Vacaciones de Febrero - Arturo Lizarraga

1 de febrero de 2018.
Paris.
5:15 pm.



Oh, Paris. La ciudad Luz, o la ciudad del amor. Estaba aqui para tomarme unos dias de vacaciones, tras todo lo que habia tenido que hacer en Inglaterra con las fabulas y unos dias antes en la reunion magica que habia solicitado el Dr. Strange. El mundo estaba muy complicado, y si no me relajaba un poco, mi labor magica se veria severamente afectada. Yo no era Batman ni el Capitan America para poder trabajar eternamente sin tener un momento de descanso... Aparte, mi agenda de trabajo real no me pedia presentaciones hasta despues del dia diez, asi que podria tomarme unos cuantos dias de descanso.

Tras acabar mis asuntos en Inglaterra, me despedi de Tony y Cenicienta para ir al aeropuerto de Londres y comprar un boleto a Paris. El vuelo no era muy caro, dada la cercania, pero me tenia que preocupar por varios aspectos. ¿Donde dormiria? ¿Con que me cambiaria? No traia ninguna maleta, simplemente, habia llegado a Inglaterra gracias a Tony Stark y ahora, tenia que disfrutar de mis vacaciones. Me sentia como una mochilera, asi que lo mejor seria hospedarme en un hostal o un lugar pequeño para no tener que gastar mucho. Con un poco de magia me haria nuevos atuendos para estos dias, asi que, en ese aspecto me podria permitir hacer trampa.

Al llegar a Paris recorde la vez que vine hace un tiempo con Stark. Habia sido una experiencia increible, aunque preferia no tener que volver a subir al Espacio Exterior de manera tan abrupta. Casi me desmayaba en el camino, y aunque conocer la EEI fue todo un honor, no repetiria la experiencia. Preferia el translado a la Atalaya de la manera mas comoda: Por medio de ondas Z. En fin, las experiencias del pasado siempre son agradables cuando se miran con optimismo.

Y ahora, tenia que estar en Paris, alejada de las movidas magicas durante un tiempo. Quizas me encontrase con algun admirador, pero no esperaba encontrarme con vampiros, o criaturas sobrenaturales ni que de alguna manera pongan a peligrar la vida de las personas inocentes. Esperaba que no. En el vuelo me habia encontrado a varios admiradores y en el asiento donde me encontraba tenia al lado a un profesor de piano bastante amable. Me gustaba relacionarme con musicos, son personas muy sensibles y normalmente creativas que hacian mas agradable la vida. Y claro, cuando los invitabas a pequeñas fiestas, tener a un musico que tocara algunas piezas era mucho mejor que poner un aparato de sonido para que tocara cualquier cancion.

Llegue a Paris. Por fin. Sali del aeropuerto, tome un taxi, y le pedi que me llevara al hostal mas cercano al centro. Durante el viaje le indique a que me dedicaba, y aunque el tipo parecia no conocer quien era yo, le indique yo si hacia magia de verdad y que le daria una prueba. Cambie mi ropa de trabajo por un atuendo mucho mas urbano con solo chasquear los dedos, desapareciendo asi mi sombrero y todo mi atuendo bajo un encantamiento sencillo. El tipo casi choca contra un poste por la impresion.

-Ouh! Tranquilo, tranquilo. Señor, la magia es totalmente normal. No se preocupe por eso, hay cosas peores en este mundo, y le aseguro, soy de las buenas. -El taxista parecia muy nervioso, pero pudo relajarse lo suficiente como para seguir conduciendo hacia el lugar al que necesitaba llegar. El viaje transcurrio en silencio, hasta que al llegar, se detuvo y me indico la tarifa. Asenti, y le pague, dejandole aparte una propina. -Aguarde un momento... -Mencione, mientras aparecia mi sombrero de vuelta y en el empezaba a buscar, metiendo la mano. Cuando encontre lo que buscaba, saque de ahi un pequeño oso polar de peluche. -Entregueselo a quien mas quiera. O dejelo en su taxi, seguramente hace mas agradable y bonito su viaje.

Me baje, entre al hostal y pague la reservacion para esta noche. Si llegaba antes de las 11 pm, todavia tendria la posibilidad de alcanzar una cena. Quizas la aproveche o no, dependiendo que tal me vaya en la ciudad. Todavia el sol estaba brillando en el cielo, asi que no me importaria darme una vuelta por las calles de la ciudad a tomarme un cafe. Tome las llaves, y sali a caminar en direccion al este, hasta que llegue a una cafeteria. Me sente en una banca, pedi un Capuchino grande con chispas de chocolate y tome un periodico del dia para empezar a leer, mientras por la ventana, podia ver la calle. Si algun dia decido comprar otra propiedad, compraria alguna en esta ciudad.

El periodico traia muchos tipos de noticias: Comentarios acerca de la seguridad estadounidense, implicaciones mundiales de la crisis con los robots de Ultron, movimientos bursatiles, los deportistas que se expresaban por la paz y la serie de cambios y recortes presupuestales en toda la zona europea para pagar los desastres que se veian a cada rato. Era dificil tener cierta estabilidad y seguridad en cuanto a las inversiones economicas cuando toda la estructura esta en peligro de una invasion alienigena, o algun supervillano estuviese destruyendo la ciudad. Era una reflexion interesante pensar como seria el mundo en caso de que los paises no contaran con superheroes ni supervillanos en sus filas, simple y llanamente, humanos de piel y carne sin la capacidad de acceder a ningun poder.

A decir verdad, la idea sonaba tentadora, pero ilogica, dado las consecuencias del fenomeno de Omega. Pero siempre quedaba esa duda, acerca de todo lo que podria o no impedirse si hubiese menos gente peligrosa con poderes en este mundo. No me parecia del todo malo, pero claro, cada quien podria tener su opinion. En cuanto termine la seccion de noticias internacionales, me puse a leer lo que decia la prensa francesa acerca de su propio pais. Un incendio, refugiados, problemas en las zonas industriales para encontrar trabajo.

A juzgar por otras naciones, donde los desastres y los ataques de los supervillanos (como Estados Unidos), Francia era un pais estable y bonito donde quedarse a vivir. Si no me equivocaba, en esta ciudad vivia Arion, el atlante que habia ingresado a la Liga de la Justicia cuando fue la colision de universos. Quizas en uno de estos dias vaya a visitarlo.

Mientras leia, una persona se acerco a mi mesa.

-Vaya vaya, la gran Zatanna Zatara- otro admirador, pense mientras bajaba mi periodico para ver al personaje en cuestion. Al parecer me sonaba familiar, pues me parecia haberlo visto de algo. Vaya que era aventado, pues apenas me saludo tomo una silla. Asenti y el se sento- no se si te acuerdes de mi, nos conocimos en la reunion con el llamado Dr. Strange, solo que era el que menos resaltaba.

Le sonrei amistosamente y empece a hablar en ingles al albino que tenia al frente, mirando con curiosidad su parche en el ojo. Que rara vestimenta, a decir verdad, pero no es que yo fuese la mas indicada para decir que mis uniformes magicos eran habituales.

-Hola. Veo que ya me conoces, pero igual dejame saludarte -Estire suavemente mi mano derecha para estrecharla con la de el- Bueno, dejame admitir que al principio pense que eras un admirador, pero veo que eres un mago... ¿Como te llamas? ¿Estas haciendo algo por París? Yo vine a tomarme un descanso de mis obligaciones por unos dias antes de volver con todas las pilas recargadas.

La chica de la barra se acerco con mi capuchino, el cual dejo frente a mi sobre un platito con una cuchara para echarle azucar si asi lo deseaba.

-Merci. -Mencione a la amable dependienta, y luego mire a la persona que estaba en mi mesa- ¿Quieres algo? ¿Un cafe? ¿Un panque? Yo te lo pago, si quieres.

¿Razor? Vaya nombre mas extraño. Seguramente me estuviese dando un alias, aunque bueno, lo entendia. Cuando inicie mis movidas en el mundo de la magia, hace ya algunos años, tambien yo usaba un alter ego para esconderme de los peligros. Despues comprendi que la fama era mas benefica para el negocio y mi tenia los aliados (y la capacidad) para protegerme ante cualquier amenaza mas o menos razonable. Ante cosas realmente duras, ni aunque tengas la mejor identidad secreta del mundo, te puedes esconder de tus problemas.

-Dejame invitarte algo, por favor. -Sonrei amistosamente, mientras miraba su limonada. Que raro, normalmente el cafe era algo que le gustaba a todo mundo, hasta los que no podian tomar cafeina se tomaban sus tazas de descafeinado. Sin embargo, no era la persona mas rara que habia visto en toda mi vida, asi que, deje pasar ese simple detalle- ¿Como hiciste para reconocer mi magia? No he hecho ningun hechizo dentro de la cafeteria... ¿O solo me detectas por mi esencia? -Pregunte, con curiosidad- No, por favor, quedate. Suele ser mas estimulante hablar con magos que con fanaticos... -Le sonrei, mientras acercaba la pajilla del capuchino, al cual le di un trago mientras observaba a mi acompañante.

Me le quede observando discretamente. Tenia el cabello blanco, la ropa desgastada, un parche en el ojo, y parecia bastante joven, casi de mi edad probablemente. Sus rasgos no los podia identificar, ¿sera europeo? ¿Americano? A decir verdad, me parecia bastante curioso este sujeto, y mucho mas, por la coincidencia de encontrarlo en la reunion de Strange para dias despues, encontrarlo en Paris.

-¿Sabes que mis fanaticos se me han acercado algunas veces intentando sorprenderme con trucos de cartas? Les he terminado regalando algunos conejitos para que no se sientan mal, pero es que... no puedo reirme frente a ellos -solte una sonrisa con cierta malicia- Pero son muy bobos sus trucos, la verdad. -Lo mire a los ojos- Dudo mucho que tu te dediques al espectaculo, pero seguramente has tenido algunas experiencias ridiculas mientras hacias cosas magicas....

Le pedi a una camarera la carta. La verdad es que, por el aspecto de la ropa de Razor, consideraba que el se movia mas desde lo extraoficial y por lo tanto, no tenia tanto dinero. ¿Habra comido? ¿Tendra lugar para quedarse? Seguramente el se pudiese arreglar lo ultimo, pero al menos yo podria invitarle la comida, no me importaba mucho realmente hacer ese gasto.

-Te recomiendo que pruebes los baklavas. -Le señale hacia los pizarrones donde estaban los precios para que eligiese uno. Los dulces turcos eran deliciosos y al menos, creo que esta cafeteria podria prepararlos de manera bastante adecuada. Mi capuchino estaba muy bueno, asi que no creo que desconfiar acerca de su resposteria es adecuado. Es mas, si se veia bueno, yo pediria tambien uno para mi para poder acompañarle con comida, cafe y una bonita charla.

El me empezo a relatar acerca de como me reconocio. ¿Gracias a tatuajes? Vaya, eso era interesante. Conocia de runas y patrones dispuestos en circulos de invocacion que permitian almacenar encantamientos de todo tipo, pero los que se grababan en la piel eran inclusive de un valor mistico mucho mas grande. Seguramente fuese un hechizo sensible a las alteraciones en las lineas magicas que corren por todo el mundo que se alteran como un iman cerca de un metal. De alguna manera, resultaba muy util, pero yo no me tatuaria nada mas , simplemente lo hacia por un sentido artistico en mi cuerpo, no para buscar una funcion laboral.

-¿Como te hiciste esos tatuajes eh? -Sonrei mientras recargaba mis manos en la mesa, observando al chico.

Vi como sacaba su baraja de cartas y casi me pongo a reir. Obviamente, los trucos de cartas eran la cosa mas sencilla del mundo. Casi eran un juego si no fuera porque en mi infancia los practique bastante tiempo para adquirir habilidad y destreza manual para movimientos magicos mucho mas complejos. Rebusque entre los bolsillos de mi ropa, y saque mi baraja magica.

-Yo creo que la magia de estos trucos radica en la inocencia de la gente. Hay gente que inclusive les molesta que hagan ese tipo de trucos mostrando unicamente habilidad y nada de magia, nada extracurricular. Por eso, siempre hay que innovar un poco, ¿No crees? Para eso esta la magia, para seguir sorprendiendo al publico.

Razor comenzo a explicarme acerca de las personas que conocia, pero no entendia muy bien. ¿Esa chica decia que estaba loca porque? ¿Su hermano estaba mas o menos loco? Era extraño pensar en todo ello, pero supongo que mucha de la calaña con la que me juntaba no era la mejor referencia de amigos que alguien podia tener. Si empezaba unicamente con Constantine, seguramente ya no habria nada mas que decir acerca de la gente con la que me rodeaba. Si me ponia a reflexionar, en realidad eso era preocupante.

-¿Paris? Ya he estado aqui en anteriores ocasiones, y a decir verdad, es una ciudad preciosa. Pero no me convence este sentido de urbe gigantesca y llena de turismo. Prefiero algo mas pequeño, una ciudad menos bulliciosa, quizas irme a la campiña o moverme a Alemania a descansar por el campo. La ciudad del amor tambien tiene sus peligros, por lo que soy fanatica de venir aqui a pasar el rato, pero vivir... viviria en las afueras. -Levante un poco los hombros, mientras miraba hacia el techo- ¿Y tu? ¿Te gusta la ciudad?

Vaya que este hombre era quisquilloso para la comida. Parecia no confiar en los postres hasta por su nombre, lo cual me causaba un poco de gracia. Cuando eres mago, te suelen importar muy poco esas nimiedades, pero supongo que el gusto se rompe en generos. Me le quede viendo cuando descubrio lo que era y vaya que se sorprendio, ¿De donde seria? ¿Acaso no los habria probado nunca? A mi me encantaban, pero supongo que si eso no le gustaba, le podia invitar un sandwich o alguna otra comida menos... "exotica" para un gusto mas comun.

Empieza a hablar de sus tatuajes: ¿Un grupo donde son una prueba de pertenencia y un trabajo? Considerando que detecta magia y lo hace por medio de signos, debe ser un culto pagano europeo o de las antiguas casas esotericas de Europa. Tambien tendria cabida la posibilidad de estar afiliado a una organización moderna en America que retome ideas del Viejo y Nuevo Mundo para hacer magia, como los brujos negreros del Caribe y la Amazonia. Tenia que investigar un poco mas sobre esos tatuajes, aunque supongo que para eso tendria que verlos de manera mas directa. Los unicos tatuajes que yo tenia era en la espalda baja cerca del costado derecho y otro similar en el antebrazo derecho con flores, con el unico fin de... adornar mi piel. No tenia un gran uso, no me gustaba que mi cuerpo tuviera mas magia de la necesaria. A fin de cuentas, a veces hay que pasar desapercibida, y si alguien reconoce la naturaleza de los tatuajes, al igual que a los esclavos antiguos que tatuaban para indicar su pertenencia, se les perseguia de manera cruel.

Levanto los ojos cuando me dice "Touche" con cierta jocosidad. Vaya, que energico. Solte una sonrisa tranquilizadora. -Supongo que de algo hay que vivir, ¿No crees? -Muchos magos empleaban su magia como metodo de hacer trampa en actividades mas mundanas. Pues yo preferia usar mi magia como metodo directo en la manera de pagar mis deudas, mas simple y sin menos complicaciones.

-De donde yo vengo conozco a un Frankenstein... Es basicamente, el Frankenstein del libro, solo que es un sirviente de las fuerzas del bien para acabar con monstruos en América. Y el no nacio de una mano humana, si no que estaba congelado en Europa hasta que pudo ser libre y andar entre la vida y la muerte. -Me encogi ligeramente de hombros- Hay varios tipos asi en mi universo... Y andan por ahi, molestando.-Hice un gesto con la mano, restandole importancia. Eso no venia tanto al caso, pero, ¿Qué tanto podria saber este hombre de mi universo y la magia de los que ahi habitamos? Deberia saber por donde estaba llevando la informacion, o quizas empiece a maquinar algunas teorias. -¿Quiéres salir a caminar por la ciudad? Conozco un bar cerca de aqui, o una discoteca... ¿Donde te vas a hospedar?

Hice un gesto con la mano y cuando vino la mesera, le pedi la cuenta para poder pagar el consumo del día. Quizas podria saber mas de donde venia este tal Razor. Si las cosas iban bien, no tenia que usar mi magia para interrogarlo. Si las cosas iban mal, deberia tratar de ser mas rapida a la hora de actuar, o al menos, evitar hacerme un enemigo esta tarde.

-Frankenstein no es tan revoltoso. Es bastante tranquilo, a decir verdad. Salvo que lo hagas enfadar, el no hace ningun destrozo ni se comporta de manera grosera. -Sonrei mientras caminabamos por la acera de la calle. La gente pasaba y era un tanto extraño ver quien llamaba mas la atencion. Yo, o un tipo con el pelo blanco y un parche en el ojo. Es algo que ves en la calle dos segundos, te sorprendes y luego dejas de verlo para concentrarte en contarselo a alguien mas o twittearlo. -¿Qué como es la magia en Paris? Bueno, es como en todas las ciudades. A la gente le gusta verlo mientras no parezca tan peligroso como para que su vida peligra, y suelen tener un tanto de miedo a hacer demasiadas preguntas. Los magos todavia inspiran un poco de respeto cuando su magia es grande o lo suficientemente llamativa.

Caminabamos por las aceras, pasando entre calles asfaltadas, empedradas, edificios antiguos con negocios modernos y casas de departamentos muy cuidadas al ser de una zona "de turismo". Casi toda Paris es una zona de turismo, salvo las partes... arrabalescas. Todas las grandes metropolis tenian esas zonas que no salian en los folletos ni en las guias de paseos, pero que sabias que existian. Por ahi era un buen lugar para hacer rituales magicos y conocer contactos, sin embargo, en todos lados hay que andarse con pies de plomo. Por mas bonita que sea la ciudad, no hay que tener en cuenta que el peligro acecha en todas las sombras.

-Y dime, Razor, ¿Cuantos años tienes? ¿De donde eres? - El camino resultaba un poco mas agradable si al menos conocia a mi compañero. En algun momento podria conocer su nombre, y si me daba mas informacion, conoceria porque llevaria un nombre falso ante mi... Y que tan involucrado estuvo en el asunto con Strange. Tome su mano suavemente y pasamos por un puente peatonal. Habia un letrero que nos indicaba que si seguiamos caminando, en unos pocos minutos llegariamos a pie al Parc des Buttes-Chaumont. Ese lugar era bueno para sacar información, si es que no me la decia el pronto. - Si tu quieres preguntarme algo, voy a tratar de responderte.-Sonrei, con un tono casi picaro. Podria ver que tan buenos eramos cada uno mintiendo... Aunque, quizas yo fuese la que ganase.

-No te preocupes por la inquisicion. Los tribunales eclesiasticos y otras autoridades ya no pueden temer a los seres con poderes magicos cuando por los cielos surcan todo tipo de superheroes y villanos que podrian destruir con solo sus recursos las mejores ciudades. -Durante un momento pense en Tony Stark y la ves que me habia traido a Paris para darme un paseo... Pero bueno, eso era ya asunto del pasado y me tenia que concentrar en otras cosas en este momento. La reunion con Strange y los datos que podia obtener de Razor me podrian dar otras lineas de investigación hacia lo que puedo o no hacer en relación a la magia.

Mientras caminaba me encontre con un acertijo.. Dos peninsulas peculiares, ¿Por que me obligaba a pensar en terminos geograficos acerca de su procedencia? Preferiria que me hablase con certezas, pero bueno, si el queria jugar al misterioso, yo tambien lo seria. Sonrei con cierta malicia, y con la misma teatralidad con la que puedes mentirle a un desconocido para decirle que tienes algo mas que hacer que ir a la fiesta de cumpleaños de su sobrino. -No estoy segura, pero creo que se a donde te refieres... -Me le quede viendo con una mirada seria durante unos momentos hasta que seguimos avanzando.

Los autos seguian pasando, los peatones ignorando de alguna manera nuestra conversacion, pues parecia de alguna manera normal que los llamados "fenomenos" corriesen entre los civiles comunes, lo que hacia pensar en lo banal que a veces eran las preocupaciones de las personas sobre otros. Claro que era logico temerle a una maga poderosa y a un tipo que sabia demasiado, pero por alguna razon, las personas terminaban por acostumbrarse cuando dejabas de interesarles en una epoca donde lo que sobra son distractores.

El empezo a hablar, y de pronto, nos quedamos en silencio por su pregunta. Me rei por la nariz, con una risa ligeramente sarcastica, pero en realidad no me molestaba la pregunta. Es decir, no saber que mi cuerpo le gustaba en general a la gente seria muy tonto, y ya habia tenido ese tipo de preguntas en algunas sesiones fotograficas y cosas por el estilo. Sin embargo, por ahora me limitaria a asentir y a seguir caminando.

-Pues la magia ahora esta en un momento delicado. No se que tanto haya pasado con las reliquias del pasado y sus respectivas emanaciones de magia, pero muchas han desaparecido o se han confundido con nuevos recursos de otros universos... -Suspire un momento, mientras apretaba un poco su mano- Han salido muchas deidades y agrupaciones para adorarlos, asi como emisarios del caos y del orden. Si pudiese enumerarlos, te lo daria, pero ahora hay muchos locos que creen en distintas sectas y en seres que con sus superpoderes podrian eliminarnos facilmente. El flujo de energia se multiplico, pero no es tan facil acceder a esto, como si los hechizos se potenciaran de alguna manera... Y se siente un desorden a niveles astrologicos. La verdad es que este mundo no es facil.

Un viejo en la calle tenia una canasta con bolsas de pan azucarado, asi que decidi comprar dos, una para mi y otra para Razor. A decir verdad, no me caia tan mal, salvo que deseaba que no me mintiese tanto y no fuese tan paranoico. Hey, entre magos nos defendemos, ¿no? Extendi mi mano con la bolsa de pan hacia el albino y le sonrei -Ten, es para ti. -Seguimos caminando un poco mas en silencio, y llegamos por fin al parque. -Vamos a sentarnos. -Caminamos por el pasto del parque y me sente en un momento en el suelo, esperando que el se sentara tambien.

-Parece que gastaste tu pregunta en una cuestion de contexto, asi que me toca a mi saber... -Me lleve el dedo a los labios pensativa- ¿Estas en algun tipo de grupo o banda con relación a tu magia? -Comi un panecillo y me le quede viendo, subiendo mis piernas a las suyas cuando el se sento. -¿Te molesta si lo hago? -Sonrei un poco burlona. Si creia que haria preguntas incomodas y no me vengaria lentamente, estaba equivocado.

—Es el símbolo que representa a la sociedad secreta a la que pertenecía, se llama El Dragón, he descubierto otras por aquí, solo he hecho una alianza que pueda servir de ayuda para la precaria situación y el nuevo Consejo Mágico aún no está organizado del todo, así que una mano extra no vendría mal—a decir verdad cualquier ayuda es buena, puede que incluso esencial—vale, ahora me toca a mí……mmmmmm…. ¿A dónde piensas ir luego de este descanso? ¿un nuevo Tour o seguirás investigando?—bueno han sido 2 pero por su naturaleza solo debe responder una vez.

Razor empezaba a darme datos, pero muchos de ellos eran nombres que no conocia o que al menos no figuraban dentro del conocimiento esoterico de mi dimension. ¿Quienes eran los Atenistas? No me sonaba para nada, pero no hice ningun comentario para no meterme en explicaciones complicadas. Quizas esto no era lo que queria conocer.

-Quizas nos vendria bien ayuda mutua. Quizas. -Mi tono daba mucho a la duda, pues realmente, tenia que confiar mas en el como para poder ayudarle a obtener información sobre el mundo magico de esta dimension, y muchisima confianza como para acercarlo a ese conocimiento puro de la magia en mi organización. No queria ser grosera, el sujeto me estaba agradando, pero no por ello tendria todos los beneficios de juntarse conmigo tan facilmente.

Cuando estamos sentados en el pasto, el empieza a explicarme sobre su organizacion y que el ya no pertenece a ella. Luego me explica que el simbolo de su hombro representaba "El Dragon", cuya estetica y nombre sonaba a una organización de raices japonesas o chinas.

-Lo siento, por ahora la cuestion de las organizaciones y los consejos de poder magico estan muy fuera de lo que quiero hacer. La magia ya trae muchas responsabilidadedades como para agruparla en elites corruptas... Con las propias autoridades que existen, como el Dr. Fate o Strange, creo que podriamos prescindir de cualquier "consejo". - Suspire y eche mi cabello hacia atras, librandome de los cabellos que salian fuera del orden con el viento.

-¿Sobre mi? Bueno... Por ahora mis giras estaran en pausa, no he conseguido muchos lugares y no quiero presionar ese asunto, tengo el dinero suficiente como para mantenerme y quiero dedicarme a investigar otras cosas. Probablemente vuelva a Estados Unidos a atender asuntos mios. -Le sonrei amistosamente y tome mi varita magica-¿Qué haras despues de salir de Paris?

Habia algo que me llamaba la atención en este curioso hombre. Parecia elegir su discurso de manera que trataba de enseñar y ocultar a la vez información. Tan solo su ultima frase " solo de la reunión de Strange y no he hecho nada particularmente loable para siquiera tener esta amena conversación. " Los conceptos claves eran "he hecho nada" y "particularmente notable", como un imperativo a que hara algo que sea lo suficientemente adecuado para ganarse mi confianza y obtener mas colaboración de mi parte. ¿Así eran sus planes, o acaso dejaba algun otro tipo de sensación impregnada en sus palabras referente a lo que yo le pudiese dar?

Su frase me habia parecido especialmente curiosa, como una amenaza o una promesa de pago por esta reunion. Y eso me hizo pensar que quizas tenia que andar con mas cuidado de ahora en adelante, pues no sabia con que certeza esa promesa trascenderia de lo que una persona normal dice en un dia normal con una maga extraordinaria.

-¿Cocodrilos en Paris? Quizas yo te pueda ayudar. A fin de cuentas... -Tome mi celular de mi traje y busque en Internet mientras le hacia un gesto con la mano para que esperara. Le mostre la imagen de Killer Croc- A fin de cuentas, he visto que los grandes cocodrilos no suelen viajar a Europa ni duran mucho cuando se trata de un hechizo magico.

Es cierto que muchos de los villanos mas peligrosos que la Liga de la Justicia conocia solian actuar en Estados Unidos, pero cuando llegaban a otros continentes habia dos situaciones: O eran villanos extremadamente dificiles o eran tipos nuevos de los cuales no se sabia mucho y actuar en consecuencia era una experimentación sobre el obrar de la "justicia". Si Razor se encontraba investigando algo en Paris, yo podria actuar con el para saber mas.

- Vamos, si tu quieres. - Me levante con cuidado y guarde mi telefono en mi abrigo