El corazón del silencio [29-03-2019][Autoconclusivo]

En el corazón del silencio, en lo más profundo de la noche, sentado en las sombras de la habitación del hotel de París al que nunca acudiste, me pregunto dónde estarás ahora.

En una fiesta de la fundación Wayne, o de patrulla en Gotham. O quizás, al igual que yo, estés pasando la noche en el silencio triste de tu habitación. ¿Quizás estés pensando en mí?

Llegué hasta tu alma con una canción. Te entregué mi corazón. No fue un amor fácil. No fue un amor sencillo. Los dos éramos almas torturadas y dañadas, y tuvimos que hacer frente a numerosos obstáculos. Pero siempre, tras cada nuevo reto, nuestro amor crecía y se fortalecía.

Recuerdo nuestra primera gran discusión, después de que el robot Ultron asediara Gotham. Tomé una decisión equivocada y tú me hiciste darme cuenta de mi error, encendiendo el fuego de la pasión que anidaba en nuestro interior. Y el amor, lejos de extinguirse o resentirse después de aquello, se hizo fuerte y creció.

Durante dos meses y 14 días brilló el sol en nuestro mundo hasta que, de repente, una noche terrible se abatió entre los dos, cubriéndolo todo con su fría oscuridad.

No fue lento, no fue progresivo. Sucedió de repente, tan intenso y ardiente como había sido todo entre los dos. Los ignorantes, los que no entienden, podrían decir que todo fue culpa tuya. Al fin y al cabo, fuiste tú la que me dejó. Pero yo creo que también fue por mi culpa. Quizás no te dejé lo suficientemente claro desde el primer momento cuán maravillosa, especial y única eras. Cuánto disfrutaba cada minuto que pasaba contigo. Lo irreemplazable que eras.

¿Quién hubiera podido predecir que ésto ocurriría? Sobraba tanto amor... Lo nuestro fue demasiado bonito para éste final. Ahora, las sombras de la habitación, esas sombras que anuncian mi soledad, se arrastran por las paredes, extienden hacia mí sus dedos gélidos, me roban la visión. Y me llevan consigo. Y el silencio se convierte en la música de mi corazón.

Allá, en lo más profundo de la noche, sentado en las sombras de la habitación de ese hotel de París al que nunca acudiste.

Nunca te olvidaré.