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¿Quién lo diría? Ay nuevas pistas de la Bestia Sonriente, tenía entendido que rondaba mas en el centro de Europa con los Nazis y la sociedad de Thule, parece que buscaba algo, ¿será que intentaba recrear la formula “mágica” para el modo berseker que dio fama a los antiguos vikingos?. Quien sabe, este pueblo no parece un lugar importante o estratégico para el cargo que ella desempeñaba. En todo caso, esperare para mañana para contactar a la M16 y así entregarles algunos documentos que encontré en una de las casas más abandonadas de la región, son documentos que dan indicios de la presencia de mi objetivo.

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Festival Ostara – Equinoccio de Primavera

*El clima como de costumbre es de un frio que los de la región ya están acostumbrados, la fogata esta lista, los cantores en derredor, el cielo está despejado, las plegarias han de darse a conocer, pues las bendiciones son anheladas y en estos tiempos, donde “dioses” y monstruos vuelven a estar entre la humanidad, las tragedias vuelven a formar parte de las inocentes almas que están a su caprichosa merced.

La festividad se realiza generalmente entre los días 20 y 21, pero alguien les aseguro que todavía había tiempo, este año no se pudo celebrar en los días programados por problemas ambientales, el famoso cambio climático ha hecho de las suyas.

—“Solicito al Dios Odín su permiso y pido por intermedio de el a todos los Dioses Rúnicos que me den la claridad para ver todo lo que me sucederá y me sorprenderá en el futuro. Tomaré sus palabras para el beneficio y comprensión personal y de todos aquellos a los que pueda ayudar. La voluntad de Dios es sabia, Dios está dentro de mí y en todo lo de mi alrededor, por eso nada le temo”

Uno de los presentes empieza a destacar, un brillo entre su gabardina se veía claramente, este al notar el hecho se aleja, pero un ligero temblor se hace notar asustando a todos los presentes, ¿acaso sus plegarias serian respondidas?. Lamentablemente no, puesto que como si de una clásica película de serie B, cuerpos empiezan a salir de los alrededores. Ellos lograron invocar a los Draugs, el equivalente vikingo de los muertos vivientes, y no los normales, sino los bravos guerreros de antaño.*

Vale, esto ha sido una sorpresa, el cantico de invocación era real, pero con personas normales no haría efecto, pero al parecer había al menos una persona con poderes mágicos, me sorprende no haber captado su magia hasta ahora. Es posible que apenas se hayan activado, solo así podrían pasar de mis tatuajes, y lo más probable que sea alguno de las o los jóvenes que no conocí en este día.

Saco mi katana que está encantada para permanecer invisible mientras no esté en uso y evidentemente tendré que hacerlo. Mientras las personas tratan de escapar despavoridas y me enzarzo en batalla contra uno de ellos, son diferentes a los que he combatido, pero no dudo que un tajo en la cabeza haya sido quitado de la lista de debilidades generales. El “problema” es que alguien con un caballo alado llegaba con grito de guerra. Es mi señal para permanecer en las sombras, por lo que me despacho rápidamente a mi oponente y me mezclo entre la gente hasta quedar lo más lejos posible de la situación y por lo tanto mejor vista de los acontecimientos.

Tuvo un presentimiento de que algo andaba mal. Esa intranquilidad que no te deja en paz y que te hace un nudo en el estómago pero no sabes explicar muy bien que esta sucediendo.  Sentía una opresión en su pecho. Al principio pensó que quizá era por estar durante mucho tiempo muy lejos de casa. Le echó la culpa a una inusitada sensación de nostalgia. El recuerdo del hogar siempre duele cuando te encuentras lejos, en tierras extrañas. Era el 23 de Marzo, dos días atrás había sido el comienzo de la primavera. En Asgard, ese día se hacía un gran banquete en el que se festejaba con un fastuoso  y delicioso banquete y amenizado con música y baile. Era una época de felicidad y fiesta.

En Midgard desde hacía algún tiempo el comienzo de la primavera se había convertido en la festividad de la Ostara, en la que se veneraba a las deidades nórdicas que hacían de esta época del año una temporada excelente para la vida y la cosecha.  Aunque la Ostara no es una festividad estrictamente vikinga, los cultos neovikingos ( Norsk sed (tradición nórdica), Forn sed (antigua tradición), Vor Sed (nuestra tradición),  Odinismo, El Teodismo (Teodish o fe anglosajona), Vanatrú (culto a los dioses Vanir), Ásatrú y Wiccanismo)habían incluido en su calendario esta festividad dedicada a la primavera, la luz y el renacimiento. Es un festival  lleno de vitalidad, era un día para celebrar un nuevo comienzo. Se cree que el invierno había purgado las almas de todo lo malo que no necesitas y que la primavera es un tiempo de florecimiento de la energía y las virtudes. Los fieles se reúnen y celebran con regocijo en día entre fastuosos festines, hogueras, danzas y cánticos. Se homenajea a los principales dioses de la luz, vida y la tierra. La madre de todo compuesta por las tres diosas asgardianas: Frigg, Freya, Jörð y el valiente e indómito guerrero Balder se sentían especialmente honrados ese día.

Una sensación de angustia que se acrecienta más y más. Es como esa piedra en el zapato que te incomoda al caminar. Unas palabras que resuenan fuertemente en tu cabeza. Un dolor intenso que te cala hasta los huesos.  Una opresión en el pecho. No es un rezo, no es cántico, es algo impuro y profano. Es como un aullido desgarrador, como un lamento que turba el aire impregnándolo de un aroma macabro. Un escalofría de advertencia recorre tu cuerpo.  De repente comprendes que es aquello que te causa esa  intensa sensación desagradable.  Es una antigua magia impura asgardiana que usada imprudentemente puede provocar un intenso mal.

Brunilda se pone sus ropas de batalla y ensilla a Aragorn para emprender el viaje hasta el lugar donde se está efectuando ese ritual impuro. Hacia el lugar donde si nadie lo impide va a despertar un terrible mal. El caballo alado viaja lo más rápido que puede pero no llegan a tiempo de detener el imprudente ritual. Ahora sólo pueden intentar enmendar el error de la estupidez humana. La valquiria se encuentra presa de un gran enfado. Los muertos y sobre todo aquellos que han caído dignamente en batalla deben ser respetados. No se puede jugar ni con la muerte ni con las fuerzas mágicas de manera temeraria.

Al llegar cerca del lugar donde se estaba practicando el ritual de resurrección impura, Aragorn descendió. Cuando el caballo estaba a unos 20 metros del suelo, Brunilda saltó con su espada en alto.

- Los restos de los muertos no deben ser profanados. – dice cuando su cuerpo cae en la tierra y mira intensamente a esos fieles ingenuos que con una gran estupidez han hecho resurgir a unos guerreros indómitos, salvajes y crueles, sin la más pizca de pensamiento racional, emocional o moral. Profirió el típico grito de batalla asgardiano y se lanzó a la lucha. Con fuerza, tesón y técnica fue enfrentándose a los Draugrs repartiendo espadazos con Colmillo de Dragón. Los Draugrs no eran un enemigo fácil de abatir. Esos guerreros caídos al resucitar tienen una gran fuerza física y casi es imposible vencerlos con armas convencionales. La valquiria daba gracias de tener a su fuerte y mágica espada con ella.

La guerrera es brava en batalla, nada que envidiar a lo que se muestran en las películas o cualquier otro medio. La experiencia se le nota en los poros, no solo se lanza a lo Leeroy Jenkins, sino que evalúa a los enemigos, sabe cuándo debe esquivar y cuando esperar su oportunidad en batalla para asestar un golpe devastador, aunque su fuerza asgardiana no parece ser prominente en estos momentos, puede ser que estos Draugs hayan sido un poco más reavivados si me permiten la ironía, por la magia de uno de los jóvenes…..retiro lo dicho, una joven a la que unos Draugs han tomado por foco, debe ser su magia que les está atrayendo.

Esto no formaba parte del plan, ¿pero desde cuando existe el plan perfecto?, no tengo más opción que ir en su ayuda, así que saco de nuevo la katana y la infundo en fuego a pesar de que voy a llamar la atención, corro en dirección de la muchacha que ha quedado arrinconada entre uno de los monolitos que fungen de rudimentarias losas sepulcrales. No importa qué tipo de muerto viviente seas, los de Romero, guerreros o venidos del mar, todos sucumben ante el fuego. Y aunque tengo experiencia luchando contra Draugs, no puedo decir que sean los mismos, además de que estos resisten más tiempo estando lejos del mar o fuente de agua.

Los muertos que arrinconan a la chica se vuelven a mí al notar el fulgor de mi katana, uno de los Draugs con espada se me abalanza a lo cual me defiendo,  mientras resisto por poco su tremenda fuerza, hago unas leves respiraciones, de mi boca empieza a salir humo, si pudieran estar cerca de mi boca podrían ver algo semejante a una caldera, lista para sacar todo lo que tiene y es justo lo que hago. Un fuego cual dragón exhala contra sus enemigos devora al guerrero sin alma, elemento que uso con mi control para manipularlo dirigiéndolo hacia otro de los enemigos, desviando la atención del tercero siendo rematado por un ataque a traición de mi parte por la espalda.

La asgardiana se ha despachado ya a la mayoría de los Draugs con daños colaterales pero no bajas civiles, no podría con el saber que mis acciones causarían la muerte de inocentes, ya he tenido casos así, y me gustaría tenerlos al mínimo. Por cierto, hace unos momentos mencione que ella acabo con los muertos vivientes, ¿no?, creo que debo largarme, seguro que los habitantes además de estar rogando perdón, buscan a un chivo expiatorio, que en este caso tienen razón y derecho para hacerlo, así que varios me señalan como el culpable, mientras intento irme un corcel se me interpone impidiéndome el paso—¡¡ehh!! Calma, que tengo una espada y no un sartén—con sus alas produce un viento que me empuja hasta quedar como el salero en la mesa—¿me creerías si dijera ha sido un accidente?—pregunto jocosamente mientras me levanto, agarro de vuelta mi katana y me preparo mentalmente para un enfrentamiento.

Había demasiados Draugrs y además de numerosos su fuerza era devastadora. Eran unas máquinas de destrucción total sin ningún control. Sin conciencia, tan solo atados a la idea de la rabia y la ira extremas.  Antaño el que invocaba a aquellas criaturas arrebatadas de su lecho era un sabio o un mago poderoso que les daba un propósito o una misión. Sin un fin concreto aquellas monstruosas criaturas, dañaban y destruían sin ningún tipo de control. Eran el más puro caos de destrucción y muerte.  Arrancaban los árboles y masacraban la tierra a su paso.

Muchas veces en aquella pugna, la guerrera se sintió rodeada y sobrepasada. Pero nunca perdía las esperanzas de ganar. Ella era ante todo una guerrera llena de coraje y valor. Si Su cuerpo debía caer, ella caería luchando. Además su tozudez y perseverancia no la dejaban perder el combate ni descansar hasta que hubiese un Rey digno para Asgard y para el cuarto reino luciera un futuro brillante.

Brunilda batallaba con diestros mandobles y espadazo atravesando la dura y apestosa  piel de los Draugrs. Los sablazos y estocadas reducían el poder de esos seres pero no acababan con aquellos seres. El golpe de gracia tenía que ser dado en el cuello del Draugr, rasgando la piel y cerciorando el hueso. Para acabar con ese feroz guerrero de ultratumba era necesario decapitarle. Por eso, los golpes dados por la valquiria reducían la fuerza de estos seres pero no les frenaban. Ese era su plan después de todo, mermar las fuerzas del enemigo y luego dar un golpe crítico y mortal. Así poco a poco y con tenacidad  iba dejando un rastro de enemigos a su paso. Aragorn tampoco se dejaba avasallar. Era un caballo de batalla después de todo. El blanco corcel pegaba potentes coces al enemigo, postrándolos a los pies de su dueña para que esta pudiese cortarles la cabeza.

De repente algo la golpeo con brutalidad y fuerza en su pecho. En un momento se vio tirada en el suelo, a unos cuantos metros de su posición original. Estaba asediada por una cantidad ingente de brazos que intentaban apresar, someterla y herirla. Entre patadas, empujones, golpes de espada y la ayuda de su corcel que mordía y pisoteaba a aquellas moles, consiguió a duras penas ponerse de pie.  Una de esas cosas la había tirado un árbol mientras ella estaba batallando con otros Draugrs. Una estratagema muy inteligente para un bicho de esos. Brunilda pensó que quizá en la vida mortal ese había sido el jefe de los guerreros.

A lo lejos pudo oír un grito de mujer. Divisó a una joven que estaba siendo rodeada por una creciente masa de aquellas criaturas brutales. Si nadie le ponía remedio esa muchacha iba a ser despedazada y devorada. Miró al pegaso que entendió a su ama. Unas nuevas fuerzas parecieron imbuir a la guerrera rubia que atacaba con más ferocidad y fuerza intentando llegar lo más rápido a la joven indefensa. Aragorn al igual que su ama atacaba con fiereza.
Consiguió deshacerse de los Draugrs que amenazaban la vida de la joven y sonrió victoriosa.
- ¿Te encuentras bien, milady?- dijo cuál gallardo caballero medieval con una sonrisa radiante y sus ojos azules mirando directamente a las pupilas de la muchacha. Era una ligera actitud de coqueteo que todos los asgardianos tenían al salvar la vida a alguien.

No supo muy bien en que momento Aragorn se separó de su vera. El pegaso se dirigió hacia el que la multitud señaló como culpable de ese incidente. Al llegar a donde estaba Arturo, Aragorn se encabritó y se irguió todo lo alto que él era. Lanzó un relincho bravo y aguerrido.

-No- Expresó con un tono muy rudo la valquiria. Que apareció detrás del embravecido corcel. Puso su espada en ristre por si tenía que atacar.

Y un rotundo “no” fue la respuesta de la asgardiana, se acercaba poco a poco trayendo consigo un aire de intimidación—auchh, eso me ha dolido, ¿podemos arreglar esto con pala—sin dejarme terminar mi intento de negociación me agarra de la gabardina, para interrogarme obviamente, pero yo uso un poco de aikido para liberarme, puede que sea una asgardiana y tenga más capacidades físicas que los humanos, pero también están bajo las reglas de la física, primero causo un desequilibrio en el brazo de agarre, con mi mano derecha oprimo donde se flexiona el brazo, mientras ella intenta recuperar el equilibrio la empujo haciendo el mismo movimiento a la inversa, podría haber intentado algo más, pero habría quedado expuesto a un contraataque en forma de otro agarre más eficaz o peor, un puñetazo para desmayarme, con esa fuerza lo lograría sin problemas y luego me amarraría por ahí para seguir con el interrogatorio.

Lo siento, pero si me atrapas Loki no estaría contento y no podría terminar el contrato, incluso si lo quisiera, pero no es el caso—sería más que terrible, no solo no podría saldar la deuda…que en teoría es la principal motivación para haber aceptado, también ay algo de avaricia mezclado, seguro que ya saben mi gusto por coleccionar cosas raras, armas de ser posible o trofeos similares, y para que mentir, no puedo resistirme a una aventura épica—por cierto, ella es la que realmente ha llamado a los muertos, no voluntariamente pero lo ha hecho—le señalo a la jovencita de al menos 16 años o más, no sé, ahora se desarrollan más rápido, en verdad ha sido una verdadera sorpresa que tuviera poderes mágicos que despertaron mientras recitaba la invocación, tendré que vigilarla después…de sobrevivir claro.

Creo que intentar escapar a la manera simple no será posible, de hecho ya lo intente, pero el caballo con alas, llamémosle Pegaso para acortar, me bloqueo el escape hace unos momentos, así que el mismo truco no funcionara. Por lo tanto, tendré que hacer que ella caiga herida o se canse al menos…cosa improbable pero tal vez me haga una oportunidad en la pelea.

A pesar de mi gusto por iniciar a la defensiva con enemigos de este calibre para analizarles y copiarles sus movimientos, eso ya lo hice sin necesidad de ponerme en peligro en esta ocasión. Así que me dispongo a lanzar un par de ataques que van dirigidos a algunos puntos débiles en su forma de pelear, pero ella con maestría logra defenderse por los pelos. Tendré que ponerme a pensar en alguna táctica que esto se puede poner feo, mientras infundo fuego a la katana para agregar mas peligro a la situación y hacer que ella se ponga a la defensiva…de ser posible.

La rubia con su actitud ruda y bravía no se deja convencer por las palabras del peliblanco. Parrarse a escuchar los embustes del enemigo puede ser un error fatal en una contienda. Rápida y sin ningún tipo de miramientos apresa al hombre. Sus ojos enfurecidos le miran fijamente. De manera imprevista su presa arremete en un contraataque desestabilizándola un poco. Se ríe mentalmente por haber subestimado al sujeto. Como persona experta en técnicas de ataque y defensa, ella para recuperar lo más rápidamente posible su estabilidad se deja caer en sentido del movimiento haciéndose un ovillo. Luego cuando su espalda toca el suelo con sus piernas toma impulso y se levanta casi al instante. No ha perdido mucho tiempo pero en ese fugaz momento de desequilibrio y reequilibrio ha perdido el agarre que tenía sobre aquel hombre. Se riñe a sí misma por su orgullo y prepotencia y se da indicaciones mentales para estar muy alerta y desconfiada de la persona que tiene ante sí. No es tan sólo que sea un asiduo compañero de la panda de Loki sino además que está involucrado en un ritual sacrílego que pudo haber causado mucha muerte y destrucción en Midgard. Bueno no es la primera vez que el una cacería se le escapa un animal. Peor al final del día, cuando acontece la tarde ella nunca ha quedado con las manos vacías al batirse con su presa.

- Yo no me rijo por lo que hace feliz a Loki. Lo que le suele hacer  más feliz es traer la perdición al resto.-  Quizá era la persona por la que menos miraba de todo el cuarto reino. Mira de soslayo a la joven que se señala el mago, no es más que una niña ingenua. Esa muchacha está lo suficientemente asustada para no volver a involucrarse en ritos profanos y paganos lo que le queda de su vida mortal. No obstante tendrá que hablar con ella sobre los daños que podría causar invocar fuerzas que no controlas y el precio a pagar si voluntariamente vuelve a jugar con esas místicas y mágicas fuerzas.

- Las palabras del ritual están secreta y celosamente guardadas. Siempre han permanecido bajo la custodia de nobles y leales guerreros. Si han caído en las garras de esa midgariana es porque alguien con contactos entre los nuestros se las ha proporcionado. – Dijo haciendo claramente una indirecta a que él y Loki tenían mucho que ver en la resurrección de aquellos indomables y cruentos Draugrs.

En un instante, casi de forma imprevisible ella cambia de arma. Colmillo de Dragón pasa a estar colgada a su espalda y ella porta una inmensa lanza. Hace girar su nuevo arma y se aleja un poco, a una distancia prudente, no la suficiente para dejar huir al contrario. Hace unos balanceos y unas mediciones de distancias. Sonríe digna y victoriosa. Como si todo fuese muy fácil. Arroja su arma con una precisión y una destreza abrumadoras. La lanza se clava en el suelo justo a un palmo de donde está el otro. Está muy cerca pero no ha llegado a tocarle por un mísero milímetro. Sonríe de una forma irónica y retadora.

Utiliza el desconcierto del rival para atacar con unos golpes rápidos y certeros  centrados en romper el aguante y mellar las fuerzas del contrario. Arturo tiene una espada realmente interesante. Como la espada de Arturo está envuelta en llamas no se contiene con Colmillo de Dragón. Como su nombre indica, esa arma está hecha con las temibles fauces de un dragón y tiene una defensa inquebrantable. Se muestra diestra y tenaz, como si esa espada hubiese nacido con ella y no fuese más que otra prolongación de su ser que se mueve en sintonía con todo el cuerpo de la valquiria. Aragorn se mueve, se pone detrás de Arturo con sus alas abiertas. La fuerte y poderosa montura se ha posicionado para dificultar la huida o el retroceso del rival de su ama.

Con mi empuje, ella se deja caer para levantarse rápidamente sin problema alguno, luego contesta a mi comentario sobre Loki, de momento le he dado mi voto de confianza a Loki, ya saben, el asunto del multiverso y sus posibilidades—la verdad es que tengo mis propios motivos para mantenerlo contento, puede que tú lo descubras luego jejeje—la joven mágica llega a ser su foco de atención por unos segundos, tendré que evitar que la tome y la restringa, tendré que hacer que se la lleven a la MKL, parece ser una especie de organización estilo X-Men, pero híbrido mutante-mágico, será un buen lugar para que aprenda sobre sus recientemente descubiertos poderes.

Ella empieza a darme indirectas sobre como el ritual llego a manos humanas, parece ser que ha olvidado que cualquier secreto por más que se proteja, tarde o temprano será revelado—si te refieres a Loki, por esta ocasión has errado, pero he de decirte que hay fragmentos de cuentos más viejos incrustados en los graznidos de las gaviotas, cuentos de marineros sobre cosas que nacieron en cadáveres y aguas oscuras. Almas putrefactas que algunas gaviotas incluso recuerdan su nombre; ¡Hel-blar!, ¡Draug!—cuanto me gusta las pocas ocasiones en que puedo ser críptico y misterioso, pero la verdad es que mi conocimiento sobre esta magia debo agradecer a mi estancia en Kingsmouth, un pueblo con muchos pecados y lleno de secretos, algunos de ellos de clase vikinga, de los que llegaron antes que Cristóbal Colon.

Sin previo aviso, ella cambia de armas, una lanza que solo los de su clase pueden portar debido a su peso. Con una sonrisa que dice que ya tiene la victoria en sus manos, parece querer provocarme, de hecho solo era el preámbulo para una provocación mayor al hacer gala de su precisión, dándome a entender que si me quisiera muerto, ya lo estaría. ¿Cuándo va a entender la gente que no debe subestimar al enemigo sin conocerle aun? Supongo que algunas cosas no cambia ni entre los miles de universos con todas sus posibilidades.

Cuando enciendo mi katana en fuego, ella se lanza al ataque, con gran fuerza, probablemente para restar las mías lo más rápido posible, incluso el pegaso ayuda a su dueña a su manera. Entre la danza de espadas, con sus ataques, defensas y esquives propio de  su estilo particular de pelear, de hecho  cada quien tiene una oportunidad para demostrar el poder de su espada al cortar gran parte de algunos monolitos del cementerio, mi katana tiene su propia leyenda, se considera la espada con la hoja más perfecta jamás hecha en Japón, tanto es su filo que es capaz de cortar la luz, dando una peculiar capacidad a su portador, habilidad que no hay necesidad de usar en estos momentos.

Mientras todo esto sucede, ella no nota que mi fuego se ha esparcido por la verde parcela de los alrededores, y antes de que pudiera hacer uso de ello, pegaso lanza un fuerte viento que la asgardiana aprovecha para asestarme un contundente golpe de forma no mortal con su espada, yo al tratar de defenderme, le bloqueo oportunamente, pero con resultados malos en todo caso, pues por inercia soy lanzado hacia una de las grandes rocas de las cercanías, en eso se me caen 2 cosas, una memoria usb con datos de mi interés  y un frasco que debo usar próximamente, pero mis fuerzas están empezando a mermar. Si intento recuperarlos podre darme por muerto, dicho deceso vendría a manos de ella o del propio contrato con Loki, dudo que sea tan flexible para darme tiempo de escapar si llegan a atraparme, pero prefiero no tentar a la suerte.

No pierden tiempo en dejarme decidir qué hacer y yo reacciono haciendo una esfera de fuego con las llamas que había propagado anteriormente, el fuego es lo suficientemente intenso para que se lo pensaran 2 veces en acercarse y con el brillo ideal para que se tapen un momento los ojos por instinto—¡DÍAS OSCUROS SE AVECINAN!—no dura más de unos segundos y cuando el fuego de disipa en el aire, yo ya estoy a una buena distancia del lugar, en la protección del bosque, así pegaso no puede localizarme ni guiar rápidamente a su dueña por mi paradero. Evaluare luego como está perdida afectara mis objetivos y que tan necesario seria recuperar lo perdido. Creo que mis prioridades vuelven a cambiar, tendré que centrarme extinguir la risa de la Bestia Sonriente y luego pensar en que diablos voy a hacer con esto.

- Sólo los locos o los incautos son tan necios de pedir consejo o tratar con un embaucador profesional. No puedo prever los planes de Loki, no obstante sé que no hay nada bueno en sus retorcidos y envenenados tratos. – Observa como el peliblanco mira a la doncella causante de aquel alboroto. No parece alguien malvado, simplemente una persona confundida e ingenua. Alguien que está confundido en el despertar de sus poderes.

- Esos secretos de Asgard no llegaron a Midgard por casualidad. – no podía hacer caso de aquello que la contaba Arturo, ya que, si era amigo del mayor embustero de todo el Cuarto Reino seguramente él era de igual calaña que su compañero. Si lo sabrá ella perfectamente que durante muchos años fue la encargada de enseñar y guiar a las tribus vikingas y a sus nobles guerreros. Ella fue la maestra  de muchos de sus grandes y renombrados caudillos. Sobre todo guió y enseñó aquellos que tenían sangre divina y asgardiana.

Tras el juego de indirectas y demostraciones de bravura empieza el duelo de espadas entre ellos. Es un combate en el que los contrincantes exhiben grandes habilidades tanto en la lucha como en el manejo de las espadas. Brunilda que es una guerrera consumada y porta no sólo la habilidad de muchos años y miles de batallas sino su espada que es un arma formidable. La valquiria sobe muy bien como pelear con ese tipo de armas de inmenso poder. Tiene la fortaleza para empuñar espadas mágicas y encantadas sin caer en su embrujo ni en su corruptela. Poder usar este tipo de armas es el premio de llevar una vida donde lo más importante es el honor y proteger a los que necesitan tu ayuda.
En un instante se ve cubierta por una inmensa oleada de llamas. El fuego la cubre como si fuera el aire que siempre nos rodea. La da mucho calor y no la deja ver bien. Para compensar esa situación y no salir abrasada pone su espada delante, dejando que Colmillo de Dragón lidie con el fuego. Cuando las llamas golpean aquel arma mística se apagan inmediatamente. Una vez que el fuego se ha sofocado un poco y puede actuar, comienza a girar su espada en todas direcciones cortando y apagando las llamas. Por otro lado, Aragorn se eleva un poco y aletea con fuerza y vigor, expulsando fuertes ráfagas de aire para ayudar a Brunilda.

Escucha la voz de aquel traídos a lo lejos mientras huye como un vil cobarde. La valquiria siente un pesado y oscuro sentimiento de impotencia, rabia e ira calar todo su cuerpo. Es la pesadumbre que provoca el fracaso. Dejó caer su cuerpo a tierra. Brunilda se encontraba rodillas vencida por el peso de la derrota, apretó los puños y golpeó el suelo. Cerró fuertemente sus ojos e intentó serenarse y centrase. El integrante de la comparsa de Loki había huido en una vil artimaña. Una acción típica de embusteros magos. No obstante, el temible y destructor ejército de los muertos vikingos resucitados había sido vencido.

Miró con intensidad el suelo con las marcas de lucha. Esa hierba y esos árboles anteriormente verdes y frondosos ahora arrasadores por el fulgor de la batalla.  La tierra del terreno estaba levantada y removida. Los antiguos nichos levantados y excavados. Primeramente los vikingos realizaban el ritual del barco funerario con cremación. Posteriormente, su ritual funerario cambió por el del barco funerario en inhumación. De poner sus barcos en el agua pasaron a enterrarlos. Esos restos que habían sido profanados eran de este segundo tipo de enterramientos.

Aragorn se acerca a su ama. El animal la cubre con sus alas en un gesto de comprensión y apoyo. Llevan mucho tiempo juntos. Hay una comprensión muy honda entre ese animal y la valquiria. Desde el primer momento en que se vieron hubo esa gran afinidad entre ellos.  El pegaso abre la boca dejando caer en las manos de su dueña algo que ha recogido del suelo. Cuando la rubio lo tuvo en sus manos recordó que son los objetos que durante la batalla se le cayeron a su enemigo. No sabe si la serán útiles para algo peor por si acaso los guarda en sus ropajes.
Se levanta con decisión. Su misión todavía no ha concluido. Se acerca a la muchacha que con su descuido y sus recientemente descubiertos poderes mágicos ha provocado la resurrección de aquel antiguo y peligroso mal. La joven está sentada en una esquina. Sentada con las rodillas en alto y con sus los brazos rodeándola con en un gesto de protección. En cierto modo la da algo de lástima, parece un indefenso y asustado animalillo. Brunilda refunfuña un poco por lo bajo ella no es tan buena en estas situaciones. Daría gracias de tener a Thor, Frandal o Balder con sus amables y galantes sonrisas. Esos gestos y palabras que inspiran confianza y aligeran el miedo de los corazones.

La rubia puso su mejor cara y su sonrisa más brillante cuando se acercó a la chica a explicarle la situación. Intentó contarle de la mejor manera que no se puede jugar ni perturbar el descanso de los muertos. Que cuando se juega con fuerzas místicas y hechizos de antaño puede ocurrir una masacre, que aquel día por suerte ella estuvo para detener a los Draugrs pero que no siempre podían contar con que alguien estaría allí para rescatarla o librarla de sus problemas.
Por último sacó de sus cosas una tarjeta, era una tarjeta que la había dado su inteligente y azul amigo Hank McCoy. En ella rezaba la dirección de los X-men. Le contó a la doncella que era una casa con chicos y chicas como ella. Que aprendían a usar sus poderes para ayudar y ahcer el bien sin ser ni un peligro ni una carga para nadie. Un lugar seguro donde la ayudarían, la apoyarían, enseñarían a usar sus poderes y se convertiría en parte de su gran familia.