Life in the city, is out of control (Libre)

Decir que Steph se había adaptado bien a Omega era, por decirlo finamente, una falacia.
Daba igual el tiempo que pasara desde la colisión, la gente conocida que se encontrara o lo bien que se estuviera llevando con unos u otros, incluso que hubiera rehecho su vida, se cambiara de carrera a enfermería, que le entusiasmaba, o estuviera haciendo casi todo lo que su mundo no le había permitido y este sí, aún así no se adaptaba a Omega.
Era esa sensación de pinchazos en el pecho cuando en las noticias salía alguna imagen de Batman y su Robin, o el malestar en el estómago cuando buscando cualquier cosa en el móvil daba con esas selfies con Cass o Kara que no había sido capaz de borrar o la sensación de soledad total que tenía cuando patrullaba y en el canal abierto no se oía a Damian quejarse...
Damian.
Se preguntaba seriamente si en aquel universo Damian existiría.
Quizás más adelante tendrían que enfrentarse a él porque nunca se había alejado de su madre y seguía la senda de la Liga de Asesinos.

Normalmente no pensaba en ello. Prácticamente ya había abandonado toda esperanza de encontrar algún modo de cambiar todo aquello (no la había perdido del todo, obviamente, su punto fuerte siempre había sido la esperanza) pero ya no era una búsqueda constante de cualquier pista o indicio como al principio, ni la sensación de subidón cuando daba con cualquier cosa mínimamente relacionada (seguida de la decepción al darse cuenta de que era todo una falsa ilusión).

Pero... había leído en un foro de las zonas más sórdidas de internet sobre una especie de culto que se reunía en Gotham y, al parecer, tenía algo que ver con aquella convergencia de mundos. Era la única pista mínimamente tangible que tenía desde... a saber, pero el problema era que en el foro (y en todo internet) no había más información al respecto. Había rastreado el origen del mensaje hasta dar con un ciber-café que tenía pinta de todo menos de legal y los últimos días había estado yendo al café (como Stephanie Brown) para intentar recuperar información de la persona que hubiera publicado el mensaje y dar el siguiente paso.

Aquella noche estaba allí, con el café extrañamente lleno para ser un viernes por la noche, usando todos sus conocimientos de informática y hackeo para tratar de extraer la información del ordenador cuando la puerta dio un golpe fuerte y algún imbécil que había visto demasiadas películas de polis y cacos gritó "¡Manos arriba, esto es un atraco!".

Jod... y tenía la mochila con las cosas de Spoiler de todo menos a mano.
Que. Puñetero. Asco. De. Vida.

Lenta. Lenta, lenta, lenta, lenta, lenta. LENTA
Era todo lo que podía pensar Steph mientras seguía quieta como un pasmarote con un arma de apariencia bastante dudosa apuntarle a la cabeza.
Porque, obviamente, la chica joven rubia que se había levantado como un resorte cuando había entrado el atracador al café era la rehén perfecta para un robo de ese calibre ¿Quién intentaría hacerse el héroe cuando la posible víctima era una chica blanca de aspecto bastante aceptable? Pues nadie, la gente no quería cargar en la conciencia con ese tipo de cosas...
Y de hecho tendría que haber sido ella la que, tras darse cuenta de que no iba a alcanzar su traje de Spoiler y aunque lo hiciera era una estupidez porque solo serviría para perder el tiempo, tendría que haber decidido (en cuestión de segundos, a lo sumo) que la mejor opción era cargar contra aquel tipo y haber usado su entrenamiento para luego escabullirse antes de que llegara la policía. Y si por casualidad alguien preguntaba... bueno, adrenalina y clases de defensa personal sonaba bastante convincente ¿no?
Pero había sido LENTA y ahora, todavía no estaba segura cómo, tenía a Batman y Robin delante mirándola fijamente mientras el criminal soltaba quejidos desde fuera de la tienda.
Había sido LENTA dos veces, de hecho, porque el shock de verse salvada por el caballero oscuro y su compañer...¿a? ¿compañera? había hecho que no saliera por patas y se librara de lidiar con Bruce (creía, al menos, que era Bruce).
No estaba preparada para encontrarse con él, aunque no creía que fuera a estar preparada nunca, y además aquello era SU descubrimiento, no quería a Batman quedándoselo para él y apartándola del caso como había hecho en otras ocasiones... ella sería la que encontraría el modo de arreglar todo aquel problema.
Pero ahora ya era tarde, cualquiera que hubiera visto la escena le habría parecido que estaba viendo uno de esos documentales de animales en los que el depredador sorprende a la presa y está se queda paralizada intentando encontrar algún modo de escapar.
No lo había.
Aún así perdió unos segundos mirando a ver si encontraba algún modo de salir.
La trastienda era imposible, probablemente le lanzaría un batarang o un cable que la dejaría muy posiblemente lesionada al menos un par de semanas (que no podía permitirse)
Lo mismo iba para el escaparate, no solo era un suicidio bastante tonto si no que aunque pasara limpiamente el cristal (muy poco probable) en esos segundos Batman la pararía.
Y bueno, podía intentar colarse entre Batman y Robin, quizás ganaría unos segundos por el shock, si ninguno de los dos se lo esperaba pero no tardarían en pillarla.
No.
Estaba atrapadísima.
Solo había un modo de lidiar con aquello
-Ehm... Holi...- Saludó levantando la mano y moviendo los dedos, mientras todo su lenguaje corporal dejaba claro lo INCÓMODO que encontraba todo aquello.

Cuando Robin se acercó el corazón le saltó en el pecho y tuvo que forzarse para quitarse esa especie de sensación de alivio y seguridad que siempre le invadían cuando veía aquella R amarilla sobre el rojo.
Era una respuesta aprendida tras todos aquellos años. Incluso Damian le daba una sensación de seguridad un poco tonta que, a menudo, le sacaba una sonrisa. Pero aquella chiquilla no era Damian. Ni Tim. Ni siquiera era Jason o Tim, era alguien a quien no conocía y que en ese momento ocupada el puesto de Robin, haciendo todavía más claro y presente que aquel no era su mundo, no era su Batman, no era su nada...
Pero la R era tan tranquilizadora...
NO, STEPH
Se tensó visíblemente cuando Robin le habló. No querían hacer ese escándalo, claro, Batman y Robin no se molestaban por aquellos crímenes de poca monta en ningún universo, había muchas otras cosas mucho más importantes que hacer. Para eso existía Spoiler, para ella no había nada más importante que hacer que salvar a todo el mundo que pudiera.

Quizás... quizás si fingía un poco más estar asustada podría irse, era el único pensamiento que se le pasaba por la cabeza. Si simplemente seguía allí como un pasmarote, diciendo cosas estúpidas y demostrando lo nerviosa que estaban a ninguno de los dos se les ocurriría que en realidad estaban delante de una vigilante con pretensiones y menos entrenamiento del que debería, solo tenía que aguantar un poco más y... ¡MIERDA!
Su primer instinto fue saltar a apagar la pantalla, pero Batman estaba ya a su lado antes de que pudiera tocar nada. La mirada que le lanzó le hizo estremecerse, normalmente era lo último que veías antes de que Batman te diera la paliza de tu vida... y no es que El Caballero Oscuro fuera de los que preguntan primero, golpean después, al contrario.
Dio un paso atrás, notando como empezaba a respirar con algo de dificultad, aquella mirada seguía clavada en ella y lo único que quería era correr, pero de nuevo sabía no solo que era inútil, si no contraproducente.

Por suerte Robin le salvó (para no cambiar la costumbre). La voz tranquilizadora de la chica diciendo lo que, cualquier persona que no fuera un paranoico, habría deducido si se hubiera parado a pensar y por suerte eso hizo que Batman dejara de mirarla... Batdiosito, no quería volver a ver aquella expresión nunca más en toda su vida.

Le costó responder a la pregunta. En parte porque tenía la boca completamente seca por el miedo que acababa de pasar, en parte porque no quería realmente responderla, en parte porque no se la esperaba... pero al final asintió con la cabeza.
-Sí- Dijo con un hilo de voz y, obviamente ambos saltaron con peticiones.
Se masajeó los ojos cerrados con las manos, respirando hondo... contar con la ayuda de Batman haría las cosas más fáciles pero... ¿Quería la ayuda de Batman?
Probablemente si no les decía nada acabarían encontrandolo también... antes que ella.
No, era mejor colaborar.
Se puso recta y respiró hondo. Se acabó la chiquilla asustada de Batman, era hora de ponerse serios.
-Llevo varias noches viniendo a investigar, estos ordenadores tienen una puñetera IP compartida, así que aunque me pasé horas para descorromper y desencriptar todas las mierdas que pudieran darme alguna pista de estas máquinas, al final tuve que ir ordenador a ordenador comprobando los datos. De hecho si no hubiera llegado el imbécil de la escopeta ya habría acabado, porque estoy segura de que este es el ordenador y, si no me equivoco, el tipo fue tan imbécil como para entrar en facebook en la misma sesión. Tengo que sacar la información todavía, pero debería ser factible recuperarlo.-Sonaba segura, aunque por dentro estaba temblando todavía.
Pero bueno. Fake it 'till you make it.

Se le escapó una sonrisa cuando la chiquilla le dijo que no podía decir palabrotas, que a Batman no le gustaban. Recordó la mirada de desaprobación de Alfred cuando Damian decía alguna, normalmente en árabe pero el mayordomo de los Wayne no era tan tonto como para no saber lo que se estaba diciendo, y se le encogió un poco el corazón.
Tenía que conseguir toda la información que pudiera de ese tema cuanto antes, no podía seguir viviendo así.
Le hacía hasta gracia que le hablara de Gotham como si ella no se hubiera criado en la ciudad, como si no hubiera visitado Blackgate porque su padre había sido uno de esos imbéciles de poca monta con una escopeta, como si no hubiera pasado toda su adolescencia metiendo a criminales en la cárcel con menos recursos que un músico callejero.
Era una sensación extraña, pero de algún modo resultaba relajante, como si de verdad pudiera olvidarse de Gotham y sus problemas y pudiera convertirse en una persona nueva que nunca ha recibido un disparo ni ha tenido que visitar su propia tumba.
¿Estaría su tumba en este universo?
-No te preocupes- contestó cruzándose de brazos, quería añadir un "estoy acostumbrada" pero se contuvo a tiempo, aun así como la frase había quedado descolgada añadió -tiene que ser duro lo que hace, eso vuelve frío a cualquiera- De hecho, siempre había tenido miedo de tener 30 años y ser como Batman, fría, seria y centrada en una venganza sin sentido (y con mucho menos dinero que Bruce, lo cual le quitaba gran parte de la gracia porque, la verdad, no le apetecía tener que vivir en una furgoneta o algo así).
Observó como ponía el USB sin decir nada, tenía que hacerse con uno de esos pero siempre había sido estúpidamente fan de hacerlo todo a mano, como cuando empezó. Era una nostálgica.

Estaba claro que le iban a acabar preguntando por qué era lo que le había llevado allí, así que no le sorprendió la pregunta, pero no pensaba decir la verdad así que le dedicó una sonrisa algo triste y se encogió de hombros -Tengo intereses personales en lo que el choque de universos se refiere- No era mentira, no era gran parte de la verdad y era una respuesta, no tenía por qué molestarle más con el tema. -Trabajar con Batman no puede ser para cualquiera, no.- afirmó, de acuerdo con Robin, sin ir más lejos ella nunca se había adaptado del todo y siempre había preferido ir un poco más por su cuenta. -Y tranquila, no me molestas, yo también soy del tipo hablador-

En cuanto el ordenador se apagó, Steph sonrió, así iba a ser muchísimo más cómodo el dar con toda la información, se acabó el esforzarse para encontrarse con muros sin sentido. Se sentó en la silla y empezó a teclear a toda velocidad, cualquiera que supiera un poco al respecto notaría que estaba más que acostumbrada a hacer esas cosas.
El golpe le hizo dar un salto pero así por lo menos cayó en la cuenta de que tenía que responder a la pregunta de Robin.
-Soy Steph- Ugh, cómo odiaba dar su nombre cuando estaba trabajando, pero no podía decir su identidad secreta, eso sería problemático. -Y necesito menos de cinco minutos para esto, de hecho ya casi está- Volvió a teclear sin ni siquiera pararse a pensar.
Cuando lo tuvo, apenas un par de minutos después miró a Robin muy muy seria, apagando la pantalla. -Se que suena muy paranoico- "pero conozco a Batman" -pero esta investigación es muy importante para mi... no pienso dar nada de la información que tengo a no ser que tenga confirmación de que puedo acompañaros y que no vais a quitarme de en medio. Entiendo que sois profesionales o como queráis llamaros, pero de verdad que no puedo dejároslo a vosotros e irme a dormir a mi casa-

Escuchó la historia sobre Batman y le dedicó una sonrisa de comprensión, con algo de envidia.
Robin había tenido suerte de encontrarse una realidad amiga en aquel universo, pero no era el caso de Steph, por eso no podía dejar de luchar por encontrar el modo de volver a su universo, a todo lo que ella conocía... a Cass y Kara y Damian y Babs.... y todos.

Cuando la escuchó puso una mueca, pero sin garantías era mejor que no, así que la siguió colgándose la mochila al hombro. Si Bruce decía que no, no pensaba darles ni un ápice de la información así que se cruzó de brazos y frunció mucho el ceño en un intento de parecer seria y segura de lo que hacía. Nadie le decía que no a Stephanie Brown.
Bueno.
En realidad todo el mundo.
Pero Stephanie Brown no le hacía caso a nadie que le dijera que no, que para el caso era más o menos lo mismo.

Durante todo el intercambio entre Batman y Robin se sintió como una extraña. No era la primera vez que le pasaba, obviamente, había tenido esos momentos de sentirse un candelabro muchas otras veces pero en aquella ocasión era distinto. Sobre todo porque estaban hablando sobre ella en sus narices y cada vez que abría la boca para dar su punto de vista o Batman o Robin se adelantaban a rebatirse el uno al otro.
Además, la sensación de nostalgia al ver la compenetración de ambos, llegaba a ser dolorosa.
Dejó de escucharlos hasta que nombraron a Leslie, ahí se le encendieron las alarmas ¿Seguía Leslie en ese universo? ¿Qué pensaría esa Leslie si le dijera que la que ella conocía, su Leslie, había mentido a Batman para protegerla y se la había llevado a África? Se hundió en sus propios pensamientos al respecto, recordando su etapa en África y todo lo que le había pasado entonces hasta que de repente Batman se acercó con ese aire imponente que siempre gasta para asegurarse de que tengas MUY claro que no le hace ninguna gracia la decisión que ha tomado y que en cualquier momento puede cambiar de idea y que no te conviene llevarle la contraria. Sí, conocía esa expresión y conocía el discurso, porque no era la primera vez que lo oía... tuvo que reprimirse para no poner los ojos en blanco y soltar un "Sí, papá" con toda la ironía del mundo. Tenía una fachada que mantener y si Bruce, por cualquier razón, aún no había descubierto quien era, lo mejor era mantenerlo así el mayor tiempo posible. Ni siquiera le estaba escuchando, simplemente asintió con la cabeza a todo lo que decía mientras pensaba en cómo iba a solucionar todo aquello.
Si es que era mala suerte.
Cuando los dos se dieron la vuelta no pudo evitarlo "No toques nada" vocalizó las palabras poniendo expresión de burla y suspiró... Bruce habría sido buen encargado de vigilancia de algún museo.

Se acomodó en el asiento de detrás, asiento en el que había subido un par de veces y siempre le hacía sentir insignificante y miró a los dos héroes que tenía delante.
Más peticiones.
Sacó el móvil con los datos que se había mandado para no perderlos.

-El tipo de llama Bruce White- Sonrió, la coincidencia le hacía gracia -Según su perfil de facebook tiene 358 amigos, está soltero y trabaja como arquitecto para Industrias Wayne- intentó que no se notara en su voz que estaba riéndose mucho -Pff, parece que le gusta Bieber ¿con cuarenta años te puede gustar Bieber? Este tipo no puede ser buena gente...- revisó un poco más la cuenta antes de pasar a los datos asociados que había sacado mediante el hackeo -Normalmente entra en la cuenta desde varios puntos del centro, supongo que será donde trabaja y las redes disponibles de sitios cercanos, o desde un solo punto en el barrio residencial al oeste- era buena zona, allí las casas solían ser unifamiliares, grandes, con el típico jardín para tener tus flores y tu golden retriever y zona para tener tu Lexus aparcado en la puerta -Supongo que esta cosa tendrá navegador, introduce estas coordenadas- indicó, fingiendo que no estaba más que al corriente de las prestaciones del Batmóvil.

La conversación entre Batman y Robin era algo tan cercano y a la vez tan distante... era como volver a ver una escena de tu película favorita, que has visto cientos de veces, pero con los actores cambiados, como escuchar la que fue la canción de tu infancia con la letra ligeramente cambiada pero lo suficiente para que ya no fuera la misma.

Vaya, Batman haciendo un cumplido, era algo que se oía poco ¿era porque no sabía quien era y solo le hacía cumplidos a otra gente o de verdad había sido tan bueno el trabajo? Vamos, había sido un gran trabajo pero de ahí a que Batman lo reconociera solía haber un buen trecho.
-Gracias por la traducción- dijo, como si realmente le hubiera ayudado. Sabía que era duro ser Robin así que ¿por qué no apoyarla un poco? No tenía ningún problema con esa chiquilla y no le traía TANTOS malos recuerdos (aunque verla con el traje de Robin le hacía sentir un poco incómoda) pero... no, las chicas teníamos que apoyarnos entre nostras ¿verdad?
Contra todo pronóstico no la mandaron a casa. Creía que Batman le diría que se quedara en el coche y que a partir de ahora el trabajo sería cosa de los profesionales, lo había oído muchas veces ya como para no esperárselo, pero no. Aceptó que fuera con ellos.
Pero entonces...

Claro, algún problema tenía que haber ¿y si pensaba eso por qué había conducido hasta allí? ¿Había deducido algo que ella no?
Algo le decía que aquello era una prueba. Se sentía como si le acabaran de poner un examen sorpresa delante... un examen de una asignatura de la que hacía mucho que no la evaluaban.
Miró a Batman y Robin alternativamente, pensando, su cerebro estaba funcionando tan rápido y fuerte que estaba segura de que resonaba el sonido de los engranajes en el callejón.
Tenía la boca seca por la tensión y le sudaban las manos... ¿Por qué Batman siempre la hacía sentir así? Tan pequeña, tan inútil, tan poco capaz... ¿Por qué si no lo consideraba su mentor, porque él tampoco la había considerado nunca su aprendiz no realmente, siempre tenía esa necesidad de demostrarle algo? ¿No demostraba suficiente noche tras noche, limpiando la ciudad de criminales de poca monta para los que "los grandes" no tenían tiempo?

Soltó un pequeño gruñido de frustración y miró el móvil, pensando, había algo que le escamaba... aquellas casas que parecían tan normales, tan familiares, tan poco fuera de lo convencional no podían esconder nada ¿o sí?
Sí. Sabía bien que sí. Su barrio nunca había sido tan lujoso como ese pero su padre y sus "amigos" se habían reunido a menudo en casa, a plena vista de los vecinos sin que nadie sospechara que estaban tramando cómo dar su próximo gran golpe ¿quién iba a pensar que iba a planear un atraco delante de su adorable hija de 10 años?
Eso era una pista, era una buena pista además.
Se centró en buscar en el móvil lo que necesitaba, de un modo casi frenético y cuando por fin lo encontró una sonrisa de triunfo se le extendió en la cara, Spoiler 2, Batman 0.
Le lanzó el móvil a Batman, segura de que lo cogería. En la pantalla se veía la escritura de la casa, no estaba a nombre de White ni de ningún familiar suyo, ni tampoco había ningún tipo de contrato de arrendamiento a su nombre.
De hecho Bruce White tenía una casa a su nombre en el centro.
-Mi padre me enseñó que es más fácil esconder un delito detrás de una valla blanca y un jardín bien cuidado que detrás de una puerta blindada en un piso de mala muerte en el Bowery- dijo con una mezcla de orgullo, nostalgia y rencor. Y entonces se dio cuenta de que había hablado demasiado. PUTA MIERDA DE BOCAZA... bueno, con un poco de suerte no ataría cabos.
Aunque era Batman.
Pero no tenía por qué darle importancia al comentario. Si ella no se lo daba, él no lo haría ¿verdad?
Cambió el peso de pierna, pareciendo casual -Bueno ¿Vamos a investigar a esos cultistas o necesitamos una señal de neón para entrar?-

El resultado final fue, cuanto menos, decepcionante. Aunque encontraron pruebas de que se habían hecho rituales allí, nada dejaba claro que tuvieran que ver con la situación.
Fue una entrada y una salida, contra todo pronóstico, limpia y por suerte para ella, si Batman sospechó que era algo más que una civil no lo dijo en ningún punto.
Al final la noche acabó con Steph frustrada, de vuelta en casa, comiendo helado y pensando en lo mal que podrían haber salido las cosas.
A la próxima huiría antes de que Batman pudiera echarle el guante.