Años de Omega |
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| Yo no busco... Encuentro. [Caín] | |
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Lorenzo Borgia Omega Universe
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Mensajes : 134 Fecha de inscripción : 09/11/2016
| Tema: Yo no busco... Encuentro. [Caín] 22nd Diciembre 2020, 11:45 | |
| [Proximidades del mercado Troll, Tarde. 22/12/2018]
Pronto se acercaban las navidades. La MKL había iniciado todos los preparativos. Solían decorar el castillo, pero eso era lo de menos, a pesar de su tamaño. Lo más importante eran los cursos, los seminarios, los viajes organizados y la partida de todos aquellos que habían empezado a buscar los medios para volver a su casa en navidad. Solían preparar traslados grupales utilizando las capacidades de los seres mágicos y otras entidades, pero muchos aún querían vivir la experiencia de viajar en medios más convencionales. Un grupo hasta había decidido intentar marchar con una caminata que, según su programación, terminaría con ellos llegando justo el día antes de navidad. Eran fechas complicadas para el español, porque echaba mucho de menos a su familia, pero le tocaba guardia en nochebuena y navidad. Había decidido invitar a quienes quisieran ir, pero su familia también tenía sus preocupaciones. Sólo le quedaba el alivio de saber que la entrada de año podría vivirla con ellos en su casa en Asturias. Si tenía suerte podría visitar a su Maestro Lesmes de Rocamora, y hacerles estupendos regalos para el día de reyes. Ellos no acostumbraban a intercambiar presentes en navidad. Aunque en la MKL solía hacerse así.
En el amigo invisible le había tocado Decibelio. Iba a sacarle los colores durante la cena a ese cabrón. Sólo pensarlo le hizo dibujar una sonrisa retorcida y divertida. Casi había encontrado los regalos para todos, pero quería regalarle algo muy, muy especial a su madre. La situación se le había complicado y no había podido ir a visitar los estados unidos salvo por trabajo del grupo de incursión. Nunca por placer. Había conseguido tener permiso para echar su día libre investigando en el mercado Troll. Si había algún sitio en el que podía encontrar lo que estaba buscando sería ahí, pero no le resultaría fácil.
Los tipos como él despertaban recelos entre las criaturas mágicas. A pesar de que muchos podían oler sin problema que su sangre era híbrida, muchos no se fiaban en absoluto de aquellos con apariencia humana. Eran capaces de ver a través del Glamour y sabían que no se trataba de un espejismo. En sitios como ese ser guapo se convertía en un inconveniente. Se habrían fiado más de alguien con doce ojos y doce pares de narices. Aunque no todo estaba perdido, lo más probable es que quien tuviera lo que buscaba fuese alguna criatura con actitud egoísta, pero no hostil. Gente que se aprovechaba del momento y el lugar oportuno, sacando ventaja de la situación. Buscaban enriquecerse, no hacer daño ni producir situaciones violentas.
Paseó por la ciudad mientras apuraba el cigarro que tenía encendido dejando que las volutas de humo saliesen deslizándose entre sus labios, convirtiéndose en hilos que desaparecían al contacto con la helada temperatura del exterior. El frío siempre le daba cierta somnolencia. Se le ocurrió que sería una buena idea tomar algo caliente y que le despejara las ideas antes de entrar, así que se adentró en una cafetería con la popular marca de una sirena de dos colas que había triunfado en el mundo. Lo más gracioso es que esa compañía pertenecía a un grupo de Lamias que habían sido lo bastante hábiles como para “sacar la sangre” de manera figurada a todos los que se habían cruzado en su camino. Bien por ellas.
- ¡Buenas! ¿Me pones un Gingerbread Latte tamaño venti y un bizcocho de plátano y nueces por favor? A nombre de Lorenzo. - dijo sonriendo a la joven barista, una chica como de veintitantos con una trenza de lado de pelo rubio, ojos marrones y con una sonrisa preciosa. Él le remitió otra y vió como se azoraba. Qué encanto. Sacó la cartera dándose cuenta de que no tenía efectivo en moneda americana. Suspiró frustrado por no haber caído en ello y sacó la tarjeta que usaba cuando salía del país. - Aquí tienes. Carga una buena propina, porque no traigo efectivo. - la chica se rió y luego le indicó que esperara al final de la barra. Miró el reloj. Podía dedicarle un rato . | |
| | | Caín DC Universe
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| Tema: Re: Yo no busco... Encuentro. [Caín] 3rd Enero 2021, 14:38 | |
| Alejado de las proximidades del mercado troll, el, de apariencia, joven detective acababa de tirar un cigarrillo electrónico a la basura; nunca pudo probar el tabaco y pensó que con estas nuevas tecnologías, su oportunidad acababa de llegar… una lastima que no le gustase en absoluto. Suspiro, mirando la papelera llena de basura mugrienta y de comida aún a medio comer y se echó el cabello hacia detrás con la mano, hoy tenía trabajo que hacer.
Era un detective privado y a diferencia de las otras personas con las que compartía profesión, él no temía inmiscuirse en… “asuntos mágicos”. Esta mañana le llamó una mujer, o algo que sonaba como una, pidiéndole que le ayudara a recuperar un colgante de por que le habían robado, todo muy normal hasta que le dijo dónde se escondía el ladrón; en el mercado troll. Otra persona habría colgado en ese instante al pensar que se trataba de una broma ¿Caín? No, él sabía muy bien a qué se refería esa "persona".
Él estuvo en aquel mercado hace más de catorce mil años, cuando aún se encontraba en el desierto del Sahara cuando aún era un hermoso y fértil paraíso. Aún recordaba la primera vez que estuvo ahí, lo bien que se sintió al ver a criaturas antiguas que no prestaban atención a la marca en su frente… sus visitas consecuentes no salieron así de bien; solo bastó un golpe, un choque con uno de los visitantes del mercado para que se iniciara una pelea y todos reconocieron quién era aquel hombre de la marca en la frente. Muchas de las personas con las que se encontró hasta ese punto le miraban con odio, rabia de ver al hombre que condenó a su especie ¿Las otras criaturas mágicas? Ellas le evitaban la mirada, rehuían de él como si portara una grave enfermedad… cuando se empezó a esparcir la verdad sobre quién era… dejó de ir a aquel mercado.
Y era una pena, porque de verdad que le gustaba visitarlo y hablar con los locales, incluso si a veces no se entendían los unos a los otros. Habría seguido un poco más la historia de ese mercado, cuando tuvo que emigrar cuando el hermoso paisaje del Sahara empezó a convertirse en un desierto, pero se distrajo con una faraona unos cuantos miles de años más tarde y… se le fue la cabeza, perdiendo todo contacto con el mercado y sus gentes. Sin embargo, por cosas del destino, el mercado volvió a encontrarle.
Lo que ahora se le venía a la cabeza eran varias incógnitas; la primera era donde encontrarlo, ya que su cliente solamente le dijo por donde estaba, pero no por donde exactamente lo que le creaba un puzzle mental al hombre de encontrar la entrada del mercado. La segunda era… ¿Podría entrar sin ser reconocido? Llevaba puesta una chaqueta negra con una capucha que se podía echar por encima, sin embargo eso no ayudaba mucho ya que su marca siempre era visible incluso en total oscuridad y ni siquiera un hechizo podría esconderla. Su última incógnita que le carcomía la cabeza era si podría entrar sin que causara un alborozo al ser “humano”, o al menos al parecerlo; cuando el estuvo por primera vez en el mercado, los humanos eran algo mas comunes antes de que se separaran de la magia completamente, pero hoy en día… le costaba imaginar entrar en el mercado sin que le parasen o le mirasen constantemente por su apariencia humana.
Encontraría la manera de superar esas incógnita y entrar en el mercado troll, la primera de todas era… su localización. Ahora mismo se encontraba dando vueltas por sus cercanías, buscando algo que resaltara en el paisaje pero, de momento, no tuvo mucho éxito así que se tuvo que parar en una cafetería y entrar para poder refrescarse el gaznate. Había mucha gente en el local, al parecer eran de una cadena muy famosa la cual él no conocía a pesar de poder jurar haber estado en ella antes
-Perdone- llamó a la camarera, tan educadamente como siempre -¿Me puede poner un vaso de agua caliente grande, por favor?- como escucho lo que dijo el hombre que vino antes que él, imitó lo que le dijo a la joven -A nombre de… C, si pudiera ser tan amable
La joven muchacha asintió y le indico que esperara detrás de la última persona que pidió antes que él. Puede que si hubiera pedido agua fría sin más se la hubieran dado al instante, pero el agua caliente conllevaba ser calentada lo que le haría esperar más. Bueno, al menos podría hacer algo de conversación con la persona que tenía enfrente
-He oído que el cafe de aqui esta muy bueno, pero nunca he podido probarlo- le dijo con una cordial sonrisa -no… no me sienta bien, por eso me pido siempre un vaso de agua
Eso y que si lo tomaba… pasaba lo que pasaba. Pero bueno, siempre era más fácil fingir una alergia o un malestar antes de contar lo que de verdad sucedía si el café tocaba sus labios. Con el té le pasaba algo similar y es que perdía todo el sabor, al menos al ser más agua que otra cosa aguantaba su forma líquida, solo que en vez de sabor ahora lo que tenía el agua era ese molesto polvo. Al entrar se había quitado la capucha, dejando ver su rostro al aire libre más por suerte se encontraba en Nueva York, ciudad famosa por estar llena de gente que pasaba de los demás completamente, lo que hizo que nadie se fijase en su marca… al menos de momento. | |
| | | Lorenzo Borgia Omega Universe
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| Tema: Re: Yo no busco... Encuentro. [Caín] 12th Enero 2021, 17:51 | |
| Estaba enfrascado en sus propios pensamientos cuando una voz tranquila y sosegada le hizo alzar la cabeza y encontrarse con un locutor inesperado. Había olvidado lo que era tener una charla casual. La gente de la escuela estaba acostumbrada a tener ese tipo de relaciones con sus compañeros y profesores, pero en américa no era tan habitual ese tipo de intercambios si no estabas en una fiesta o en otro tipo de ambientes. Le agradó bastante porque en su caso siempre consideraban que se pasaba de próximo. En alemania era alguien que incomodaba por sus formas cálidas y próximas, y Sieglinde se veía en la necesidad de recordarle que había diferencia entre la disposición y la formalidad. No se podía decir que fuese poco profesional, si no que le gustaba hacer las cosas de un modo mas "Latino" como solían llamarlo. Eso significaba cosas como presentarse con dos besos o un buen apretón de manos antes incluso de haber intercambiado los nombres.
El español miró al joven de piel morena y pelo negro. Se le antojó que parecía árabe o indio tal vez, aunque en su tono no se delataba ningún acento determinado. Le devolvió una sonrisa cortés mientras se retiraba para dejar pasar a una mujer que acudió a la barra en busca de una tapa para su café.
- La verdad, lo que dominan más son las especialidades de la marca, pero no diría que hacen el mejor café del mundo. Donde esté un buen "café de puchero" que se quite lo demás. - admitió con voz amable, refiriéndose al café en su lengua materna, mientras dejaba pasear su mirada por el local y volvía a su interlocutor. - la bollería tampoco está mal, pero es bastante procesada. Eso si, los bizcochos son estupendos. - guardó el ticket en uno de sus bolsillos mientras esperaba. - Me llamo Lorenzo. - saludó mientras esperaba la respuesta consecutiva a su presentación.
En una situación formal le habría ofrecido una mano, pero parecía un poco extraño un gesto tan formal en una situación tan distendida como esa. De cualquier manera era agradable tener a alguien con quien conversar. No es que tuviera problemas pasando el tiempo sólo, pero merendar en compañía siempre es más entretenido. Claro que no estaba seguro de que el hombre no tuviera prisa y hubiera realizado ese peculiar pedido para llevar. Pronto lo sabrían.
Controló la sala tratando de localizar alguna mesa libre, aunque en esa planta no había ninguna. Seguro que en la de arriba tendría mas suerte. | |
| | | Caín DC Universe
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| Tema: Re: Yo no busco... Encuentro. [Caín] 25th Enero 2021, 20:20 | |
| Miró a su alrededor en la cafetería, a los jóvenes que tomaban café y charlaban entre ellos, a los que tenían un portátil encima escribiendo el la próxima obra que se representará en los teatros de Broadway. Toda esa vida cotidiana, esas vivencias, esas experiencias… Cain nunca formará parte de ello y era algo de lo que estaba plenamente consciente; como las demás personas tenían una vida más plena que él, incluso si a comparacion no eran más que unos segundos.
Al menos sí que se podía permitir alguna charla venidera de vez en cuando. Una leve sonrisa apareció en el rostro del inmortal cuando le escucho hablar en español, vivió durante muchos años en España, vio el fin de la primera república y el comienzo de la segunda, sus ojos experimentaron los cuadros de Goya con la pintura aún fresca, cada vez que escuchaba a alguien hablar el hermoso lenguaje que era el castellano, le venian un monton de recuerdos
-Ah ¿Es usted… español, quizás?- pregunto, aunque por su acento se podía entender claramente que se trataba de alguien de españa -yo he vivido algunos… años en España, un sitio muy bonito
Se fue en el momento justo, cuando España aún era un lugar progresista, donde las mujeres tenían derechos y el unico problema era unos cuantos anarquistas aqui y alla, si se hubiera quedado más tiempo habría presenciado el ascenso al poder de uno de los generales más incompetentes de la historia, un hombrecito enano y bravucón que tuvo la suerte de llegar al poder en una sangrienta guerra civil. Caín no era extraño a las guerras ni a los conflictos; hacía ya miles de años vio como unos guerreros se abalanzaron a por un grupo en un río y masacraron a unas mujeres, a sus niños y a unos ancianos ¿Por qué? Nunca lo supo ¿Quiso intervenir?... En esa época, Caín era diferente y veía la vida de, digamos, otro punto de vista.
-Si, me han dicho que la bollería está buena, pero yo, esto… no puedo tomar azúcar, me sienta mal
Siempre tenía que tener una excusa preparada para cualquier situación, nunca sabía cuando su maldición podría entrar en juego… claro que algunas cosas eran más fáciles de explicar que otras ¿Que pasaba si le atropella un coche en mitad de la calle y él sale “ileso”, al menos físicamente, del accidente? Aún no le había pasado y tampoco esperaba que le pasara algún día, pero si se llegaba a ver la ocasión de que le ocurriera algo así… bueno, tendría que desaparecer por algún tiempo. El desconocido se presentó, su nombre le pareció hermoso y “exotico”, al menos comparado con los otros nombres de por aquí
-Encantado, yo soy Ca-se detuvo al instante; no podía ir soltando su nombre así como así, cuando trabajaba usaba el seudónimo “Detective C” y en su vida privada o social… para eso no tenia ningun seudónimo por que no tenia vida social, tuvo que pensar rápidamente un falso nombre con el que enmascarar su identidad -Kayle, me llamo Kayle… ¿Le importa que bebamos juntos? La compañía no hace mal a nadie ¿No?
Puede que el hombre no conociera quién era Caín, o quien sabe que a lo mejor hubiera conocido a otra persona con ese nombre, cosa que veía poco probable; era un nombre que poca gente quería para sus hijos sobre todo conociendo la historia que acarreaba. Al ver que en la primera planta no encontraron sitio para sentarse, subieron a la segunda donde una mesita para dos estaba libre al lado de la ventana con una planta que la adornaba, como era de esperar Caín se sentó en la silla mas alejada de la planta vaya ser que tuviera un roze tonto. Lo que no sabía es que su vaso, que era de papel pero con una capa de plástico protectora, para evitar fugas, lo que le permitía sujetarlo, no tenia esa capa protectora en los bordes por donde se bebía; en cuanto sus labios tocaran el vaso, se desintegraría el papel dejando solo el fino plástico… de momento, gracias a dios, estaba más ocupado hablando con Lorenzo que probando el agua
-¿Es usted de por aquí? Yo… bueno he viajado mucho, pero...-se quedó un momento pensativo, buscando una manera de hacerle esa pregunta -No… ¿No sabrá de un mercado donde se venden cosas “extrañas”? Soy detective y, bueno, es parte de un caso | |
| | | Lorenzo Borgia Omega Universe
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| Tema: Re: Yo no busco... Encuentro. [Caín] 22nd Febrero 2021, 03:04 | |
| No puedo evitar que le sorprendiera el hecho de que hubiera clavado a la primera su procedencia. La mayoría de personas americanas que le conocían solían preguntarle si era mexicano y cosas por el estilo. Escuchaban campanas pero no sabían muy bien donde. En el peor de los casos, cuando contestaba que no y que procedía de españa, solían decirle que era casi lo mismo, puesto que el país estaba lindando la frontera con México por el sur. Algo que siempre le daba ganas de dirigir la conversación hacia cualquier otro tema.
- ¡Pues sí! La verdad es que ha acertado. - sonrió con calidez, mientras dirigía una mirada distraída al camarero que estaba de espaldas preparando sus pedidos. - Oh si, es impresionante. Hay de todo, y en cada pueblo por pequeño que sea siempre hay algo que ver. Es mágico. - aunque en realidad casi se refería al sentido más literal de la palabra.
En su España natal aun quedaban grandes espacios para la magia, las criaturas mitológicas y un sin fin de lugares místicos en los que en la actualidad se podían presenciar apariciones de lo mas variadas. Desde pequeños gestos hasta visiones. Lo único que había que hacer era saber dónde buscar.
- ¿Puedo preguntarle por dónde ha vivido? Yo soy norteño. De Asturias. ¿Alguna vez ha ido por esa zona? - siempre era interesante charlar con la gente que había visitado el país, aunque fuera en viaje de places. Compartir y conocer sus impresiones siempre era entretenido.
- Yo no debería tomarla tampoco. Pero no siempre puede uno reprimir la llamada del pecado, ¿verdad?- le dio un suave codazo cómplice, un gesto muy leve pues no quería resultar demasiado confiado. - Pues encantado de conocerte, Kyle. ¿Te importa si te tuteo? Me parece mas agradable si vamos a compartir una mesa juntos. - justo en ese momento la camarera dijo sus nombres en voz alta, depositando luego en el fondo de la barra su pedido. Localizaron una mesa libre en la segunda planta y se colocaron junto a la ventana en dos sillones de piel envejecida. Dejó el plato y el vaso sobre la mesa de madera, se retiró el abrigo que dejó doblado en el respaldo, y se sentó. El ambiente era relajado, la música de fondo suave y la luz muy agradable. Un sitio ideal para estar cómodo.
- Oh, no, que va. Vengo de manera puntual por negocios o por disfrute. En algunos casos los dos van de la mano. - se encogió de hombros con una sonrisa enigmática. - Aunque hoy estoy aquí en busca de algo especial. - cuando el hombre explicó lo que buscaba, a Lorenzo se le encendieron los ojos con renovado interés. - ¿Qué tipo de mercado? ¿Algo donde se hacen cosas a mano? - preguntó haciéndose el distraído, mientras empezaba a prestar mas atención a los detalles de aquel improvisado acompañante. - Bueno, eso depende un poco. ¿Qué consideras tu extraño, Kayle?- le preguntó aguardando la respuesta mientras sacaba el bizcocho de plátano y nueces y le daba un bocado, sintiendo su textura esponjosa y cálida, el aroma del plátano y el sutil crujido agradable de las nueces danzando en el paladar recordándole porqué a veces merecía la pena dejarse caer en la dulce delicia de una pequeña tentación. | |
| | | Caín DC Universe
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| Tema: Re: Yo no busco... Encuentro. [Caín] 14th Marzo 2021, 21:06 | |
| El acento español de España era muy diferenciable de los acentos de otros lugares del mundo en el que se hablaba el castellano y Caín, que no solo sabía hablarlo si no que estuvo viviendo con sus parlantes hace unos años, le era fácil identificar si alguien era de la pequeña península en el sur de Europa o se trataba de alguien del sur de américa, lugar que aún le quedaba por visitar pero con el que tuvo el gusto de hablar con gente proveniente de aquel continente. Aunque como estaba a punto de descubrir su compañero de charla, cuando vivio en España las cosas eran… muy diferentes
-Si, es un país mágico… estuve viviendo en la capital ¿Sabe? Valladolid era una ciudad hermosa
¿Por qué dijo Caín que estuvo viviendo en la capital llamándola Valladolid? Bueno, porque del 1601 al 1606 la capital de España fue, en efecto, Valladolid y a pesar de que Caín volvió a España en repetidas ocasiones, jamás leyó ni vio nada de que la capital la volvieron a poner en Madrid y no hablo con nadie que le corrigiera, por lo que, después de tantos años, seguía pensando que la capital no era Madrid, sino Valladolid. La conversación continuo sobre España y Caín estaba mas que dispuesto a hablar sobre un pais que el consideraba la mar de interesante, a pesar de confundir su capital
-Como ya le he comentado, estuve viviendo por la capital, pero también he vivido por Almería, Sevilla… espere que no me acuerdo del nombre… ¡Ah, si! Estuve un tiempo en Cuenca, un sitio precioso- tuvo que negar con la cabeza cuando le pregunto si estuvo por el norte -He de confesar que me he dejado un poco sin explorar el norte del país, yo es que no puedo con las temperaturas frías
Donde pasó la mayor parte del tiempo, donde nació, era el continente africano y la verdad es que frío lo que se dice frio ahi no hacia; era un continente la mar de cálido siendo sus temperaturas más frías reservadas para lugares de alta montaña, por eso el se sentía más a gusto en lugares cálidos o que al menos tenían veranos más cálidos que el norte de, no solo España si no el de muchos otros lugares del mundo
-Claro, sin problema, siempre que yo pueda hacer lo mismo, Lorenzo
Sonrió con una tenue sonrisa en tono de broma. La conversación en la mesa que ahora compartían se torció rápidamente hacia el trabajo que le hizo venir a aquella ciudad, si aquel hombre tenía algo de información, había visto algo por la zona, le sería de gran ayuda. Claro que cuando le dijo que venía de manera ocasional, pensó que sería mejor no hablar del tema… pero bueno, no tenía nada que perder
-Bueno, si… cosas a mano, cosas…- no sabia como explicarlo sin parecer un loco, tenía pleno conocimiento de que no todo el mundo sabe que la magia existe de verdad -verá… no puedo comentarle mucho por la naturaleza del caso- cuando no sabes que decir, lo mejor es mentir -¿No ha visto a nadie de aspecto extraño? Gente desaparecer y a aparecer por la zona
Cuando Lorenzo le pregunto que era “extraño” para él, se tuvo que pensar la pregunta unos segundos, pero cuando fue a contestarla cometió el error de ir primero a beber un poco del agua que se acababa de pedir
-¿Qué considero yo extraño? Pues…
Levantó el vaso con la mano, se lo llevó a los labios y… ni siquiera pudo dar un sorbo; en cuanto el papel toco sus labios empezó a desintegrarse ante la atenta mirada de Lorenzo, cada fibra de papel del vaso se convirtió en un polvo negruzco y grisáceo que no se esparció por todo el local gracias a que la fina capa de plástico seguía guardando el líquido en su interior, pero no por mucho tiempo ya que temblaba con el más ligero movimiento.
En un segundo de absoluto pánico, Caín se giró hacia la planta y tiró el vaso en ella, viendo como el plástico se rompió casi desapareciendo. Se giró hacia Lorenzo, con una sonrisa nerviosa en el rostro
-Algo… algo como eso- se rio de manera nerviosa, pasándose la mano por la frente suavemente, carraspeo un poco intentando no perder la compostura que le quedaba -lo siento es… es un poder que tengo, soy un mutante, un “metahumano ¿Lo entiende no? Nada de lo que preocuparse
Se levantó de la silla con rapidez
-Discúlpeme pero… he de terminar mi trabajo lo antes posible, ha sido un placer haberle conocido, Lorenzo- hizo una rápida reverencia -espero que volvamos a encontrarnos
Como una bala, desapareció del local, deteniéndose en la puerta de este, frotándose de nuevo la frente con el índice y el pulgar; no se podía creer el fallo que acababa de cometer, gracias a dios que nadie más parecía haber visto los sucedido. No podía ir por ahí enseñando a todo el mundo quien era en realidad, no sabía cuál iba a ser el resultado… era una pena, ese tal Lorenzo parecía una compañía más que agradable | |
| | | Lorenzo Borgia Omega Universe
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| Tema: Re: Yo no busco... Encuentro. [Caín] 28th Mayo 2021, 02:05 | |
| Entornó los ojos con sutileza durante un instante cuando mencionó eso sobre España. Era posible que hubiera cometido un error, aunque la realidad era que Valladolid y Madrid apenas se parecían en nada a la hora de la pronunciación. Era común que la gente olvidar las cosas pasado un tiempo, o confundir lugares extranjeros entre ellos. Sobretodo cuanto más ajena resultaba la cultura del lugar. A él le había pasado en varias ocasiones durante sus viajes a oriente, donde los lenguajes tenían una musicalidad particular y la entonación hacía que las palabras cambiaran su significado y se confundieran si no estaban pronunciadas de una manera exacta. Resultaba mas evidente para los lugareños, que no dudaban en tratar de ayudar, aunque a la larga siempre había algo de raro en su dicción. Por otro lado el que fuera su mentor, Lesmes de Rocamora, había insistido mucho en enseñarle la historia "no tan conocida" de su país. Decía que una cantidad enorme de eventos históricos en realidad tenían de fondo cambios en la afluencia de criaturas mágicas, tanto en su número como en su comportamiento, y que los que no estaban profundamente ligados con esas fluctuaciones, lo estaban por interacciones concretas entre ellas y los seres humanos de manera directa. Para su mentor, todo estaba relacionado de manera orgánica, alcanzando a veces un nivel de fantasía que rozaba la conspiranoia. Aunque era gracioso verle construyendo improbables escenarios que por otro lado, dada la magia sí podrían haberse dado a lo largo de los siglos. En cierto modo era como construir una mitología completa a base de investigaciones, sospechas y una buena dosis de imaginación. Valladolid había sido capital de España, pero no lograba recordar cuándo. Su mentor habría estado muy decepcionado. Se llevó su bebida a los labios y echó un largo y delicioso trago, disfrutando de los matices que las especias le daban. - Claro, siéntete libre de tutearme. - añadió al tiempo que dejaba el vaso sobre el posavasos de la mesa y cogía el bizcocho, al que le dio un comedido bocado. Escuchó las explicaciones del hombre. Así que era detective. Esperaba que no estuviera en algún caso retorcido como siguiendo a una exmujer o cosas así. Los americanos tenían un extraño sistema de justicia que permitía ese tipo de cosas. Si uno o examinaba detenidamente, ponía los pelos de punta. - Bueno, sería complicado percatarse de algo así. Esta ciudad está masificada por completo. Creo que si yo desapareciera de esta mesa ahora mismo ni siquiera tú lo notarías. - bromeó sonriendo, dando otro bocado. Luego se limpió la comisura con la servilleta. Lo que pasó a continuación hizo que sus ojos brillaran de curiosidad. Cuando el vaso tocó sus labios, el papel que envolvía su recipiente perdió la contextura. Su exterior se volvió negruzco mientras se desvanecía en el aire dejando pequeñas partículas, casi como si fuese ceniza. Por como se desarrolló la situación, podría apostar a que no se trató de algo premeditado. EL hombre se puso nervioso de inmediato, trató de excusarse y disimular echando el agua hacia una maceta, a la que no le quedó mas remedio que aceptar la improvisada ofrenda de agua caliente. La tierra comenzó a humear mientras se filtraba hacia las raíces. Lo más notable es que Lorenzo mantuvo la calma durante todo ese intercambio. Alguno de los dos debía hacerlo, puesto que Kyle parecía bastante alterado. - Tranquilo. No creo que nadie lo haya visto. - sugirió, dejando el bizcocho por un instante en el plato. Al tocarse la frente, se retiró parte del flequillo, permitiendo que el Español viera una especie de marca. ¿Tal vez un tatuaje? ¿Un símbolo? Fue algo fugaz, de modo que no le dió tiempo a ser capaz de diferenciarlo. Tampoco el hombre le dio más margen. Se levantó, se disuclpó e hizo una reverencia. - Oye, estas muy nervioso. ¿Porqué no te sientas un rato y te tranquilizas, antes de continuar con el caso? - su ofrecimiento no sirvió para nada. El joven agarró sus cosas y se dirigió a la puerta, saliendo por ella como alma que lleva el diablo. Lorenzo le siguió con la mirada hasta verle desaparecer con el característico sonido de la campana sobre la puerta del establecimiento. Luego volvió a mirar hacia delante. Observó la marca húmeda que el vaso había dejado en la mesa. La tierra de la maceta estaba dejando de humear poco a poco. Él entorno los ojos, cavilando. - Mmm...- dijo para si, dirigiendo ambas comisuras hacia abajo, antes de dibujar una sonrisa enigmática en su rostro. Se reclinó en su silla, y continuó con su merienda, tomándose su tiempo para disfrutar de su pequeño escarceo con el régimen. [-----] Unos minutos después, el hombre se arrebujó en su abrigo y avanzó por las calles de la ciudad. Al principio podría parecer que estaba paseando sin rumbo definido. Introdujo la mano en el bolsillo interior, sacó la pitillera de puros para asegurarse de que estaba a salvo, y la volvió a guardar. Luego, sacó de los bolsillos exteriores la metálica extrayendo un cigarrillo, encendiéndolo con un movimiento rápido de muñeca del zippo contra su pantalón. Lo apagó cerrando la tapa y asfixiando la pequeña llama en su interior. Daría un paseo de un par de manzanas, se distraería y después entraría en el callejón del matadero. Sólo había que colarse por la zona del congelador hacia la parte del subsuelo, y una vez allí, procurar seguir las indicaciones del Blasón Timbrador que mantenía a buen recaudo y le indicaría la entrada del mercado. Pensó durante un instante en el joven que había compartido su mesa por un momento fugaz y se preguntó si acaso la suerte les llevaría a encontrarse en el sitio mas insospechado. Por cómo hablaba, podría tratarse de alguien que estuviera en busca del mercado Troll. De ser así, podría tratarse de muchas cosas. Su mente se llenó de hipótesis mientras paseaba. ¿y si no era metahumano, si no mago?. Puede que se tratara de una criatura con un poder similar al de Zane, que fuese el resultado de un maleficio, un híbrido o que hubiera consumido alguna sustancia que le hubiera producido ese efecto. Tal vez quemazón. Negó con la cabeza desviándose hacia el amplio callejón, esquivando los cubos de basura que alguien había apilado en la esquina con la esperanza de que el camión de basura los recogiese después de habérselos saltado durante tres días seguidos. Inspiró el humo candente del cigarrillo, y lo dejó escapar con un largo suspiro. Puede que nunca llegara a averiguarlo. | |
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| Tema: Re: Yo no busco... Encuentro. [Caín] 23rd Julio 2021, 14:47 | |
| Ahí estaba de nuevo, huyendo de las consecuencias, huyendo del miedo de que descubrieran su identidad en público, de tener que volver a huir, a escabullirse entre las sombras de la historia, como llevaba haciendo desde hace milenios. Claro que, si hubiera conocido mejor a aquel joven castellano, a lo mejor podría haberle confiado su identidad, a saber… lo mejor era retirarse de allí lo antes posible antes de que él o alguien de aquella cafetería descubriese quién era, una pena la verdad; le habría gustado seguir hablando con aquel hombre.
Su trabajo tenía que continuar, encontrar el mercado troll para poder buscar el colgante robado, en su móvil tenía una foto para saber cómo era si lo encontraba en alguno de los puestos de venta del mercado, lo que no sabía muy bien es como recuperar el colgante ¿Le dejaría el vendedor llevárselo si declaraba que era robado? Hacía tanto que no visitaba el mercado que todo podría haber cambiado completamente, desconocía lo que se podía encontrar… si lo encontraba, porque de momento no tuvo suerte alguna.
Se paseo por los callejones, buscando alguna entrada que no se viera a plena vista, pero no hayo nada más que paredes húmedas y pegajosas llenas de grafitis y solo se chocó con cubos de basura y gatos que saltaban de ellos atemorizados por su presencia. Como la exploración no le obtuvo ningún resultado, paso a la siguiente fase que era preguntar por los alrededores a la gente de la calle o mejor dicho, a la gente que vivía en la calle; los vagabundos veían todo lo que pasaba por aquí, ya fuese humano o inhumano, seguro que ellos le podrían dar alguna pista de donde encontrar la entrada al mercado.
Aunque el problema seguía siendo el mismo que tenía cuando estaba hablando con Lorenzo ¿Cómo preguntarle a alguien donde encontrar un mercado troll sin sonar como un loco? Empezó preguntando si sabían de algún lugar en el que se vendían cosas extrañas, lo que no dio mucho fruto ya que la mayoría pensaba que se refería a drogas y cosas así, que si estuviese investigando algo sobre eso le habría servido la información que alguno de ellos le proporcionó, pero nada, seguía sin tener éxito ¿Y si preguntaba por algún pasadizo secreto? Eso ya si que no, cuando preguntaba eso ya era cuando se reían de él o le pedían que les dejara en paz.
Seguía sin tener resultados, por lo que ya estaba pensando en darse por rendido, de que fuera la primera vez que dejaba un caso sin resolver ¿Cómo podría resolverlo si ni siquiera era capaz de encontrar el lugar que necesitaba entrar para resolverlo? No podía ni pensar lo mal que se sentiría cuando le explicara la situación a su cliente, escuchar la decepción en su voz, la tristeza de haber perdido un objeto al que sentía cariño… por suerte el destino, que normalmente le hacía pasar penurias, estaba de su parte cuando, de lejos, vio al joven español caminar por la calle ¿Qué hacía él por aquí? No parecía el tipo de persona que paseaba por estos lares.
Su mente se iluminó aquel mismo instante y recordó cómo reaccionó el hombre a sus poderes, forzandose a olvidar su huida de la cafetería para recordar su reacción y si no recordaba mal, no reaccionó como lo haría cualquier otra persona, se mantuvo tranquilo… juntando eso con el hecho de que estuviera en un lugar como este le hacían preguntar si estaba acostumbrando a este tipo de cosas sobrenaturales, que puede que fuera uno de esos mutantes y por eso no se sorprendió tanto al ver lo que sucedió, pero… ¿Y si no? No le quedaba otra, tenía que volver a hablar con el
-¡Perdone, caballero!- alzó la voz mientras se acercaba al hombre -¿Lorenzo, verdad? Soy el de la cafetería, perdone por haberme ido tan repentinamente, pero…- se quedó pensativo unos instantes, pensando en si debía preguntárselo o no pero… no, tenía que hacerlo, no le quedaba otra -Le he visto por esta zona y me ha hecho sospechar… ¿Usted sabe donde encontrar la entrada al mercado troll? Necesito entrar para mi caso, pero la ultima vez que estuve en el no se encontraba en esta ciudad, así que me es imposible encontrar la entrada
El español se giró sobre sus pies para encontrar al joven de la cafetería. Parecía más tranquilo ahora que cuando se había ido tras el numerito del vaso. Le hizo la pregunta sin miramientos y eso sorprendió al estudioso de la magia una vez más. Uno no suele ir preguntando por cosas como esas si no las conoce de antemano. Y menos con esa precisión.
- ¡Bueno! Hola otra vez - le sonrió- antes de contestar a tu pregunta, responde a la mía. ¿De que conoces el mercado troll?
tal vez solo lo hubiera leído por ahí, y se tratara de uno de esos cazadores de mitos, estudiosos de lo paranormal, o algo así. Si ese era el caso meterle en el mercado troll podía llegar a ser un problema, y quería estar seguro de con quién estaba tratando.
Ahora estaba en una encrucijada; ¿Qué le podría decir a aquel hombre para convencerle de que le llevará hasta el mercado. Podría decirle que era detective, pero no tenía pruebas como para demostrarlo, a lo mejor le convencía diciéndole que estuvo en el mercado antes de que fuera trasladado de su ubicación, pero aparte de donde estuvo antes hace miles de años, no conocía ninguna de sus otras ubicaciones… se quedaba sin opciones, mirando al hombre que esperaba su respuesta… cuando sucedió lo de la cafetería, él no pareció impresionarse demasiado, puede que… puede que pudiese confiar en el
-Mi nombre es Caín… supongo que no tengo que explicarme más- suspiró, pasándose la mano por el cabello dejando a Lorenzo ver su marca al completo -Estuve en el mercado hace miles de años, cuando aún estaba en lo que ahora es el desierto del Sahara… pero ahora necesito entrar, un caso de un colgante que han robado y cuyo dueño piensa que podría haber sido traído hasta aquí
Sacó su móvil y le enseñó el colgante, que tenía un aspecto élfico o al menos no tenía aspecto de nada hecho por un humano
-¿Me ayudaría usted, si es tan amable, a encontrarlo? No creo que el mercado este igual desde la última vez que lo vi y… a lo mejor necesito un guía | |
| | | Lorenzo Borgia Omega Universe
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| Tema: Re: Yo no busco... Encuentro. [Caín] 13th Mayo 2022, 17:00 | |
| Cuando dijo aquel nombre, de no haber estado dando una calada al cigarrillo, le habría salido una risa sarcástica. Si, claro. Caín. El sentido del humor de la juventud se estaba volviendo de lo más retorcido. En ese momento, el joven se retiró el azabache mechón de pelo que cubría de forma cuidadosa y estudiada la frente, dejando ver la marca que pareció encajar en su cerebro con la meridiana claridad de la última pieza perdida de un puzzle inacabado. Conocía la marca, como conocía un sin fin de runas, lenguajes, señas, pengas, trietarios, y otro millar de cosas simbólicas que diferentes razas habían usado durante los siglos para comunicarse. Reconocerla sin contexto habría resultado muy difícil, ya que en su mente se acumulaba toda una librería que habría podido malinterpretar con cualquier otra. Siempre que estudiaba algún símbolo debía hacerlo con detenimiento, algo que por la rápida interacción que habían tenido resultaría imposible. Aquello hizo que el español expulsara la bocanada de humo de golpe, mientras su mirada se tornaba intensa y su expresión sorprendida. Le contempló en silencio durante unos segundos interminables, considerando lo que debía hacer a continuación.
Era demasiada información para asimilarla de golpe y aunque él tenía una mentalidad abierta, procuraba no juzgar y aceptar las cosas tal cual vinieran, algo en lo que había hecho hincapié a su manera su maestro Rocamora, en ese momento se estaban tratando palabras mayores. Una cosa era ver por primera vez una sirena y tratar de encontrar el modo de aceptarla procurando también sobrevivir. Otra que te presentaran en persona al Dios Anubis y tuvieras que estrechar la mano a la Deidad Chacal, como si aquello fuese algo mundano.
Caín, el bíblico, el primer pecador. El asesino.
El mismo que, según muchas culturas, había dado origen a una de las razas de los inhumanos más reconocida en la cultura popular, conocidos como vampiros. ¿Podía tratarse de la misma persona? De ser cierto, no podría contenerse a la hora de preguntar. No siempre tenías la opción de tener una fuente tan pura de información de primera mano. Desaprovecharla habría sido todo un desperdicio.
El español recortó las distancias con el joven, aproximándose mientras le explicaba sus motivos para aventurarse dentro del mercado troll. Resultaba surrealista. ¿A eso se dedicaba el primer asesino de la historia? ¿A resolver pequeñas investigaciones de objetos perdidos?
Contempló sin especial interés la foto del colgante, de manera superficial. Una obra labrada por manos no humanas, de seguro. Ninguna criatura que no poseyera una fuerza natural mágica o una artesanía versada durante siglos podría dar lugar a una pieza semejante. Las pequeñas piedras cristalinas parecían flotar sobre los filamentos que rodeaban el núcleo. Los humanos no habían desarrollado una tecnología que permitiera hacer tal cosa sin partirse.
Volvería a ello mas tarde. Ahora, lo único que quería, era ser capaz de inspeccionar con más detalle al individuo que tenía delante, tomándose el tiempo que fuera necesario.
- ¿Puedo?- preguntó con un tono de voz relajado y cálido, como el que había mantenido cuando se habían conocido. Elevó con suavidad la mano llevándola con extrema delicadeza a la frente del hombre, y usando apenas la yema arrastró el flequillo hacia arriba, haciendo que la suave y densa melena negra se arrebolara a mechones sobresaliendo entre sus dedos. Depositó esa caricia hacia la sien del hombre moreno, dejando que el espacio entre su pulgar y su índice enmarcaran el espacio en el que se mostraba la marca, con extrema claridad. La observó con detenimiento, analizando su forma. Él pareció tensarse bajo su contacto. Recordó lo que le había hecho al vaso de papel, pero por alguna razón que tal vez tuviera que ver con su ego y nada más, no se sintió intimidado por eso. - Pensé que era un tatuaje o algo así. - comentó en voz alta, mientras su pulgar comenzaba a recorrer la forma sinuosa de la marca, tratando de confirmar si tenía algún tipo de textura, cicatriz, o algo que pudiera delatar que se trataba de algo más humano que lo que él pretendía. La piel era suave, y desprendía un color antinatural, incluso para un tatuaje mágico. - Resulta... sobrecogedor. - susurró para sí mismo, antes de retirar la mano, para tranquilidad de su interlocutor.
El cigarro a medio consumir que quedaba en su otra mano dejó caer una hebra de ceniza, antes de que volviera a dirigirlo hacia sus labios. Notó el tranquilizador sabor del humo descender por su garganta. Eso le ayudó a pensar.
- Bueno. Vamos entonces. - giró sobre sus pies, y comenzó a andar hacia el callejón, por la ruta que reconocía, sin necesidad de usar el artefacto mágico aún. - Oye, ¿te importaría responder un par de preguntas? Es que, como entenderás, esto me genera mucha curiosidad.- añadió, con actitud relajada. No quería resultar intrusivo pero tampoco quería dejar pasar una oportunidad como esa. - ¿Porqué estas buscando ese collar?- era más fácil que empezar con “Qué es lo que haces vivo a estas alturas”. - No quiero hacerte sentir incómodo. Si lo prefieres podemos hacer el resto del camino en silencio, y tenemos la fiesta en paz, como suele decirse en mi tierra. No querría ponerte en una posición comprometida. - sería una lástima, pero lo aceptaría. | |
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