106CassandraoCain
Insignia de Fidelidad : 
Mensajes : 130
Fecha de inscripción : 18/10/2014
Localización : Gotham City
Humor : Steph cuenta mejores chistes
Ficha de Personaje
Alias: Batwoman
Nombre real: Cassandra Cain
Universo: DC Universe
 |  Tema: Prueba de Rol de Batwoman  18th Octubre 2014, 13:30 | |
| Abri lentamente los ojos, sintiendo la suave caricia de las sabanas de seda contra mi piel, mientras daba un hondo respiro y terminaba de regresar al reino de lo consciente. Habia sido mi primera noche apacible, en años, y me extrañaba cuan bien habia podido dormir a pesar de todo lo que habia sucedido. Desde que ellos, todos ellos, se habian ido, tomados de subito por las crueles garras de la muerte, no habia podido dormir bien, habia sufrido pesadillas, me costaba calzarme mi traje, pero una vez que lo hacia, se me volvia casi imposible no caer en la cruel brutalidad con cada criminal que me topaba. Mantener mi mundo en orden habia sido casi imposible todo este tiempo, no sin Bruce aqui, no sin Stephanie y su humor ligero y vivaz; Cada dia, rememoraba sus bromas, los consejos de Bruce, las observaciones de Barbara, las reacciones hilarantes de Richard, la astucia de Timothy, todas en una hermosa mezcla de sensaciones idas ya, convertidas en perpetua tortura en los rincones mas oscuros de mi mente y mas resecos de mi corazón. Suspire, trate de no llorar, llevaba ya meses sin despertarme llorando, habia prometido a Alfred que no lo haria. Hablando de eso, Alfred estaba ausente, y según vi en mi reloj digital, eran ya las cinco de la tarde, dos horas mas de mi horario usual de despertar, el cual el siempre supervisaba para que mi ciclo de sueño no se arruinara.
Con el sopor de una larga noche de biendormir, sali de mi habitación, la misma que Bruce habia utilizado, una a la que me habia mudado tan solo hacia poco, cuando Alfred casi me tuvo que suplicar que dejara de vivir en el pasado y tratara de superar lo ocurrido. Inocente él, pues nunca podria hacerlo, aunque, de todos modos, ya no era algo que importase, nada más importaba.
Recorri el amplio corredor, hasta llegar a la escalera que bajaba a la Sala de Estar. Ahi estaba Alfred, su silueta, increiblemente digna para su avanzada edad, recortada contra el rojo cada vez mas sanguinoliento del cielo, repleto de horrendas nubes que se arremolinaban con fiereza, entrechocandose, rugiendo con la fuerza de truenos que jamas este mundo habia experimentado. Alfred ni siquiera se giro, pero se aclaró discretamente la garganta, mientras yo me quedaba de pie a su lado, con mi camisón de fina seda hasta las rodillas, otra de las sugerencias que habia aceptado de parte de Alfred con el tiempo.
Espero sea capaz de disculpar el que no haya podido cumplir con mis deberes, Ama Cassandra...
Descuida...¿Es...?
Si, y me gustaria hablar sobre ello, pero no quisiera apresurar nuestra agenda del dia, ¿Se encuentra usted bien?
Ambos mirabamos al cielo, una al lado del otro, pero aun sin mirarme directamente, Alfred notaba que estaba poniendome nerviosa. Podia sentirlo: Ese hormigueo, como mis frases perdian firmeza, cuando sabia que algo malo sucederia. Esta vez, no era un criminal, no era algo de este mundo, o de ningun otro, era algo mas allá, de mi, de él, de todos.
Estoy...algo...nerviosa...
¿Por que?
La pregunta me sorprendio tanto que gire la vista, y me encontre con la suya, tan cansada que desgarraba el corazón el solo contemplarla, y aun asi, su sonrisa seguia alli, discreta, educada, mas enigmatica que nunca, con sus brazos cruzados por detrás de su espalda, de impecable uniforme de mayordomo. Al parecer, todo a mi alrededor estaba impecable, se habia pasado desde muy temprano limpiando, quizás, ni siquiera habia dormido. Alfred era un hombre estoico, tan ejemplar como su anterior amo, pero por mas firmza de temple que mostrara en el exterior, la muerte de Bruce habia dejado marcas en su ser que nunca sanarian. La forma en la que sus parpados se movian, delaando en angustiados susurros el dolor que se escondia detrás de las ventanas de sus ojos, sus dedos, que laxos, me decian que era un hombre entregado al destino, hasta su andar habia cambiado, junto con muchas otras cosas mas de su lenguaje corporal. Era Alfred por mi, y a la vez, ya no lo era más.
El mundo...se...se...
¿...acaba, Ama Cassandra? Es cierto, casi como quien siente que lloverá en sus huesos antes fracturados, mi corazón siente el resquemor de que hoy le llegará su fin...
Si...pero...he...perdido tanto...que ya no se...ya no se...si me...
Me detuve a la mitad de esa frase, llevando una mano a mi rostro con suavidad, tratando de cubrir mis ojos, que trataban de delatar mi angustia ante todos esos recuerdos, aun demasiado frescos, con prematuras lagrimas de dolor. Senti su mano sobre mi hombro, amable, apagada, pero reuniendo todo el calor de que aun era capaz aquel hombre. Retire mi mano y trate de realarle una sonrisa, que estaba tan apagada como la suya.
No...me asusta...morir...
¿Morir? Oh no, Ama Cassandra, permitame que le revele una cosa...¿Seria tan amable de seguirme?
Asenti, y el mayordomo se giro para caminar directamente hacia uno de los libreros de la Sala de Estar, jalando "La Odisea", y provocando que la estanteria se abriera, revelando una escalera que desaparecia hacia abajo en las sombras. Con total calma, comenzó el descenso, y yo, aunque estaba descalza, lo segui. Ya no me preocupaba lastimarme los pies con algo, realmente no, era como estar viviendo una pesadilla, pero una lenta, demasiado vivida, invadida por un ineludible sentimiento de dejadez. No nos tomo mas de cinco minutos abrir la puerta de la Batcave. Caminó directamente hasta la Batcomputer, y lo segui, callada, obedeciendo a su pedido gestual de que me sentara en la silla de Bruce, la que hacia tiempo usaba como Batwoman. Tecleo unos instantes, y la pantalla brillo con imagenes de distintos portales, recortes de periodicos, fragmentos silenciados de noticiarios.
¿Los recuerda?
"Portales de Luz", los mencionaron varias veces...
Algo me hacia sentir mas calmada. No sabia que era, pero quizas, ante el fin de todas las cosas, mi alma trataba de tener toda la compostura posible, y mi mente me rogaba que me mantuviese estoica. A estas alturas, simplemente obedecia al instinto, como una mano invisible guiandome en el caos.
Precisamente, pero no solo son eso, Ama Cassandra: Si restrea las noticias una a una, los avistamientos, termina encontrandose unos cuantos detalles, entre ellos, este...
Mas tecleo, y la pantalla comenzo a hacer desaparecer muchos noticiarios y recortes, hasta dar con uno solo, de un pequeño periodico de Kansas, el cual describia, según este, el avistamiento del contacto de una camioneta con un portal que habia surgido de repente mientras el dueño trataba de ir a uno de los refugios dispuestos por el gobierno. Llamo mi atención una sola frase, que la computadora marco enseguida, como si hubiese adivinado que por fin la habia notado: "...La camioneta, que desaparecio por completo junto con su dueño, no ha vuelto a ser vista...". Entreabri la boca por la revelación, Alfred no pudo evitar reir un poco, con un dejo ameno, pero desganado.
Es exactamente asi: Si un objeto atraviesa el portal, desaparece por completo...No la aburrire con el resto de mi investigación, pero cientificos amateur han llegado a la conclusión de que todo lo que pasa por un portal, es trasladado a otra dimensión inmediatamente...
¿Podemos...escapar...de la muerte?
Si, podemos, pero tenemos que apurarnos...
Alfred ingreso un codigo, y un enorme reloj se mostro en la pantalla. Le quedaban 45 minutos. me puse de pie de subito, mirandolo con fijeza en mis iris rojos.
¡¿Por que...no...me...?!
No se exalte, se lo ruego, simplemente tenia asuntos mas importantes que atender, y me senti en plena capacidad de investigar esto por mi cuenta, a la vez que ya he preparado el traje y el avión...
Alfred...
Musité, acercandome solo un poco a él, tratando de entender la situación en la que, de repente, me encontraba: Escapariamos a otra dimensión, no moririamos. Las preguntas se agolpaban en mi cabeza, pero Alfred se limito a sonreirme, y accionar el deposito del Batsuit, sentandose en la silla a activar los protocolos del Batplane. Me acerqué a la camara contenedora, gire a cerciorarme que no me estuviese viendo, y deje caer mi camisón, accionando un botón que provoco que las placas se abrieran una a una, hasta dejar el espacio justo para mi cuerpo casi desnudo. Subi al pequeño escaloncillo, y me gire para caer de espaldas sobre las placas traseras del Batsuit, mientras este se cerraba poco a poco sobre mis piernas, cintura, y torso, cubriendome completamente de kevlar, salvo por la cabeza, para la cual tomé el casco de un compartimento que se desplego apenas me separe del contenedor ya vestida. Deje el casco bajo mi brazo, aun no queria ponermelo.
Muy bien, Ama Cassandra, tenemos aun treinta minutos, pero el Portal se encuentra masomenos a esa distancia, asique es prioritario que salga ahora mismo...
Se puso de pie y me condujo hasta la plataforma, y alli fue cuando el casco cayo al suelo con un sonido apagado contra el metal del suelo. No estaba ante el Batplane, sino ante la Batwing. La cabina era para una sola persona. Me gire abruptamente, al borde del llanto, con una expresión de reproche.
Al...fred...
No me dio tiempo a nada, pues el hombre ya estaba abrazandome con la intensidad con la que jamás lo habia notado hacer nada. Todo en su cuerpo exclamaba amor fraternal, aprecio absoluto, y sin embargo, una inenarrable resignación. Le devolvi el abrazo, y asi nos pasamos unos pocos minutos, hasta que se separó y con parsimonia, dejo un sobr sellado en mi mano.
Guardelo, y cuando llegue a la otra dimensión, si Dios ha querido que alli exista un Alfred vivo, entregueselo...Sino, esta en libertad de leer el contenido, pero no sin antes comprobar que no hay Alfred alguno a quien entregarle la misiva...
¿Por que...no...?
No esta escrito en mi destino, Ama Cassandra...
Con lentitud, se agacho y tomo mi casco, removiendo el polvo del suelo pegado al visor con su guante blanco, tendiendomelo luego.
"Amada por Apolo, haz recibido el Don de ver en el futuro, y odiada por los Dioses, haz recibido la maldición de que nadie te crea"
Tomé el casco. Reconocia la frase, un pasaje de la edición de "La Illiada" en nuestra biblioteca, en la parte del libro en que menciona a Cassandra, la vidente de Troya, amante de Apolo, condenada a saber del plan de los griegos y de la ruina de su ciudad, y a tener que presenciarle, pues estaba maldita para que nadie jamás le creyera nada de lo que decia que sucederia.
Haz visto lo que puede suceder, y si bien el futuro es incierto, sabes que probablemente trará consigo alguna tragedia...Por eso debes irte, Cassandra, para cuidar de quien este del otro lado, tanto de las personas comunes, como de cualquiera de nuestra familia que encuentres...
Tu...eres...de mi familia...
Pero yo ya debo rendirme al destino...Lo unico que me mantenia vivo era el servirte, Cassandra...
Estaba tratandome con menos deferencia, con total confianza, como un amigo. Nada podia decirme con mas claridad que Alfred no cederia. Razgaba mi corazón de dolor, pero algo me rogaba que respetara su decisión, que esta era tan dificil para él como lo era para mi, pero que era lo que queria.
...Eres mi ultima ama, y te iras, por lo cual ya no estoy atado a mi deber, y puedo, al fin, reunirme con el Amo Bruce, pero no creas que no te aprecio al dejarte sola, no, solo te dejo ir, pues tu aun tienes un destino que cumplir, aun tienes algo que hacer, alguien a quien proteger, algo que darle al mundo al que llegues...Este ya se acabó, y es hora de que me vaya con él...
Otro abrazo, y el casco denuevo n el suelo. Lo estreche contra mi con toda la fuerza de que era capaz, y esta vez, no hubo Mayordomo ni Batwoman, no mas fachadas estoicas, solo una mujer y un hombre llorando silenciosamente en un ultimo abrazo cargado tanto de recuerdos alegres como de tragedias, de alegria y de dolor, de una cacofonia de sentimientos que estaban destinados a quedarse congelados en este momento en el tiempo. La separación fue lenta. Tomé yo mi casco esta vez y con solemnidad, me lo puse, notando como el visor se accionaba, marcando al que tenia en frente como "Alfred Pennyworth". desplegue mi panel y apague todas las funciones de información. No soportaba ver su nombre cuando tenia que dejarlo ir asi.
Adelante, Cassandra, te estan esperando...
Subi a la cabina y accione el interruptor de cierre, mientras oia el siseo de la turbina accionandose poco a poco y a Alfred musitando unas palabras, que no pude oir, pero que lei de sus labios. "Que la suerte este siempre de tu lado".
Con el dolor de quien toma su propio corazón en sus manos, tome el timón de la aeronave, haciendo que se elevara muy lentamente, mientras veia en la computadora de abordo que todo estaba listo para partir. Las coordenadas ya estaban ingresadas. Las lágrimas perlaban todo mi rostro. Lleve el timón hacia adelante, y la Batwing salió disparada por el tunel, y directamente hacia afuera. Me recibio una cortina de nubes rojas, rayos, truenos, rocas cayendo de los cielos y, apenas a un kilometro de Wayne Manor, pude notar como la casa desaparecia de mis destinos disponibles. No quise siquiera imaginarlo, pero guarde en mi mente la certeza de que ya no tenia adonde volver. Era a todo o nada, asique aceleré a la maxima velocidad que permitia la aeronave, avanzando entre el caos. Poco a poco, Gotham iba desapareciendo de mi radar, y un color rojizo uniforme se manifestaba en mis sensores de calor de abordo. Magma. Ya tampoco habia casi Gotham de la cual despedirme.
Te...prometo....que...los...protegeré...
Musité, acelerando aun mas, hasta tener al portal en vista. Un rayo golpeo una de las alas, arrancandola por completo. Toda la cabina comenzo a temblar con fuerza, las alarmas se dispararon, y senti los cierre aflojarse y salir volando, junto con la ventana de la cabina, dejandome al descubierto. Mi Batsuit me aislaba, pero cuando mi casco hizo una reactivación automatica de emergencia, el termometro del traje marcaba mas de cuarenta grados en el exterior. Aminore cuanto pude la velocidad y trate de salir de la cabina, caminando por la punta de la Batwing con cuidado, no mas de medio paso, preparandome para hacer algo tan arrisgado como nunca. Masomenos quince metros hasta el portal, ¿Siquiera podre hacerlo?
Cuando senti que el momento era justo, salté, y senti la capa afirmarse, permitiendome planear. Poco a poco, fui acerdandome, sin mirar a nada mas, sintiendo una suave caricia calida en todo mi cuerpo. Probablemente, la temperatura estaba subiendo en espiral y mi Batsuit no resistiria mucho mas. Tan cerca de salvarme del caos exterior, aun cargando un caos interior. ¿Realmente tenia una misión? ¿Siquiera estaria alguna de las personas que conocí del otro lado? La oscuridad me abrazó de inmediato, y me senti perdida en la nada. Habia entrado al portal de luz, pero dentro, solo habia oscuridad, y me senti acelerando, siendo arrastrada hacia otro lugar, pero no quise pensar mas, solo dejarme ir...
...dejarme llevar por la nada... | |
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