Aprendiendo el camino (Mathew Murdock) 15/2/2018

Las sirenas de los patrulleros comenzaron a sonar y los vehículos de la gran avenida se dividieron para dar paso al apuro de los policías que acudían a un robo o por lo menos eso es lo que decía la radio. Extendi mi telaraña hasta una esquina de un edificio y me columpie siguiendo a los hombres de la justicia en busqueda de aquel o aquellos que rompian con la ley y lastimaban a gente inocente. Llegamos al lugar, pero el delincuente se dio a la fuga en un auto lujoso deportivo, lo cual me parecia muy extraño si estaba robando una tienda pequeña de esas que uno va a comprar cigarrillos a la noche cuando todos los comercios están cerrados. De todas formas la policía no parecía ser capaz de alcanzarlo a la velocidad a la que iba y para mi era lo mismo, solo me quedaba acortar camino entre los edificios para reducir la distancia, pero aun asi seria muy dificil alcanzarlo.

 Después de un rato largo de persecución, ya cuando las luces azules y rojas de la policía habían desaparecido el auto había bajo la velocidad, se detuvo enfrente de un almacén y por experiencia propia debia suponer que esa era su guarida... no podía dejársela tan facil... salte a su encuentro y me interpuse entre el y la puerta de entrada, Disculpe, quisiera hablarle de nuestro señor y salva... el criminal lanzo un golpe directo hacia mi cara, el cual obviamente esquive agachándome y aproveche la posición para lanzarme a su cintura y darle un puñetazo directamente a la boca del estomago, aquel golpe lo mando a volar medio metro y cayendo con el trasero sobre la acera. Basta de bromas, entrégate pacíficamente y todo sera mas facil. Claro, para mi.

 El sujeto se levanto rápidamente del suelo y corrió hasta su auto deportivo, pero poco pudo hacer pues la puerta no abría, unas telarañas habian hecho imposible el trabajo de que esas puertas pudiesen abrirse en un tiempo. Salte hacia la pared y use para impulsarme hasta el criminal, estire mi pierna y le di un golpe directamente en el menton que lo levanto en el aire, dejándolo caer sobre la mitad de la calle. Mala suerte fue aquel que decidió dar un paseo por bicicleta aquella noche, aquel criminal se levanto para empujar al que manejaba la bicicleta y tomarlo como rehén, NO! SUELTALO! Le dije mientras extendía mi mano pero sin poder hacer nada que ayudara a ese pobre inocente.


 La adrenalina ahora si habia invadido mi sangre, mis pupilas dilatadas vieron con mas claridad en la noche y note signos particulares en aquel criminal, agitación acelerada, pupilas increíblemente dilatadas y obviamente con la paliza que le acabo de dar esta ignorando el dolor ya que lo notaba porque su mandibula estaba fuera de lugar despues de aquella patada... Todo eso me dejaba en claro que aquel sujeto habia consumido drogas y de las mas fuertes. ¿Es por eso que estabas robando? Necesistas dinero para tus drogas...  Maldito sujeto, tenia el dinero y de seguro poder para ayudar a la gente, pero estaba haciendo todo lo contrario. En aquel momento me enoje tanto y apunte a su cara con mi telaraña para dejarlo ciego, luego salte rapidamente hacia el y de otra patada lo aleje de su rehén.

 El criminal cayo al suelo y con la otra mano se libero de la telaraña para apuntarme con la pistola que sacaba de su chaqueta y dispararme. Al actuar tan instintivamente podia esquivar aquella bala por como apuntaba, asi que simplemente movi mi torso de perfil y deje que el disparo pasara de largo, pero de un segundo a otro cuando el estruendo del arma freno pude usar mi telaraña para arrebatarle el arma. Atras mio se escucho como algo caia desplomándose en el suelo y a pesar de que me podia dar una idea me fui dando vuelta lentamente, no quería mirar a pesar de que ya me había dado cuenta y cuando termine de girar lo pude comprobar, aquel rehén estaba en el suelo y un charco de sangre comenzaba a verse por debajo de el.


 A partir de aqui fue todo automatico, nuevamente mi telaraña se pego al cuerpo del criminal y este mismo fue lanzado contra su propio auto, salte sobre el y con una mano lo sujete de su ropa, levante mi otra mano en forma de puño y comencé a darle en la cara sin misericordia, cada vez mas fuerte, cada vez mas rápido, cada vez mas cubierto de sangre. ¿ACASO NO TE IMPORTA LA VIDA DE NADIE? MALDITO MONSTRUO le gritaba mientras descargaba mi ira sobre el.

Las oscuras calles de Hell´s Kitchen aguardaban diferentes amenazas, desde los ladrones comunes, hasta asesinos y violadores, todos ellos tenían dos opciones o se entregaban a la policía para así expiar sus pecados o el les obligaría a hacerlo, eso no era negociable, en aquel barrio, la máxima autoridad era el, asi se los ha venido informando desde años atrás y esa noche solo servía para dar una alerta de que el diablo no perdona.

En lo alto del Teatro Gershwin, un hombre de un metro con ochenta centímetros y cuya particularidad era que vestía de un leotardo escarlata conjunto con unos guantes, botas y mascara de diablo del mismo color, Daredevil estaba vigilando, si bien Hell´s Kitchen le quedaba a un par de cuadras, las cuales podía cruzar con suma rapidez si alguna emergencia le llamaba, pero esa noches estaba intranquilo, su expresión tensa y músculos contraídos así lo indicaban, pero no era para menos, su sentido del oído le indicaba que un extraño andaba merodeando por su zona, un joven héroe que andaba de un lado a otro, generalmente eso no le importaba, después de todo New York esta llena de justicieros y mas desde aquella colisión de universos  sin embargo lo que le causaba conmoción era sus habilidades, apenas un par de noches atrás logró pillarle y analizar como trabaja, había llegado a la conclusión que era un novato en todo aquello, un simple niño que jugaba con algo mas grande que el, ¿porque decía aquello?, porque justo ahora estaba golpeando a un asesino drogadicto con furia, ya le había dejado que se las arreglara solo, era hora de ponerle un alto.

Con aquella cautela que se le conocía, recorrió las calles hasta llegar a donde aquel joven imitador de Spiderman golpeaba sin piedad, guiándose por la ira, aquello lo hubiera hecho el, si no fuera porque ahora habría dos muertos y no uno; con maestría tomó de su bastón rojo dividiéndolo en dos piezas, la cuál una fue a parar a la nuca del supuesto héroe, la otra pieza la mantuvo por si era necesario lanzarla -Es suficiente- habló con autoridad -Está Drogado y no soportará mas golpes, así que suéltalo, o me veré en la obligación de hacerte soltarlo- amenazó contrayendo los músculos de su mano y se encaminó a este con seguridad para quitarle al moribundo hombre -Estas en mi zona chico, será mejor que busques tu diversión en otro lado, como New Jersey o San Francisco- soltó breve mente cargando al moribundo hombre para entregarlo a la policia, hubiese dejado que el lo hiciera, pero no quería arriesgarse a que le diera por volverse a desquitar -Si quieres ser de ayuda, avisa a los polis que una victima ha fallecido... yo me encargaré del resto-

off.:

La sangre del asesino salpicaba sobre mi ropa, en mi puño y en parte de mi rostro, mientras mas sentia aquella sangre sucia sobre mi, mas me daban ganas de exterminar con aquella vida inútil, acabar con el seria como ayudar a que mas gente pudiese estar segura de que sus vidas no serian arrebatadas por la codicia de un solo hombre. Pero en toda esa confusion de ira y rabia que estaba descontrolando sobre aquel monstruo asesino, habia olvidado el ambiente que me rodeaba y pronto alguien me recordaria que no estaba solo y que siempre debia prestar atencion pues fue un golpe directamente a mi nuca la que logro desorientarme y soltar al sujeto mientras me sostenia de aquel auto donde antes tenia arrinconado al asesino.

No emití ningún sonido de dolor, pero que me estaba partiendo la cabeza de la aguda sensación del golpe no había duda. Cuando recupere el sentido de la orientación observe a un hombre, o eso era lo que quería creer, que vestía de rojo y que parecía el diablo mismo en persona. Sus ordenes fueron claras, pero yo no podía detenerme simplemente ahi, ya estaba de vuelta a la normalidad, habia vuelto a ser completamente racional, pero había tantas cosas que invadían mi mente ahora que se me hacia difícil ordenarlas una por una. Aunque todo eso pasara sabia que no podia evitar actuar, si me quedaba mas tiempo pensando algo no quedaría en claro.

Es un asesino... debe pagar. Mis manos se pusieron adelante y dejaron escapar las telarañas que se pegaron al pantalón del asesino, sabes perfectamente que es un crimen asesinar y según las leyes de américa eso esta penado con la muerte del asesino. A veces hasta los americanos olvidaban sus propias leyes, pero cuando uno era un extranjero debía tener en claro que podía hacer y que no en un país que no era el suyo. Airis... llama al 911 y reporta un homicidio en mi ubicación actual. El golpe que habia recibido me dejo lo suficientemente atontado como para olvidar donde estaba y no solo eso, tuve que soltar mis telarañas para tomarme la cabeza ya que el dolor era importante. Despues de todo podia tener una destreza sin igual, pero cuando me golpeaban era lo mismo que si lo hicieran con un niño como yo... en cuanto a contextura fisica claro.