Los mercenarios apilaban caja tras cajas llenas de armas que tenían que llevar desde Alemania hasta los países bajos de contrabando. En el contrato especificaba que una vez se pararan por la noche revisaran el armamento para comprobar que no habían sufrido daño alguno, los hombres trabajaron con determinación mientras el líder, un hombre fornido, con tatuajes y pinta de tipo duro, descansaba sentado en un tronco enfrente de una fogata con la tienda de campaña que sus hombres habían montado detrás suya, ellos dormirían al aire libro ¿El? A el le gustaba estar bajo techo. Sus ojos miraban al fuego y sus manos sujetaban un botellín abierto de cerveza cuando, como por arte de magia, la figura de un hombre se materializó delante del fuego, haciendo que los hombres que aún llevaban cajas las dejasen caer al suelo y pasasen a apuntar al desconocido con sus propias armas. Con un solo vistazo, el líder supo de quién se trataba ese desconocido que ante él se presentaba, no pudo evitar sonreír
-Vaya, vaya… pero si es mi querido hermanito- sus palabras sonaron sarcásticas,levantó su mano izquierda en el aire para que sus hombres se fijaran en ella
Спусти оружје, он је мој братSus camaradas, que entendieron sin problema el comando de su líder, con alguna que otra mirada de desconfianza hacia el hombre que acababa de llegar, bajaron las armas y siguieron con sus tareas. Los ojos de los dos hermanos se encontraron, si las miradas matasen ambos estarían muertos… muertos si no fueran unos mutantes con el único poder de regenerarse. El líder del grupo de mercenarios se levantó, bebió lo poco que le quedaba de cerveza y la lanzó entre los árboles
-Hace diez años que no nos vemos… ¿A qué se debe esta inesperada visita?Se fijó en que aspecto llevaba su hermano y se dio cuenta de que algo sucedió; el agujero en su camisa, los ojos temblorosos y el pelo alborotado, puede que llevará sin ver a su hermano diez años, mas aún sabía cuando algo iba mal con tan solo mirarle
-Hola, Marek- su mirada era fría y combinada con su ceño fruncido le daban una expresión de molestia al pronunciar ese nombre
-Tenemos que hablar- miró a su alrededor, demasiados ojos y oídos desconocidos
-En privado.Su hermano mayor se giró para abrir la tienda, haciéndole una señal con la mano para que entrase. La tienda de color verde camuflaje tenía dentro una mesita con su correspondiente silla, un saco de dormir lo suficientemente grande como para caber el corpulento hombre y una nevera portátil llena de cervezas y otras bebidas alcohólicas. El mayor de los dos se sentó en la silla y apoyó los pies en la mesa, cruzándose las piernas e inmediatamente se pasó los brazos por detrás de la cabeza, cruzandolos también
-Mi tiempo es oro ¿Que quieres?El menor fue directamente a la nevera portátil, se sacó una de las cervezas checas de su interior y tras abrirla se la bebió de un trago ante la atenta mirada de su hermano. Cuando terminó tiró el botellín con fuerza al suelo, rompiéndose en mil pedazos
-Es sobre MarthaMarek arqueo una ceja, descruzo piernas y brazos y en su cara apareció una media sonrisa sarcástica
-¿Martha? ¿Nuestra sobrina? Yo pensaba que querías mantenerla alejada de mi ¿No?- de su bolsillo sacó una bayoneta y empezó a hacer maniobras con ella
-Que era un monstruo y que no querías que se pareciera a mi ¿Me equivoco?Borja apretó sus puños con fuerza, aun recordaba el dia que le dijo a su hermano esas palabras como si fuera ayer; en el funeral de su hermana, justo después de mandar a Martha a esperar en el coche, también le dijo que no le volvería a ver nunca, pero...ahí estaba, delante suya
-Se lo que dije y lo mantengo, pero eso no es lo importante- dio un manotazo a la mesa, colocando sus dos manos para apoyarse en ella, con los brazos rectos y la espalda encorvada
-Se la han llevado, Marek, unos demonios se la han llevado
La reacción que cabría esperar del “nuevo” tío de Martha era sorpresa, miedo, enfado, poder no… risa. El corpulento hombre se empezó a reír en la cara de su hermano, carcajadas tan fuertes que sonaron por todo el bosque, ahuyentando a los animales que en él se encontraban. No se reía porque él no creyese en los demonios, en absoluto, su razón de reír era distinta. Borja mantuvo la boca cerrada, el ceño fruncido y los puños apretados, aguantando las ganas de darle un puñetazo en la cara a su hermano
-Si que has resultado un excelente cuidador- dio un giro a su cuchillo con los dedos y se lo volvió a guardar de golpe en el bolsillo
-Martha está muerta y todo por tu culpa… espero que estes orgullosoBorja apretó los dientes, las ganas de golpear a su hermano crecía mas y mas con cada palabra que salía de su boca, sin embargo, se aguanto las manos y suspiro para tranquilizarse
-No está muerta- pronunció seriamente, clavando sus ojos en los de su hermano
-La querian para algo, un ejército o algo asiEsto último volvió a captar la atención de Marek, que dejó de reírse para adoptar un carácter mas serio
-Un ejército… bueno ¿Y que me quieres decir con todo esto?- se crujió los dedos produciendo un sonoro ruido
-¿Que eres un inútil que no pudo proteger a su sobrina y ahora un ejercito de demonios va a conquistar la tierra?Que le llamase inútil fue la gota que colmó el vaso, Borja le proporcionó un rápido puñetazo en toda la nariz a su hermano el cual, debido a la diferencia de fuerza entre ellos dos, ni se inmuto mientras que su puño tembló de dolor, no pudo evitar soltar algunas palabras malsonantes mientras se sujetaba el dolorido puño
-O acaso… o, ya se porque has venido- una sonrisa engreída hizo presencia en su rostro cuando por fin encontró la razón de la visita de su hermano mientras se frotaba un poco su nariz golpeada
-Quieres que te ayude a traerla de vuelta ¿No?Borja asintió con la cabeza. Marek se levantó, tirando la silla al suelo al hacerlo y comenzó a dar vueltas por la tienda, con los brazos cruzados
-Yo no puedo hacerlo solo, se que llevamos diez años sin hablarnos y mas de veinte sin trabajar juntos pero- volvió a suspirar
-Martha se lo mereceMarek le miro, él también pensaba que su sobrina, a pesar de que no sabía nada de ella, era merecedora de que los dos hermanos enfrentados se dieran una tregua ya que, tras ese aspecto de tipo de duro, aún echaba algo de menos a su hermana y Martha, su sobrina, era lo único que le quedaba de ella
-Acepto- le tendió la mano,la cual Borja tomo para firmar el acuerdo
-Salvemos a nuestra sobrinaBorja afirmó con la cabeza
-Y después tú vuelves a desaparecer de su vida y de la mía ¿De acuerdo?Marek retiró su mano, con una media sonrisa en el rostro se la paso por la nuca, rascandosela
-Si que eres duro negociando… de acuerdo, pero ¿Que vas a hacer cuando ella se entere de quién eres, eh?- esta vez fue Borja el que arqueó una ceja en desconcierto
-Tu pasado, tus "trabajitos", todos esos muertos que pesan sobre tus hombros, tus nombres falsos… ¿Que crees que pensara ella?Borja agacho la cabeza, pensando por unos segundos como responderle a su hermano; la pregunta no era fácil. Tanto él como su hermano tenían un pasado oscuro que si las autoridades lo conocieran podrían ser enviados a la cárcel de mas alta seguridad del planeta, sin embargo había una diferencia clave entre ellos dos; uno estaba arrepentido y rehuía de su pasado, el otro aún seguía viviendo en el
-Tendrá que entenderlo… lo entenderáAfirmo seriamente. Unos segundos de silencio pasaron tras estas palabras del hermano menor antes de que una risa del mayor lo rompiera
-Lo que tu digas hermano, pero te recuerdo que la sangre de los Kostka corre por sus venas… ya sabes a lo que me refieroFrunció el ceño, sabía muy bien a lo que se estaba refiriendo. A el le paso cuando era mas joven, a su hermana nunca le sucedio y a su hermano aun le estaba pasando; los Kostka siempre se tenían como personas superiores a los demás, era algo que les venía de familia y no podían evitar sentirlo. Su hermana pudo evitar sentirse así siendo feliz con su marido y sus dos hijas, el cambio de parecer cuando vio como su hermano torturó a un joven, como si de aquellos hombres que asesinaron a su padre y violaron a su madre se tratasen, y hablando del rey de roma, su hermano… aun tenia ese pensamiento de que él y su hermano eran mejores que el resto de personas del planeta, aun así Martha no parecía sentirse así y su tío no sabía muy bien porque. Tenía teorías, pero ninguna estaba lo suficientemente comprobada como para ser cierta… solo el tiempo dirá si su sobrina es una Kostka de pura cepa o no.
Marek se armó con su bayoneta y una pistola de gran calibre que se guardó en una funda en el cinturón. Se colocó el chaleco antibalas, se apretó las botas y se frotó las manos
-¿Cual es el plan, hermano? Joder, nunca pense que volveria a decir esas palabrasSus palabras sonaron mas sarcasticas e ironicas que cualquier otra cosa, Borja frunció el ceño, ajustar las manecillas de su reloj y antes de teletransportarse puso su mano en el hombro izquierdo de su hermano, haciendo que este se teletransportara al mismo tiempo que e, en un segundo llegaron al piso de Martha, con el agujero aún adornando la pared. Marek se sujetó la cabeza y tambaleó unos pasos, aturdido por el inesperado viaje
-El plan es que tu me esperes aquí- volvió a ajustarse las manecillas del reloj
-Yo hare un reconocimiento de los alrededores para ver si encuentro algún rastro de Martha
Y Borja volvió a teletransportarse, esta vez solo, al lugar en el cual había aterrizado. Si habia alguna pista que le llevase ante Martha, debería de estar por ahí. Marek le hizo un sarcástico saludo de soldado con los dedos antes de que se fuera y se sentó, apoyándose en la pared que aún se encontraba firme al lado del gran agujero, esperando a que la jaqueca del viaje se le fuera de una vez por todas, era dura incluso para su poder regenerativo. Sacó su pistola y con el cañón se rasco la frente, que sudaba por el cambio en temperatura que era un bosque en Alemania a Nueva York. Una leve sonrisa adorno su recio rostro
-Just like old times- Traducciónes y aclaraciones:
La primera frase dice "Bajad las armas, es mi hermano" y la última "Como los viejos tiempos". La conversación entre los hermanos esta en cursiva porque estan hablando en su idioma natal.