El borde del camino (Gabriel Leblanc)

05/08/2015

HELITRANSPORTE

-Pero que porquería de máquina, siempre se atasca este cacharro… esta gente se la dan de que son inteligencia, ojala esa inteligencia les sirviera para reparar esta odiosa maquina…

Le estaba descargando mi ira a una máquina expendedora de postres, necesitaba algo de comer, andaba en un mal día, primero tuve una discusión con Furia en la mañana sobre unas inasistencias que tenia, pero no sé porque tanto alboroto, hasta un héroe necesita descansar, esos sujetos parecen maquinas que nunca duermen, aunque S.H.I.E.L.D. te da una llamadas vacaciones a veces necesito despejar la mente y entrar en mi mundo, de todos modos ellos me conocen, y luego cuando termino la tunda con Furia me agarro Natasha, con otra reprensión mas…

-Creo que la juntica con Furia hace que se te este pegando su temperamento…ya cuando te des cuenta estaras de su color jejeje- Le dije con voz sarcástica, pero por lo que veo lo que hice fue avivar las llamas de esta pelirroja, dios libre al que caiga en sus manos…

Ahora sí que necesitaba despejar la mente y pensé que llenar el estomago ayudaría, pero para completarla la maquina estaba haciendo de las suyas y eso no me ayudaba en nada. Al final la maquina se rindió y me dio mi tan preciado postre, empezó a degustarlo y mi humor estaba cambiando, tanto así que ya estaba mejor, no sé si fue el dulce o que siempre soy anti parabólico con lo que me dice Furia, no, creo que fue el dulce… arrugue con mi puño la envoltura y la tire a la cesta de basura encestándola con puntería perfecta. Seguí mi camino y pude ver además de los agente comunes a uno en especifico, estaba un poco perdido, de hecho era una cara nueva, a veces uno ni se da cuenta cuando S.H.I.E.L.D. recluta nuevos miembros que podemos trabajar años aquí pero es imposible llegar a conocerlos todos. Me quedé recostado de la pared y puedo ver al joven de cabello rubio seguir de largo y le dije…

-Oye amigo, ¿buscas algo?-Le dije para romper el hielo, parecía perdido y pensé en ayudarlo…

-Me llamo Clint Barton, ¿nos conocemos? ¿Estás perdido o algo? soy un vengador y un agente de S.H.I.E.L.D creo que podría ayudarte a encontrar lo que buscas si me lo permites, ¿qué dices?-Le dije mientras dibujaba una sonrisa en mi rostro, no lo conocía pero si era un nuevo recluta tenía que darle una buena bienvenida, y la necesitara, yo una vez fui nuevo, y sé lo que es ser un novato en esta agencia, es como entrar en el lago de las pirañas, solo sobrevive el mejor, quería ver si podría ser su amigo, lo necesitara…

"-Genial. "

Era la tercera vez que pasaba por allí, estaba seguro. Le parecía increíble que una organización tan sumamente... organizada, por redundante que sonara, fuera incapaz de indicar a los agentes nuevos dónde tenían que ir para encontrar la sección a la que estaban destinados. Le habían mandado a buscar al agente Coulson para que lo equipara, pero parecía que el tipo se había volatilizado. Ahora mismo podía estar en Hong Kong, o en Londres, o en la habitación de al lado. En cualquier sitio, menos donde Gabriel pudiera verlo. Iba a dar media vuelta para subir al piso de arriba, cuando un hombre se le acercó ofreciéndole su ayuda.

-Vaya... Pero si es el agente Barton en persona. Soy Gabriel Leblanc, acabo de llegar.

Hawkeye era uno de los agentes más conocidos de SHIELD por pertenecer a los Vengadores, un grupo de superhéroes que se dedicaban a salvar el mundo de manera espectacular al nenos una vez al mes. Eso si no era una vez a la semana: No se encargaban de nada más pequeño que una invasión alienígena.

-Pues... Acabo de llegar como quien dice. Ando algo perdido, porque me han dicho que busque al agente Coulson, y no lo encuentro. Además, esto es enorme... Necesitaré un mapa para ir a mi puesto todos los días.

No pudo evitar una risa. Llevaba mucho tiempo preparándose para entrar en SHIELD, y ahora que estaba allí, se sentía como un crío al que hubieran llevado al lugar más increíble del mundo.

-Pero lo primero es lo primero: Encontrar mi puesto, y ya me haré el mapa después. Aunque tarde todo el día, tiene que estar por aquí.

Pude contemplar y el muchacho se veía buena onda, tenía una cara brillante y llena de expectación, la misma cara que reflejan todos los nuevos, me caía bien, de hecho parecía ser un buen chaval, y también sabia de mí y me tenia cierto grado de admiración, así que eso facilita las cosas y ayuda a romper cualquier muro que exista entre nosotros.

-¡Mucho gusto y bienvenido a bordo!

Su nombre era Gabriel, y tal y como acerté estaba un poco extraviado, y bueno... estaba buscando al tal Phil Coulson, admito que nunca me cayo ese tipo, ojala no le meta cosas raras en la mente al chaval, tiene buena pinta, y si me ponen a escoger con Phil o el gruñon de Furia prefiero quedarme con el gruñon, pero la reglas son las reglas que se puede hacer…

-¡Ni que lo digas amigo! A veces pienso que lanzar a los nuevos a buscar su cuartel es parte del entrenamiento jejeje ¡este lugar es enorme! No te preocupes que estas en buenas manos, y dime ¿qué área específicamente estas buscando?

El Helitransporte es un lugar enorme con muchos cuarteles y secciones, tenía que saber ahora hacia donde se dirigía mi nuevo compañero para ayudarlo, aunque llevo aquí años todavía admito que me hecho mis confusiones de vez en cuando, pero también tenía algo de curiosidad de donde pertenecía el extraño pero alegre chaval, S.H.I.E.L.D. por ser una agencia líder en espionaje ultra-secreto no escoge sus integrantes al azar o abriendo una taquilla para que cualquiera entre si le plazca, necesitan algo a cambio, alguna cosa que les pueda ser útiles a la organización, lamentablemente somos como marionetas para ellos, esto no son como los vengadores ni nada por el estilo, digamos que es otra “gerencia”, así que donde el chico me dijera, más o menos tendría una idea de quién era él, sabia su nombre pero no sabía... ¿quién era él?, ¿para qué estaba aquí? ¿A dónde se dirigía? Muchas preguntas y ninguna respuesta, ya pronto esperare resolverlas…

Por suerte, Barton no era como Gabriel lo había imaginado: Un hombre orgulloso de su condición de héroe, metido en asuntos demasiado importantes como para mezclarse con el resto de la gente. Y más aún con los agentes nuevos. Pero no, nada de eso. Era todo un alivio contar con un poco de ayuda.

-Me dijeron que me necesitaban en la división PSI, para entrenarme como telépata.

De hecho, se había planteado la posibilidad de leer la mente a todo el mundo para averiguarlo. Aunque seguramente a los jefes no les haría ni pizca de gracia. ¿O igual era eso lo que querían que hiciera? Por lo que le habían contado, en SHIELD esa era una posibilidad más que probable. Otra era que simplemente él no encontraba el sitio de marras, sin más. Nah. Demasiado sencillo. Aunque igual hacían algo tan absurdamente sencillo para que todos los principiantes pensaran que localizar su zona era una prueba con truco, se complicaran la vida, le dieran vueltas y más vueltas hasta volverse locos y que finalmente sólo hiciera falta preguntar para que alguien le indicara. "-Piensas demasiado, ¿Lo sabías?"

-Últimamente están reclutando a bastante gente con superpoderes como agentes, y han creado muchas zonas nuevas, pero me extraña que nadie sepa nada o casi nada.

De hecho, esa era la base de una de las mayores agencias de inteligencia del mundo. Resultaba cuanto menos curioso que la gente estuviera tan mal informada: Cierto que sólo había preguntado a un par de agentes que se estaban tomando un café, pero es que no había ni carteles ni nada parecido para orientarlo.

-Mmmmmmmmmm… ¡Ya claro! Tienes razón esa división es nueva, ni me acordaba jejejeje ¡ven! Te mostrare donde queda…

Había escuchado algo de esa división una dedicada a entrenar agentes con dotes de telepatía, aunque muchos no lo crean, el que yo pertenezca a S.H.I.E.L.D. no significa que se todo sobre él, hasta hay ciertas cosas que son confidenciales, hasta para los mismos agentes, y además, como mi amigo acaba de decir, recientemente han creado muchas otras divisiones, ahora mi nuevo amiguito me parecía más especial y curioso aun, no era un simple humano, estaba cara a cara con un telepata, y yo ya tenía experiencia con ellos, ¡en la escuela de Xavier hay un montón! Y son un poco entrometidos si no tienen conciencia de su don, es más, ¿será que me está leyendo la mente ahora mismo? ¡Joder!,  para romper el hielo mientras caminábamos decidí seguir conversando…

-¡Interesante! Vaya nunca me imagine que eras un mutante amigo, ¿de dónde te saco S.H.I.E.L.D. amigo? ¿De la mansión de los X-men? Allí hay unos cuantos telepatas, si de verdad estas aquí es porque resaltas más que los demás, ¡así que déjame felicitarte por eso! Jejeje –Dijo el vengador mientras le daba palmadas en el hombro a Gabriel

-¡Y no te preocupes! Ya después te acostumbraras a los misterios de S.H.I.E.L.D, es más, ¡dentro de poco te conocerás este HELITRANSPORTE como la palma de tu mano!-Levante mi mano afirmando lo que dije.

-Es mas, aprovechare a darte un consejo, a veces es mejor andar solo que mal acompañado, creeme... solo un consejo... si quieres tener amigos, que sean seleccionados.

Hasta ahora parecía un buen chico, ya sé por lo menos que era un mutante, y que era telepata, no sabía si era uno de esos que esconden su verdadera cara, pero este chico parece un buen chaval, no creo que ande por allí husmeando la cabeza de los demás. Si esta aquí es por algo…

Gabriel no se rió por pura educación: En efecto, estaba leyendo la mente de Barton. No por nada en particular, desde luego no creía que su improvisado guía tuviera nada que ocultar, pero el leer la mente de otros era algo tan natural en él como mirar a los ojos a la persona con la que hablas. Solo observaba sus ideas más superficiales. Evidentemente no se ponía a rebuscar entre los recuerdos, los pensamientos íntimos ni nada de eso. Sería muy injusto por su parte, y había cosas que sólo pertenecían a la persona. Él no era quién para enterarse de lo que opinaba alguien sobre otros, por ejemplo. Pero en cierto modo sí que era algo entrometido, como bien había pensado Clint. por mucha conciencia que tuviera de su don, era una tentación demasiado grande. Además, todos tenemos defectos, y el cotilleo no es ni muchísimo menos el peor de ellos. Siendo sinceros, el nivel al que llegaba su intrusión era el mínimo: Lo justo como para complementar lo que el otro decía. Era casi como la comunicación no verbal, un añadido a la conversación propiamente dicha.

-Gracias, ya pensaba que me iba a pasar toda la vida perdido por aquí.-Vaya, Gabriel podía ser metomentodo, pero Hawkeye no se quedaba atrás.-No, no he estado nunca en la Mansión, pero me gustaría ir allí algún día. Debe de ser genial. Yo he salido de mi casa, simplemente. Me mandaron a Estados Unidos hace años, para que me enderezara. Era un poco... Rebelde, y en París no había manera de mantenerme quieto. Después de liarla unas cuantas veces, decidí que quería ser agente. Además, nunca había hecho daño a nadie con mis poderes, así que no me consideraron peligroso, y tampoco me costó nada superar las pruebas. Y aquí estoy, sin más.

Se encogió de hombros: La suya había sido una vida muy normal, aparte de sus "problemillas" con la policía. O al menos, la vida que le habían hecho creer que tenía. No dejaba de resultar curioso que pudiera desenterrar los recuerdos más olvidados de otra persona con la concentración suficiente, pero sin embargo era incapaz de encontrar la verdad dentro de sí mismo. Quizás fuera lo mejor para él, después de todo. Él era feliz ignorando la sangre que manchaba sus manos, y el mundo tampoco estaba dispuesto a recordárselo. Era solo un chaval de apenas veinte años en su primer día, charlando amigablemente con otro, y no un criminal. Cédric estaba muerto y enterrado, en una fosa bien profunda. La mismísima SHIELD se había asegurado de ello. ¿No?

-Eso espero, quedaría fatal que no pudiera moverme ni por mi propia base.-Gabriel se rió ante esa idea.-Y por supuesto, te ofreces para ser uno de esos amigos seleccionados, ¿No?

La conversación iba fluyendo de manera natural, normalmente me la paso sumergido en mis asuntos como si de un pozo se tratara, y rara vez le doy atención a asuntos de otras personas ajenas a mí, pero este muchacho me caía bien, sinceramente lo decía sin mentir, no sé porque, pero algo tenia él, que hacía que no hubiera ninguna barrera.

-No, no he estado nunca en la Mansión, pero me gustaría ir allí algún día. Debe de ser genial. Yo he salido de mi casa, simplemente. Me mandaron a Estados Unidos hace años, para que me enderezara. Era un poco... Rebelde, y en París no había manera de mantenerme quieto. Después de liarla unas cuantas veces, decidí que quería ser agente. Además, nunca había hecho daño a nadie con mis poderes, así que no me consideraron peligroso, y tampoco me costó nada superar las pruebas. Y aquí estoy, sin más.

Con esa respuesta note que me había equivocado con mis sospechas, y aunque era un mutante no fue acogido e instruido bajo los principios morales y éticos de El Profesor. Pero de todos modos la idea de pensar que podía ser una amenaza no pasaba por mi mente, yo sí creo en la redención, lo digo por experiencia y el hecho que está aquí también me lo demuestra,  en algunos casos S.H.I.E.L.D. toma la opción de reclutar a individuos con un historial manchado para diversos propósitos, por citar un caso tenemos a M.O.D.O.K. fue un ex terrorista que vendió su parte de I.M.A. a S.H.I.E.L.D en busca de impunidad y ahora trabaja para ellos. Y bueno… por citar otro caso también está el mío, antes, un delincuente perseguido por la ley, y ahora de una forma similar a la de M.O.D.O.K. trabajo para esta agencia pero para limpiar mi historial delictivo. Sea como sea el pasado, el muchacho ahora me había confesado que había sido un chico “rebelde”, eso no es problema si de verdad quieres redimirte.

-Interesante amigo, ¡cualquiera que te ve no se imagina que escondes!-Dije mientras sonreí y le golpeaba ligeramente el hombro- Como dice un dicho, nunca juzgues a un libro por su portada ¿no? No te preocupes por eso amigo, si tú dices que fuiste “rebelde” espera conocer a los demás, aquí hay muchos que tienen un pasado oscuro, más de lo que te imaginas, yo soy uno de ellos aunque no lo creas, pero es algo que no me gusta mencionar mucho, eso no ayuda a nadie, prefiero dejarlo en el pasado...

Hay cosas que mejor prefiero dejarlas en secreto, no que no confiara en él, no parecía para nada tener algún tipo de mala intención, pero con el tiempo se lo podré contar. O en dado caso, el podrá averiguarlo por si mismo…

-Y por supuesto, te ofreces para ser uno de esos amigos seleccionados, ¿No?

Una pregunta que no me esperaba. Después de que la formuló deje escapar un sonrisa sincera y espontanea y el dije.

-Claro que si compañero, no te preocupes por eso, se que todavía no nos conocemos bien pero... puedes confiar en mí, !pero te lo advierto! nada de divagar por mi mente ¿ok? Si me entero que sabes que cuantas barras de proteínas me como al día, y cuál es mi estado civil sin yo decírtelo ¡sabré que andabas de ocioso!, y otra cosilla mas, crees que tu y yo somos diferentes pero digamos que para Hill y Furia soy un poco “problemático” y por lo que me dijiste tiendes a ser “rebelde”  entonces creo que le sacaremos unas cuantas canas a algunos-Luego le guiñe el ojo seguí sonriendo y seguimos con nuestro trayecto.

Agentes estaban por todo en derredor mirando con curiosidad a los dos rubios mientras caminaban, normalmente me la paso solo, o con Natasha y Gabriel era alguien nuevo con el que no estaban acostumbrados a verme, espero que el chaval no se achicopale por eso. Ya solo estábamos a un piso de de la división PSI. Y pronto tomaríamos caminos distintos.

Gabriel conocía el expediente de Barton, así que no le extrañó lo más mínimo el comentario de Hawkeye. De hecho, se había por lo menos ojeado los historiales de todos los agentes importantes de SHIELD, para llegar con una base sobre la que orientarse en la agencia. Tanto Clint como la agente Romanoff, AKA la Viuda Negra habían sido conocidos criminales. De hecho, habían trabajado juntos. Por alguna extraña razón, sintió un ramalazo de nostalgia, como si echara de menos la libertad de hacer lo que le viniera en gana. No podía imaginar que ese sentimiento no era suyo, sino de alguien que dormía en el fondo de su mente.

-Tranquilo, no me importa si comes cuatro barritas energéticas al dia o dieciséis. Te digo yo que mi trabajo en SHIELD es buscar información en las cabezas de los sospechosos, no averiguar si los agentes están casados o no.-Dijo, entre risas. "-¿En serio este tío se toma 10 barritas? Mon Dieu... Eso no puede ser sano." La verdad, si no trabajara en SHIELD, Gabriel habría acabado como paparazzi con toda seguridad. Menos posibilidades de morir y quizá mejor sueldo, pero desde luego demasiado aburrido para el gusto del mutante. además, siendo cotilla profesional no hacía ningún favor al mundo, y así sí.

-Estoy impaciente por que me encarguen mi primera misión. ¿Cómo fue la tuya? Espero que no muy difícil, sería horrible fastidiarla a la primera.

Mientras tanto, llegaron a la zona de destino. Tras intercambiar algunas palabras con el agente de la puerta, dejaron pasar tanto a Clint como al novato al que acompañaba. Les indicaron una sala, donde encontraron el traje de Gabriel. Una armadura flexible y resistente, negra, gris y blanca.

-Vaya, vaya... Creo que piensan mandarme a un bombardeo por lo menos, con este traje.-Comentó, pasando los dedos sobre la tela. Era completamente lisa, y se adivinaba con facilidad dónde estaban las placas del blindaje. Sin embargo, era muy ligero, y esos colores facilitaban mucho el fundirse en las sombras o en el paisaje de una ciudad para pasar desapercibido. Mucho mejor que unas mallitas de colores chillones como las de los superhéroes. Eso resistía impactos de bala, y no ofendía al buen gusto. No como ciertos mutantes vestidos de amarillo...

-Tranquilo, no me importa si comes cuatro barritas energéticas al dia o dieciséis. Te digo yo que mi trabajo en SHIELD es buscar información en las cabezas de los sospechosos, no averiguar si los agentes están casados o no

¿Pero qué significa esto?... ¿Acaso el sujeto de verdad me leyó la mente o qué? ¿Cómo rayos se dio cuenta que me como 4 barritas energéticas diarias? ¿O simplemente lo adivinó? Mmmmm… démosle el beneficio de  la duda… me huele raro pero… no que va no lo creo… además a quien le interesaría esos asuntos, ni siquiera soy Iron Man o el Capi, a ellos sí que vale la pena leerles la mente….

-Estoy impaciente por qué me encarguen mi primera misión. ¿Cómo fue la tuya? Espero que no muy difícil, sería horrible fastidiarla a la primera.

El chaval se veía lleno de emoción. Sinceramente eso me gusta, cuando tenemos un pasado oscuro y nos dan la oportunidad de redimirnos y demostrar que si podemos hacer el bien por los demás, es algo que nos llena de satisfacción personal. Claro… quizás… haya mejores formas para demostrar eso que aquí en esta agencia, y no lo digo porque esté en contra o quiera formar alguna especie de sindicato, al fin y al cabo, aquí hay muchas personas que se las pasan al frente de una computadora monitoreando y haciendo papeleos y nada más, su vida no corre ningún tipo de peligro, a menos que ataquen la base lo cual muy poco sucede, pero el punto es que de alguna manera disfrutan su trabajo. Pero están los otros… que como yó nos toca dar nuestra vida para el bien de la humanidad, y aunque en parte me gusta mi trabajo la realidad es que en muchas ocasiones he estado a punto de morir, es un precio que no todos están dispuestos a pagar… este sujeto muy pronto será uno de nosotros… lo presiento… me pregunto si estará dispuesto a pagar el mismo precio…

-¡Cálmate chaval! ¡Esperemos que mantengas ese mismo entusiasmo cuando lleves un año por aquí!-Digo mientras sonrío y le golpeo ligeramente el hombro- Mmmm ¿mi primera misión? Me perdonaras pero no recuerdo muy bien…- -Digo mientras me rasco la cabeza-soy malo con eso de la memoria ¿oíste? Creo que soy lo opuesto a ti ¿no amigo? Lo que sí es que había un poco de tensión, pero no recuerdo mucho, me pondré a pensar y a refrescar la memoria, cuando nos volvamos a ver te cuento ¿te parece?

Ya por fin llegamos a la susodicha área PSI, fue un camino largo pero muy placentero junto a mi nuevo amigo, el agente de la puerta se limito a pedir unos cuantos datos, especialmente a Gabriel ya que yo era uno de los veteranos en S.H.I.E.L.D. y como estaba a su lado todo era síntoma de estaba bien y Gabriel era un buen sujeto, una vez adentro pudimos contemplar lo que sería de ahora en adelante el uniforme que lo identificaría como un agente.

-Vaya, vaya... Creo que piensan mandarme a un bombardeo por lo menos, con este traje.

-¡Dímelo a mí! S.H.I.E.L.D. tiene un gusto particular en los uniformes y para sus bollitos rellenos, ¿no los has probado? Pronto lo harás. Coulson siempre tiene en su oficina… -Le digo mientras el guiñaba el ojo, ojala él no estuviera por aquí si no me las veré en aprietos… y es lo menos que quiero ahora…-De todos modos no esta tan mal amigo, quizás se vea incomodo ¡pero déjame decirte que son todo lo contrario! ¿O porque tú crees que ni siquiera nos lo quitamos para dormir? ¡Ja! Es broma amigo es broma--Ya debe llegar Phil, no debe tardar…

Era curioso que también Clint tuviera esos problemas de memoria. De vez en cuando a Gabriel también le pasaba: Lagunas mentales en cosas sin demasiada relevancia, pero que todo el mundo podía recordar normalmente. Nunca le había dado importancia, claro. ¿Qué importancia iba a tener? Más de la que él pensaba, desde luego. Crear una mente humana es un trabajo difícil, y más si se hace a contrarreloj. Así que es normal que el rubio tuviera pequeños... "defectos de fábrica" en lo que él creía que era su vida. Olvidar cosas como el cumpleaños de tu hermano no era demasiado extraño, o algunos detalles de lo que habría sido tu casa mientras eras niño. Aunque Gabriel tampoco habría frecuentado mucho el piso familiar, precisamente.

-Pues yo espero aguantar al menos más de un año, no puede estar tan mal.-Casi se rió al comentar eso último. Todo eso confirmaba lo que se había imaginado sobre SHIELD, lo cual no dejaba de ser una ventaja.

Se suponía que los agentes estaban en una forma física más que excelente, aunque eso de marcar los abdominales en el propio traje era ya demasiado. En fin. Aunque eso se le pasó por alto tan pronto como entraron en la conversación los bollitos. Gabriel tenía pocos vicios (aparte de la tendencia a cotillear), y uno de ellos era la debilidad por los dulces.

-Yo no he visto a Coulson, siempre podemos pasarnos a su despacho a tomar algo. -Se imaginaba la cara del resucitado y respetable agente, dándose de narices con un Vengador y el telépata aún por estrenar comiendo pasteles a escondidas como niños traviesos. Lo despedían el primer día. Seguro.

-O también podemos hacer algo sensato y respetable y ir a entrenar, o a ver si hay algo que podamos hacer para salvar el mundo.

Salieron de la habitación tranquilamente, dejando allí el traje que Gabriel no tardaría en ponerse. Con un poco de suerte, esa vez sería la primera solamente, en vez de la primera y última. En mitad del pasillo, se encontraron con un agente de alto rango de los que se encargaban para las cosas más técnicas de SHIELD. Estaba algo nervioso, y lo que pudieron sacar de sus palabras aceleradas fue que tenían un detenido al que interrogar en el sector 5. El sector de contención de superhumanos. Un terrorista, al parecer con el poder de alterar la percepción del entorno de las personas, anulando sus sentidos a placer. Era extraño que alguien acostumbrado a esa clase de cosas perdiera los nervios por algo que debería ser pura rutina. No era el primer prisionero con poderes con el que había que tratar. Pero la tensión no venía precisamente del sujeto a interrogar. Le habían dicho que el interrogador podía ser incluso más peligroso que el detenido, pero se habían negado a darle más detalles y eso no le gustaba en absoluto. Era la primera vez que iba a usar sus poderes en serio como Gabriel, y la tensión podía romper esa mente recién salida del laboratorio. Pero eso solo lo sabían unas pocas personas, y no estaban dispuestas a revelar esa información si podían evitarlo.

Cada vez conocía más de mi nuevo amigo, ¡al parecer hasta tiene cierto sentido del humor! Y eso me agrada, no es del tipo estereotipo de agentes de S.H.I.E.L.D. serio y con la cara larga, de hecho este sitio necesita un cambio de gerencia. Pero con eso último que dijo de Coulson al parecer ellos tendrán otro chico “problemático” en sus filas, creo que eso no les pintara muy bien  a Hill y a Furia.

-O también podemos hacer algo sensato y respetable y ir a entrenar, o a ver si hay algo que podamos hacer para salvar el mundo.

-¿De verdad?... ¡Justo lo que tenía en mente! ¿Me la leíste verdad?-Dije de forma sarcástica mientras golpeaba su hombro, sinceramente quería quedarme con los bollitos, tengoun pequeño hueco en el estomago que tengo que llenar.

Seguimos nuestro camino hacía la sala de entrenamiento, quería enseñarle unos buenos movimientos a mi compañero además de ver de que estaba hecho Gabriel, cuando se de repente apareció en el camino un agente que se notaba un tanto alterado, al parecer un sujeto en el área de detención no era un villano cualquiera, tenía ciertas habilidades que podían influenciar en la conducta de las personas, si tenía la capacidad de alterar de esa manera a un agente especializado en esa rama criminalística entonces de seguro era un caso especial, y en esos casos especiales pues… valga la redundancia se necesitan agentes especiales, le asignaron esa tarea a Gabriel debido a sus dotes psíquicos, parecía el sujeto ideal para la ocasión y le cayó como anillo al dedo al agente en apuros…

-Yo te acompaño amigo, déjame apoyarte en esto…

Le dije a mi compañero, no es que yo fuera un experto en el arte de la interrogación como Natasha que nada mas con decirle “Tengo hambre...” Ya puede decodificar hasta el nombre de tu perro, pero si he tratado con muchas criminales y súper villanos y uno logra entender más o menos como funcionan sus mentes. Pero lo más importante era que esta al parecer era la primera misión de Gabriel y no podía dejarlo solo, de seguro lo último que quiere es eso. Así que le pedí acompañarlo y darle todo el apoyo que necesita además de brindarle mis años de experiencia.

Nos acercamos al área de detención y pudimos ver a través del vidrio al sujeto a interrogar.  Ahora si era momento de ver que estaba hecho Gabriel.

Gabriel se mordió el labio, como un chiquillo a punto de enfrentarse a un examen de física termonuclear. No era para menos, pues sabía que determinados portadores del gen X eran muy peligrosos. Pero, según dijo el agente que los condujo tanto a Clint como a él a la zona de contención, él era perfecto para esa tarea. No necesitaba ni la vista, ni el oído, ni ningún otro sentido que él pudiera desactivar. Estaba en una sala, sentado y atado a una silla, con un par vacías enfrente y una mesa en medio. A través del cristal tintado de la habitación contigua se distinguía la figura de Luke Harner, alias "Slayer", "Blinder", y un montón de sobrenombres usados a lo largo de toda su carrera como asesino a sueldo. De momento, parecía tranquilo, como si la cosa no fuera con él. El rubio negó con la cabeza, y tomó la carpeta que reposaba sobre la mesa. Según eso, no corría peligro: Su poder no era letal, pero tendría que andarse con cuidado.

-Menudo tipo... Ha estado en casi todas las guerras de mafias de los últimos años, y se ha hecho rico. Pero a pesar de todo, no quiere sentar cabeza, aunque podría tener una buena vida.-Pasaba páginas rápidamente, procesando toda la información a mayor velocidad de lo normal.-Lo pillaron al desmontar una fábrica ilegal de armas, en Serbia. Estaba a punto de matar al jefe y quemar el edificio con todo el mundo dentro por encargo de una mafia japonesa con un nombre que no sé pronunciar.

Así, visto desde lejos, Harner no parecía especialmente peligroso. Podría ser cualquier ciudadano normal y corriente. Seguramente, si llevara todas sus cosas encima no daría la impresión de ser tan pacífico. Un par de informes médicos de varias víctimas completaban el informe. Cada vez le resultaba más familiar ese hombre, aunque juraría no haberlo visto nunca. ¿En las noticias? No, esa clase de cosas se ocultaban a los ciudadanos corrientes. Un pacto tácito entre los medios y los Gobiernos, para evitar que cundiera el pánico entre la población si la cosa podía taparse rápidamente. Entrecerró los ojos, y se dirigió con pasos ágiles hacia la puerta de la celda. Nada más entrar, su visión se volvió negra. Harner debía haber hecho uso de sus poderes. No lo culpaba, él habría hecho lo mismo. Si no lo veían, sería bastante más difícil que le hicieran algo más que hablar. Con una mano, tocó la pared, en parte para apoyarse y en parte para guiarse. Escuchó los pasos pesados de Clint tras él, así como el chasquido de la puerta al cerrarse. No podía saber si el arquero había perdido algún sentido también o no, puesto que no podía verlo.

-Bien... seamos rápidos. Voy a dar por hecho que sabes por qué estás aquí y no vas a hacer lo típico de parecer sorprendido. ¿De acuerdo?-Por suerte, Gabriel había visto bien la habitación antes de entrar, así que no le costó demasiado situarse y alcanzar una silla. Por su parte, el detenido tenía una expresión de curiosa familiaridad en la cara. Ese chico rubio... Juraría haberlo visto años atrás. Pero nunca se había topado con agentes de SHIELD. ¿Cómo podía ser?

-Me parece bien.-Tenía un fuerte acento de Europa del Este, a pesar de su nombre inglés o americano. No se removió en su silla ni nada parecido, sino que permaneció tan inmóvil como una estatua. Gabriel podía sentir la presencia de su compañero a su lado, quien había permanecido en silencio hasta entonces.

Notaba a Gabo un poco nervioso, y yo también lo estaría si me tocara una misión como esta tan temprano. Por eso no quise dejarlo solo por ningún motivo y acompañarlo, quizás eso lo ayudaría. Gabriel recibió la carpeta con toda la información del sospechoso.

-Menudo tipo... Ha estado en casi todas las guerras de mafias de los últimos años, y se ha hecho rico. Pero a pesar de todo, no quiere sentar cabeza, aunque podría tener una buena vida. Lo pillaron al desmontar una fábrica ilegal de armas, en Serbia. Estaba a punto de matar al jefe y quemar el edificio con todo el mundo dentro por encargo de una mafia japonesa con un nombre que no sé pronunciar.

Me rascaba la barbilla mientras escuchaba a mi compañero describir a nuestro sujeto a interrogar. A pesar no era un sujeto fácil. Menudo lió metieron a Gabriel. Para completar tenía cierto dotes ¿cuales eran)... de seguro mi amigo lo haría bien.

-Mmmmm no tenemos precisamente una estrellita ¿verdad?-dije mientras Gabriel seguía examinando las hojas.

Luego sin dudar entramos a la cámara de interrogación. El sujeto estaba aparentemente sereno, parecía tranquilo sin ningún problema, de hecho pareciera que el sujeto no tuviera idea de donde estaba ¿o sí? Cuando entramos sentí como mi vista se comenzó a oscurecer, ya recuerdo cuales eran sus habilidades... anular los sentidos, ya veo a que se refería con eso… menos mal que con mi mirada de halcón pude examinar muy bien la zona así que no era problema. Cuando ya estábamos en frente del sujeto escuché la voz de mi compañero…

-Bien... seamos rápidos. Voy a dar por hecho que sabes por qué estás aquí y no vas a hacer lo típico de parecer sorprendido. ¿De acuerdo?

-Me parece bien.

Cuando escuche la voz del sujeto, inevitablemente un escalofrió me recorrió desde la punta del cabello hasta los pies. ¿Por qué? Quizás debido a que si me encontrara cara a cara con este sujeto en un combate, o en medio de un campo de batalla este tipo me dejaría totalmente inutilizado. Lamentablemente mi técnica con el arco depende de mis ojos y mi vista entrenada, si este sujeto me quita tanto la vista como el oído… joder… eso sería malo, menos mal que estoy en el cuartel de S.H.I.E.L.D. lleno de agentes y este sujeto esta esposado.

-¡Y será mejor que hables amigo porque este sujeto que está sentado en frente tuyo es el policía malo! ¡Y no querrás hacer que se enfade! ¡Ja!- Le dije al sujeto en tono sarcástico, quise disimular mis nervios, vine para apoyar a mi compañero, pero parece que el que tiene miedo soy yo...

-Uh, un poli malo. Creía que íbamos a ser más profesionales.-Su risa fue grave y áspera como la lija. Paseó la mirada por los rostros de la dos agentes. El más joven lo miraba sin ver, acodado sobre la mesa. ¿Habría conocido a su hermano? Porque sus rasgos le sonaban, pero diferentes... El otro era más mayor y estaba más hacia atrás.-Agente Barton... ¿Qué hace un Vengador como tú en una celda como esta?

Gabriel se arrellanó en la silla, algo incómodo. Clint parecía nervioso, y eso no ayudaba en absoluto. Él también debería estar tenso, pero realmente se encontraba más relajado de lo que cabría esperar. Había hablado con el tipo, ya podía acceder a su mente. Aunque le costaba, necesitaba darle más conversación para que hubiera más pensamientos dedicados a él en cerebro de Harner, y así poder entrar con más facilidad.

-Creo que te habrán interrogado antes. Sabrás que las preguntas las hacemos nosotros. -El novato frunció el ceño levemente.-¿Dónde está tu jefe ahora?

-¿Qué me das si te lo digo? -Una sonrisa torcida resbaló por sus labios."-Tokio."-Sparrow abrió los ojos de golpe, ya que antes los tenía entrecerrados por la concentración. Lo notaba como si lo hubiera oído de boca del detenido, como si se lo hubiera susurrado al oído.-Te daremos las gracias y te quitaremos cincuenta años de cárcel. Es un trato justo, ¿No crees?-Gabriel notó de pronto que perdía completamente el sentido del tacto. Los dedos, como dormidos, continuaban sobre la mesa, pero el francés sentía como si los hubieran recubierto de plástico para que no captaran la textura del mueble.-Teniendo en cuenta que lo que me caerá en un juicio es la condena a muerte, es una ofera tentadora.-A pesar de que estaba ciego, Gabriel pudo ver un edificio, el típico rascacielos japonés. Tenía una forma peculiar y fácilmente reconocible, gracias a Dios.-Eso en Estados Unidos. Si, pongamos, te juzgan en otro lugar... La condena total serían 75 años. Menos los 50 del trato, sales muy bien parado.

Seguramente más de una persona se estaría preguntando qué demonios hacía. Porque en ningún momento nadie había dicho nada de ningún trato. La verdad era que Gabriel solo pretendía ganar tiempo para desentrañar toda la información posible de Harner.

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