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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
Los Universos de DC y Marvel se han unido en uno solo. ¿Qué ha sucedido? ¿Quién está detrás de todo? Y, lo que es más importante, ¿cómo reaccionarán héroes y villanos de los distintos mundos al encontrarse cara a cara...?
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Ficha de Personaje Alias: Techno Bushido Nombre real: Date Michiko Universo: DC Universe
Tema: Enka de acero antes de que amanezca [Libre] 10th Julio 2014, 09:34
Fecha:
24 de Marzo. Noche
Era una noche ajetreada en Sendai, la ciudad principal de la prefectura de Miyagi.
Todo el mundo pensaba en Tokyo cuando se habla de Japón. A veces uno se acordaba de Kyoto. Otros sonreían al pensar en Osaka. Alguno habrá oído de Okinawa. Pero todas las prefecturas. Los occidentales podían subestimar todo lo que quisieran una nación formada por grandes y ricas ciudades que vivían perfectamente con su ecosistema, podían pensar que Tokyo era la único que existía. Se equivocan. Nara, Hokkaido, Akita, Saitama, Gunma, Ishikawa... Hiroshima... Nagasaki...
Miyagi... "Frotar cera, pulir cera". En eso pensarían seguramente los occidentales al oir ese nombre. El nombre de la prefectura a la que le dio forma y poder el glorioso antepasado de la mujer que tomaba una copa en el Pub "Olas de Melancolía". Un pub frecuentado principalmente por oficinistas y empresarios veteranos, algunos incluso nostálgicos del periodo Showa que se ven perdidos ante la economía de las 3 últimas décadas. También incluso por algunos jóvenes con un espíritu más calmado que no buscaban diversión después de un día de puro estrés. Solamente una bebida, música relajante y calma. A lo mejor alguna charla intrascendente con los compañeros, pero nada más. Después volver a su casa que podía ser un chalet humilde en el que les esperaba su joven esposa o una íntima habitación compartida nada más que con sus pensamientos del futuro. O incluso un loft convertido en el templo de su persona que espera paciente la próxima invitación de amistades.
A esta mujer no le esperaba ningún marido u hombre, pero sí su familia en la mansión principal de los Date. Date Michiko tomaba con calma su bebida. Principalmente por que en vez de tomar una cerveza, un combinado, una copa de vino de uva o de arroz como hacían la mayoría de la clientela ella tomaba un licor fuerte. Concretamente Sochu de arroz. No era tan fuerte como el whisky, mucho menos como el vodka... Pero esa era su segunda copa, lo cual no era muy visible por que apenas los efectos del alcohol y el sonrojo habían empezado a aparecer en ella. No eran siquiera visibles desde cerca, sobretodo por la tenue luz del local. Aun llevaba su ropa de oficina, un traje gris plateado sin corbata y con camisa blanca. Si se le veía de espalda uno podía creer que era una "Office Lady" más por que era una de esas pocas ocasiones en las que llevaba una falda. Cuando alguien le veía la cara le resultaban chocantes sus ojos, el izquierdo por el parche, el derecho por la mirada fría y penetrante que lanzaba. La única razón por la que no espantaba a la clientela que le veía la cara era por que era una japonesa bastante atractiva y con unos rasgos faciales agraciados que solamente se tornaban amenazadores a la altura de sus ojos. El tema de su brazo derecho no merecía la pena mencionarse, había que fijarse muy bien para percatarse de que era un implante, el hecho de que se moviese casi como uno de verdad engañaba bastante.
Era el implante el que sujetaba el vaso y lo movía lentamente hasta la boca para luego inclinarlo por un segundo y disfrutar de su Shochu reserva favorito. Con el brazo izquierdo de carne, hueso y piel sujetaba y tecleaba en su 4G donde consultaba decenas de informes confidenciales como si no hubiese peligro de que alguien le mirase por encima del hombro lo que consultaba. Tampoco parecía temer que le robasen el portaplanos que estaba apoyado contra la barra a su derecha y cuya longitud era tal que sobresalía una tercera parte de este por encima de donde se apoyaba. Por supuesto, todos los informes estaban en su móvil. El portaplanos contenía algo que convenía no usar, aunque ella no dudaría en hacerlo.
El total de los daños asciende a 1.346.780.000.000 yenes netos entre los daños sufridos en propiedades de Masamune Industries y propiedades gubernamentales que nos hemos comprometido a ayudar en su reconstrucción en la prefectura de Fukushima. Más 23.000.000.000 yenes en pérdidas del nuevo equipamiento que fabricábamos para la central energética.
-Pérdidas y más pérdidas... Ojalá me pudiese desquitar con el culpable de todo esto...
La fusión de mundos había fundido dos Japones similares y a la vez sutilmente diferentes. Practicamente compartían el mismo pasado, pero habían algunas personalidades, empresas y tecnologías que no existían en uno u otro. Especialmente le llamó la atención cierto material llamado "Carbodium". Pero el proceso de la fusión como en otros lugares produjo alboroto y desperfectos en las estructuras. La mayoría de las corporaciones y empresas importantes japonesas sufrieron daños notables por ello, pero las pérdidas eran pasables. La estrecha relación de Masamune Industries con el gobierno que ayuda a tener una buena imagen (Aunque algunos la tachen a esta de fascista y de manipular el gobierno por ello) hizo que sus pérdidas fuesen más importantes que reparar un puñado de pisos de oficinas y recuperar una decena de teras de información. Fue un imprevisto con efectos muy negativos. Efectos los cuales solamente había podido remediar con cuantosos costes de capital y sin poder tomar represalias contra nadie.
Pero aun tenía que valorar las nuevas oportunidades que tenía... Y las nuevas adversidades a las que aplastar.
Tras tomar otro sorbo de Shochu, Michiko empezó a consultar en su 4G los informes pormenorizasos que tenía de la nueva competencia que había surgido tras la fusión de mundos.
-Industrias Pesadas Oyama... Suena a un verdadero dolor de trasero...
Una canción "enka" que sonaba especialmente triste incluso a alguien que no entendía de forma alguna el idioma acompañaba la escena.
019Klarion
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Mensajes : 4 Fecha de inscripción : 16/06/2014
Ficha de Personaje Alias: The Witch Boy Nombre real: Klarion Universo: DC Universe
Tema: Re: Enka de acero antes de que amanezca [Libre] 20th Julio 2014, 14:48
Uno pensaría que la vida de un señor del Caos es sumamente divertida. Vas de aquí allá entre dimensiones haciendo embrollos de proporciones nucleares; destruyes cosas, aniquilas enemigos, dispersas discordia y terror a cada esquina del universo y, una vez satisfecho, te tomas tu tiempo para burlarte y humillar a todo aquel que intentó en vano impedir tus siniestros propósitos. Sí, la vida de un Señor del Caos es sumamente atractiva y tentadora, sin embargo hay días en que tal entretenida rutina no aplica y esa noche en particular era una de ellas.
A primera vista tenía un aspecto acorde al lugar y poco llamativo, incluso para ser un extranjero en tierras de oriente. Vestía formal como todos los días, con ese ajustado traje color negro, la camisa blanca característica y esa corbata que desde comienzos del siglo XXI no dejaba de lado. ¿Qué hacía un aparente menor dentro de ese pub? Bueno, los empresarios que le acompañaban fácilmente gozaban de suficientes recursos como para darse un poco de flexibilidad frente a las reglas de salud pública, sin mencionar que tampoco era como si el chiquillo estuviera armando un gran escándalo, a decir verdad se le veía aburrido. Estaba tirado sobre un sillón con el semblante hastiado, ahogado de tanto procrastinar, teniendo como única entretenida compañía aquel gato pardo de rayas negras y ojos exóticamente rojos, que la mayoría de los espectadores catalogaba como de aspecto demoniaco. Pero de nuevo, estamos en Japón, tierra abundante en misticismo con un encanto innato por lo sobrenatural, hasta los nativos que le rodeaban de cerca al chico habían chuleado a su “bakeneko”.
A Klarion le valía un comino, su único propósito era fungir como guardaespaldas hasta que las transacciones de dudosa legalidad se llevaran a cabo, tan pronto los parcialmente ebrios magnates dejaran de farfullar cosas sin sentido y firmaran los papeles él podría ser reasignado a algo más acorde con sus sobrenaturales dotes. Quizás una rápida inspección a esa dichosa base espacial “S.W.O.R.D” que ahora orbitaba a la par de la atalaya, o enfrentarse a algún vengador de los cuales jamás supo que existieran. La colisión de ambos mundos fue interesante al principio, pero ahora necesitaba reavivar los desastres dejados por el evento… sí, algo llamativo y sumamente divertido, como una explosión cerca del lugar estaría bien para comenzar, después de todo debía sacarle algo de provecho a la tarea que Luthor le asignó esa mañana.
Teekl maulló.
― Yo también estoy desesperado, desearía volar este lugar con todos adentro ― susurró el adolescente a su felino, cuyo suave lomo era acariciado devotamente por el peli negro.
Tan pronto la música “deprimente” comenzó a sonar, Klarion se hartó y abandonó ese estúpido diálogo que se llevaba a cabo, no porque no comprendiera el idioma ―Es un poderoso hechicero, encantamientos de comprensión son nada para él― sino porque no comprendía el humor de los humanos, menos el de los patéticos simios con dinero. Lo único que alegraba el semblante pálido del muchacho era el dulce sonido de la devastación azolando a los mortales, cosa que brillaba por su ausencia… por ahora.
― ¡Camarera, una soda! ― demandó sin una pizca de amabilidad y, como estamos en el país de la sumisión social, la mujer le atendió tan pronto como pudo. No podía subestimar los contactos del muchacho si había llegado tan bien acompañado.
Por su parte, el felino, perspicaz y astuto se colocó en una posición preciadamente estratégica dentro del lugar, no muy lejos de una exuberante fémina de rasgos propios de la región pero al mismo tiempo singular como sólo ella podía serlo. Un implante servía como repuesto ante la pérdida de su brazo, agitando el recipiente con su licor para refrescar los delicados labios. Sin embargo, no eran sus repuestos metálicos lo que atrajeron al gato como si ella misma fuera un imán encargado, en realidad fue el magnetismo de su aura.
Teekl, nuevamente, maulló para su amo.
― ¡Sí, ya escuche, yo también quiero irme! ― le espetó, poniendo más atención en como la empleada servía su soda cítrica que en lo que su familiar deseaba mostrarle. Ante esa obvia falta de prudencia, el de ojos rojos tuvo que ser más insistente. Michiko no necesitaba de su ojo biónico para percatarse de que algo raro pasaba entre el niñato y el animal.
Klarion continuó obviando los quejidos de su mascota hasta que su garganta fue refrescada, vaciando hasta la última gota del vaso.
― Eso no estuvo nada mal ― para entonces el gato se trasladó hasta él. Como de costumbre, el chico lo arropó entre sus brazos y mimo con esmero. Desde ese ángulo pudo percatarse como los escasos cuatro hombres a los que debía vigilar se levantaban y marchaban cada uno por su propia cuenta, la firma de tratados fue todo un éxito ―. Parece ser que ya terminamos aquí, Teekl ¿Qué te gustaría hacer para celebrar? ― en un nuevo chillido, le comunicó sus planes ― Suena divertido.
Se marchó sin pagar, a sabiendas que no sería su único delito en la noche.