El desarrollo - [Autoconclusivo]

26 de febrero de 2019
20:00 hora de Washington.
Espacio Exterior.

Habia sido un dia productivo. Las amazonas estaban ya reuniendose, retomando las armas, mientras nuestras constructoras se encargaban de preparar todas nuestras catapultas gigantes y de sacar todas las provisiones que hemos guardado con Hefesto durante siglos. Lo mas importante fue a lo que me tuve que enfrentar con la guardia real. Dentro de la Isla Paraiso estan resguardadas las principales puertas al Tartaro, la prision mistica donde los Dioses Olimpicos guardaban sus creaciones cuando no las necesitaban: A efectos practicos, era el bote de basura de las creaciones de Zeus, donde estaba encerrado su padre...

Era curiosa la analogia. Yo habia encerrado a mi madre en la prision bajo el Palacio de Themyscira, y ascendi en el poder supremo que me permitira cambiar el panorama politico del mundo entero. Pero para ello necesitaba recursos, y esos recursos eran soldados leales que iban a morir por mi por cualquier razon sin cuestionarme ninguna orden y que no me importaria sacrificar: bestias mitologicas.

Por eso en la mañana fui a las puertas del Tartaro, que no se habian abierto en milenios. El agujero era del tamaño de tres trailers acomodados uno encima de otro y del tamaño de un camion de ancho. Una puerta enorme, cubierta por el espezor del bosque. Al abrirse, el polvo se solto... y despues, silencio. Camine con mis amazonas hacia adentro, acompañada de las antorchas... Y empezamos a buscar. Habia de todo: Ciclopes gigantes, basiliscos, hidras, pegasos para toda mi caballeria, centauros, manticoras, satiros y las quimeras mas feas que habia visto en mi vida. Todo lo necesario para comenzar mis planes de avance mundial, todo lo que era necesario para acabar con el maldito patriarcado.

Todo fue bastante bien. Y por eso sali de Themyscira, indicandole a mis amazonas que iria a terminar los ultimos preparativos previos a nuestro ajusticiamiento historico. Apenas sali, entre de nuevo en el radar, viaje a Roma, donde tome un tubo de Ondas Z hacia la Atalaya. Era de madrugada a la hora en que llegue, asi que supuse que en Estados Unidos todavia seria de noche.

La Atalaya estaba casi vacia. Solo veia una figura mas en los sensores, pero estaba del otro lado, asi que supuse que me iria sin dejar ninguna pista ni con la necesidad de tener que responder preguntas incomodas. Camine en silencio hasta la silla de la computadora, donde me puse a teclear codigos de acceso reservados unicamente a siete miembros: Aquaman, Batman, Superman, Flash, Linterna, El detective Marciano y por supuesto, yo. Eran los codigos para el armamento, y normalmente, nunca se habian usado... Hasta este momento. Tenia en mi vista el activar un pulso electro magnetico sobre Siria y Chipre, mis objetivos en estos momentos para demostrar el poderio amazonico.

Y mientras tecleaba, aparecio el acompañante de esta noche: Oliver Queen A.K.A "The Arrow". No hice ningun gesto, pero en mi interior estaba maldiciendo al destino porque me interrumpieron en este momento tan crucial para la historia. Segui trabajando en la computadora, cuando el se acerco.

-Oye, Diana, que necesitas? Puedo darte una mano, ya sabes, por compañerismo... -Como siempre, amistoso. Se acerco, pero yo segui en mi computadora.
-Necesito que me dejes sola. Tengo cosas que hacer.
-Y lo noto, pero es que pareces algo molesta, vamos, cuentame que tanto sucede... -Suspire, y me gire, molesta, con verdadera intencion de que se fuera a molestar a otro lado
-Estoy ocupada... -Dije, al tiempo que lo miraba a los ojos- Es una orden. -Me volvi a girar, y probablemente, Oliver vio la pantalla de la computadora, pues saco su arco y me apunto con una flecha.
-Diana...manos fuera de la computadora... -Se alejo lentamente- Perdoname, pero veo lo que estas haciendo, y no me suena nada bien...
-Oliver... -Mencione, mientras detenia de teclear en la computadora- No quiero tener que tomar ciertas medidas contra ti, pero no te metas en lo que no te incumbe.
-Estas tratando de accionar armamento de la Atalaya, no es que sea Batman o Superman, pero soy lo suficientemente miembro como para saber que eso no se hace...  -Note como su arco se tensaba un poco mas- ...Asique suelta ese teclado y deja que venga Batman para que podamos hablar todos de esto...si?

Ese comentario me desagrado bastante. Otra muestra mas del machismo imperante que permeaba en todas las organizaciones de este mundo condenado. Me estaba cansando bastante esta conversacion, y ojala pudiese terminarlo todo mas rapido.

-¿Crees que porque soy una mujer no tengo el derecho de tomar las decisiones mas sabias? -Mencione, molesta, mientras tomaba mi diadema y se la arrojaba a sus manos para tirarle el arco y esta volviese despues a mi cabeza. Me gire en la silla-Oliver, estoy siendo piadosa. Voy a hacer lo correcto, le guste a quien le guste.
-No, creo que ante todo, eres una persona, y en este momento, estas haciendo algo muy sospechoso y se nota que no se lo haz dicho a nadie...-se fue acercando al arco muy lentamente, como quien se acerca a su escopeta cuando esta frente a un leon-
-No soy una persona... Soy una Diosa. Y ante todo soy la Reina. Una reina no necesita pedir permiso... -Mencione, mientras me levantaba de la silla lentamente
-No puedo permitirte disparar nada sin aprobacion de los demas...-tomo su arco de repente y lo tenso enseguida- ...lo siento...-Disparo una flecha hacia mi-
-¡Vete de aquí!

Fue relativamente facil esquivarlo, con hacerme a un lado fue mas que suficiente, saltando hacia el hasta quedar a menos de un metro de distancia.

-No lastimaría a mis amigos... Pero te has ganado ser la excepción. -Movi mis pies para derribar a Oliver, en una barrida rapida y efectiva.
-Agh! -Oliver cayo al suelo, y rodo para alejarse de mi- ¡No es permiso! Entre todos trabajamos para mantenernos honestos, somos una Liga... -Se levanto, gracias a una piadosa muestra de honor con este macho, y tomo su katana- Puedes irte, pero no vas a disparar esas armas...Entra en razones Diana, ¡eres una de nosotros!
- ¡Soy la Reina! ¡No necesito ser parte de este grupo de hombres! -Mencione al tiempo que sacaba mi espada y me dirigia frente a el para derribarlo, sin embargo, pudo esquivarlo por poco.
-Tambien hay mujeres Diana! Canary! Fire! Vyxen! -Intento mantenerse en combate de espadas conmigo- Que hiciste con Hipolita?! Que esta sucediendote?! -Su habilidad no fue suficiente para mantenerse en contacto con mi habilidad y velocidad mas que unos minutos, en donde lo unico que hizo fue hacerme un corte leve en el brazo. Yo no queria realmente lastimarlo, pero me estaba obligando cada vez mas- Diana...Creo en ti, todos lo hacemos...No lo hagas...
-¡Son irrelevantes! -Dije, bastante molesta- ¡Hice lo que tenia que hacer, y no voy a permitir que me cuestione un hombre irrelevante! -Mantuve el combate, hasta que senti el corte en mi brazo -Ya me canse de esto... -Tome mi espada con las dos manos y baje un corte vertical para cortar la katana de Oliver en dos-

Desarmado, sin nada mas que hacer contra mi, bien pude haberlo matado. Pero no iba a derramar sangre en este lugar. Oliver tomo el pedazo de katana que le quedo en el suelo y lo guardo en su carcaj.

-...Oye, Pajarito, no llegare a esa cena esta noche, ¿Si? Disculpame.. -Corto la comunicacion rapidamente y levanto los puños-
-Oliver... -Levante mis puños para confundirle y le di una patada en la rodilla - Lo siento... -Me arrepenti durante un momento de darle ese golpe, pero sabia que lo que estaba haciendo era por una causa superior a esta amistad, y no me importaba lo que hiciera, nunca seria suficiente.
-¡Agh! -Su unica reaccion posible fue darme un puñetazo en el rostro antes de caer -Descuida...Diana...sea lo que sea que te este sucediendo, muy en el fondo, sabes que alguien va a acabar deteniendote... -Se sento, con esa actitud arrogante tan tipica de el, aunque claro, con mucho esfuerzo para poder mirarme- Solo...trata de no destrozar demasiadas cosas mientras vienen a corregirte la cabeza a golpes, ¿Si?

Le di una patada en el pecho, echándolo hacia atrás. Quizas le haya roto alguna costilla o un hueso, no me importaba, sin embargo, no lo iba a matar.

-Tengo que sacarte del juego, sabes demasiado... -Mencione, con un tono de cansancio.
-Aun pese al dolor, me dedico una sonrisa, guiñandome un ojo.- Te estas tardando, bonitas piernas, casi hacen que recibir una patada tuya sea... agh... -tocio un poco de sangre. Probablemente tuviese una hemorragia interna, pero no se iba a morir... creo- Olvidalo, mal chiste de todos modos...

Lo tome por una pierna y lo arrastre hasta una de las lanzaderas de la Atalaya, arrojandolo dentro.

-Cuando este mundo sea mejor, espero que te arrepientas de lo que me dijiste hoy...

Lo que dijo despues, no me intereso en lo mas minimo, asi que le cerre la puerta en la cara y trace una ruta para que la maquina cayese cerca de Estados Unidos, en el Atlantico. Se arrastro hasta una de las ventanas de la nave, y me sonrio, cosa extraña, antes de que la nave saliese disparada. Adios, Oliver.

Cuando todo acabo, me quede en silencio unos momentos, hasta que volvi a la computadora y segui tecleando los codigos. No lo iba a soltar hoy, aun no estaba coordinado en absoluto, sin embargo, iba a activarlo de manera remota y borrar el registro para que no se diesen cuenta tan facilmente que yo habia dado esa orden. Todo tenia que embonar perfectamente de acuerdo al plan.