111AnthonyE.Stark
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 1786 Fecha de inscripción : 11/12/2014 Localización : New York Empleo /Ocio : Empresario multimillonario Humor : Bromista
Ficha de Personaje Alias: Iron Man Nombre real: Anthony Edward Stark Universo: Marvel
| Tema: La senda del tiempo (Autoconclusivo) [22-06-18] 1st Marzo 2015, 22:12 | |
| Casi había amanecido y Tony estaba sentado en su cama, sin haber pegado ojo en toda la noche, confuso, melancólico, en condiciones normales se habría metido un buen trago de whisky y se habría ido a trabajar al garaje, pero se había jurado dejar el alcohol y no estaba de humor para ir con sus juguetes, había estado mirando las estrellas por el gran ventanal, pero no había encontrado respuestas en ellas, ¿como lo hacían otros para creer en un ser superior que te guiaba, que perdonaba tus pecados y te hacía libre de este dolor que anida tan profundamente en el pecho?
El amanecer tampoco le trajo respuestas, solo le hizo pensar en que había estado completamente loco al permitir que el alcohol y sus bajos instintos decidieran todo por él, Anthony Stark, sin duda uno de los hombres más inteligentes del mundo, el mayor genio ingeniero de la historia de la humanidad, el mayor estúpido que alguien podía tener enfrente, un borracho engreído que pensaba con el pene porque su cabeza estaba demasiado ocupada en otros asuntos.
Se levantó y se miró al espejo, no vio nada que lo indicara, pero se sentía viejo, hace unos días ni siquiera se lo hubiera planteado pero ahora..., ahora era distinto, todo había cambiado de la noche a la mañana y él no estaba preparado, no tenia más arrugas que antes de la fiesta, pero tenía ganas de morir, de dejar todo atrás, de no tener que lidiar cada día con las muertes que había provocado, con las muertes que había visto, con la mirada de decepción de Pepper... eso era lo que más le dolía, haber decepcionado a sus seres queridos, especialmente a ella, pero también a Rodes y a Happy, aunque este último jamás lo reconocería, ni siquiera ante si mismo.
Eligió ser Iron Man para reparar el daño que había causado como Tony Stark, hizo algunos cambios en su vida, pero no atacó el problema de raíz, Iron Man y Tony Stark no podían ser dos personas diferentes, podía ser el héroe que deseaba ser o podía seguir siendo el imbécil que era jugando a ser un héroe, pero ya había visto a donde le llevaba ese camino, era hora de dejarse de juegos, tenía casi cuarenta años y su vida estaba vacía, trataba de llenarla con drogas, alcohol y mujeres, pero eso no hacía más que agravar el problema.
Tony sabía que le faltaba algo, podía sentirlo claramente, no comprendía como nadie a su alrededor se daba cuenta de que estaba hueco por dentro, que no era más que un caparazón vacío, sin nada en el interior, e incluso creía saber que era lo que le faltaba, estos últimos días tirado en la cama, sudando las últimas gotas de alcohol que le quedaban en el organismo le había estado dando vueltas a todo el asunto, vueltas y más vueltas y solo le quedaba una respuesta ¿como podía haber estado tan ciego durante tantos años?
Pepper ella era la respuesta, siempre había estado ahí dándole su apoyo, levantándole cada vez que se tropezaba, animándole cuando la necesitaba y ocupándose de todo lo que él no hacía por culpa de sus tonterías de niño chico, arreglando la situación cuando su descomunal ego hacía acto de presencia y lo estropeaba todo, siempre ahí, siempre disponible, llenando la mayor parte de ese vacío, permitiendole seguir con su vida, hasta la fiesta.
La había visto furiosa en otras ocasiones, la había decepcionado muchas veces antes, pero esa noche fue la gota que colmó el vaso, esa noche ella dijo que se marchaba y el mundo se tambaleó alrededor de Tony, se derrumbo hasta los cimientos porque se dio cuenta de que hablaba en serio, se dio cuenta de que podía perderla, perderla definitivamente, entonces se vio obligado a mirar en su interior, si ella se iba ¿que quedaría de él sino esa cascara vacía? La necesitaba más de lo que se había permitido darse cuenta todos estos años, comprobó en sus propias carnes como es de cierto ese viejo refrán de que no eres consciente del valor de algo hasta que lo pierdes.
Quizás aún no era demasiado tarde, recordaba que había ido a verle al hospital, aunque no hablaron mientras ella estaba allí, tenía demasiado miedo de que si decía algo Pepper se marchase para siempre, nadie le había llamado durante todos estos días que se había quedado metido en la cama, solo las ocasionales visitas de los robots de servicio enviados por Jarvis, incluso la propia IA le dejó tranquilo y solo le hablaba para instarle a que comiera algo, si ella se hubiera ido se habría enterado ¿no? Es decir, alguien le habría informado de eso...
Jarvis, ¿si? Señor, voy a darme una ducha, prepárame algo de desayuno y un traje si no te importa, hoy me reincorporo al trabajo, por supuesto, Señor, sera un placer, el millonario se detuvo antes de entrar al baño, y Jarvis, por favor, pregúntale a Pepper si podemos comer juntos ¿quieres?, claro, Señor, estoy seguro de que la señorita Potts aceptara gustosa, Señor, yo no estoy tan seguro, murmuró, pero espero que lo haga . | |
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