte ahora en el blanco de la ira del Imperio, la presencia de la Comic Con constituye un faro de esperanza para los fans, que han empezado a congregarse bajo el estandarte rebelde, procedentes de todos los confines de la Galaxia...

A bordo de su caza estelar T-65 X-Wing, la joven piloto rebelde Erin Gallagher se dirige a Central City, la capital de...

- Erin, ¿me estás escuchando?

- ¿Eh? ¿Qué? Claro que te estoy escuchando, papá. - la chica apartó la mirada de la ventanilla, sobresaltada. - ¿Qué... decías exactamente?

El hombre suspiró, pasándose una mano por el cabello rojizo mientras mantenía la otra sobre el volante.

- No importa. ¿Seguro que no quieres que te acerque directamente al Palacio de Congresos?

- Uh... no, no hace falta. - Erin sonrió, incómoda, mientras dirigía una breve mirada a la bolsa que descansaba junto a ella, en el asiento trasero. - De verdad, prefiero pasar primero por el centro comercial.

Brian Gallagher suspiró. Le constaba entender a su hija adolescente, que parecía llevar días presa de la excitación. La culpa, suponía, la tenía la famosa C4. Desde que había llegado a Central la tarde anterior, Erin no había parado de ir deprisa de un lado a otro, consultar su móvil continuamente y sonreír de oreja a oreja. ¿No era un poco mayor para toda aquella locura de los cómics?

El hombre puso de nuevo el coche en marcha cuando cambió el semáforo. El Central, el centro comercial más grande de la ciudad, estaba justo a la altura de la próxima manzana. La razón por la que Erin querría ir primero allí escapaba completamente a su entendimiento.

- He quedado con una amiga - aclaró la chica, como si le hubiera leído el pensamiento, cuando el coche se detuvo.

- ¿Con quién...? - empezó su padre, sin poder llegar a terminar la frase. Su hija no lo estaba escuchando, para variar.

- Gracias por traerme, papá. ¡Nos vemos luego! No te preocupes, te iré escribiendo, ¿vale? - Erin bajó del coche como un torbellino, llevándose la bolsa consigo.

"Lavabos... lavabos, lavabos, lavabos... ¡ahí!".

Satisfecha por haber dado con lo que buscaba, la contrabandista espacial valiente adolescente se dirigió a su objetivo: los lavabos públicos del Central. Tras esperar su turno, se encerró a cal y canto en uno de los baños.

- Hubiera molado mucho más una cabina, y lo sabes - murmuró, dirigiéndose a nadie en particular, mientras se quitaba de cualquier manera su camiseta de Star Wars y sus zapatillas granate. En cambio, dejó sus shorts tejanos en su lugar, pasando sobre ellos un cinturón, con una curiosa hebilla en forma de "X".

La camiseta de la princesa Leia fue sustituida de inmediato por un top de color rosa y una gabardina amarilla, que hasta ese momento habían permanecido en la bolsa. Erin completó su disfraz con unas botas azules y unas gafas de cristales rosas, salió del baño y empezó a trenzarse el pelo a toda velocidad delante del espejo.

Las mujeres que esperaban para entrar en el lavabo contemplaron atónitas como la chica hacía desaparecer su melena rubio-rojiza bajo la corta peluca negra, ajena a la atención que estaba atrayendo. Cuando terminó, se puso los pendientes de aro, los guantes azul marino y un chicle en la boca y contempló el efecto general en el espejo.

- ¡Yay! - exclamó, satisfecha, y fue entonces cuando se dio cuenta de que todo el mundo la miraba.

"Vale. Hora de irse", se dijo, mientras su piel hacía gala de su particular habilidad para ruborizarse. Metió la ropa de cualquier manera en la bolsa del cosplay, se la colgó en el hombro y salió a toda prisa del baño, en dirección (esta vez sí) a la Comic Con.

[2/1 10:03] Gallaghirl @ Wishcraft Raiders: ¡Estoy llegando a la C4!
[2/1 10:04] Carrie @ Wishcraft Raiders: Aún en camino :S Escribo cuando llegue.
[2/1 10:04] MarvelBilly @ Wishcraft Raiders: Yo igual. Me he dormido esta mañana D:
[2/1 10:04] Gallaghirl @ Wishcraft Raiders: ¡Ok! Aprovecharé para ir a conseguir una firma primero.
[2/1 10:05] Gallaghirl@ Wishcraft Raiders: Oh, voy de Jubilee

Erin guardó su Starkphone en el bolsillo de su gabardina amarilla. Había llegado a los alrededores del Palacio de Congresos y el ambiente de la Comic Con, pese a que hacía muy poco que habían abierto, amenazaba con absorberla por completo. Por suerte, no tuvo que hacer mucha cola para entrar, y tuvo la oportunidad de hacerse selfies con un par de Logans y un Comandante Shephard mientras esperaba.

Una vez dentro, tuvo que hacer uso de sus habilidades mutantes, sentido arácnido, plano del evento que había junto a la puerta. Mientras intentaba aclararse con la enorme estructura, acudió en su ayuda un chaval muy simpático, quien le indicó dónde encontrar la zona de fanzines y autores noveles... a la que, por cierto, tardó casi media hora en llegar, porque no pudo evitar pararse cada vez que se encontraba con un cosplay especialmente logrado o algún stand atractivo.

Pero, finalmente, su misión llegó a buen puerto. El puesto de Elysia Stavridis era pequeño, pero no difícil de encontrar. Erin la había descubierto en .Tumblr poco después de la Colisión, cuando era aún muy poco conocida. La dibujante había hecho un fanart precioso de una de sus OTPs, Gambit y Rogue, lo que se había ganado inmediatamente un favoriro y un +Follow de la chica. Desde entonces, Erin había seguido su trabajo de cerca y, al enterarse de que iba a tener un stand en la C4, no pudo resistirse a conseguir su autógrafo.

Por suerte, no había mucha cola. Mientras esperaba, la chica contó los dólares que había traído, preguntándose si serían suficientes para llevarse un sketch de la griega. Estaba tan concentrada decidiendo qué le pediría que no se dio cuenta de que era su turno hasta que la persona detrás de ella se aclaró la garganta educadamente.

- ¡Oh! ¡Hola! Soy... una de tus seguidoras en .Tumblr. Gallaghirl. Me encantó que te cogieran para las portadas de los X-Men. - la chica sonrió - ¿Podría pedirte un dibujo?

Había llegado una hora antes de que se abriera el centro de cómic más importante de Central City. Había que preparar el stand con todo el material que había generado el último año, para ver si podía aumentar un poco los ingresos vendiendo mis dibujos o las impresiones a todo color de mis portadas. Me encantaban este tipo de eventos, podía conocer a mucha gente de mi sector, aprender muchas técnicas nuevas de mis colegas dibujantes y conocer a un montón de fans del cómic que les apasionaba tanto como a mí. ¡Ah! ¡Y no nos olvidemos de las fotos de los cosplays! Los cosplayers eran cada año mejores, la última vez vi un traje de Groot bastante impresionante, la verdad. No tenía ni idea de cómo podían conseguir hacer cosas tan genales. Amaba este mundillo.
 
- Ouch, esto pesa mucho...- dijo Jacob dejando unos libros cerca de una de las estanterías desmontables. El chico había sido disfrazado vilmente por Elysia del famoso villano de Batman, el Joker. Llevaba un traje de su talla de color verde y violeta y una enorme flor en la solapa izquierda de su chaqueta. El pelo y el maquillaje no era nada del otro mundo, un poco de pote blanco en la cara, un poco de pintalabios para ensalzar su sonrisa y un esprayazo verde en el pelo. El espray no quedó muy bien, puesto que se le veían un poco los mechones castaños, pero da igual.
 
- Jake, deja esos tomos allí, ya los cambiaré yo de sitio.
 
El muchacho que se había instalado a vivir con nosotras había venido a ayudarme con el transporte de los materiales que necesitaba para el stand. Bueno, más bien le había obligado a venir a ayudarme, porqué sino, se hubiera quedado con el culo pegado al sofá todo el día. Jake seguía siendo un misterio para nosotras, un chico aparecido de la nada que decía conocer al padre de Lissa. Y que a demás, habíamos decidido adoptar legalmente para poder llevarlo a una escuela de secundaria en Nueva York. Y mejor no hablar de N, el novio perfecto de papel que se había convertido en el ama de casa. Vamos, que teníamos un show de circo digno de contar en la familia Stavridis.
 
Después de prepararlo todo, vi como se abrían las puertas del evento y todos los aficionados corrían como desesperados hasta los primeros stands. Era una locura. No tuve tiempo ni para respirar los primeros diez minutos. No podía creérmelo, tenía COLA en mi stand para las firmas y los dibujos. Y eso era todo un halago para mi. Había conseguido un poco de fama gracias a las portadas de la Patrulla X, no podía estar más feliz de poder hablar con la gente a la que le gustaba mi trabajo.
 
La siguiente en la cola era una chica disfrazada de Júbilo que quería pedirme un dibujo.
 
- ¡Hola! Uau, el cosplay está muy conseguido. ¿Tu eres Gallaghirl? Me acuerdo de ti, fuiste de las primeras en seguirme por .Tumblr. ¿Qué te gustaría que te dibujara? - sonreí superfeliz al conocer a otra fan, no podía sentirme mejor.
 
- Ey... Lyz... ¿yo que hago ahora? - preguntó el chico detrás de mí.  
 
- Oh, sí. Perdona Jake, me había olvidado. Puedes ir a dar una vuelta si quieres por la Comic Con, pero a la hora de comer vuelve para el stand, ¿de acuerdo? ¡y ves con cuidado!
 
- Si....- el muchacho de ojos verdes se quedó mirando un momento a la chica que iba de júbilo, por un momento la voz le había sonado de algo, pero pensó que sería una tontería. Así que salió del stand y se dispuso a dar una vuelta a ver si veía algo interesante.

-¿No podemos ir más deprisa, tío Dudley? Voy a llegar tarde... - suspiró el muchacho de cabellos azabache mientras miraba aburrido por la ventanilla del asiento de atrás. Desde el retrovisor vio como el mechón de la frente se le había vuelto a colocar dónde no debía. Se llevó los dedos a los labios, y se lo volvió a rizar hasta colocárselo en medio de la despejada frente.

- Si no te hubieras quedado dormido, hubiéramos llegado a tiempo, William...- sonrió con calidez el hombre de cabellos grises que conducía el vehículo.

- Creí que había puesto bien el despertador...

El coche giró en la próxima esquina, y a lo lejos empezó a verse desde el cristal delantero del coche un letrero bien grande con un dibujo enorme de un ojo y unas letras negras que describían el nombre del evento. Central City Comic Con, o también llamado C4 para los aficionados.

- Vendré a recogerte luego, ves con cuidado. - se despidió el hombre con una suave sonrisa y acarició el hombro del muchacho antes de que se bajara del coche.

- ¡Claro, tío! ¡Gracias! ¡Nos vemos luego! - el chico asomó la cabeza hacia el lado del conductor y le dio un cálido beso en la mejilla, para después salir escopeteado del vehículo.

Salió tan rápido del coche que el muchacho tuvo que estirar de su capa roja colgada al cuello porque se le había quedado la punta enganchada en la puerta. Estiró, y una vez fuera se la colocó bien y se cruzó de brazos, mostrando así orgulloso el mono azul con la enorme ese en el pecho.

¡El valiente Superman había llegado a la C4, dispuesto a combatir el crimen!

Se acercó casi a empujones hasta llegar a la larga cola de aficionados que querían entrar en el evento. Por suerte, el chico ya había comprado la entrada meses atrás gracias a su tío. Dudley había visto al chico bastante decaído desde hacía unos meses, y pensó que se animaría un poco si iba a la Comic Con con sus amigos de la Raid. Aunque Dudley no se fiaba mucho de que el chico tuviera amigos a través de juegos online, pero eran niños de su edad así que no estaba muy preocupado.

El pequeño Superman se llevó las manos a la bandolera y sacó su móvil. Sus dedos tecleaban rápidamente la pantalla y empezó a enviar mensajes a sus amigos mientras esperaba en la cola del evento.

[2/1 10:04] Gallaghirl @ Wishcraft Raiders: ¡Ok! Aprovecharé para ir a conseguir una firma primero.
[2/1 10:05] Gallaghirl @ Wishcraft Raiders: Oh, voy de Jubilee
[2/1 10:10] Carrie @ Wishcraft Raiders: Yo acabo de entrar, ¡ahora nos vemos!.
[2/1 10:13] MarvelBilly @ Wishcraft Raiders: ¡Estoy en la puerta! ¿Dónde quedamos? Yo voy de Superman ^^.

El chico guardó el móvil, y una vez entró en el evento...

Espera, espera, espera. ¿Tan mal me quedan los calzoncillos rojos por fuera? Quizás tendría que haber ido del Superman de las películas...

En fin, antes de seguir avanzando en esta historia... me gustaría explicaros cómo he llegado hasta aquí, así que primero tengo que resumiros un poco mi historia desde el principio.

Me llamo Billy Batson, y soy un niño de quince años normal y corriente. Mis padres eran unos famosos arqueólogos, pero murieron cuando era muy pequeño en una excavación en Egipto. La custodia y los bienes de mi familia fueron a parar a mi tío Ebenezer, que no tardó en darme la patada y abandonarme en las calles de Fawcett city. Mi hermana Mary tuvo más suerte que yo, y fue adoptada por otra familia antes de que mi tío nos echara de casa.

Pero un día, cuando estaba vendiendo unos periódicos para ganar algo de dinero, se me acercó un hombre y me llevó hasta un tren mágico que me conduciría hasta ¡SHAZAM! Un poderoso mago que ha protegido la humanidad desde tiempos inmemoriales. El mago me traspasó sus poderes mágicos ¡y ahora yo también puedo convertirme en SHAZAM!

Bueno, ahora ya no.

El caso es que después de eso ingresé en el orfanato y un año después fui adoptado por Dudley H. Dudley, un hombre de mediana edad que se ha convertido en casi un padre pare mí.

Por el día era un chico normal que iba al colegio, y por las noches luchaba contra el crimen en la forma de SHAZAM. ¡El mago más poderoso e increíble del mundo! Con mis grandes poderes cósmicos no tardé en llamar la atención a las altas esferas de los superhéroes, y los famosos héroes como Batman, Wonder Woman y Superman (¡Sí! ¡Superman en persona!) me vinieron a buscar para que me uniera a la awesome Liga de la Justicia. Esos días fueron tan divertidos... molaba tanto luchar al lado de los superhéroes más guays de todo el universo... pero esos tiempos se acabaron de golpe tras la colisión de los mundos.

La Liga de la Justicia dio la alerta máxima "biiipoooobiiipooooo", y fui enviado a hacer una supermisión secreta para salvar a la humanidad del choque de universos. Tan secreta que ya ni la recuerdo. En medio de la dura batalla fui golpeado y lo último que recuerdo es que desperté en el hospital. Había vuelto a convertirme en niño, y SHAZAM había desaparecido de mi interior.

Y desde entonces que sigue sin volver. Nadie sabe nada de toda esta historia. Sólo mi tío Dudley y yo conocemos la identidad del mago SHAZAM, pero como ya no está nadie va a creer que un niño de 15 años se convierte en el hechicero más cool de todo el universo.

- ¡Hola! Uau, el cosplay está muy conseguido. ¿Tu eres Gallaghirl? Me acuerdo de ti, fuiste de las primeras en seguirme por .Tumblr. ¿Qué te gustaría que te dibujara?

¡OMG! ¡¡Se acordaba de mí!! Hacía como mil millones de años que la seguía en .Tumblr (no, mentira, sólo desde la Colisión, pero da igual, ¡hacía tanto de eso!). ¡Y aún así recordaba mi nick! Soy fan número uno de esta chica.  

La verdad es que me había quedado en blanco. ¡Podía pedirle el dibujo que quisiera, y resulta que no podía decidir! Muy bien, Erin, ¿por qué no puedes tener un único hype a la vez? Es humanamente imposible que te gusten tantas cosas.

- Ey... Lyz... ¿yo que hago ahora? - preguntó alguien.  
 
- Oh, sí. Perdona Jake, me había olvidado. Puedes ir a dar una vuelta si quieres por la Comic Con, pero a la hora de comer vuelve para el stand, ¿de acuerdo? ¡y ves con cuidado!

- Si....

Jake, Jake, uhm... el nombre y la voz me querían sonar. Miré con curiosidad al chico que iba de Joker, pero soy como malísima reconociendo gente cuando van con cosplay. ¿Sería el hermano pequeño de Elysia Stavridis? No tenía mucha pinta (no se parecían en nada) pero bueno, cosas más raras se han visto (holaLukeyosoytupadreylaprincesaalaquebesastealprincipiodelapeliestuhermanagemelaseparadaalnacergraciasadios).

El chico se me quedó mirando también, pero no me dijo nada, así que llegué a la conclusión de que no me conocía, o me hubiera dicho algo. Ni se me pasó por la cabeza que yo iba con unas pintas totalmente distintas a lo habitual. A lo mejor ni mi propio padre me hubiera reconocido. Claro que mi padre me trajo pelirroja al evento, hasta donde él sabe soy una quinceañera con pinta de irlandesa y una camiseta de la princesa Leia.

Vale, tenía que centrarme. Dibujo.

- ¿Erin? - preguntó alguien, como si dudara, justo a mi lado.

- ¡Hola Robin! Espera. ¿Robin? ... ¡¡Carrie!! - exclamé, encantada, pasando de un estado a otro en rápida sucesión. Acababa de encontrarme con mi paladín y era absolutamente feliz - ¡¡¡Carrie!!! - la abracé, sonriendo de oreja a oreja. ¡Por fin la conocía en persona!

Caroline era genial, y casi la única con la que podía fangirlear horas y horas sobre Batman. Además, me salvó cuando el Rey Galthas iba a hacer picadillo a Éithne en mi primera raid, se puso una de esas skills de paladín que absorben todo el daño de un aliado y me protegió de su espada de hielo, quedándose al 35% de la barra de vida. Eso equivale a amigas para siempre.

- ¡Acabo de llegar! Le iba a pedir un dibujo a Elysia, pero estaba indecisa... y creo que me acabas de dar una idea. - me volví hacia la dibujante, con expresión de triunfo - ¿Puedo pedirte un dibujo de Batman y Robin?

Mientras Elysia tomaba el lápiz, yo me puse al día con Carrie. Me hacía tanta ilusión reunirme con los Raiders que hablaba a toda velocidad. Mi Starkphone emitió alegremente el pitido de R2D2, así que lo desbloqueé rápidamente para ver quién había escrito.  

[1/2 10:13] MarvelBilly @ Wishcraft Raiders: ¡Estoy en la puerta! ¿Dónde quedamos? Yo voy de Superman ^^.

Me quité el guante de Júbilo para poder responder.

[1/2 10:13] Gallaghirl @ Wishcraft Raiders: ¡En el stand de Lyz Stavridis!
[1/2 10:14] Gallaghirl @ Wishcraft Raiders: En el pabellón 2

Pero no llegué a escribir lo que iba a continuación, porque de repente sonó un fuerte pitido procedente de la megafonía.

- ¡Ouch! - exclamé, tapándome los oídos.

- Saludos... habitantes de Midgard... - dijo una voz, resonando en todos los altavoces de la Comic Con. - ... seguro que sabéis quién soy... Así que os ahorraré las presentaciones. No es necesario que os dirijáis a mí como Loki, bastará con que me llaméis "señor..."

La gente no prestó demasiada atención al aviso. La verdad es que parecía un anuncio, bastante original por cierto. El doblador lo clavaba.

- Lamento informaros de que os encontráis bajo secuestro - prosiguió. Esto consiguió captar la atención de bastante más gente. Nadie se lo creía, claro, pero al menos escuchaban.

Bueno, nadie se lo creyó hasta que todas las puertas de la Comic Con empezaron a cerrarse solas.

¿Holaesperaqué?

- Nadie va a entrar ni salir de aquí hasta que obtenga lo que pido... - continuó la voz, divertida. Detrás nuestro, un tipo con disfraz de Groot y otro vestido de Hulk intentaron abrir una puerta, pero fue un fail absoluto.

La gente murmuraba, asustada. Oí algunos gritos.

Entonces, la voz volvió a hablar.

- Exijo que me traigáis ahora mismo a mi hermano... Thor.

Hay que ser realmente tonto para hacer cola y pedirle un dibujo a Elysia Stavridis. No es que la chica dibujara mal ni nada de  eso, pero es que si la gente conociera su mal carácter seguro que tendría cero fans. Pero claro, de puertas para afuera parecía una  chica simpática, pero cuando te despistas te coge de la oreja y ayayayayay. Y encima me arrastra con ella a sus tonterías de eventos frikis y de cómics… En mi época (por decir algo) no había nada de eso, los niños no tenían casi juguetes y los únicos cómics que había eran los libros de cuentos ilustrados. Eso si eras un niño con suerte y tenías padres con dinero suficiente para comprarlos. Ah, y no estabas en medio de una guerra civil, claro. Yo al menos pude leer muchos libros cuando estaba con el maestro, pero no eran libros infantiles y tontos para niños, sino libros de magia arcana y hechizos poderosos y mortales…

De alguna manera añoraba aquellos tiempos. Sobretodo porqué al menos el maestro no me estiraba de la oreja como esa estúpida Stavridis. Y encima le da por disfrazarme, ¿en serio? Si quiere un muñeco que se lo compre, no tengo que aguantar que me esprayee el pelo y que me pinturrujee la cara. “Te vas a divertir” dijo “El Joker es uno de los mejores villanos de los cómics” pero si ni siquiera sé ni quién es ese maldito Jok…

¡Pero bueno! ¿Es qué aquí la gente no sabe caminar? Miré con cara de malos amigos a la loca disfrazada con la que acababa de chocar. Tenía el pelo muy corto y rojo, y me estaba desafiando en una postura rara. Un soplido y la chica estaría en el suelo,  pero Lissa me había prohibido usar los poderes fuera de casa… una verdadera lástima, porqué sería más divertido que estar aquí dando vueltas y mirando a panolis con cosplay. Espera, ¿Qué ha dicho? ¿Erin? La voz de aquella niña de la peluca negra me sonaba mucho, pero no le había dado mucha importancia en el primer vistazo. ¿Podría ser Erin Gallagher? ¿Mi compañera de clase? No… quizás sería mucha casualidad que fuera ella… pero tengo tanta curiosidad que creo que me quedaré a escucharlas un rato más. Giré sobre mi mismo como si me hubiera olvidado algo y volví a entrar en el stand de Elysia Stavridis.

- Me he dejado el móvil… - dije, aunque lo llevaba encima desde el principio. Hice ver que lo buscaba por las cajas de los libros y no perdí de vista a las dos chicas.

- Intenta llevar el móvil siempre contigo, Jake, luego para que Lissa te encuentre es una odisea… - el chico era el número uno en desaparecer y aparecer por casa cuando le daba la gana, y eso que ahora se estaba portando más o menos bien y asistía cada día a clase. Todo un logro por parte de Elissa, si hubiera sido por mí el chico ya estaba de patitas en la calle. Era molesto, inquieto, egocéntrico, vacilón y en general inaguantable…

Júbilo se quedó unos instantes en silencio y después una chica pelirroja vestida de Robin…Espera, ¿los Robins no eran todos chicos y morenos? ¿Sería una versión genderbender de esas que estaba muy de moda? Cosas más raras he visto. A lo que iba, la Robin empezó a hablar con la Gallaghirl y yo me quedé con el lápiz en el aire observando su saludo efusivo y viendo como el resto de la cola les miraba impacientes.

- Ejem… esto… - les interrumpí, y entonces Jubiló me contestó – Vale, Batman y Robin. Pásate de aquí un rato y lo tendré listo… - dije apuntándomelo en la agenda y le indiqué al siguiente fan que se acercara. Ya me habían pedido algunos dibujos de la editorial desconocida esa de DC Comics, y yo todavía tenía que pillarle el truquillo a eso de dibujar a sus personajes. Sobretodo a Batman, sus pinchos de la cabeza eran realmente difíciles de encajar. ¿Quién había diseñado su traje?

Cuando se terminara la cola me pondría de lleno con las comissions del evento. ¡Nunca había tenido tantos encargos en un día! Esperaba tenerlos todos a tiempo antes de que el centro cerrara sus puertas. La cola iba disminuyendo poco a poco y rezaba para que nadie más se añadiera a última hora porqué si no, no empezaría a dibujar nunca a este paso…

Quedaban dos o tres personas y de repente se escuchó un pitido desde megafonía. En otros eventos los comentaristas se lo curraban un montón, hacían bromas de este tipo y te echabas unas risas. Pero el tío que estaba imitando a Loki lo hacía verdaderamente bien, incluso pensé en que tenía una voz sexy. Presté atención y sonreí divertida ante lo del secuestro y entonces se cerraron todas las puertas del evento. ¡Qué truco tan genial! La verdad es que empezaba a ser muy realista… tan realista que la gente empezó a asustarse y a gritar…

- Algo va mal… - Jake me miró con una expresión seria y supe entonces que aquello no era ninguna broma. Aquello era un verdadero secuestro. ¿Loki Laufeyson se había colado en la C4 para encontrar a su hermano? Parecía una locura… pero si las cosas se ponían feas no estaba segura de poder derrotar sin ayuda al mejor hechicero Asgardiano de todos los tiempos…

- Pabellón 2… pabellón 2…
 
Billy miraba el plano de stands de la Comic Con con suma atención. Le habían dado uno de esos mapas al entrar en el evento, pero había tantos pasillos y stands que el muchacho no supo por dónde empezar a buscar. Sus ojos vagaron por el plano durante varios minutos, hasta encontrar el stand de “Elysia Stavridis” , que lo habían pintado bastante pequeñito y alejado del edificio.
 
- Podría estar un poco más cerca… - suspiró Superman y como un cohete espacial, se dirigió corriendo hasta la otra punta del edificio, esquivando a la masa de gente como podía.
 
El chico tuvo que salir del pabellón 1 y pasar por un patio hasta llegar al pabellón 2. La gente se había apelotonado fuera para descansar y tomar el aire. Algunos ya empezaban a sacar sus fiambreras y a comer, y otros simplemente esperaban mientras fumaban sus cigarrillos y debatían si a Wonder Woman le quedaba mejor la minifalda o los shorts. ¡Definitivamente la minifalda!
 
Billy cruzó sin dilación el patio mientras corría, llevando el brazo derecho estirado al frente y cerrando el puño. Empezó a tararear la Main Theme de la primera película de Superman. ¡Esa sí que era la buena!
 
Una vez dentro del Pabellón 2, buscó con la mirada a una Júbilo y a una Robin delante del stand de la dibujante. No tardó en verlas de lejos, y se detuvo antes de llegar, para poder analizar a las chicas de lejos y pensar en alguna manera guay de saludarlas. Billy sonrió de oreja a oreja, superfeliz por poder conocer por fin a sus dos compañeras de Raid. ¡Encima eran niñas de su edad! No podía estar más contento.
 
Y aquí hago un parón de nuevo. La chica que va de Júbilo es Erin, la peluca que lleva es morena, pero ella me dijo que era pelirroja. Con el cosplay no hubiera sido capaz de reconocerla, bueno, ni aunque me la encontrara de frente. Jugar vía online tenía eso, conoces a gente que no sabes cómo es hasta que no las ves en persona. Al tío Dudley no le gustan esas cosas de Internet, siempre dice que tengo que tener mucho cuidado con quien hablo, que no les diga donde vivo, que los malos me pueden secuestrar… pero es que la gente de Worlds of Wishcrafts casi siempre es muy maja. Excepto los noobs que te insultan por haberles pegado una paliza con tu tanque nivel 35 y una skill de onda expansiva electromagnética que solo puedes conseguir si te pasabas la mazmorra de los trolles en modo ultradifícil. Eso les pasa por meterse con los usuarios de menor nivel. Pero en general: el ambiente rolero del juego online era más que genial.
 
La otra chica debía ser Carrie, la amiga de Erin. Solo he jugado dos o tres partidas con ella cuando me la presentó, pero su Paladín es Awesome, y fue súper divertido pasarme la mazmorra del rey brujo con ellas dos. World of Wishcrafts era más divertido cuando lo jugabas en equipo, y la verdad es que Erin, Carrie y yo hacíamos un superequipo. Lo ideal sería tener un cuarto compañero, el que llevara al ladrón, entonces podríamos hacer el evento del Devoramundos que solo permite un equipo de cuatro jugadores mínimo.
 
Bueno, volvamos a lo que íbamos…
 
Billy cruzó el pasillo de los stands de dibujantes noveles haciendo ver que volaba como superman y se detuvo nada más llegar hasta las dos niñas.
 
-¡Tranquilas, chicas! ¡Superman ya está aquí para salvar a la ciudad! – sonrió el pequeño y esperó a que ellas reaccionaran ante su presentación y se rieran. Ahora que las tenía cerca, Billy pensó que las dos chicas eran muy guapas y simpáticas. Se llevó los puños a la cintura, imitando la postura de superman y sonrió de oreja a oreja. Después separó los brazos de su tronco y atrapó a las dos chicas, una con cada brazo, para dar un abrazo de tres. 

-¡Por fin os conozco! ¡Qué guay! – exclamó el muchacho. Entonces el mensaje de Loki empezó a retransmitirse por megafonía… -¿Qué ha sido eso? – preguntó sin creerse nada de lo que estaba pasando.

De vuelta en Central City...

Loki se ha hecho con el control de la Comic Con. El malvado hechicero mantiene como rehenes a todos los asistentes al evento mientras exige un único rescate: su hermanastro, Thor.

¿Qué pueden hacer Carrie, Billy y Erin para detenerlo?

¡Eh! ¡Espera! Necesito que retrocedamos un poco. Me he dejado un par de cosas por explicar, antes de pasar a la acción.

Trasladémonos unos minutos atrás en el tiempo...

Sí, mucho mejor. "Mucho mejor" en todos los sentidos, de hecho. Hace unos diez minutos, era muchísimo más feliz que ahora mismo.

Elysia Stavridis se apuntó el encargo y me pidió que volviera en un rato a recoger mi dibujo. Le aseguré que lo haría, y le dije mi nombre de verdad para que pudiera dedicármelo. Y después volví con mi paladín favorita, dispuesta a continuar con nuestra exploración de la C4.

Ante la mención del ramen por parte de Carrie, me brillaron los ojos. ¿Cómo iba a decir que no a comer ramen en una Comic Con? ¡Hubiera sido un pecado! Dije que sí sin dudarlo, y me iba a poner a buscar en el plano el sitio donde estaban esos maravillosos fideos, cuando de repente oí una voz tras de mí.

-¡Tranquilas, chicas! ¡Superman ya está aquí para salvar a la ciudad!

¿Había dicho "Superman"? Eso quería decir que al fin había llegado nuestro último compañero...

- ¡Billy! - me volví, entusiasmada, y entonces...


Me encontré con el chico más guapo que he visto en mi vida...

¿Hola? ¿No se supone que los que juegan a World of Wishcraft son nerds con acné y devoradores de ganchitos que casi no salen de casa? ¿No chavales guapísimos de pelo negro y ojos azules, con una sonrisa de esas que puede derretir el Círculo Polar Ártico en un minuto?

-¡Por fin os conozco! ¡Qué guay! - exclamó él.

Visión de Erin:

Nos dedicó esa sonrisa perfecta (¡Gracias, cristales rosas protectores para luz ultravioleta del cosplay de Jubilee!), y entonces, entonces... {Insertar gritito aquí} ¡nos abrazó!

Creo que voy a desmayarme...


Sede de la C4 en Central City. El presente.

Hasta que el codazo de Carrie me devolvió a la realidad. Ah, sí, Loki. Casi me olvido.

-¿Qué está pasando?

Sacudí la cabeza para que la musiquita dejara de sonar, y parpadeé hasta que las últimas burbujas rosas abandonaron mi campo visual. ¡Erin Gallagher, no es momento para romance! La Comic Con está en peligro, y la tienes que salvar... todos juntos muy unidos, lo conseguir... Agh, ¿qué he dicho de la música? ¡Céntrate!

Bien, y ahora, lo más importante. ¿Qué diablos está pasando? ¿Qué hace Loki aquí, y por qué busca a su hermano en un sitio como la C4? Seguro que si das una patada a una piedra de aquí salen veinte Thors, pero dudo que le sirva un cosplayer...

- ¿Me has oído, "hermano"?... Esto no va a terminarse hasta que te presentes ante mí... - continuó la voz de Loki, en medio del silencio sepulcral.

"Espera, esto me suena."

- Nunca has tenido miedo de dar la cara, ¿no es cierto?

Nononono. Espera.

- ... Todo esto lo empezamos juntos...

Uh. Oh.

- ... Y lo terminaremos juntos...


- ... Tengo un mal presentimiento...

- Aunque tenga que acabar con las vidas de estos insignificantes Midgardianos... para que regreses a mi lado.

- Vale a ver… - dije garabateando la libreta de Comissions.-  El dibujo de Batman y Robin para Erin Gallagher… ¿Se escribe así?

- Espera… ¿Qué has dicho? – dijo Jake asomándose por encima de mi hombro y leyendo mi libreta sin pedirme permiso. Este chico tenía siempre muy mala educación…

-Erin…Erin…Erin Galla…¡Ah! – exclamó Jake- ¡Esa chica va a mi clase!

- ¿Y qué? Me importa un pepino que vaya a tu clase, ahora hay cosas más importantes que hacer… - como por ejemplo investigar lo que estaba sucediendo. El malvado Loki Laufeyson seguía hablando por el comunicador y estaba diciendo que…

- ¿Me has oído, "hermano"?... Esto no va a terminarse hasta que te presentes ante mí... – dijo Loki con un siseo en su voz- Nunca has tenido miedo de dar la cara, ¿no es cierto? ... Todo esto lo empezamos juntos... Y lo terminaremos juntos...

La voz de Loki sonó incluso sensual por el comunicador. Di un respingo y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

- Aunque tenga que acabar con las vidas de estos insignificantes Midgardianos... para que regreses a mi lado.

Vale, a ver. ¿Eso no sonaba como una declaración de amor? En serio, había leído sobre Loki Laufeyson y normalmente era un hombre esquifido, viejo y feo… y quería destruir a su hermano Thor…no… no ligárselo. Claro que a lo mejor andaba un poco desactualizada con los cómics de Marvel. Desde que el guaperas de Tom Hiddleston había interpretado su papel, ahora Loki tenía un ejército de féminas en .Tumblr. Era posible que fuera por eso, o que el Loki de la dimensión a saber cual fuera más… como decirlo… amanerado.

Sea como sea, tenía que investigar aquello. Me levanté de la silla y ordené a Jake que se quedara vigilando mi puesto de trabajo. Esperaba por todos los dioses Asgardianos que me hiciera caso, aunque lo más probable es que luego hiciera lo que le diera en gana. En fin. Dicho esto, me escapé sigilosamente del stand con la libreta de dibujos en mano y subí las escaleras buscando la oficina de información, dónde supuestamente estaba Loki comunicando su sentencia. Caminé con cautela, buscando si había algo sospechoso, por si acaso todo aquello no era una broma por parte del staff de la Comic Con…

No, si es que en ningún lugar voy a poder estar tranquila...

FDI: Jake no tiene nada más que hace hasta el siguiente turno, así que Carrie puede postear ya.

El pánico cundió en evento, hubo gritos de histeria (también de alegría por las fans de Loki), y la gente empezaba a amontonarse para intentar salir de la nave, pero no hubo manera de abrir las puertas.

Si pudiera transformarme podría usar mi superfuerza para crear una salida y evacuar a todo el mundo. Pero ya no soy SHAZAM.

Lo que le molestó al joven Billy era que la gente empezara a desperdigarse. No le parecía buena idea que Carrie fuera al baño en un momento tan delicado, ¿y si le pasaba algo malo? Debían de permanecer juntos como fuera…

-¡Pero..! – protestó el muchacho, pero la pelirroja de las gafas grandes ya se había mezclado entre la multitud. – El baño está en la otra dirección…

Entonces, el valiente Billy sintió un escalofrío que acarició su nuca. Cuando giró hacia atrás se topó con la mirada penetrante del chico disfrazado del Joker. Hubiera jurado que por un instante sus ojos resplandecían de color verde.

- Tenemos que hacer algo… no podemos quedarnos aquí a esperar. Sigamos a Carrie y vigilemos que nadie la moleste en el baño… quizás no funciona el pestillo y necesita que le aguanten la puerta. – bromeó el moreno encogiéndose de hombros y esperando a que Erin aprobara la misión.

Ay. No.

Nonononononononono...

¿Y ahora qué?

Carrie acababa de desaparecer, diciendo algo como "no hagáis nada que yo no haría". ¡No era un buen momento para ir al baño! Primero, porque en aquellos eventos la cola podía durar horas (y más en el lavabo de mujeres). Segundo, porque éramos todos rehenes de un dios nórdico pirado, y yo empezaba a estar convencida de que era culpa mía...

- ... Vale, la he liado...

Billy propuso ir a buscar a Carrie, y Carrie había ido en la dirección de Loki. Y Billy llevaba un paladín en Wishcraft, sólo que no era un paladín; y ahora iba disfrazado de Superman, pero no era Superman; y tampoco era un friki lleno de acné como yo había creído (detalle irrelevante en estos momentos); el caso es que era un civil desarmado, y quizá antes de ponerlo en peligro debería decirle que...

- ... Billy, espera - lo cogí del brazo, con los ojos muy abiertos y una expresión de culpa escrita en mayúsculas en mi rostro. No estaba totalmente segura todavía, pero... - Hay algo que deberías...

- ¿Sabes? Empiezo a cansarme de jugar siempre al mismo juego, hermano. La misma historia que empieza y termina con cada Ragnarok... ¿Por qué seguir enfrentándonos, una y otra vez...? - la voz regresó de nuevo, confirmando mis sospechas.

- ... Estoy 100% segura de que yo escribí eso... - susurré, cada vez más pálida.

- ... Vamos, Thor... Sin ti, las noches en Asgard son tan frías como el mismo Niflheim...

- ... Eh. Esa parte no era así. - repliqué, frunciendo el ceño. Aquella frase era ridícula, incluso para mí.  

- ¿Por qué no me dejas tratar de levantar tu martillo? Te demostraré que soy digno...

- ... Vale. Tenemos que destruirlo, ya. - dije.

Había llegado demasiado lejos.

Aferrando con fuerza el brazo de Billy, lo arrastré con firmeza en la dirección que había tomado Carrie.

Maldito el día en que acepté un prompt Thorki en .Tumblr... Sabía que me arrepentiría toda la vida.


Mientras tanto, en el lugar donde se encuentran Elysia y Carrie...

Las frases que sonaban por megafonía eran cada vez más dignas de una novela rosa. O de un culebrón, según se mirara. Hermastros del mismo sexo enfrentados por un destino cruel que impedía la consumación de su amor prohibido. O algo así.

- Ni siquiera los fuegos de Surtur son equiparables a lo que puedo hacerte sentir si regresas...

Lo que sí era equiparable a los fuegos de Surtur era el ramen ardiendo que Carrie se había derramado encima. La pequeña Robin seguía en pos de Elysia Stavridis, maldiciendo al tipo que acababa de arruinarle la comida, quemándola a la vez. Justo acababa de dar alcance a la dibujante y dirigirse a ella, cuando una insistente vibración del Waynephone llamó su atención.

El mensaje codificado estaba presidido por el logo de Oráculo.

Según mis datos (y directamente desde la database de Los Vengadores) Loki falleció poco antes de la Colisión, al caer del Puente Bifrost tras un enfrentamiento con su hermano, Thor. No se lo ha vuelto a ver desde entonces.

Y, sin embargo, detrás de la puerta de acceso a la megafonía se podía intuir una silueta recortada, con dos enormes cuernos sobresaliendo de donde debía de estar la cabeza. Nada de nariz ganchuda y aguileña desde aquel ángulo, pero nunca se sabía.

- Empiezo a perder la paciencia, Thor. En cuanto cuente hasta veinte, uno de estos midgardianos morirá...

Un coro de gritos siguió a aquellas palabras cuando un chico disfrazado de Iron Man empezó a flotar sobre la multitud, rodeado por un halo verde brillante.

- Empezaré por este mismo... Su traje nunca me gustó. - la voz de Loki sonó infinitamente cruel, mientras el chico chillaba y se debatía inútilmente contra el agarre mágico - Uno... dos... tres...

Y ahí estaba Loki. Los cristales opacos de la megafonía revelaban una figura con cuernos sentada en la butaca del interlocutor. La silueta le estaba hablando al micrófono con una voz muy sensual y sugerente, como si estuviera tratando de ligárselo. Que maricas se habían vuelto los dioses Asgardianos. Fue entonces cuando me giré sorprendida al notar unos tirones en la ropa. Me llevé un pequeño susto y me sentí aliviada al ver que era una chica adolescente. De hecho… era la amiga de la otra chica que me seguía en .Tumblr. Me acordaba porqué su traje de Robin estaba muy chulo.

- ¿Qué haces aquí? Menudo susto me has dado… - susurré tras calmarme y llevarme la mano al corazón instintivamente. No podía hacer nada si estaba aquella chica conmigo, su vida correría un grave peligro si Loki salía de su escondite y nos veía. Tenía que sacarla de allí y ponerla a salvo. - ¡Tenemos que salir de aquí, rápido!- volví a susurrarle. Como una madre protectora la rodeé con mis brazos mientras bajábamos de nuevo por las escaleras.- Busca a tus amigos y tratad de esconderos, ¿vale? Todo irá bien… - intenté sonar como una hermana mayor y le sonreí, pero por algún motivo aquella chica no parecía nada asustada. Quizás no era consciente del verdadero peligro que corría.

- Empiezo a perder la paciencia, Thor. En cuanto cuente hasta veinte, uno de estos midgardianos morirá...- la voz de Loki sonó más cruel y cuando llegué a la primera planta vi como un cosplayer de Iroman flotaba en el aire y chillaba pidiendo auxilio. Mierda, me olvidé de la chica pelirroja y corrí de nuevo hacia mi stand. Había tenido una idea.

- La cosa se está poniendo muy fea… - el rostro de Jake era completamente inexpresivo, y sus ojos relucieron verdes durante un segundo. Odiaba que hiciera eso, me recordaba continuamente que no era un chico normal y corriente.- ¿Qué piensas hacer?

- Vas a ayudarme con algo… - susurré, mientras buscaba un dibujo de Thor de entre todos los fanarts que había hecho para mis seguidores de las redes sociales. Lo siento mucho @ThunderBoy, voy a tener que repetir tu comission.


- Seis, siete, ocho…


-¡Hermano! ¡Estoy aquí! ¡Deja a ese chico y ven a por mí! – Dijo el famoso Thor Odinson desde el pabellón 1, moviendo alegremente la mano para atraer la atención de Loki. Realmente a aquella distancia parecía el verdadero Thor, me había quedado muy realista, sí señor. Pero si Loki se acercaba lo suficiente a él vería que en realidad era un inexpresivo y torpe maniquí. Jake hacía un buen papel imitando la dura voz de Thor y moviendo la mano falsa con…tan pocas ganas. Esperaba que aquello fuera suficiente para distraer a Loki un rato y para que dejara al chico disfrazado de Ironman en el suelo.

Salí del baño justo a tiempo para la acción. El traje todavía estaba por pulir, le faltaban muchos detalles pero aún así me hacía ilusión estrenarlo. Desde el acontecimiento en Villa Fábula había aprendido que mi magia era realmente peligrosa, sobretodo para mi. Así que debía tener mucho cuidado y protegerme bien el cuerpo antes de hacer otra de mis locuras. Estaba lista para salir a repartir justicia.

- Primero de todo, sacar a los civiles. – susurré para mis adentros y corrí hacia las puertas de emergencia, donde los guardias de seguridad y el resto de invitados a la Comic Con no dejaban de aporrear.- ¡Apartaos! – Dije con seguridad, pero no me hicieron mucho caso al principio, así que intenté llamar su atención.- ¡Dejad paso!

Saqué una tiza blanca del cinturón y me concentré  mientras hacía un rectángulo grande y alargado en la puerta de emergencia. Cuando las dos líneas de tiza se unieron, coloqué la palma de mi mano en el medio y el metal empezó a disolverse. La puerta tenía ahora un agujero al exterior.

-¡Vamos, salid por aquí! - indiqué  a los chavales mientras me colocaba en la pared de al lado para hacer lo mismo. Lo más importante era alejar a los civiles de Loki y después… después me tocaría improvisar.


FDI: Iré mezclando los post de Elysia y Jake en el mismo para agilizar. Le vuelve a tocar a Carrie ^^

- ... Vale, la he liado...

Billy se sentía como si le acabaran de lanzar un hechizo de confusión, y giró sobre si mismo mientras los civiles gritaban y corrían a su alrededor, buscando una salida al recinto. Pero la voz de Erin le despertó de su ensimismamiento y se giró para mirarla en cuanto notó que la pelirroja le estiraba del brazo

- ... Billy, espera - su voz fue un susurro, y su rostro pecaba de esconder un secreto de gran importancia. Los ojos de Erin se abrieron de par en par como si acabara de asustarse de algo o de alguien. - Hay algo que deberías...

El villano siguió hablando por megafonía con un tono amenazador, pero de repente las frases de Loki sonaban cada vez más ambiguas en referencia a su hermano Thor, y Billy quería ponerle un sentido lógico a todo aquello pero lo que dijo Erin le dejó aún peor.

- ¿Qué quiere decir que has escrito eso? – preguntó a la vez que parpadeaba varias veces. - ¿Destruirlo? ¡Pero si ese hombre nos va a hacer papilla como nos encuentre!

Las amenazas de Loki se volvieron reales, y el hechicero agarró mágicamente a alguien del público que iba disfrazado de Ironman para después tratar de aniquilarlo si su hermano no aparecía. Billy cerró los puños con fuerza, sintiéndose impotente por no poder recibir la ayuda de SHAZAM y plantarle cara al hechicero malvado. Pero entonces apareció Thor de entre el público y llamó la atención de su hermanastro para que terminara de una vez con la violencia. Billy estrechó los ojos y se dio cuenta de que el dios del trueno no era más que una…

¿Marioneta? Y el chico que está manejándola por detrás me suena de haberlo visto antes…

Entonces apareció una mujer disfrazada de Magical Girl y empezó a evacuar a los civiles. Al principio, Billy pensó que no era más que una fan de Sailormoon intentando hacerse la heroína, pero cuando empezó a dibujar en las paredes y a abrir puertas hacia el exterior del recinto…. ¡Wow! ¡Estaba usando la magia! A lo mejor ella podría enfrentarse al villano.

Carrie interrumpió la escena, y apareció con la cabeza llena de espaguetis y salsa de soja.

Vale, esto no me lo esperaba.

Billy explicó que estaban de camino para ir a buscarla, y que tenían que salir de allí antes de que las cosas se pusieran más feas. Ellos eran adolescentes sin poderes después de todo, así que… ¿qué podrían hacer contra un dios Asgardiano pirado y homosexual?

-¿Y quién es Elysia? -  

Robin tuvo éxito con el apagón, y una maldición en nórdico antiguo le confirmó que era muy incómodo moverse con un casco astado a oscuras. La falta de energía también silenció el micrófono, interrumpiendo las erótico-festivas-agresivas palabras de Loki. Un silencio absoluto se adueñó durante unos instantes de la Comic Con… seguido, casi al instante, por un gritito agudo procedente del chico vestido de Iron Man, que se precipitó de vuelta al suelo. Por suerte, una chica vestida de Wonder Woman reaccionó a tiempo para cogerlo en brazos, amortiguando su caída.

Para entonces, Carrie ya corría a toda velocidad, de regreso al lugar donde se encontraban sus compañeros…



Pabellón 2, cinco minutos antes…

- ¿Qué quiere decir que has escrito eso? – preguntó Billy, confundido. Sentí que me había puesto del color de su capa. De todas las personas del mundo, él era el último al que quería contarle esto. - ¿Destruirlo? ¡Pero si ese hombre nos va a hacer papilla como nos encuentre!

- Escúchame - dije, con cierta urgencia - Mira, yo era una chica normal. Totalmente normal. Absolutamente normal. - le aseguré - Y no es que me picara una araña radiactiva ni nada parecido. Fue en la Colisión... - tragué saliva, ni yo misma entendía muy bien aquella parte - Verás yo... escribía. Bueno, escribo. Continuamente. - suspiré - Y gran parte de lo que escribo son fanfics. Y ese Loki que hay ahí arriba ha usado una frase que... bueno, digamos que está en un fic mío. Se llama Ek ann ther... bueno, da igual, no lo leas, es Thorki, no te gustará - estaba hablando tan rápido que dudaba que Billy entendiera la mitad de lo que decía, pero no podía parar -El caso es que, desde la Colisión, esto me ha pasado varias veces... Aparece... gente. Así, de la nada, pero es como si los hubiera invocado yo, ¿sabes?, porque he escrito sobre ellos antes. Gente de los cómics. De los libros. De las películas. Es un desastre. Algunos me siguen a todas partes. Llevé a Han Solo al instituto. No sabía dónde esconderlo. - el recuerdo de aquél día aún me daba escalofríos - No tenía ni idea de que también había un Loki. No sé ni cómo se hace, ni cómo se deshace, pero estoy segura de que es culpa mía.

Detuve mi frenético discurso. Necesitaba tomar aire. Seguí la mirada de Billy, y entonces vi a Thor. Por un momento, my inner fangirl pensó que estábamos salvados. Y mi sentido común me advirtió de que sería mucho más complicado contar aquella historia de nuevo si, en vez de explicársela a Billy, tenía que hacerlo ante un rubio cachas de casi dos metros. Me sentiría tan intimidada como si me hubieran llamado al despacho del Direc-Thor.

De acuerdo, no ha tenido gracia.

Pero, por suerte, no tardé en darme cuenta de que era un Impos-Thor (ése sí ha tenido gracia). No es que fuera un cosplayer, era más bien una marioneta, y había alguien tras él, aunque no podía verlo muy bien.

¿He escrito “por suerte”? Aunque me alegrara de no tener que responder ante el dios del trueno, seguíamos teniendo un grave problema. ¿Quién detendría a Loki ahora? Aunque fuera un Loki falso, seguía usando magia. Y el Impos-Thor no tenía pinta de saber hacer lo mismo…

Estaba a punto de chillar, pero entonces apareció ella. Parecía una cosplayer, pero no tenía ni idea de qué serie había salido… y eso que suelo estar al día de ese tipo de cosas. Tal vez fuera de algún anime antiguo, de esos que veía mi padre, donde traducían los nombres porque suena mejor “John Smith” que “Matsuoka Rintarô”. #irony

Volviendo a la chica, no era una cosplayer. Tenía poderes, y acababa de hacer una demostración digna de Edward Elric. Pero no tuve tiempo de volver a cerrar la boca; Carrie acababa de aparecer de la nada y estaba hablando con Billy. Y me alegraba tanto de ver a mi amiga que ni siquiera me importó que fuera cubierta de ramen. Ni que no se hubiera enterado de nada de lo que sucedía.

-¿Y quién es Elysia? - preguntó Billy entonces.

- La chica de ese sta… - empecé, volviéndome para señalar; pero el puesto estaba vacío y no se veía ni rastro de mi ídolo, ni del chico vestido de Joker. - Bueno, estaba allí antes. Es dibujante, tienes que ver… - me interrumpí; las miradas de mis compañeros decían que no era un buen momento para enrollarme.

La gente estaba abandonando el pabellón a través de la puerta que la chica misteriosa había conjurado. Sólo quedábamos la heroína, Carrie, Billy, la persona que movía al Impos-Thor, y yo. Tal vez sería mejor que nos fuéramos también… pero me sentía terriblemente responsable de lo sucedido. Y, mientras dudaba, una figura apareció en lo alto de la escalera que llevaba al segundo piso. Reconocí el yelmo al instante.

Loki había vuelto, y parecía muy enfadado.

- Debes de creerte muy gracioso, hermano… – dijo, con voz sibilante, mientras empezaba a descender los peldaños, alzando su vara - Pero el truquito del cuarto oscuro no te funcionará esta vez… – una sonrisa reptiliana se dibujó en su rostro - Has tardado demasiado. ¿Dónde estabas? ¡Responde! – un rayo de energía azul, procedente del bastón, golpeó un foco que colgaba sobre la cabeza del Impos-Thor, arrojándolo directamente sobre él.

Lancé un grito.

- ¡¡¡NOOOOO!!!

De pronto las luces del recinto de apagaron repentinamente, dejándonos a todos casi a oscuras. Por suerte, las luces de emergencia me servían de guía para poder seguir evacuando a los civiles. Jake seguía en su papel de Thor, y gracias a eso y al apagón, su hermanastro verde dejó caer al rehén que iba disfrazado de Ironman. Por suerte, su golpe contra el suelo lo detuvo una chica que iba de Wonder Woman, que ayudó al cosplayer de Tony Stark a levantarse y salir corriendo de allí. Diana y Tony… eso sería un Shipping curioso de ver.

Aproveché el momento de confusión que nos había brindado el apagón para terminar de evacuar a todos los civiles. Ya solo quedaban tres niños rezagados, Jake y yo. Tampoco me olvidé del fabuloso dios Asgardiano. Loki bajó las escaleras del segundo piso con soltura y elegancia, pero su tono de voz estaba lleno de ira y odio. No dejaba de hacer chistes de ambigüedad sexual, y me estaba poniendo de los nervios. ¿Es que no podía pensar en otra cosa? El Loki que yo conocía de los cómics es más digno… más… bueno, nunca fue muy masculino, pero al menos no hacía chistes tan malos.

-¡Ey! ¡Vosotros! –grité a los tres chavales que quedaban en el edificio y me acerqué a ellos corriendo, y levantando las manos para llamarles la atención. Reconocí a la chica pelirroja al instante, era la que me había pedido un dibujo justo antes de que se liara parda en la convención… creo que se llamaba @Gallaghirl. Y la de las gafas era la niña a la que pillé intentando subir al segundo piso… ¿es que no se habían dado cuenta del peligro que corrían? Tenía que sacarlos de allí antes de que las cosas se pusieran feas de verdad.

- ¡Vamos, venid por aquí! –dije de forma apresurada, indicándoles el camino hasta una de las aperturas mágicas que había hecho al exterior. De pronto, un hechizo de Loki impactó contra un foco y éste cayó en dirección al falso Thor.

- ¡Jake! – grité mirando al techo al ver que el chico corría peligro. La sensación de angustia me llegó hasta el pecho y me temí lo peor. El foco aplastó la cabeza de la marioneta de Thor, que quedó hecha jirones en cuanto llegó al suelo. La cabeza rodó por un lado, y varios trozos de algodón salpicaron el pavimento como si de sangre se tratara. Fake Thor Rest in Peace.

Para mi alivio, Jake se encontraba bien. El Joker estaba volando por el centro de la habitación hasta que vio que se le venía el foco encima. El muchacho era ágil y rápido, así que había logrado apartarse del proyectil a tiempo, pero el maniquí no había tenido la misma suerte. Ahora la mentira había sido revelada, y Loki se daría cuenta del engaño… No quería imaginarme como debía ser la furia Asgardiana…  

- ¡Eh!, ¡Cornudo! – gritó Jake desde su posición, para llamar la atención de Loki. Llevaba una sonrisa traviesa pintada en los labios y parecía estar dispuesto a hacer de cebo.- ¡Thor está con otro! ¡No quiere verte!– el muchacho agitó las manos en dirección al dios nórdico, y una fuerte brisa salió de la nada para intentar arrastrar a su enemigo hacia atrás y hacerle perder el equilibrio. Era el momento de actuar.

Me coloqué en posición de ataque, y saqué el lápiz del estuche. Estaba dispuesta a probar una nueva técnica que había aprendido, y las palabras del maestro Aureole resonaban en mi cabeza: “El mundo para ti es como un lienzo blanco… puedes crear lo que sea con el…”

Me concentré en el hechizo hasta que vi que la punta del lápiz empezaba a brillar. Alcé el brazo e hice un barrido en el aire sobre mi cabeza. Del lápiz salieron varias líneas doradas que dibujaron el contorno de unas espadas. Cuando las líneas se cerraron, las espadas se materializaron y se hicieron tan reales que parecían muy afiladas. Con un movimiento del brazo, señale al frente, y las espadas se propulsaron en dirección al dios de las mentiras. Esperaba que la distracción fuera suficiente para alejar a los tres chicos del peligro.

FDI: Jake no tiene mucho más que hacer, así que lo he incluido en el post de Elysia otra vez. Le toca de nuevo a Carrie!

[FDI: Cuatro meses esperando a Carrie...   ]

Todo a su alrededor era un caos, la gente corría en todas direcciones para poder escapar del malvado hechicero Asgardiano Loki. Y allí estaba Billy Batson, escuchando la confesión de la chica pelirroja a la que acababa de conocer, como si fuera el momento y el lugar perfectos para ponerse a hablar.

¿La colisión? Entonces… ¿Erin tiene poderes? ¿Qué puñetas es Thorki? ¿Por qué no me iba a gustar? Un momento…. ¿ha dicho Han Solo?

-¡Qué pasada!- dijo con entusiasmo el pequeño Billy ante el fantástico relato, tratando de imaginar lo divertido que sería conocer al mercenario de Star Wars en persona. - ¡Es mi personaje favorito!

Carrie también llegó y preguntó por la chica del stand. Al parecer Elysia era una dibujante de cómics que admiraba Erin, pero no tuvo mucho tiempo para explicar más detalles porque el Loki del fanfic de @Gallaghirl se les venía encima. La Magical Girl se acercó a los muchachos corriendo para indicarles la salida del recinto que había creado con tan solo dibujarla. ¡Había sido una auténtica pasada! Billy asintió ante las advertencias de la heroína y miró a sus dos compañeras para para ver que decían. Pero entonces un foco cayó encima del falso Thor y se descubrió la identidad del chico que movía a la marioneta. Billy juraría haber visto a aquel chaval por alguna parte, aunque claro, esto era la Comic Con y había gente disfrazada de Joker por todas partes.

-¡Qué pasada! - exclamó el mini-Superman tras observar cómo la mujer del uniforme azul creaba varias espadas en el aire y se las lanzaba al malvado Loki.

- ¡Salgamos de aquí! -  exclamó el moreno. Cogió con una mano a Erin y a Carrie con la otra para que no se separan mientras corrían juntos hacia la salida.

- ¡Qué pasada! ¡Es mi personaje favorito! - dijo Billy.

- ¿De veras? - pregunté, ilusionada, olvidándome por completo de la crisis a la que nos enfrentábamos. A Billy le parecía una pasada lo de mis poderes. ¿Y si le gustaba yo también? Podríamos ir en una cita doble; Han y Leia (#OTP), Billy y yo (#bestOTPever)...

ERIN, YA BASTA, TIENES QUE SALVAR EL MUNDO. O, en este caso, la Comic Con. ¿¡Y qué se supone que hago ahora!? ¡¡No sé cómo descrearlo!! ¡¡¡Ni siquiera sé si "descrearlo" es una palabra!!!

Por suerte, había gente con más experiencia a la hora de manejar una emergencia. La chica del casco y el Joker volador (¿¡Por qué volaba el Joker!?) parecían estar ahora a cargo de la situación. Con la mayoría de los civiles fuera del recinto, parecía que sólo habría que lamentar la pérdida del Impos-Thor. Que Odín lo tenga en su seno. Amén.

Espera, ¿había dicho "Jake"?

¿Jake, como en "Jake, mi estúpido compañero de pupitre"?

¡¡Sí, sí que era él!! ¡Por eso me sonaba tanto aquel chico! Tenía que meterle la bronca de su vida por llevar al Joker tan OOC. ¡Todo el mundo sabe que él no vuela!

Pero bueno, ya nos pondríamos serios con el canon en otro momento. Ahora era mucho más urgente solucionar nuestro pequeño problema...

La enmascarada parecía haber pensado lo mismo, porque empezó a... dibujar espadas, con un lápiz mágico. Y después se puso a lanzar esas espadas a Loki. Wow, increíble.

-¡Qué pasada! - gritó Billy, y mi corazón se rompió en miles de pedacitos al oírlo.

Le dice lo mismo a todas...

- ¡Salgamos de aquí! - añadió entonces, aferrando mi mano y la de Carrie y echando a correr.

Y también le da la mano a todas...

Erin Bridget Gallagher, necesitas madurar.

Corrí con Billy y Carrie, volviendo la cabeza cuando el falso Loki gritó. Las espadas mágicas lo habían convertido en un bonito alfiletero verde y dorado, y estaba cayendo en picado hacia el suelo del recinto. Me solté de la mano de Billy en el último momento.

- ¡¡Esperadme fuera!! ¡Ahora os alcanzo! - exclamé, asegurándome de que los dos seguían corriendo y se ponían a salvo. Entonces, regresé junto a la chica que se enfrentaba a Loki.

El dios nórdico se estaba incorporando con dificultad.

- Cómo... os... atre... véis... - empezó a decir.

La enmascarada me miró cuando llegué junto a ellos. Estaba segura de que me volvería a echar.

- ¡Quiero ayudar! Esto es culpa mía... - dije, muy seria, plantándome a su lado - Por cierto: hola, Jake. - añadí.

- Ridículos y... patéticos... habitantes de... Midgard... Voy a... A...

Pero nunca supimos lo que Loki iba a hacernos, porque en ese momento decidió empezar a deshacerse en un montón de letras que, tras flotar un instante en el aire, fueron arrastradas por una ráfaga y desaparecieron dentro de mí.

Resultaba que las espadas mágicas de los ridículos y patéticos habitantes de Midgard (con la inestimable ayuda de la gravedad) habían acabado con él...

Billy Batson no dejaba de correr, sujetando firmemente las manos de sus dos amigas y con la vista al frente, deseando dejar atrás el peligro y la locura que había traído consigo el dios nórdico a la Comi Con. Pero la Party se separó, cuando Erin se soltó del agarre del mini-superman y corrió en dirección contraria. El moreno quiso protestar, pero la Robin con gafas estiró de él y salieron al exterior, perdiéndose entre la muchedumbre asustada.  

Elysia estaba preparada para el siguiente asalto. El sudor le bajaba lentamente por la mejilla bajo el casco que había conjurado para proteger su identidad. Crear unas espadas con tan solo dibujar en el aire le habían pasado factura. No era una técnica que dominara todavía, pero era lo mejor que podía hacer para ganar algo de tiempo y conseguir que el resto de civiles abandonaran el edificio. No tenía ningún plan B, y por eso no le quitó la vista de encima al dios embaucador mientras pensaba a toda prisa qué podía hacer para detenerle. Pero no hizo falta nada. Ni un nuevo plan, ni siquiera que aparecieran los Vengadores para ayudarla… pues el rey de las mentiras se fragmentó limpiamente en un mar de letras que fueron arrastradas por una ráfaga de viento que terminó en el interior de Erin Gallagher.

–¿Pero qué co…?– Elysia se giró a mirar a la chica que había a su lado cuando el combate terminó, sorprendida por el giro inesperado de los acontecimientos. Jake, que estaba sobrevolando el pabellón, aterrizó al lado de ambas y miró con incredulidad a Erin. No parecía muy contento tras el saludo, y se cruzó de brazos.

Elysia miró alarmada a los dos chicos. ¿Cómo era posible que Erin supiera de Jake? ¿Es que se había perdido algo? Sea como fuere, estaba metida en un gran lío y sintió la necesidad de hacer un facepalm hasta que recordó que llevaba el casco puesto y quedaría muy ridículo…

– Perdona… ¿qué quieres decir con que ha sido culpa tuya? ¿Y qué ha sido el truquito de las letras?– dijo la dibujante señalando al pecho de la niña pelirroja.

–¿Pero qué co…?– la superheroína que había acribillado a Loki no pudo evitar soltar un taco al ver como el tipo se esfumaba, así, por la cara. En su defensa, tengo que decir que yo también me esfumaría si me convirtieran en un colador asgardiano.

Miré cómo Jake aterrizaba (¡¡aterrizaba!! ¿qué diablos?) y se cruzaba de brazos, poniendo mala cara. Yo le devolví el gesto.

- Vamos a la misma clase, si es lo que te estabas preguntando - le aclaré a la chica, al ver que nos miraba a Jake y a mí alternativamente, moviendo el casco de un lado a otro. Aunque a lo mejor no se estaba preguntando eso; a lo mejor se preguntaba cómo diablos había terminado rodeada de una pandilla de adolescentes mientras intentaba salvar al mundo.

Claro que la había visto luchar codo con codo con Jake; seguramente ya se conocían. Vaya asco, la chica molaba un montón, pero resulta que ya tenía sidekick. ¡Qué palo que Jake tuviera que conocer a toda la gente guay! Primero Elysia Stavridis, y ahora...

Eh, un momento. Yo he visto esta escena en un montón de cómics. Va así: "¡Han herido a Randomman en una pierna!"... "¡OMG, qué casualidad! ¡Mi mejor amigo de la infancia, John Smith, del cual estoy secretamente enamorada, cojea desde ayer!"... "¡Y, cuando Randomman, aparece, John nunca está en la misma habitación!".

Miré a la enmascarada, miré al stand vacío de Elysia, miré a Jake y, finalmente, esbocé una sonrisa de triunfo. Sherlock Holmes, Batman y L estarían muy orgullosos de mí.

- Uhm… Eres Elysia Stavridis, ¿verdad?

Eso sí, mi sonrisa se borró tan rápido como había aparecido cuando Elysia la superheroína habló.

– Perdona… ¿qué quieres decir con que ha sido culpa tuya? ¿Y qué ha sido el truquito de las letras?

La miré. Una parte de mí se sentía terriblemente avergonzada. Y la otra pensaba: ¡Woah, mi dibujante favorita tira espadas voladoras, es tan guay!

- Pues... bueno... no era ningún truco. No exactamente. - empecé. Me sentía como en un examen oral de matemáticas -Te lo explicaré todo, lo prometo, pero... ¿podríamos hablar en otro sitio?

Empezaba a asomar gente por la puerta, curiosos que buscaban alguna señal del psicópata asgardiano perdido. Y, la verdad, yo no estaba preparada para dar a conocer mi identidad en público, a lo Tony Stark.


Había una vez una estudiante de instituto. Le encantaban los cómics, las series y los videojuegos… y tenía un exceso considerable de imaginación. La chica escribía mucho, a todas horas; la mayoría de veces, historias protagonizadas por sus héroes favoritos. Hasta aquí, nada fuera de lo normal. Pero, cuando tenía quince años, ocurrió algo llamado la Colisión de los Mundos.

- Me gustaría poder decir que sé por qué ocurrió lo que ocurrió... pero no es tan sencillo como “me picó un fanfic radiactivo”, “se activó mi Gen X latente” o “grandes poderes me fueron concedidos el día en que saqué mi teclado, y grité…” - me interrumpí al ver la cara que ponían mis interlocutores, y volví a la historia - El caso es que empezó a aparecer gente rara a mi alrededor. Casi me dio un infarto cuando me encontré a Jon Snow en la cocina. O cuando tuve que llevar a Han Solo al instituto. - suspiré - Es como si toda la gente sobre la que he escrito alguna vez pudiera… materializarse, así, por la cara. Como si los invocara yo, sólo que no me hacen nada de caso. Siempre tienen que opinar acerca de todo. Y no sé cómo hacer que desaparezcan.

Tomé un sorbo de mi batido mientras pensaba en el enemigo al que acabábamos de enfrentarnos. Supuse que también tendría que explicarles eso.  

- Una vez, me pidieron que escribiera un fic Thorki. Es decir, Thor x Loki. Y ese Loki que habéis visto antes… bueno, viene de allí... - me encogí de hombros. - Por eso estaba tan pesado con lo de encontrarse con su hermano. Dios, nunca debería haber escrito eso... - me llevé la mano a la cara, incómoda. El slash nunca me había entusiasmado, pero tampoco se me había ocurrido que algún día tendría que lamentar (más aún) todas aquellas frases horteras y ambiguas...

Genial, ahora resulta que Nueva York es una ciudad pequeña donde casualmente todo el mundo se conoce. En serio, ¿Qué probabilidades había de que una de mis mayores fans fuera a la misma clase de secundaria que Jake, el adolescente al que hemos adoptado y que además, es aprendiz del padre desaparecido de otra versión de mi misma de un universo alternativo? Vale, dicho así parece salido de una de esas telenovelas sudamericanas de guión vago predecible.

— Ey. —saludó Jake con muy poco entusiasmo y se cruzó de brazos. No parecía muy entusiasmado por encontrarse con su compañera de instituto. Ahora tenía un aspecto la mar de ridículo, el maquillaje de la cara se le había corrido por el sudor, y ya no se parecía en nada al Joker.

— Uhm… Eres Elysia Stavridis, ¿verdad? — la pelirroja esbozó una sonrisa llena de triunfo, y a mi se me puso toda la cara blanca como la leche. Por suerte, con el casco no se vería mi reacción desmesurada, como mucho notaría un repentino silencio por mi parte.

Mierda.Mierda.Mierda.Mierda.Mierda.Mierda. ¿Cómo lo ha adivinado? Esto es culpa de Jake… esa niña nos ha visto juntos desde el principio y se le habrá ocurrido ahora mismo. ¿Y qué le digo? ¡Cambia de tema! ¡Rápido!

— Perdona… ¿qué quieres decir con que ha sido culpa tuya? ¿Y qué ha sido el truquito de las letras?

La sonrisa de la chiquilla desapareció al instante, y nos prometió de forma apurada que nos explicaría todo lo sucedido cuando estuviéramos en un lugar más tranquilo. Jake y yo accedimos al instante al ver que la gente de la Comic Con empezaba a asomarse por la entrada mágica que había improvisado, y que los coches de policía ya estaban aparcando a las afueras del recinto.

Les pedí a los dos chicos que me siguieran y abrí una apertura mágica en la pared contraria con la ayuda de una tiza. Esta nos condujo a los callejones traseros del edificio, lejos de las sirenas de los coches patrulla. Como no había nadie más a parte de nosotros, pensé que era el mejor momento para recitar el conjuro que haría desaparecer nuestros disfraces en un parpadeo. Total, ya no tenía sentido seguir manteniendo en secreto nuestras identidades, puesto que Jake y Erin ya se conocían y yo era una patata fingiendo ser otra persona. Al menos esperaba que la pelirroja nos guardara bien el secreto. ¿Era una fan, no? Los fans hacen bien esas cosas.

Me sentía más cómoda ahora que llevaba mi ropa normal, y miré a Erin con una sonrisa llena de suficiencia. Me sentía como cuando Batman revelaba su identidad por primera ver a Robin, y este se quedaba maravillado al ver que el enmascarado era en realidad su padrastro, Rodrigo Hernández.

Jake también había dejado atrás el disfraz de Joker, y ahora llevaba puesto unos tejanos y su suéter de siempre, el verde con capucha. Lo único que no había cambiado el conjuro era el maquillaje horrible de payaso. Tuve que prestarle una toallita de manos que llevaba en el bolso para que se limpiara la cara.

Una vez Jake terminó de limpiarse, llevé a los dos adolescentes a una cafetería y les invité a tomar un batido. Entonces, escuché la apasionada historia de cómo Erin Gallagher adquirió sus poderes…

—Entonces…. —empecé, dando un sonoro sorbido a mi batido — eres una de esas personas que obtuvieron sus poderes tras la Colisión…. —expliqué, esa noticia salió incluso por la tele. La gente se alarmó bastante con las catástrofes, y de pronto, nuevos y desconocidos enmascarados salieron a la calle con la intención de salvar el mundo. Entonces me acordé del día en el que fui a hablar con Charles Xavier sobre mi posible mutación. Me explicó que en tan solo un mes había incrementado el número de jóvenes mutantes y que la mansión era un poco caótica esos días.

La llegada de la Colisión de los mundos había sido difícil para todos.

Por alguna razón, que seguramente conozco y no quiera reconocer, me sentía conmovida por la triste y desesperante situación de Erin. Parecía una chica creativa y muy apasionada con su afición. Pero cuanto más disfrutaba escribiendo, más problemas tenía a la hora de controlar sus poderes. En el caso de que pudiera controlarlos, que parece ser que no.

—Si continúas escribiendo esos fanfics te meterás en serios problemas… y eso que has hecho en la Comic Con no ha estado nada bien… El Loki de tu fic podría haberle hecho daño a alguien. — no quería que sonara como una bronca, pero era la realidad, y su situación la conocía muy bien. Estaba claro que las “invocaciones” eran lo suficientemente realistas como para provocar daños, y además parecían mantener las habilidades y los poderes de las personas o personajes originales.

En un momento, me encontré intentando analizar cómo debían funcionar los poderes de la chica y traté de pensar en la manera de ayudarla para que algo así no volviera a ocurrir.

—Oye… —quizás me arrepienta de esto pero… vamos allá — creo que puedo ayudarte con tu… umh… “problemilla”. Por lo que me estás contando, diría que tus poderes están basados en la magia, pero como no sabes controlarla ni conoces los conjuros adecuados, tus poderes no esperan a que les des órdenes y se reproducen de forma automática y aleatoria. ¿Sabes lo que quiero decir? Sólo necesitas un poco de entrenamiento y voluntad para que tus poderes no se activen sin que tu no quieras.

Vaya, vaya… ¿de qué me sonará a mí esta historia?

Cuando la chica se quitó el casco, la miré fascinada y conteniendo el aliento, como si estuviera sentada delante de la televisión, a punto de ver el spoiler de la temporada. Hay algo emocionante en toda revelación, incluso cuando crees que ya la sabes. Tú has ido reuniendo poco a poco las piezas hasta sacar tu propia conclusión, pero necesitas ese momento en que el guión te lo confirma para sentirte completamente feliz. La identidad de la heroína del casco ya no era ninguna fan theory. Y eso era genial.

— Eres una pasada —le dije, tal cual. Resultaba que Elysia Stavridis, encima de tener superpoderes, sabía dibujar.

Aunque no era la única que podía hacer algo increíble... Eché un vistazo a Jake mientras se quitaba el maquillaje de la cara y fruncí levemente el ceño. Él sabía volar. Le había visto hacerlo hacía un momento. De repente, toda la gente que me rodeaba (incluida yo) tenía poderes o habilidades especiales. ¿Quién sería el próximo? ¿Billy? ¿Carrie? Decidí poner freno a mi imaginación en el momento en que visualicé a mi padre enfundándose unas mallas para lanzar enciclopedias mortales a los que no estudian Historia.

Seguí a Elysia y Jake hasta la cafetería y me senté junto a ellos. Tras explicarles mi historia, la dibujante hizo un breve resumen.

—Entonces…. eres una de esas personas que obtuvieron sus poderes tras la Colisión…. — no supe si encogerme de hombros o asentir, de modo que hice eso último. Elysia continuó:—Si continúas escribiendo esos fanfics te meterás en serios problemas… y eso que has hecho en la Comic Con no ha estado nada bien… El Loki de tu fic podría haberle hecho daño a alguien.

— Ya lo sé... —musité — Intenté dejar de escribir. Después de lo de Jon Snow. —aclaré. Una vez pasada la impresión inicial, no puedo explicar con palabras lo agradecida que me sentí por encontrarme a Mr. You-Know-Nothing en la cocina, y no a un Caminante Blanco, un Ramsey Snow o un Joffrey Lannister. — Pero no sirvió de nada. Siguieron apareciendo. Y desapareciendo. No tengo muy claro cómo funciona. — reconocí.

Entonces, Elysia hizo una breve descripción de mi magia, y pensé que "automática y aleatoria", como calificativos, le sentaban bien. Y entonces, me hizo la mejor oferta del mundo, y esbocé una amplia sonrisa en respuesta.

— ¿¡Entrenamiento!? ¿Te refieres a "dar cera, pulir cera"? ¿¡Vas a llamarme padawan!? —ay, madre, me estaba viniendo arriba. Intenté calmarme y decir las cosas como la adolescente seria y respetable que era.— Quieres decir... ¿que tú lo harías? ¿Me enseñarías a controlar mi poder? ¿Y a usarlo para el bien? Ya sé que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y soy muy responsable. Podría ayudarte a luchar contra los malos; había pensado en el nombre de Fangirl, tiene mucho gancho...

Entonces reparé en algo, y parpadeé.

— Por cierto, ¿cómo te haces llamar tú?

— Eres una pasada

Me sonrojé automáticamente. Nunca nadie me había halagado de forma tan natural y con tanta sinceridad. Parecía una chiquilla inocente, además de una fangirl, y por eso era capaz de creerme sus palabras. No me incomodó, de hecho hasta me lo creí por una vez. Su halago no se parecía en nada a el de los tíos babosos que te piropean por la calle y te llaman “guapa” sin apenas conocerte. Esa gente te dice esas cosas porque tiene intenciones sucias, y Erin no tenía intenciones de nada. Le había salido del alma.

A parte de eso, la chica parecía sentirse bastante culpable por lo sucedido, y por lo que me explicó, también le había pasado otras veces y había intentado ponerle remedio. Sabía perfectamente cómo se sentía, aquella chica parecía ser un pequeño reflejo de una parte de mi misma. ¿Poderes mágicos incontrolables? Maldita sea, esa había sido mi vida hasta hace unos meses. Incluso ella había hecho el esfuerzo de intentar dejar de escribir, cosa que yo me planteé varias veces con el dibujo pero al final no dio resultado. No le puedes pedir a un artista que deje de dibujar, igual que no le puedo pedir a esta chica que deje de escribir cuando está claro que lleva la vocación y las letras en la sangre.

De pronto, la conversación se fue de madre y la pelirroja se vino arriba. Casi me llevé las manos a la cabeza cuando dijo lo de llamarle padawan. Y es que en ningún momento me había ofrecido a entrenarla por cuenta propia, yo me estaba refiriendo a que ella necesitaba ayuda de un experto, alguien que realmente supiera descubrir cómo funcionan sus poderes, y no había nadie mejor para el trabajo que mi propio maestro, Aureole Deveron.

Pero cuando vi el brillo de la ilusión en sus ojitos grises, un gran peso me golpeó en la cabeza. No quería tener que decepcionarla, además, muy en el fondo, me sentía halagada de tener a alguien a mi cargo. De serle útil a una chica que estaba pasando por mis mismas dificultades y que necesitaba mi ayuda. ¿Quién mejor que yo para brindarsela?

— Quieres decir... ¿que tú lo harías? ¿Me enseñarías a controlar mi poder? ¿Y a usarlo para el bien? Ya sé que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y soy muy responsable. Podría ayudarte a luchar contra los malos; había pensado en el nombre de Fangirl, tiene mucho gancho…

— Sí… creo que podría entrenarte — Afirmé. Yo también quería creer poder hacerlo. Tener a alguien a mi cargo me ayudaría a ser más responsable, a forjarme una verdadera identidad de superheroina y que no fuera sólo de boquilla. Podríamos entrenar juntas, e incluso yo podría aprender de ella. No era una mala idea tener a alguien a mi lado que me ayudara a combatir el crimen de las peligrosas calles de Nueva York. Pero también temía que se hiciera daño, que su vida peligrara por mi culpa. Ahora entiendo como se sentía Batman con Robin.

— Pero vas a tener que hacer caso de todo lo que diga. Y antes de hacer nada peligroso tendremos que estudiar tus poderes y practicar mucho hasta que los domines.

— Por cierto, ¿cómo te haces llamar tú?

— Chroma— dije con algo de rojo en mis mejillas— ese es mi nombre de enmascarada.

De pronto, Jake dejó escapar un suspiro lleno de burla.

— Chroma y Fangirl. Creo que vais a ser el hazmerreir de la ciudad…