Prueba de rol de Lash

Groenlandia, Orollan.

Orollan, un pueblo en ruinas, el resultado de la colisión que trajo este mismo lugar de una realidad donde aún no estaba destruido a uno donde si estaba destruido o quizá ni siquiera había existido, con una población casi inexistente, lideres desaparecidos o muertos, apenas un puñado de sobrevivientes, y Lash, autoproclamado nuevo líder de la tribu que allí habitaba, con el ferviente deseo de reconstruir aquello que había perdido en su ausencia de aquel pueblo.

Frente a él se encontraba lo que aún quedaba de su pueblo, los que había juntado durante los últimos meses desde la colisión de todos sus ciudadanos perdidos a lo largo del ahora caótico mundo aquellos inhumanos que habían sobrevivido y vivido en aquel lugar en tiempos pasados, en lugares alternos donde su población nunca había sido decimada por completo, y algunos pocos nuhumanos, aquella cepa hibrida de inhumanos y humanos que se habían activado tras la caída de Attilan y la liberación de aquella sustancia que tenía la capacidad de volver a los inhumanos a su forma verdadera, y otorgarles poderes únicos e inigualables a cada uno de manera completamente impredecible.

Junto a él se encontraba su grupo más cercano, los más poderosos, los más dignos de cargar con el poder que cargaban gracias al Terrigen Mist, y aquellos que le ayudaban en su tarea más importante, la de traer más inhumanos dignos de presenciar el renacimiento de Orollan, de su tribu.

Finalmente, junto a sus más leales compañeros, y frente a lo que había sobrevivido de su pueblo, su gente, parado en el punto más alto de su ciudad, de Orollan, y a puro pulmón, alzo su voz para hacerse oír frente a sus seguidores…

-Hermanos míos, puedo entender que muchos estarán confundidos por esta situación, muchos hemos perdido tanto con esta colisión de mundos que fue provocada, pero también hemos ganado algo único, una oportunidad.

Muchos al igual que yo vendrán de un lugar donde este pueblo había sido destruido, dejado de existir por completo, y no era más que una ruina abandonada carente de vida, y con toda su población original decimada por completo.

Es por eso que hablo de haber ganado una oportunidad, la oportunidad de hacer lo correcto, de hacer las cosas bien, de evitar esa destrucción, de reconstruir lo perdido, de devolver la gloria que alguna vez tuvo esta tribu.

Muchos de ustedes ya han sido rescatados y traídos a este lugar durante los últimos meses en los que estuve ausente, otros encontraron su propio camino hasta aquí, solo para encontrarse con la verdad que ahora nos gobierna, nuestros líderes anteriores desaparecidos o muertos, sin rumbo, con un hogar en destrucción, y siendo apenas una fracción de la cantidad que alguna vez fuimos.

Pero no desesperen hermanos, porque como ya dije anteriormente, todo esto tiene su lado bueno, yo, Lash, ultimo sobreviviente de la última generación en tener el privilegio de ser sometidos al Terrigen, me hare cargo de este lugar, con la sola intención de devolverlo a su gloria, de ser el hogar de aquellos merecedores de portar los poderes que portan, y de aquellos que deseen estar bajo el yugo de nuestro cuidado, inhumanos que quizá jamás tengan la oportunidad de recibir aquello que nos vuelve únicos y nos pone por encima de la humanidad que habita este planeta.

Durante los últimos meses he viajado por este nuevo mundo tan distinto de aquel del que la mayoría de nosotros ocupamos, y puedo asegurarles que allí fuera no encontraran otra cosa que caos y destrucción, es por eso que este lugar debe sobrevivir, y volverse el refugio de todos aquellos que sean dignos.

¡Por un futuro digno para los inhumanos, por un futuro donde solo nosotros ocupemos este planeta, y solo los dignos tengan el privilegio de recibir el Terrigen, y al igual que yo, cuidar de este lugar con todas nuestras fuerzas, reconstruyéndolo y llevándolo a su antigua gloria!

Muchos alzaban sus voces gritando y aclamando al nuevo líder tras su discurso, otros miraban al suelo, temerosos de lo que este nuevo futuro les deparaba, mientras Lash se retiraba, junto a sus hermanos más cercanos.

Uno de los más veteranos en aquel pequeño círculo cercano a Lash fue el primero en hablar tras alejarse de los oídos de la muchedumbre. -¿Crees que todos aceptaran esto, Lash? Pronuncio su duda, aquel nuhumano de tres ojos, Nocculus.

-Espero que no lo hagan, porque los que no lo acepten, demostraran al menos un instante antes de morir, que pudieron haber tenido el potencial de merecer estar entre nuestra elite.

-¿Qué es lo que toca hacer ahora entonces, maestro? Alzaba la voz otro de los del grupo, Fume, aquel ser que parecía no parar de emanar un extraño gas de su cuerpo, moviéndose a su alrededor como si fuese parte de él.

A su vez otro joven del grupo, uno de los más recientes, Spark, se reacomodaba sus lentes mientras observaba a la joven y única mujer de aquel grupo, Nightfall, que permanecía con una mirada algo perdida y preocupada por toda la situación, temiendo quizá lo peor que podría llegar, este le dirigía la palabra a la mujer. –Tranquila Night, todo estará bien mientras estemos juntos y este Lash aquí. Pero no había respuesta de la joven, sumida en sus pensamientos.

Nuevamente retomaba el habla aquel que se había proclamado líder, el único verdadero y puro inhumano de aquel lugar. –Lo que toca hacer ahora es lo mismo que hicimos por mucho tiempo antes, solo que con un nuevo objetivo, mejorar este pueblo, y conseguir gente digna de ser parte de nuestra tribu.

Estén preparados, pronto saldremos de viaje a buscar a nuestro primer objetivo…