[Coral B, Tony Stark, Jonathan Smith] Explorando el nuevo mundo [+18]

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Hoy hacía un día bonito y soleado, eso noté mientras conducía hacia la entrada de cierto lugar. Pude notar a medida que avanzaba en mi trayecto un cartel azul con unas letras de estampado blanco, en el cartel claramente se notaba lo que ponía; "Bienvenidos a Blüdhaven". Estaba allí principalmente por un motivo, las cámaras de uno de mis laboratorios captaron un grupo de narcotraficantes los cuales robaron cierto cargamento de mi laboratorio mientras yo estaba preso en el Asilo Arkham. Lo que le pasa a este tipo de personas es que su confianza es un paso más hacia su muerte y más cuando te metes conmigo. Frené en uno de los aparcamientos cercanos a la dirección que obtuve tras investigar sobre ese grupo de narcotraficantes "Los Carnales".

Tras retirar las llaves del bombin metálico del coche, abrí la puerta dispuesto a salir del coche. Me ajusté bien mi máscara fijándome en mi rostro reflejado en la luna delantera del coche. Ese día llevaba una chaqueta de cuero la cual tapaba mi traje de inyección especial. Anduve pasando por el portal del edificio el cual era como de unos catorce pisos. El piso en el que se hospedaban estos, supuestamente era el décimo "B". Después de unos pocos de minutos subiendo las escaleras de mármol, llegué al décimo piso. Había un portero al lado de la puerta con una mini uzi colgada de su cinturón. Este posó su mano sobre mi torso mientras dijo:

- ¿A dónde vas negro? ¿Crees que puedes estar por esta zona? Mejor vete rarito con máscara.

Una sonrisa se dibujó en mi cara pero este no la notó por mi máscara. Al ver que ni siquiera respondí a su pregunta, deslizó su mini uzi apuntando a mi cuello- - ¿Quieres morir negro? Vete o disparo, en este ghuetto no se aceptan gilipollas enmascarados- Esas fueron sus últimas palabras pues tomé su brazo con tal fuerza que le rompí parte del hueso y le disloqué el brazo. Luego tomé su cuello con ambas manos y lo giré en un ángulo de trescientos sesenta grados con tal fuerza que le maté, retorciéndole el cuello.

Llamé al timbre de la puerta dos veces seguidas, y conseguí hacer que uno de ellos se acercase a la puerta -¿Quién coño es?- No respondí antes sus palabras, por lo que incité al narcotraficante a asomarse a ver por la mirilla. Cuando posó su vista por la mirilla hacia mí, antes de que dijese ni una palabra el venom se había inyectado en forma de pequeña dosis, por lo que derribé la puerta de una patada dejando aplastado al narcotraficante. Entré dentro del piso franco pisando al narcotraficante debajo de la puerta y reventándole los huesos y algún que otro órgano.

Los demás narcotraficantes apartaron a las prostitutas y se levantaron de esnifar farlopa, tomando sus armas. Me apuntaron con estas pero antes de que diesen el primer disparo me lancé dando un placaje inferior a uno de ellos. Luego tras asaltar a este, tomé su cuerpo con ambas manos lanzandolo hacia el otro narcotraficante en la cocina y dejando a ambos inconscientes por el golpe. Un disparo del narcotraficante restante alcanzó mi hombro, lo que me incitó a girarme. Dí una patada con bastante fuerza y furia a la mesa de cristal lanzandola hacia este mismo, pero evitó que le impactase del todo cayendo la mesa por la ventana.

La mesa logró alcanzar la rodilla del narcotraficante entorpeciendo el movimiento de este mismo, no tenía escapatoria. Antes de que volviese a empuñar su arma de fuego ya estaba yo a su lado pisando su mano. Le tomé por el cuello alzándole y manteniendo cierta presión sobre el cuello del sucio bastardo. - ¡No por favor, no nos mates! ¡Tu cargamento está en la cocina, en una de las puertas de los muebles! Sus palabras no iban a resultar en mí, no pienso perdonar a alguien que me roba y asalta uno de mis laboratorios. Con la mano libre tomé el cráneo de este mismo haciendo también presión. Usé toda la fuerza que pude despegando su cráneo y parte de la columna vertebral de su cuerpo. Dejé los huesos en el suelo y pateé el cadáver desde el piso hacia la carretera.

Anduve hacia la cocina donde estaban aquellos dos inconscientes. Tomé las cabezas de ambos girándome de nuevo hacia la enorme ventana rota. Lancé los cuerpos de estos por la ventana cayendo sus cuerpos desde un décimo piso hasta un coche estacionado. Abrí las puertas de el mueble de la cocina notando un maletín de mi propiedad, una pena que no la hubiesen abierto, sabía que no eran tan inteligentes como para descifrar el código del maletín. Tomé el maletín dispuesto a salir como si nada del piso franco. Tras bajar todos los pisos salí del portal intentando disimular, mi cuerpo se calmó por fortuna el venom había dejado de hacer efecto, solo fue una pequeña dosis.

Tony llevaba casi una semana en la ciudad, habría terminado hacía un par de días con los negocios que le habían llevado allí, un reactor ARK para suministrar energía a Blüdhaven y Gotham empezaría su construcción en los próximos meses, pero desde que llegó se encontró con una ciudad cuya policía se veía rebasada noche tras noche, así que cuando acaba las reuniones se ponía su armadura y trataba de echarles un cable.

Varias situaciones difíciles habían sido resueltas por el Hombre de Hierro, incluyendo un atraco con rehenes, aunque lo peor en la ciudad eran las drogas, esta ciudad era uno de los centros de producción y distribución mas importantes de Estados Unidos, ¿no se suponía que el batcanijo y sus amigos vigilaban la zona? Bueno, quizás su universo era un poco peor que el nuestro, se encontraba sumido en estos pensamientos mientras sobrevolaba uno de los peores barrios de la ciudad, lo que en  Blüdhaven era mucho decir cuando Jarvis le habló.

Señor, he detectado disparos de armas de fuego en esta posición, nadie ha avisado aún a la policía, Señor, Ni creo que lo hagan Jarvis, dudo que en este barrio se alegren de verlos aparecer, el millonario varió el rumbo aumentando la velocidad, acercándose al lugar de los disparos, cuando le sorprendió ver a alguien volando junto a él... cayendo en realidad.

Aceleró aun más y trató de alcanzarlo, pero era tarde, su cuerpo se estampo en un vehículo aparcado, Esta muerto, Señor, Joder, Jarvis, ya lo supongo, mierda, disculpe, Señor, me refiero a que ya estaba muerto cuando pasó junto a nosotros, ¿que?, alguien acaba de arrojarlos desde el décimo piso, Señor, bien, pues habrá que explicarle que no se arroja basura por las ventanas, contesto Tony enfurecido.

Trata de localizarlo Jarvis, la IA enfoco todos los sensores hacia el edificio, barriéndolo al completo y encontró algo prometedor, Señor, esta a punto de salir alguien, hay un 97,76% de que haya sido el causante de la situación, debo indicarle que hay algo extraño, desde que inició el descenso por las escaleras su signatura energética y calorífica se ha modificado, le recomiendo precaución, dime cuando no he tenido precaución Jarvis, Señor, no quisiera distraerle con una conversación que nos llevaría horas, el sujeto esta a punto de salir.

Efectivamente alguien salió, parecía un tipo normalito, pero los sistemas de la armadura identificaron rápidamente restos de sangre en su ropa, dándole al Superhéroe la confirmación final, encendió sus reflectores iluminando directamente al objetivo, dificultando que este pudiera ver nada, normalmente esto era suficiente con los matones que había encontrado por aquí Buenas noches caballero, suelte si es tan amable ese maletín y cualquier arma que lleve y dígame, si no es molestia, por que ha arrojado a esos tipos por la ventana, ya lo decía el refrán, el humor es lo último que se pierde ¿no?.

Todo parecía estar tranquilo en Monte Justicia, sede y base de los Young Titans, grupo que surgió, como era lógico, de la unión de la Young Justice y los Teen Titans. De hecho, la castaña se unió poco después de que ambos grupos de jóvenes superhéroes se  juntara, y a pesar de que pasaba más tiempo en Gotham que otra cosa, prefería estar también allí, ya que era la forma más eficaz de saber si había algún problema en cualquier ciudad que estuviese registrada en el ordenador central del Monte, que estaba directamente conectado con uno de los satélites principales de la Liga de la Justcia. De hecho, en ese momento estaba sentada en el sofá que solía haber delante justo de lado, mirando la pantalla, con una bolsa de patatas sabor paprika entre manos. No llevaba mucho tiempo allí, y solamente se había sentado para curiosear un poco y leer las nuevas entradas que se habían actualizado en la base de datos sobre las nuevas personas del otro universo que se iban dejando ver por el lugar...pero el momento no duró mucho. La alarma sonó de repente por todo el lugar, sobresaltándola y haciendo que su cuerpo se echase hacia adelante, cayéndose la bolsa de sus manos. Pero eso no importaba. Si el suelo se había ensuciado, si se acababa de dar un golpe en el muslo sin querer con la mesa al bajar las piernas tan rápido del asiento...lo único que importaba era ver cómo el satélite empezaba a ampliar la imagen hacia Blüdhaven, dada por una señal de policía, que había sido llamada por los vecinos. Coral tecleó un par de cosas, los códigos para hacer que la imagen se volviese totalmente nítida, observando a todo detalle el lugar.

Bien, Dick. Tengo trabajo en tu ciudad.

Se giró, cogiendo su máscara y colocándosela al mismo tiempo que creaba una distancia considerable a cualquier cosa importante, quedándose en el centro de la sala. Estiró los brazos hacia adelante e hizo ademan de partir algo en dos, a la par que mencionaba el hechizo que provocaba sus portales, abriéndose uno justo frente a ella. Uno que iba directamente a la zona del problema. Se puso su capucha sobre su rostro lentamente y se metió dentro. Un paso y ya estaba en la ciudad, desapareciendo el portal tras ella. Una suave brisa ondeó su capucha, pero no se cayó de su cabeza. Pesaba lo suficiente como para que fuese difícil que se saliese así como así. No estuvo ni un minuto allí que de repente algo pesado cayó casi a su lado, haciendo que diese un salto hacia al lado del susto. ¿¡Qué era aquello, Halloween?! Ya iban dos en menos de cinco minutos. Pero todo aquello perdió sentido en el momento en el que vio que lo que había caído era realmente un...cadáver destrozado. Tenía media columna fuera y el cráneo aplastado. ¿Os acordáis de las patatas? Pues se le subieron al instante a la garganta, llevándose la mano en la boca con esa desagradable sensación. 


Vamos, no mires otra vez. Ve a ver qué  está pasando. 

Se tuvo que convencer de ello tragando de nuevo, alzando la vista. ¿Lo primero que vio? Una armadura roja y amarilla volando. Vale, no recordaba haber consumido nada raro...aunque lo hubiese preferido, visto como se estaba presentando todo. Y de repente...la guinda final. La puerta se abrió de un crujido que demostró que se había partido en dos, y lo que abrió era algo...antihumano. La armadura bajó, y resultó ser que tenía voz. Pero no era como la voz de Red Tornado (a lo que creía que podía ser)...si no humana. O eso creía. 

-¡¿Alguien me puede decir qué está pasando aquí?! -le salió decir casi al instante, notando como su pulso había empezado a acelerársele bajo el pecho de una forma que no le gustaba para nada. Se había puesto nerviosa con la vista del cadáver (y gracias a dios que no había visto los que estaban dentro...) y eso que aún no sabía que tenía en frente al hombre que le partió la columna a Batman.

Mis lentes oscuros me protegían la vista de los rayos del Sol mientras conducía en auto por las calles de Blüdhaven. Ese era un día particularmente agradable: un poco de calor y ni una sola nube en el cielo, no es precisamente el mejor momento para matar. Usualmente no trabajo tan temprano, prefiero ir de cacería mas tarde, donde puedo aprovecharme del abrigo de la noche para asesinar sin ser visto y de forma mas eficiente; para entonces muchos de los criminales están cansados o drogados y la oscuridad les dificulta el apuntarme. Sin embargo la situación actual me obligo, una vez mas, a trabajar un poco mas temprano. El crimen nunca descansa y hasta cierto punto eso no es malo: estaría muy aburrido sin nada que hacer.Tal vez aquella no fuera una ciudad tan llamativa como Gotham o New York pero como toda gran urbe alberga ratas en sus barrios mas bajos; yo soy el exterminador. Bueno, en realidad no: a los exterminadores usualmente les pagan, yo lo hago por simple placer. Mis objetivos actuales eran una "pandilla", si se les podía decir así, llamada "Los Carnales". Nada de que preocuparse, el típico estereotipo de padilla de negros de bajos recursos que pulula en los barrios bajos de las grandes ciudades. Por lo general esa es la basura que dejo para lo ultimo, es preferible derribar a un capo o incluso a un líder de la mafia dado que son ellos quienes proveen de recursos a los pandilleros de poca monta; hace tiempo aprendí que lo mejor para matar a una serpiente es cortar su cabeza y no pequeñas secciones de su cuerpo.

Lamentablemente los pandilleros estaban tratando de crecer, expandirse y hacerse mas poderosos. Entonces lo mas preferible es acabar con todos sus miembros rápidamente antes de darles oportunidad de cumplir sus objetivos. Tenia contactos en el bajo mundo, informantes, gente que me pasa los datos necesarios a cambio de dinero o de no asesinarlos por el momento. Mas de una vez escuche sobre Los Carnales y sobre como presumían haber asaltado un laboratorio en Gotham de donde obtuvieron algún extraño veneno o substancia. Planeaban venderlo a un alto precio según se rumoreaba en las calles. Lógicamente yo no se los podía permitir por lo cual me dispuse a presentarme en su "base" un par de días antes de que la venta se efectuara esperando que aun fuese demasiado tarde como para evitar el esparcimiento de una posible nueva droga o arma biológica. Lo ultimo que necesitaba la ciudad era una epidemia masiva de enfermos o un aumento en las filas de drogadictos.

Esa pandilla en particular no estaba compuesta por miembros notablemente peligrosos, no había escuchado ninguna historia que los clasificara como gente de cuidado y mas importante aun no contaban con ,la ayuda de ningún superhumano. Aquello ultimo puede sonar como una obviedad pero después de la dichosa colisión de universo el numero de superhumanos corruptos aumento; no es una sorpresa, la mayoría de las personas con superpoderes prefieren usarlos para su beneficio propio en vez de ayudar a los demás y muchos acaban cayendo ante la tentación del dinero que les ofrecen los grandes lideres del crimen organizado a cambio de protección. Afortunadamente ese no era el caso y solo tenia que luchar contra simples humanos. Llevaba conmigo un MP5 con silenciador; el arma ideal para operaciones en espacios cerrados y un par de pistolas M1911 adheridas a mi chaleco por fundas magnéticas, ademas claro de mi cinturón táctico y cuchillo militar. También llevaba una granada aturdidora oculta en la chaqueta para hacer mi entrada. Lo único que había resultado difícil de ocultar fue el MP5, el cual llevaba en un maletín plateado para que no llamase la atención. La idea era una operación rápida; planeaba usar la visión de calor de mis gafas para determinar la cantidad de gente en el edificio y luego entrar con los blancos previamente fijos. De esa forma evitaría que la lucha se prolongara mas de lo necesario y podría salir del edificio sin preocuparme por la llegada de refuerzos o la policía que entorpecieran mis planes e hicieran las cosas mas difíciles de lo necesario.

Finalmente llegue al lugar. Saque el MP5 de su estuche y me dispuse abajar del auto. Estaba listo para entrar al edificio cuando algo llamo mi atención. Fueron gritos. Deduje que eran los mismos criminales que  venia a buscar así que esperar un rato a ver como se desarrollaban las cosas. Entonces, de la nada, una nueva jugadora apareció; cuando digo de la nada me refiero a que, literalmente, salio de la nada, en un segundo no estaba y al siguiente aparece y estaba seguro de no era por ningún dote de sigilo que la mujer tuviese. Una cosa es ser sigilosos como un ninja y la otra es aparecer de la nada.A pesar de su repentina aparición la joven no ocupo mi atención por mucho tiempo; esta seguía dirigida hacia el lugar del que provenian los gritos. No tuve que esperar mucho ya que poco tiempo después se escucho el sonido del cristal rompiéndose y vi dos cuerpos cayendo del edificio a toda velocidad hacia el suelo solo para estamparse contra un auto estacionado; la chica habai tenido suerte, un poco mas a la derecha y se moría aplastada por un cuerpo ajeno Sin embargo opte por no avanzar mas y esperar a ver como la persona que había hecho eso salia del edificio. Bien podía ser miembro de otra pandilla rival a cuyo líder no le había gustado la idea de que otro mas que él tuviese aquel químico, o un simple ladrón con intenciones similares a las de los pandilleros. Entonces apareció: un hombre de aspecto corpulento, llevaba una gabardina y una mascara de luchador y en la mano un maletín que deduje debía tener lo que fuera que había sido robado del laboratorio. Aun seguía en mi vehículo; baje la ventanilla del coche y apoye el cañón de mi arma en el borde de la puerta; era un tiro seguro. No planeaba matarlo, solo herirlo lo suficiente como para que no se pudiera mover. Lamentablemente fui interrumpido por la llegada de otro jugador ante lo cual baje el arma y me dispuse a escuchar la conversación; estaba bastante lejos pero tengo muy buen oído.

Era ni mas ni menos que Iron Man, o mejor dicho Tony Stark; el multimillonario egomaniaco y narcisista que a su vez era el genio inventor y dueño de la mejor y mas sofisticada armadura de combate del mundo; una pena que ya no fabrique armas, me hubiese gustado hacerle un par de encargos. El afamado superheroe llego a escena con la misma falta de sutileza que tanto lo caracterizaba: ilumino a su objetivo con reflectores como si se estuviese fugando de una prisión y luego comenzó a a hablarle; antes de actuar quise ver como iban las cosas; solo intervendría si el hombre de hierro necesitaba ayuda. Entonces la mujer fue quien pregunto que mierda pasaba; casi me dieron ganas de ir a explicárselo personalmente por que parecía que no le había resultado lo suficientemente obvio, pero estaba oculto en una buena posición y no quería arriesgar el escondite. Aun si alguien me viese, no tenían motivos para sospechar que era una amenaza pues ya había bajado mi arma y la puerta obstruía su vista.

Pude notar al salir como una especie de focos inundaron mi vista lo que hizo que yo me detuviese. Me giré tapando parte de la cara con la mano libre, sujetando con más fuerza el maletín de mi propiedad. El aire del alrededor pareció agitarse por lo que parecía que era, ¿propulsores de gran potencia?, al alzar la mirada pude notar una armadura bastante lujosa. Estuve estudiando sobre la fusión de mundos, estaba claro que este debía ser Tony Stark, Iron Man.

- Buenas noches caballero, suelte si es tan amable ese maletín y cualquier arma que lleve y dígame, si no es molestia, por que ha arrojado a esos tipos por la ventana.Al escuchar las palabras de este mismo, una sonrisa enorme se dibujó en mi cara. Sin problema alguno me acerqué a este mismo dando unos pasos cortos mientras dediqué una respuesta al hombre de hierro. - Pues verá, no piense que unos focos iban a neutralizarme. El maletín es de mi propiedad, creo que se me olvida algo ¿no?, ah sí. Los narcotraficantes fueron arrojados por la ventana debido a que osaron robarme en mi cautiverio.Antes de que me volviese a girar otra voz salió de la nada, era una voz melódica y femenina -¡¿Alguien me puede decir qué está pasando aquí?!

No podía fiarme de ninguno así que por precaución el Venom empezó a inyectarse en todo mi cuerpo. Era una dosis de tamaño normal la cual me hizo crecer muchos centímetros. Mi musculatura y físico aumentaron y se reforzaron. Mis ojos se tornaron de un verde brillante y cada vez que respiraba se notaba una especie de vaho gélido verde. Permanecí en el sitio esperando a cualquier otra acción ajena. - Dejadme en paz, y ninguno saldrá herido. Además de que te interesará tenerme como aliado, Anthony Stark, es un paso para ser tan ingenioso como tu padre Howard.

El tipo se le acercó andando, pero salvo que pudiera volar o saltar una docena de metros Tony no estaría a su alcance, el millonario redujo las luces al ver que no había logrado intimidarlo cuando los sensores recibieron otras lecturas extrañas y una joven apareció de la nada y soltó una frase épica, -¡¿Alguien me puede decir qué está pasando aquí?!

Tony iba a decirle algo cuando las alarmas empezaron a sonar, Señor, su cuerpo presenta lecturas extrañas, no me jodas, ¿en serio? Tendrá algo que ver que este creciendo delante de mis ojos, dijo el millonario no demasiado impresionado, ¿que es este tipo? ¿un mutante?, es posible, Señor, le aconsejo mantenerse alerta, creo que seguiré tu consejo Jarvis, pero no te acostumbres.

Unos segundos después Jarvis ya había identificado a Bane gracias a su referencia al cautiverio, y proyectaba toda la información de su ficha policial para que Tony pudiera verla, conectando los altavoces de nuevo para que pudieran escucharle, Bueno, Bane, encantado de conocerte, aunque hubiera preferido unas circunstancias menos... dramáticas, mira, supongo que hasta es verdad eso de que el maletín es tuyo, pero incluso quitando ese pequeño detalle has matado y arrojado por la ventana al menos a tres personas, además si sabes quien soy, deberías saber también que no me gusta empezar ninguna negociación recibiendo amenazas... supongo que a nadie le gusta en realidad.

Empecemos de nuevo, por la parte en la que dejabas el maletín y cualquier arma que tengas ¿vale? Y a partir de ahí si quieres hablamos, olvidamos las amenazas y el hecho de que hables tan alegremente de los padres muertos de los demás, a Tony le sorprendió ver que ese delincuente tenia un CI muy alto, no como el suyo (nadie tenía uno como el suyo), pero si el de alguien que hubiera podido llegar lejos, una lastima que hubiera decidido usarlo para el crimen.

Por cierto Jarvis, dijo el millonario solo para su IA, ¿si, Señor?, creo que seria un buen movimiento traer el Hulkbuster ¿no te parece?, ya está en camino, Señor, aunque aún tardara un rato en llegar, de todos modos el modelo básico debería bastar para contenerlo, si, debería es la palabra, Jarvis, por una vez no me apetece acabar en el suelo con la mitad de los huesos rotos, entiendo, Señor, intentare darme prisa.

Coral miró al hombre que llevaba la armadura puesta, volviendo seguidamente al que acababa de salir. Sí, por lo visto ese era, inegablemente, el causante de aquello. Al menos si considerábamos que no había nadie más con él, a menos de que sus secuaces estuviesen escondidos en el edificio, otra opción que podía ser factible. Por desgracia, ese momento de ida de cabeza por nerviosismo que la castaña había tenido (y ahora que lo pensaba, aquella pregunta había sido de lo más estúpida, y lo había dicho sin pensar) se convirtió en pura tensión. ¿Y a quien no le pasaría eso al ver cómo de repente la masa corporal de un hombre que ya de por si daba mal rollo empezaba a augmentar, empezando a darle un aire tan terrible? Se obligó a si misma a retroceder un paso, poniéndose a la defensiva en todos sus estados. Estaba al lado de...Anthony Stark, por lo que dijo el otro.  Bien, claro, genial. ¿Encima se conocían? Porque el hilo de la conversación parecía dar a entender de que ese era un claro caso de rivalidad héroe-villano. Y encima parecía tener muchísima más edad que ella...al menos el grandullón. Al otro no podía ni vérsele la cara, así que no ponía la mano en el fuego. Y eso que ella ni sabía que Jonathan estaba por ahí. ¿Os imagináis? Una chica y dos genios. Pues la cosa estaba así en ese momento...y para más inrri sonaba a película porno.  

La cosa era que Tony le había pedido que dejase  el maletín y las armas, y el grandullón, como buen villano que era y protocolo que seguía como todos los demás se negó, lanzando una bonita amenaza que consiguió que todo un escalofrío recorriese la espalda de Coral, quien seguía preguntándose en qué momento dios había querido situarla en una situación así. Por ello volvió a mirar a ambos, uno seguido del otro. 

-Vale...siento meterme en posibles negocios y demás...pero creo que con darles una torta en la cara ya tenías más que suficiente para tumbarlos, no hacía falta a...arrancarles la columna de...de cuajo. -su voz titubeó, o más bien, tembló ligeramente, pero sin llegar a notarse el miedo. No al menos de forma que diese a pensar en ello. -Así que siento decir que estoy de acuerdo con Tony. -no sabía si los demás conocerían su nombre o no, pero suponía que tras esa máscara el quien era realmente no debía ser muy conocido por el resto del mundo...¿O sí? No lo sabía. No lo conocía y No le había visto nunca antes. Y podía poner la mano en el fuego de que ese realmente pertenecía a aquel universo que chocó con el suyo, a la casta de superhéroes como Wiccan, Charles Xavier y demás. En cuanto al hombre que la paralizaba y del cual realmente NO quería tener un enfrentamiento directo...lo que dijo fue suficiente como para suponer que él si era "de los suyos" (válgame la redundancia).  Mantuvo su mirada hacia el hombre de la máscara, el que había aumentado su masa muscular, pero casi le helaba la sangre. Esos ojos de brillo verde no podían significar NADA bueno, y era peor que la mirada de una serpiente. 

-¿Quien...eres? -quiso al menos saberlo. Siempre era bueno conocer el apodo de cualquier villano. Aun así, su cuerpo ya estaba ligeramente flexionado hacia adelante, lista para cualquier cosa que pudiese pasar.

off: si en el siguiente turno no se estan dando de golpes entro para hacer algo XD

Desde mi posición me era sencillo escuchar todo lo que decían las tres personas que se encontraban a varios metros de distancia. Pude haber terminado con todo ese asunto simplemente colocando el cañón de mi arma en el lugar indicado; entonces seria cuestión de apuntar correctamente a la cabeza para no fallar y luego jalar del gatillo para que una bala saliera disparada a toda velocidad hacia la cabeza del hombre enmascarado y le atravesara el cerebro. Sin embargo, había dos problemas presentes con mi plan. El primero era que si lo hacia, jamas podría saber que diablos había en el interior de ese maletín tan extraño que el matón llevaba ¿Que era lo que lo hacia tan especial? ¿Seria aquello lo que le robo a los ladrones que ahora yacen en el suelo con todos los huesos rotos? Esas preguntas y otras mas que tenia no serian respondidas jamas si no esperaba pacientemente hasta que el malhechor hablara o actuara. Necesitaba averiguar todo lo posible de la situación antes de actuar; saber que tenia ese maletín y quien lo transportaba, entre otras cosas, era algo crucial para determinar mi forma de proceder.

Y luego estaba la complicación que conllevaba la presencia de Ion Man y la chica misteriosa; de la primera no sabia mucho, pero había estudiado a fondo cada detalle de la armadura del segundo y aun isa no estaba seguro de que no tuviese algún arma oculta de la que no supiera. La ciber armadura de Stark le otorgaba fuerza sobrehumana, un basto arsenal de armas destructivas y la capacidad de volar a altas velocidades; por si eso fuera poco el maldito traje era completamente aprueba de bala y yo no llevaba un rifle de calibre cincuenta encima. luego estaba la chica; algo de ella me indicaba que era mucho mas de lo que aparentaba ser, al fin y al cabo había aparecido prácticamente de la nada en escena lo cual indicaba que o era muy sigilosa o tenia algún extraño don, siendo esta ultima la posibilidad mas descabellada pero desgraciadamente aun probable. En cualquier caso tenia a un hombre con una armadura robotica que no podía detener y a una chica de capacidades notorias pero desconocidas y estaba seguro de que ninguno de los dos me dejaría ir tan fácilmente si mataba al hombre de la mascara.

Odiaba quedarme quieto mucho tiempo en un lugar, esperando impaciente con el arma en mano a que pase algo que justifique mi intervención. Usualmente no requiero ninguna justificación para intervenir y menos aun para actuar de forma violenta. Sin embargo dada la presencia de un reconocido "superheroe" en la zona del crimen y no podía simplemente aparecerme frente a todos con un arma y decir "Hola este tipo es malo y lo voy a matar" y luego pegarle un tiro en la cabeza. Por otro lado no tenia por que hacer nada. Había dos personas que parecían lo suficientemente capaces de contemerr al villano en caso de que este decidiera oponerse al arresto y en el remoto caso de que el hombre de hierro y la chica no pudiesen detenerlo aparecería yo con una justificación muy buena para ayudar en el combate y tal vez "matar al hombre por accidente". Y si podían someterlo y capturarlo, solo tendría que esperar el momento apropiado entre su partida y la llegada de la policía para terminar el trabajo de forma limpia y sin llamar la atención gracias al silenciador.

Desgraciadamente las cosas tomaron un giro inesperado cuando el criminal comenzó a crecer de la nada; literalmente note como sus músculos comenzaron a expandirse de forma notoria; me hizo desear tener un RPG en el interior del auto. Ya estaba claro que una pelea comenzaría: Iron Man jamas se rendiría ni aceptaría dejar ir al asesino de esos narcotraficantes sin pelear y ser derrotado antes, de modo que la única forma de evitar pelea hubiese sido que el criminal se rindiera. A pesar de que este ultimo no había hecho nada aun, había aumentado su masa muscular como una amenaza o señal de advertencia, indicando que si era molestado pelearía, de modo que Iron Man debería rendirse para evitar un combate. Pero como dije antes, Iron Man jamas haría eso de modo que la pelea ya se había vuelto algo inevitable y yo debía estar preparado por si era necesitado.

Anduve con un paso agigantado hacia delante mirando desde mi enorme estatura a Tony Stark. Pude notar como este volvía a hablar con su tono vacilón de multimillonario playboy - Bueno, Bane, encantado de conocerte, aunque hubiera preferido unas circunstancias menos... dramáticas, mira, supongo que hasta es verdad eso de que el maletín es tuyo, pero incluso quitando ese pequeño detalle has matado y arrojado por la ventana al menos a tres personas, además si sabes quien soy, deberías saber también que no me gusta empezar ninguna negociación recibiendo amenazas... supongo que a nadie le gusta en realidad.Empecemos de nuevo, por la parte en la que dejabas el maletín y cualquier arma que tengas ¿vale? Y a partir de ahí si quieres hablamos, olvidamos las amenazas y el hecho de que hables tan alegremente de los padres muertos de los demás- Esbocé una sonrisa bastante amplia, como supuse Tony se pudo sentir amenazado por mis anteriores palabras y algo afectado por lo de su padre, bien.

- A ver, Stark, yo dejaré el maletín si retiras la petición de tu querida armadura. Veo que es un buen negocio, luego hablaremos tranquilamente.- Dí dos pasos hacia atrás soltando el maletín a los pies de Tony y rompiendo por ende la esposa que mantenía el maletín atado a mí. Ambos pudimos notar como una nueva persona intervino en la escena, una chica-Vale...siento meterme en posibles negocios y demás...pero creo que con darles una torta en la cara ya tenías más que suficiente para tumbarlos, no hacía falta a...arrancarles la columna de...de cuajo. Así que siento decir que estoy de acuerdo con Tony. Mi mirada amenazante de enormes pupilas verdes oscuras y fosforescentes se posaron sobre la mirada de la chica.

- No eres quien, para opinar, no por ahora. Ellos han matado a los míos para conseguir robarme cargamento y ahora, ¿yo tengo la culpa?. Se puso notar mi rabia contenida ya que no quería acabar atacando a ninguno aún, así que simplemente por la fuerza de mis piernas un mini cráter se creó debajo de cada suela de mi zapato.

La cosa estaba cada vez más tensa, la chica había vuelto a atraer la atención del cada vez más grande Bane, y la situación empeoraba por momentos, al menos había soltado el maletín, pero a Tony no le parecía que fuera para mostrar su buena voluntad o su intención de entregarse a la justicia por los asesinatos que acaba de cometer, más bien se temía que intentara algo estúpido como golpearle y que el maletín le estorbase para ello.

Jarvis, escanea el maletín y a este tipo, no quiero más sorpresas desagradables, dijo por el canal interno para que nadie le escuchara, cambiando luego al altavoz externo de nuevo, lo que dices encaja con lo que he visto, por desgracia no creo que pueda dejarte marchar así como así, hay varias ordenes de arresto contra ti, lo que sumado a esos cadáveres, aunque muy justificados, me obliga a pedirte que me acompañes a comisaría, si quieres allí podemos hablar tranquilamente después de que te tomen declaración.

El millonario dudaba de que el gigantón fuese a aceptar, pero por intentarlo que no quedara, incluso estaba realmente dispuesto a negociar con Bane si era algo lícito, aunque eso lo dudaba aún más, de todas formas si había una oportunidad de evitar el enfrentamiento al lado de esa chica que parecía estar haciendo oposiciones a cadáver sin saberlo, mucho mejor, ¿Qué me dices Bane, trasladamos la fiesta a la comisaría?.