Max había llamado a Espiral y a Fauna, había pasado el tiempo acordado, tenía planes para Sunbreath, había estado trabajando en una modificación de su traje para, en lugar de limitar la energía absorbida, ayudarle a gestionarla mejor, ahora incorporaría un sistema que le permitiría descargarse de forma segura aprovechando cualquier toma de tierra o red eléctrica, las redes eléctricas de los homo sapiens se sobrecargarían al instante y se fundirían, pero las de Genosha estaban preparadas no solo para soportar tremenda descarga, sino para absorberla y aprovecharla, ahora que la ONU les había reconocido el mercado de la energía iba a ser un lucrativo método de financiar las mejoras previstas para la isla.
Notó la distorsión en los campos magnéticos instantes antes de que la electricidad relampagueara en la habitación, instintivamente creó un campo para protegerse, pero pronto se dio cuenta de que no era necesario y lo expandió para proteger la habitación sin bloquear la llegada de sus aliados que se materializaron en medio de un estallido de luz.
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Domino, Cable, dijo simplemente a modo de saludo,
creía haberos pedido que os transportarais solo en exteriores, si no hubiera protegido la habitación ahora podría estar en llamas.
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Mierda jefe, esto requería velocidad, la hemos encontrado-
Tan rápido ¿como? pregunto Magneto que no terminaba de creérselo ¿como en dos días habían encontrado a alguien que él llevaba buscando desde la colisión?
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Con un poco de suerte jefe, pero es grave, la tienen en un centro de investigación en china, no es una cárcel, es un laboratorio dentro de un complejo militar secreto, con todo tipo de protecciones contra mutantes.
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Y por lo que sabemos están experimentando con ella.
Los puños de Max Eisenhardt se apretaron con fuerza, los experimentos con mutantes le hacían desear acabar con todos los homo sapiens, pero en este caso además se trataba de su hija, Cable y Dominó sintieron como el propio aire vibraba con las siguientes palabras de Magneto.
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Llevame allí ¡ya!Ni siquiera por un instante se le pasó por la cabeza que pudiera ser una trampa, al fin y al cabo la lealtad de esos dos mutantes no había sido probada, eran poco más que mercenarios, pero la mención de Polaris siendo torturada como él lo fue a manos de los nazis para doblegar sus poderes en su beneficio le hizo revivir aquel momento, no, no permitiría que aquello siguiera ocurriendo, ningún mutante más pasaría por aquello, el campo de teletransporte volvió a generarse e instantes después estaban en las montañas, en algún lugar de China, Cable señaló en una dirección y Max concentró sus poderes en ella, si, bajo tierra un gran complejo, con un potente generador geotérmico para alimentar sus defensas, blindados y helicópteros para defenderse... nada que no pudieran gestionar con facilidad, solo había que evitar que pidieran refuerzos.
Magneto se concentró, alterando el campo magnético lo suficiente para impedir cualquier transmisión de radio en varios de kilómetros, rompiendo también cualquier conexión por cable que los uniera con el exterior, la fibra óptica estaba muy de moda y no podía afectarla directamente, pero las protecciones y empalmes que necesitaba eran metálicas, así que fue fácil, igual que abrir las pesadas puertas blindadas, los soldados que se posicionaron rápidamente para proteger el complejo al parecer le tenían más miedo a sus superiores que a él, hacían mal.
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Tenéis aquí prisionero a un mutante, entregadmelo ahora y nadie tiene por que salir herido, dijo en un perfecto chino.
La respuesta de los militares no tardó en llegar, decepcionó un poco a Magneto pero no le sorprendió, cientos de proyectiles fueron disparados contra los mutantes, proyectiles que se quedaron suspendidos en el aire frente a ellos, un leve gesto de la mano bastó para que las armas escaparan de las manos de los soldados, cada arma apuntando a su antiguo portador.
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Última oportunidad, liberad a Polaris o morid.
La decisión de nuevo fue tomada rápidamente, desde una cobertura en el piso superior un soldado disparo un arma que Magneto no podría contrarrestar, el gobierno chino había invertido grandes suma en desarrollar armamento específico para protegerse de amenazas mutantes, entre ellas aquel tipo de láser, pero aunque Magneto no pudiera desviar aquel ataque estaba lejos de estar indefenso, el láser impactó sobre el escudo de Cable disipándose sin peligro.
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Así sea, dijo por último Max, las armas flotantes iniciaron su canto, aquello no fue una matanza, fue una masacre, las pocas armas que Magneto no podía controlar yacían inútiles en el suelo cuando sus portadores caían atravesados por balas que cambiaban de trayectoria tras atravesar sus blancos anteriores,
Mantened despejada la salida, dijo dejándose caer por el hueco del ascensor.
No podía reconocerlo ante Dominó y Cable, pero aquella exhibición de fuerza sumada a haber parado el reactor de la base y el campo para evitar las comunicaciones le estaba agotando, pero no quedaba demasiado, podía sentir el sistema de negación de poderes que mantenía a Polaris prisionera como una gran mancha negra en su percepción un par de pisos más abajo, en aquella planta apenas había hombres armados aunque seguramente las que hubiera serían diseñadas precisamente contra poderes magnéticos, Max retiró con facilidad las puertas cuando llegó ante la planta.
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¡Vuestros compañeros de arriba han cometido el error de atacarme! ¡nadie más tiene que morir! ¡entregadme a Polaris y nadie saldrá herido!Los científicos demostraron más cerebro del que habían exhibido sus compañeros militares, los defensores se retiraron y permitieron el paso hacia la zona de contención, pero Magneto no se confió, seguro que le tenían algo preparado, los generadores de emergencia de la base finalmente colapsaron lo que apagó el campo de negación en la prisión de su hija... pero aquella no era
su hija, era mucho más joven que la Polaris que él había conocido, tendría como mucho diez u once años, su cuerpo desnudo y sujeto a una especie de potro digno de la inquisición estaba lleno de cables, la ira creció dentro de Magneto ¿que mente enferma experimenta con niños?
Pero su ira pronto encontró un blanco sobre el que descargarse, un soldado protegido por una armadura cibernética entró en la sala, apenas podía percibirlo con sus poderes, al parecer los científicos chinos habían logrado algún tipo de aleación que repelía los campos magnéticos, pero el era Magneto, el señor del magnetismo, si había conseguido inmovilizar a T`Chala dentro de su traje tejido de vibranium nada construido por el hombre podría detenerle, el soldado disparó un chorro de plasma sobre el mutante que se arrojó a un lado para evitarlo y reuniendo todo el poder que le restaba se esforzó por controlar las moléculas de hierro de hombre dentro de la máquina, pero era tarde, demasiado tarde.
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¡¡NOOOOOO!!No había tenido fuerzas suficientes para crear una contención contra el plasma que le habían disparado, por eso lo había evitado instintivamente, pero el soldado en lugar de seguirle a él con el ataque como había esperado había dirigido su arma hacia otro blanco, la pobre niña agonizaba abrasada por el rayo que la había impactado, el olor de su carne quemada inundó las fosas nasales de Max, un olor que jamás olvidaría, un olor que se repetiría en sus peores pesadillas, abrazó lo que quedaba de su hija y trató de consolarla mientras esta exhalaba su último aliento, había muerto, ya no tenía por que contenerse, ya no quería contenerse, estos miserables ¡IBAN A PAGAR POR SUS CRIMENES!
Ni siquiera fue consciente de como lo hizo, pero su odio desatado le dio unas fuerzas que no creía poseer, su poder creció hasta unos niveles que solo había obtenido anteriormente usando dispositivos que lo potenciaban, no pensaba en nada, tan solo quería destruirlos, destruirlo todo, destruir este maldito lugar y a todos los seres que estaban relacionados con él, comenzó a atraer todo el metal hacia si mismo mientras sostenía el cuerpo inerte de su hija entre sus brazos, el metal formo finas láminas de micras de espesor y comenzó a girar en torno a él, triturándolo todo, el campo se expandía sumando el metal que iba encontrando a su paso hasta abarcar toda la base, ni siquiera pensó en lo que podría haberle hecho a Cable y Dominó hasta que sintió la mano de la mutante apoyada en su hombro.
El trozo más grande que quedaba de la base o de sus habitantes podría haber pasado por el ojo de una aguja y Magneto se encontraba débil, vacío, había consumido todas sus fuerzas en aquel acto inútil, no había servido de nada, apenas podía mantenerse en pie, Cable activó de nuevo su transportador y los tres regresaron a Genosha pero Max apenas era ya consciente de nada y no tardó en desmayarse, el esfuerzo lo había dejado extenuado.