Prueba de rol del Rocket. ¡HELL YEAH!

- Once de Marzo de 2018. Cuadrante Sigma de la Nebulosa Androxa. 12:35 de la mañana... contacto negativo... Ooooh... Menudo coñazo. No, de verdad, ¿por qué tengo que hacer ésto cada cinco minutos? ¡Es absurdo! ¡Ya veo que no hay nada!
- Yo soy Groot.
- ¡Como si me importara! ¡Es el espacio! Podría estar perdido durante mil años que de seguro no pasaría una jodida nave, así, porque si a saludarme y decir "holaaaaaaaa, os venimos a rescatar!. ¡Por favor!
- ¿Yo soy Groot?
- ¿Qué? No, que va. No estoy enfadado contigo. Es... Hmfffeh, éste ESTÚPIDO trabajo que me tiene harto. Harrrrrrrto te digo.

Le pegué una patada al maldito navegador de la nave. Horas... ¡Horas llevábamos flotando a la deriva, a la espera de un maldito contrabandista que se las hacía de mercader para ganarse unos cuantos créditos de más! ¿Y a quién mandan para que le encuentre y le persiga? A mí, ¡A mí! Al tipo del gatillo fácil, las malas pulgas y la lengua larga. ¡Venga ya! Para mí que Quill ya no sabe a quien llamar para hacer qué y dónde. Si un día me pide que me pase por su cama para "conocernos un poco mejor" juro por todo lo jurable que me descojono. Le pego un tiro, y luego me descojono.

- Once de Marzo de 2018... aaaaay...
- Yo soy Groot.
- ¿Qué dices socio?
- Yo soy Groot.
- ¿Cómo? ¿Dónde? - El grandullón señaló la pantalla del radar. La amplifiqué para ver mejor la señal y de donde procedía. Pasé unos códigos para el registro de la nave y a nombre de quién venía. - Jo, jo, jo... te cacé.

Era el objetivo. Por fin se había dignado a aparecer. Solo tuve que encender motores, desoxidar un poco mis pequeñas manos y ponerme en marcha. La pequeña nave que tenía a mi mando salió disparada tras el falso mercader, pisándole los talones en cuanto la tuve a tiro. ¡Menuda carcasa! Normal que no la hubiera visto, porque parecía más basura compactada que una nave. ¿De dónde saca ésta gente esas naves tan... desatrosas?

- Groot, conéctame a la nave. Bien: a ver tripulante. Tú, el capullo del globo de hojalata. Voy a contar hasta 10, y como no te detengas, mis amiguitas te convertirán en polvo estelar. - Le disparé una ráfaga para que viera que iba en serio. - ¿No me dices nada? Está bien: 1, 2... - De repente la nave... desapareció. - ... ¿10? - No solo la nave: todo a nuestro alrededor comenzó a trastocarse. - ¡Groot! ¡Sujétame! - Nuestra pequeña nave se agitó mientras mantenía el control todo cuanto podía. Un planeta apareció de la nada, luego uno desapareció o estalló en mi pedazos. Una estrella, dos más que antes no estaban. Meteoritos, basura intergaláctica... ¡¿Qué demonios estaba pasando?!
La nave pegó un fuerte tirón que casi nos manda para fuera a Groot y a mí. Volví a subirme a la silla del piloto para escuchar la alarma de nuestra nave, la cual estaba siendo aspirada por el campo gravitatorio de ¡UN JODIDO AGUJERO NEGRO QUE ANTES, CLARAMENTE, NO ESTABA ALLÍ!

- ¡Rocket! ¡Groot! ¡Dejad ahora mismo todo lo que estéis haciendo! Tenemos algo muy gordo entre manos.
- ¡QUILL! ¡NO ES EL MOMENTO DE TOCARME LAS NARICES!

Propulsores al máximo. La nave a toda potencia. Me temblaban hasta los mofletes. Los pelos de punta, la cola erizada... pero pudimos salir de esa trampa mortal. Joder...

- Vale Quill, ahora sí. ¿Qué tripa se te ha roto?