Una buena cerveza es la clave de todo [Libre] 15/Abril/2018

No había nada mejor en el mundo que llamar a casa y que pasen de tu cara. No una vez solo, que va…. llevaba tres putos dias intentando contactar con el Transporte sin conseguir nada. Y no era un sitio cualquiera por donde te cuelas por la ventana y ya esta, o que fuerzas la entrada y ya arreglaras la cerradura. No, que va, era una puta nave perdida en medio de la sangría. Una maldita nave que no tenia intención de abrirle para volver a casa y una conexión telepática que no parecía funcionar para redondear la situación. Así que estaba tirado ahí abajo sin poder preguntarle a Jenny que cojones pasaba, o que se supone que había estado pasando estos días que había estado tirado en la Tierra.

-Puerta, ¡Puerta! PUERTA-

Joder… a ver por intentarlo una vez más no perdía nada, pero empezaba a cansarse un poco. Iba a tener una buena charla con la nave en cuando volviera. Solo esperaba que no ocurriera nada grave, que tenía muy claro que podían apañárselas muy bien ahí arriba nunca se sabe. Y en todo caso si pasaba algo ya se encargaría de arrancar las cabezas que fueran necesarias. Mas o menos lo mismo que iba a hacer con el tío que tenia enganchado contra la pared.

-Es muy entretenido eso de vender drogas en los institutos, ¿Eh?- Apretó un poco mas el agarre que tenía sobre su cuello levantándolo del suelo unos centímetros mas hasta que quedo a su altura- Mas divertido va a ser para mi ver como te arranco la nariz por meterla donde no debes-

Al menos hasta que no buscará un sitio donde quedarse podía matar el tiempo con gilipollas como esos que siempre habían a patadas. No tenía mucha intención de vagabundear, no quería volver a repetir la ultima vez, pero acaba de llegar a esa ciudad y se había topado de frente con el camello en el instituto hacía unas… tres o cuatro manzanas. Le había permitido correr un rato hasta que se pensó el muy imbécil que le había perdido, lastima para el que no fuera así. Había sido muy oportuno cruzándose en su camino.

-Has tenido muy mala suerte amigo porque me has pillado de muy mal humor- Sonrió ligeramente mientras apoyaba la rodilla en la del camello y a medida que se retorcía cada vez mas fue haciendo presión hasta que se escucho un crack. Los balbuceos incoherentes no tardaron en convertirse en un grito.- Alégrate que solo la haya roto por ahora-

Una cerveza le vendría genial ahora.

Nada mejor para relajar los nervios que patear culos de capullos, ese era el mejor remedio del mundo mundial. Bueno quizás no del mundo mundial porque tenía a Apollo y joder, nadie superaba a Apollo, pero después de eso el arrancarle un par de gritos a gilipollas como ese estaba en un muuuy buen puesto. Con las misiones de los últimos años casi se estaba olvidando de cosas más pequeñas como esas, un par de imbéciles que pensaban que podían vender drogas a la salida de los institutos, algunas pandillas que se creían demasiado listillas como para que la policía les pillara, e incluso policías demasiados listillos como para estar en el puesto que tenían. Un poco de todo, pero un todo un poco más a pequeña escala que necesitaba una solución.

-Lo siguiente no va a ser una rodilla, ¿quieres apostar un poco conmigo?- Le permitió recuperar el aliento lo mínimo para que no se desmayara por la falta de aire, aunque tampoco mucho que no se lo merecía el cabronazo- ¿Seguimos por un brazo, por un ojo o quizás por la polla? Yo apuesto a por lo último, seguro que eso te jode ¿Eh?-

La mirada de terror absoluto le dijo que sí, que la polla era algo a lo que le tenía especial cariño de su anatomía. Como la gran mayoría de capullos como él, todos tenían en muy buena estima lo que tenían colgado entre las piernas, aunque ni supieran usarlo de forma decente. Admiraba a las tias que les tocaba aguantarles, dioses.

-Voy a ser bueno y de momento vamos a dejarla donde esta que veo que le tienes aprecio. Asi que vamos con las manazas que tienes...- Le sujeto el dedo indice y al igual que con la rodilla, poco a poco fue tirando del dedo sintiendo bajo el guante como el hueso se descolocaba, y de paso miro de reojo al recién llegado- ¿Porque te crees que estoy en un callejón? Ahora me explicas por que cojones no iba a cargarme al capullo este- Acabo finalmente de arrancarle el dedo en un movimiento rápido para señalar al tío de la ventana con el- Calla un segundo que no me entero de lo que se supone que esta diciéndome, ¿Y bien?-

¿Además que demonios era Red Hood? Había una cadena de restaurantes que se llamaba así o al menos algo parecido. Ya podía darle una buena excusa para no matarle. Lo ultimo que le faltaba era publico entrometido cuando estaba haciendo su trabajo.

-Shhh, deja que los mayores hablen cielo- Lanzó el dedo a uno de los contenedores que tenía cerca, escuchando un gritillo del camello acerca de no sé qué de su dedo, y aprovecho que ahora tenía la mano libre para taparle la boca. Un poco de silencio al fin. -Luego sigo contigo, no te preocupes-

Pensándolo así detenidamente… hacia una buena temporada que no le interrumpían en medio de una generosa obra para la sociedad. A cada paso que daba por esa ciudad era todo un poco más raro, no era por ser egocéntrico ni nada pero normalmente conocían la fama que tenían y no solían meterse de por medio. Gente sabía donde las hubiera. Ahora era todo diferente.

-Vale, bien… policía a estas horas no es extraño si oyen alboroto… ¿y que?- Se encogió de hombros mirando al chico que había bajado de la ventana para ponerse a un lado. No es que fuera muy mayor el chaval para andar metido en esas cosas, aunque no era nadie para hablar teniendo en cuenta su hija- Pues si, es una gilipollez como una catedral. Sigue sin importarme demasiado la policía, ya sea de dia, de noche o en el polo norte-

Espera, espera, espera… un segundito… ¿Gotham?¿Esa ciudad existía en el mapa? ¿En un mapa de los Estados Unidos?. Se estaba perdiendo algo por ahi que no terminaba de encajar. Ciudad desconocida y no era la primera vez que le pasaba desde que estaba dando vueltas como gilipollas por la Tierra. Una bien, no podía conocer todos los pueblos pequeños y ciudades del país, pero ya iban unas cuantas. Hasta el momento no pensó en pillar un mapa para comprobarlo pero iba a tener que hacerlo si o si. Tenía ya guardada una lista de cosas que no cuadraban. Iba a tener que echarle una buena bronca a Jenny por mandarle a misiones y luego dejarlo tirado sin información.

-A ver… sigues sin convencerme de que no le haga papilla la cabeza contra el próximo contenedor que vea- Si el tal Red Hood era quien se encargaba de capullos como esos no es que los tuviera muy bien controlados- Ya que tienes el arma podías darle un tiro y acabar con esto, pero si solo vas a quedarte quietecito disfruta del espectáculo mientras le hago cachitos, así la policía se entreteniene con un buen puzzle y hace su puto trabajo-

Bueno si lo pensaba con un poco de calma, tenía muy claro que lo de la cerveza valía más su tiempo que el capullo que no dejaba de retorcerse contra la pared y que llevaba un rato intentando morderlo para que le soltara.

-No te digo que lo de la cerveza no sea mala idea, pero lo primero chaval, no tengo idea de quien es el tal Red Hood con el que trabajas- Alargó la mano lo suficiente para poder engancharle la otra mano al camello y apretarle la muñeca como había hecho con la pierna- Asi que o me invitas a comer y a unas cuantas rondas, de cerveza de la buena, o no hay trato.-Apretó, apretó hasta que escucho de nuevo el crack bajo sus dedos- Y no te creas que acabas de convencerme aun-

No iba a negar que no fuera un buen plan, porque desde luego lo era, pero...bueno,  no es que necesitara comer urgentemente, porque no lo necesitaba a pesar de los días sin llevarse nada a la boca que llevaba, pero de vez en cuando siempre se tienen algunos antojos. Y bueno pensándolo seriamente, ahora mismo una buena hamburguesa con una cerveza bien fría era tan tentador como partirle la columna al camello. Era un antojo de nivel como para tener que pensárselo seriamente. Así que técnicamente se podría decir que el chico le había convencido.

-Vamos a ver si la policía hace su trabajo como es debido en esta ciudad. Te doy ese punto a favor- Desvió la mirada del chico sin nombre, y le dedicó una sonrisa al camello que seguía intentando morderle la mano para soltarse. Era alguien insistente, eso no iba a negarselo -Creo que va a ser tu día de suerte, querido. Mas te vale darle las gracias al alma caritativa que ha querido salvarte el culo hoy, la próxima vez no vas a tener tanta suerte-

Quizás no iba a tener tan mala suerte en camello, con suerte hasta iba a poder recuperar el dedo que le había arrancado. Así que le engancho de la camisa barata, y de mal gusto, para mantenerlo a unos centímetros del suelo mientras lo llevaba al contenedor donde si no recordaba mal esta el dedo. En un segundo el dedo volvía a estar en compañía de su dueño, y si tenía la suficiente buena suerte para encontrarse mutuamente y llamar a la ambulancia antes de que fuera tarde incluso podrían volver a estar juntitos. Aunque calculando el tráfico de una ciudad como esa… seguramente cuando llegara iba a ser demasiado tarde ya.

-Ya veremos si me quedo por esta ciudad tanto como par que puedas presentármelo - La cafetería que tenían enfrente no tenía mala pinta, parecía el típico local americano donde desayunar que salían en las películas, con un cartel con letras en rojo brillante y una camarera que servía los platos entre chiste y chiste - Espero que merezca la pena tu gusto con la comida - Cuando estuvo a la altura del chico, lo miró un segundo y le quitó el cigarro de los labios para romperlo con los dedos - Y si no fumas conmigo mejor, le estoy empezando a coger manía al olor por culpa de mi hija-

Se adelantó un poco saliendo con tranquilidad del callejón como si no hubiera pasado nada, lo bueno de vestir de negro completamente era que la sangre se notaba poco.

Espero pacientemente a su improvisado anfitrión en la salida del callejón. Esa ciudad era como muchas otras ciudades que había visitado, mucha gente, mucho tráfico y al parecer mas chicos malos de los que debería tener una ciudad de ese tamaño. A lo mejor tenía algo especial, por decirlo de algún modo, que seguramente si le preguntaba a Jack podría comentarle algo al respecto. Aunque para su sorpresa al menos había alguien que intentaba protegerla, a su manera claro, el tal Red Hood. Nunca había oído hablar de él y era raro porque normalmente tenían localizado a la gran parte de la población superhumana de la Tierra (que tampoco era mucha) por emergencias y esas cosas, pero siempre se les podía escapar alguien.

En fin, lo ahora importante de verdad era la comida. Quizás, y solo quizás, estaba un poco mal acostumbrado después de tanto tiempo viviendo en el Transporte, mas que nada porque no le era necesario comer pero queria comer algo. No era la mejor manera de distraerse de que seguía sin localizar a Jenny y Apollo pero algo era algo aunque no iba a quitarse de encima la mala sensación de no poder contactar con ellos tras tantos días.

-Tengo la suerte, por decirlo de algún modo, de poder elegir que meterme en la boca cuando estoy trabajando- Metió las manos en los bolsillos de la gabardina y miró a ambos lados de la calle antes de empezar a cruzar. Aún así a medio camino un par de coches pararon de golpe pitando. Eran una tanta de gilipollas porque podría haber cruzado sin molestarles en absoluto, pero tenían que montar escándalo los muy imbéciles.- Después de estar en la misma habitación que alguien que puede fundirse una cajetilla de cigarros cada media hora llega un momento que hasta a mi me molesta el humo-  

Nada más acabar de cruzar se encontró con la cafetería la cual, justo como había pensado antes, era bastante normalucha.  Era la tipica cafeteria asi que esperaba que al menos tuvieran una buena hamburguesa mucho queso como mínimo. Y una buena ración de tortitas con sirope no estaría mal, como las que le gustaban a Jenny. El ambiente desde fuera parecía bastante tranquilo así que ganaba un par de puntos extras.

Tenía algunas preguntas pendientes y esperaba poder encontrar unas cuantas respuestas.