FICHA DE AENEAS
Nombre: Aeneas Blacktyde
Alias: "Andy"
Edad: 17
Universo de Origen: DC
Organización: -
Nacionalidad: Estado Unidense
Raza: Entidad
Mentor: -
Bando: Neutral
Ocupación: Estudiante
Descripción Física: No demasiado alto, aunque si de aspecto imponente y frio, casi recordando a las estatuas de los antiguos dioses. De físico que parece destacar con facilidad, no por su ancho si no mas bien por su proporción. Esbelto, ágil y marcado. Largos cabellos rubios cuelgan casi como una melena, pasando sobre sus hombros y desembocando en una fuerte espalda.
Ojos verdes de una mirada antinaturalmente intensa aparentan estar siempre vigilantes, enérgicos hasta el borde de la locura, casi como un fuego poderoso que espera consumir a lo que observa, de pestañas oscuras y largas que dan una ennegrecida sombra en su vista.
Nariz principalmente recta, cejas fuertes y pobladas que se fruncen por naturalidad, tornando un bello aspecto en una expresión que parece seria y agresiva. Barbilla ancha, pómulos altos y una usual barba de tres días que se mantiene fija como único vello facial.
Una larga cicatriz cruza su mentón de forma ascendente. Bastante oculta por estar en la parte baja del mismo, dejando solo ver un suave "respingó" hacia arriba.
Gusta de ropas que poco resaltan, usualmente en colores negros o rojos que parecen por algún motivo atraerle de forma increíble.
De andar prepotente, decidido y firme. Voz poderosa que parece resonar como un trueno cuando grita, casi nacida para amenazar e intimidar.
A pesar de su apariencia atractiva, no es un hombre que parece llamar su atención por estos motivos. Casi como si una eterna aura de violencia le rodease, produciendo una profunda incomodidad en quienes se acercan, una presencia que sin duda parece casi incitar al espanto.
Descripción Psicológica: Cruel, sádico, belicoso, violento, barbárico, impetuoso, enérgico, feroz, vehemente, iracundo, airado, duro... esas son solo palabras para describir lo heredado por parte del "Dios" de la guerra. Aún asi, Aeneas cuenta también con sus propia personalidad. Astuto, paranoico, amistoso, egocéntrico, carismático, valiente... todo esto es lo que ha desarrollado por su cuenta a lo largo de su vida. Quizás la palabra que mas lo defina sea algo que ha caracterizado a muchos héroes en el pasado, cuando se luchaba por algo mas egoista y personal que el bien común y la paz, "ambición", ambición de una vida eterna en las memorias de los seres humanos, ambición de que el último hombre en la tierra recuerde su nombre aún cuando sus huesos no sean mas que polvo en el viento. Ambición de la eternidad mediante la gloria.
Historia: Desconocido por su padre, odiado por su madre, temido por sus conocidos y aclamado en las calles y los callejones. Aeneas... "Digno de Alabanzas" significó alguna vez ese nombre, alguna vez hace mucho tiempo, hace muchas eras, cuando simples hombres tenían la fuerza de ejércitos, cuando las ciudades temblaban con la presencia de selectos individuos. Tiempos en los cuales los mortales se escondían al sentir el choque del acero de los dioses... tiempos que hoy parecen volver a aflorar de la mismísima nada.
Nació de la unión de Ares, Dios de la guerra, los conflictos, la carnicería y la matanza... y una simple mortal, tan agresiva y volátil quizás como el mismo olimpiano.
Naturalmente, el padre siguió su rumbo conforme la madre tuvo que educar al muchacho soltera, responsabilizandole toda su niñez de lo cruel que se tornó la vida para ella desde su nacimiento, inconscientemente, odiandole por haber nacido.
Se crió entre golpes y duras palabras que por algún motivo, parecía resistir casi sobrenaturalmente, alimentadose de las mismas supo tornarse un joven valiente y decidido, de un autoestima casi indestructible.
Mas el aumentar en edad no fue un refugio para el, huir a las calles no parecía ser mejor decisión. Entre barrios bajos la rudeza de su vida solo parecía aumentar, casi como un suicida el solo buscaba combatir, defenderse, luchar contra todo lo que le atacaba constantemente. De manera vana, pues por mas hijo de dioses que fuese... no dejaba de ser un niño.
La escuela fue dura para el, siempre inquieto y de carácter belicoso, con una actitud impaciente y temeraria vio pasar los años, fanatizado por los hechos del combate personal.
Mas de un asalto sufrió en las calles que para otros hubiese acabado en muerte, así consiguió de muy pequeño su primera cicatriz, única, de momento. Habiendo estado a apenas centímetros de la muerte conforme una navaja parecía perforar su carne, casi tocando la yugular. Ver su sangre le sumió en un despertar frenético, y ese fue el día que tomó con sus propias manos la primera vida de otro hombre, hecho que nunca comentó pero que en cierta manera le extrañó, le perturbó... no por haber matado, si no por el miedo a la facilidad con la que lo hizo, casi como si hubiese nacido para ello, como si el mismo mundo lo hubiese solo vomitado de las mas cruentas historias para asesinar.
El tiempo transcurrió, escasos fueron sus amigos, numerosos sus enemigos, temida su fama tanto en la escuela como en las calles de su barrio. No hubo caballero de brillante armadura, hombre enmascarado ni superheroe que recurriese a el mientras crecía. Y así, sin lugar donde refugiarse del trueno... aprendió a no temerle.
Los años pasaron y por fín, nuestro "héroe" se encontró con su adolescencia. Su vida cambió estrepitosamente conforme cualquier inseguridad desaparecía, se sentía fuerte, hábil y confiado. Ya no notaba las diferencias físicas que tanto le habían perturbado en su infancia. Ahora era el quien tenía la posibilidad de abusar de sus oponentes, pero aún asi, no lo disfrutaba... no gustaba de combates simples o de venganzas sin sentido. Solo pelear le satisfacía.
Y así fue que con los años, Aeneas encontró su lugar. Luchas en un sótano callejero, en una jaula perdida de algún antro olvidado de Nueva York... logrando pasar a pesar de su edad e increíblemente, demostrando un talento único para el combate. A mas luchaba, mas diestro en el arte parecía volverse. No sería extraño si no lo hiciese a un ritmo sobrehumano.
Llegó el día con el paso de los años en que ese recinto ya no le dio rival para su habilidad, y puede que así encontrase el su primer placer. La fama, el sentirse conocido. Ya no había alma entre las sombras que tuviese la idea de intentar saltar a sus espaldas a quitarle algo del bolsillo, aún asi, nunca se tornó confiado... su vista se volvió paranoica, como si viviese en un eterno campo de batalla, estando siempre a la espera de una flecha o lanza con su nombre escrito en ella.
La escuela en los años finales no fue fácil, aún asi, sus dificultades no tenían otro motivo mas que la conducta. Nunca le costó sentirse especial, no destacaba en educación física y eso en parte le parecía extraño. Se recordaba mas fuerte por momentos, mas agil, mas veloz... sin embargo, en el momento que no combatía no parecía sentir estos poderes interiores. Se sentía dormido, desganado... apagado.
Así fue como sin darse siquiera cuenta, la colisión de mundos ocurrió... y el se encontró en una Nueva York superpoblada y en un mundo lleno de conflictos. En la actualidad, no esta muy lejos de acabar la secundaria. Su mas profundo deseo sigue siendo el mismo que el de muchos heroes, vivir en las memorias del último hombre sobre la tierra cuando de el no queden mas que cenizas.
En los últimos meses se vió expulsado de su hogar tras golpear a su madre, no piensa volver... mas sigue en la escuela, espera llegar a terminarla a pesar de no tener lugar donde vivir de momento, y tras esto, alcanzar su sueño cueste lo que cueste.
Esta es pues la historia de Aeneas, hijo de Ares, pugíl de las calles, rey de callejones, terror de los barrios bajos, dejemos paso pues a que comience la leyenda...
Poderes: Sentido de Combate: Una sensación instintiva que le lleva a saber con exactitud en que momento será atacado, casi obligandole a reaccionar de manera instantánea ante sus oponentes, como si de una danza se tratase, guiándole a conexiones de golpes envidiables y anticipaciones increíbles de los movimientos de su enemigo.
Conforme el fragor de la batalla continúa, sus capacidades físicas parecen aumentar... sin embargo, esto no sucede a límites imposibles para la capacidad humana. Tornandole mas rápido, mas fuerte y mas resistente dentro de lo que una persona podría considerar posible.
Aún así, este instinto parece haber nacido mas para batallas que para cualquier otro tipo de encuentros. No admite aliados ni civiles, cualquier persona en su camino se ve sometida a los impulsos frenéticos de Aeneas por combatir a muerte. Amigo o enemigo sus ataques son mortíferos, luchar sin hacerlo con intenciones de matar le causa increíbles dolores de cabeza y desorientación, además de hacerlo sentir profundamente inseguro y extraño, casi perdido.
De todas maneras, es capaz de detenerse, actuando su sentido solo de manera exageradamente violenta en cualquier enfrentamiento, permitiendole frenar en el combate sin verse afectado, surgiendo las migrañas solo si reprime sus movimientos naturales mientras lucha. (Para ejemplificar, no sería costoso dejar de luchar una vez su enemigo cae al suelo por un derribo que logró dar contra el, pero si le afectaría mucho detener el impulso de dar un golpe de un cuchillo que iba en dirección a matar a su oponente)
Para colmo, este sentido parece incluso activarse en situaciones de sorpresa que pueden no siempre ser con objetivo de hacerle daño, si no quizás una simple broma, ocasionando salvajes y accidentales respuestas por su parte.
Aprendizaje veloz: Una adaptación que definitivamente parece ser su característica mas resaltante, capaz de mejorar a niveles asombrosos tras cada pelea. Aprendiendo de la misma y tornándose mas letal incluso mientras esta transcurre, adaptándose mentalmente a su adversario y conociéndolo en apenas minutos de pelea.
Habilidades: Conocimientos de historia y estrategia militar, varios tipos de combate y algunas artes marciales a un nivel muy básico, siendo mas que nada su manera de combatir un invento propio que junta varias técnicas que vio en su vida.
Primeros auxilios y cosas muy básicas de supervivencia.
Debilidades: Volátil, paranoico, y peleador. Quizás mas allá de las cuestiones mortales y simples su peor problema es nada mas y nada menos que su sentido de combate, tornandole un ser muy peligroso para cualquier persona con la que se encuentre. Y así es que a la par, su mayor fortaleza es también la principal de sus debilidades, el no combatir casi aparenta ir matándole poco a poco, tomándolo en una seria depresión que parece tornar su apariencia viril en una enfermiza... y por otro lado, tras cada combate Aeneas parece perder un poco de su control, haciendo que sus instintos afloren y le persigan de manera mas recurrente. De momento, no le cuesta reprimirselos y detener las peleas antes de que se vuelvan enzarzadas, pero eso podría ir cambiando con el tiempo.
En definitiva, el mismo va temiendo al día en que tenga que optar por transformarse en una bestia que solo viva para luchar, o en someterse a quizás incluso a morir por dejar de hacerlo.
Equipo y recursos:Nada importante mas las ropas con las que se marchó de casa, algunas pocas pertenencias que porta en un bolso, prendas extra, un cuchillo, una manta, cepillo de dientes, desodorante, papel higiénico, libros de la secundaria y un mechero.