Vincent McLoughlin/Psyblast

Nombre: Vincent William McLoughlin.

Alias: Psyblast. También le llaman, Vince, Vinnie (aunque odia que lo llamen así), Psy, o imbécil en la mayoría de los casos.

Edad: 25 años.

Nacionalidad: Irlandés, aunque su abuelo es escocés.

Raza: Mutante.

Mentor: Charles Xavier.

Bando: Neutral, tirando a Defensor.

Ocupación: Cazarrecompensas y Mercenario. También ha trabajado como sicario cuando el dinero era escaso, pero ya no se dedica a eso.

Descripción Física: Vincent es un hombre de estatura media (1.75 mts. aprox.), contextura media pero cuerpo bien entrenado, sin rayar en lo exagerado. Su pelo castaño siempre está relativamente corto y últimamente ha ido cayendo hacia atrás a medida que crece. Sus ojos, castaños también, poseen una mirada penetrante, severa y hasta intimidante, y sus facciones no ayudan a suavizar la mirada. Siempre lleva una barba de uno o dos días, lo que le da un aire mucho menos formal, por decirlo así.

Normalmente viste ropa cómoda, como camisetas o sudaderas, jeans, botas o zapatillas All-Star (dependiendo de su humor en ese momento) y ocasionalmente chaquetas de cuero.



Descripción Psicológica: En pocas palabras, un completo idiota. Tiene mal carácter, una lengua muy afilada y si lo provocas lo menos que puede hacer es romperte la nariz y tirarte un par de dientes. Es muy observador y no se cuida a la hora de buscar problemas. Es frío, calculador, arrogante, sarcástico y desconfiado. No mira a nadie con buenos ojos y prefiere hacer las cosas a su manera. Esto se debe a lo que le ha tocado vivir y en especial a su entrenamiento: fue enseñado a ver siempre lo malo de la gente para no decepcionarse y a no confiar en nadie más que en sí mismo. Aun así, Vincent es un hombre con un fuerte sentido de la justicia y leal a la gente que considera sus amigos, hasta el punto de arriesgar o hasta sacrificar su vida por ellos si es necesario.

Cuando trabaja no es muy diferente a como se comporta normalmente: habla menos, es más observador, se le ve más concentrado y, aunque prefiera trabajar solo, es capaz de trabajar en equipo. A pesar de ser insoportable, en las misiones demuestra una seguridad, frialdad y fortaleza que transmite confianza y gracias a eso las misiones se cumplen sin contratiempos ni bajas, convirtiéndolo en un gran líder, además de ser muy responsable en estos casos y precisamente por ser desconfiado toma casi todo el peso sobre sus hombros. También es capaz de acatar órdenes (aunque le desagrade) si cree que el que está a cargo merece el puesto; es una forma de demostrar su respeto. En resumen, es capaz de trabajar con alguien aunque quiera sacarle los ojos.

Historia: 'Mi nombre es Vincent. Vincent McLoughlin. Soy un idiota. Nací en Dundalk, Irlanda. Sí, ya sé lo que deben estar pensando: "¿No se supone que los irlandeses son buena gente, divertidos y todo eso?" Puede ser, pero yo no soy así, soy un caso especial. Para empezar, mi madre murió al darme a luz, no conocí a mi padre y fui criado por mis abuelos. Ah, y soy un mutante. Nací con una cosa llamada telekinesis, y si no me equivoco, la primera vez que lo supe fue a los seis años, en la escuela. Lo clásico, huyes de los bullies, y en un momento estás acorralado y milagrosamente te salvas gracias a tu "poder oculto". Es como una mezcla de "Matilda" con "Carrie", pero yo soy hombre y no estoy tan loco como ellas. No recuerdo nada después de eso, salvo que desperté en el hospital con una venda en la cabeza y mis abuelos sobre mí con cara de preocupados. Estaban ahí también el médico y mi maestra; ésta última contaba que hubo un apagón en la escuela al explotar unas bombillas y mientras evacuaban el lugar para evitar que a los niños les pasara algo me encontró inconsciente en el pasillo, contando que aparentemente me había desmayado y golpeado la cabeza. Sonaba sensato, razonable y creíble, así que todos lo creyeron, obviamente yo no; y aunque no volvió a pasar algo parecido a ese incidente, desde entonces las jaquecas no pararon. Lo peor fue que a los ocho empecé a oír voces y en el miedo que sentía cometí el error de contárselo a mis abuelos. Obviamente pensaron que estaba loco y casi me internaron en un hospital psiquiátrico.

Por suerte apareció Teo, quien me salvó de ese suplicio al explicarles pacientemente que eso no era una enfermedad, sino un poder muy valioso llamado telepatía, pero que debía controlarlo para no enloquecer de verdad y les prometió que me daría toda la ayuda y las herramientas necesarias para ser capaz de controlarlo. Convencidos por Teo, mis abuelos lo dejaron llevarme a Escocia, y esa fue la última vez que vi a mis abuelos. Teo me llevó a su casa, donde conocí a su familia y a otros chicos como yo. La mayoría de los chicos en ese entonces tenía aproximadamente quince años, por lo que a veces me sentía más como la mascota o un estorbo, pero Teo siempre me trató como un miembro más de su equipo y a veces incluso sentía que me trataba como a su propio hijo. Además de darnos los conocimientos y educación requeridos, Teo nos enseñó a pelear (era básicamente entrenamiento militar y de inteligencia), según él porque nos ayudaba bastante con el control sobre nuestros poderes y esas cosas.

Hasta ahí todo bien, luego de dos años entrenando en lo que se convirtió en mi casa pasé los cinco años siguientes recorriendo Europa, ayudando a Teo en lo que me pidiera y obviamente perfeccionando mis habilidades, ése hombre fue como el padre que nunca tuve. Pero un buen día todo cambió. Tenía quince, y era mi primera misión importante. Tenía que viajar solo a Moscú, Rusia, y esperar ahí a Teo. También me dijo que una vez allí el objetivo era simple: debía capturar a un tipo y mantenerlo en custodia hasta que Teo llegara. Lo localicé, lo seguí durante varios días para estudiarlo bien y finalmente lo intercepté, nada difícil, lo noqueé, capturé y llevé a un almacén abandonado. Mientras esperaba a Teo, el tipo despertó y de algún modo se liberó, y después de eso se armó un desmadre monumental. Golpes iban y golpes venían, hasta que mi telekinesis volvió y accidentalmente estrellé al tipo contra el techo y el suelo repetidas veces hasta que cayó muerto. Básicamente mi misión se había ido al carajo, pero estaba preocupado de otra cosa, porque para empezar jamás había matado a nadie. Además, algo cayó cerca de mis pies y cuando lo recogí pude notar una placa y que en ella decía "KGB". Mierda, acababa de matar a un ex-agente. Aterrado, quemé el almacén y huí del lugar. Cuando pude pensar en frío me di cuenta que había sido entrenado para ser un terrorista y me sentí un completo estúpido, y lo que es peor, me sentí vacío. Algo me faltaba.

Desde entonces vagué por varios países de Europa Oriental, sobreviviendo como podía y aprendiendo lo que encontraba útil. Me di cuenta que los mutantes eran temidos y odiados en prácticamente todo el mundo, y pensé que tal vez debería estar con los míos, así que emprendí el viaje a Genosha. No pasé mucho tiempo viviendo allá cuando escuché de los ideales de Magneto y de una posible guerra contra los humanos, así que me largué de ahí sin rumbo fijo, donde pasé unos tres años tratando de encontrar ese algo por todo el sur de Asia. Llegué a Japón y luego fui a Norteamérica. Viví un tiempo en Los Angeles y ahí descubrí que si hay algo que jamás desaparece es el crimen, así que decidí dedicarme a cazar criminales, obviamente por un precio; y supe que al menos había encontrado un modo de permanecer en forma y ganando algo de dinero. Así estuve los últimos cuatro años, hasta que un día sentí curiosidad por el famoso Profesor-X y sus mutantes. Obviamente tenía una visión mucho más pacífica que la de Magneto, y tal vez eso fue lo que me atrajo a Nueva York, donde llevo más o menos un mes.'

Poderes: Telekinesis: Por definición, la telekinesis es el poder de mover, levantar, construir o destruir objetos con la mente, aunque con el paso del tiempo y el entrenamiento apropiado puede hacer mucho más que eso. La telekinesis de Vincent se manifestó por primera vez cuando él tenía seis años, pero debido a un golpe en la cabeza aparentemente desapareció hasta los quince años. Actualmente le permite volar libremente (mas no a grandes velocidades) y levantar hasta media tonelada con su mente.

Telepatía: La habilidad de comunicarse con la mente. Los telépatas pueden escuchar y transmitir pensamientos, ver
recuerdos y hacer que otros los vean, adquirir y compartir conocimientos, etc., todo gracias al poder de su mente. La
telepatía de Vincent era algo básico, podía escuchar uno que otro pensamiento de forma involuntaria, a veces en el peor momento; pero gracias a su anterior mentor logró dominarla. No le gusta usarla a menos que sea necesario, y normalmente la usa para comunicarse con alguien que esté en su rango de visión. Aún así, todavía le falta mucho por aprender.

Habilidades: Gracias a su entrenamiento como asesino, Vincent domina varias formas de combate armado y desarmado, varios tipos de artes marciales tales como: Muai Thai, Parkour, Ninjitsu, Kung Fu, Kick Boxing, Karate, Esgrima, etc.; sabe usar diversas armas blancas y de fuego (aunque no le gusta usar armas), es capaz de pilotar diversos tipos de naves, sabe primeros auxilios y puede sobrevivir en condiciones extremas. Gracias a esto tiene una vasta experiencia en tácticas y estrategias que le ha facilitado desarrollar su capacidad de liderazgo.

Es muy observador, casi rayando en lo obsesivo, siempre se guía por sus instintos y es bastante astuto; con esto puede idear muy buenos planes, aunque la mayoría de las veces lo hace dependiendo de la situación y de la forma en que se desarrollen los eventos, lo que lo vuelve una persona bastante impredecible.

También tiene algo que podría llamarse un don, y es que siempre encuentra la forma de meterse en problemas. No importa con quién, no importa dónde, allá donde va se arma alguna bronca de las buenas. Es como... arte.

Defectos: Desconfiado, obstinado, arrogante, insoportable, obsesivo, orgulloso, este tipo sí que sabe cómo hacer amigos.

También hay un detallito, y es que no le gusta usar sus poderes, los usa sólo en caso de extrema urgencia, casi como si odiara lo que es o como si no llegara a aceptar su condición de mutante por el hecho de que ya quisieron convertirlo en arma antes. Como consecuencia, le está costando controlarlos, y eso lo fatiga mucho últimamente. Además, tomando en cuenta que está pasando a las ligas mayores, queda en clara desventaja a la hora de un enfrentamiento.

También tiene la desventaja de que, debido a su telepatía, cuando trata de meterse en la mente de sus enemigos corre el riesgo de volverse loco si su objetivo no es muy estable mentalmente. Obviamente no tratará de meterse en la mente del Joker o la de Deadpool por motivos obvios; que de seguro ya se le hará difícil con entrar a la de Harvey Dent como para tratar con algo más... "complejo".

Equipo y recursos: Una motocicleta Honda DN 01.



Su traje es de kevlar, las botas y los guantes son de cuero. Tiene un cinturón donde guarda principalmente provisiones para recuperar energías, aunque también tiene un compartimento para unas bombas de humo y las llaves de su moto. De vez en cuando usa una chaqueta con su traje.

También tiene un pequeño departamento en el centro de Nueva York que utiliza como bodega para sus armas y como lugar de meditación.