Memorias de La Nada [Cassandra Cain]

¡Hola!

En esta ocasión, no les traigo un Fic per se, sino una colección de posts autoconclusivos, memorias de Cassandra en su propia dimensión.

¿Por que? Porque hay mucho de su historia que no podia contarse en una ficha, cosas que, sentia, necesitaban rolearse, escribirse comodamente, con la amplitud que fuese necesaria, pero que, a su vez, no creia que fuese obligatorio leerlas, o necesario. Cosas intensas pero opcionales, eso son estas anecdotas.

Espero lo disfruten



"Largo y arduo es el camino, que fuera del Infierno nos lleva hacia la Luz"

- John Milton




Oscuridad. Era lo unico que conocia luego de aquel trágico accidente. Sola, sentada en un sillón que habia arrastrado hasta una ventana enorme que daba a los jardines de Wayne Manor, en un dia nublado, horrendo, como los sentimientos que me embargaban. No pedia comprensión, no pedia un abrazo, no pedia más que la posibilidad de sentarme a solas y dejar que mis demonios me carcomiesen, que mis culpas me desgarraran hasta matarme, pero, al mismo tiempo, la casa necesitaba un ocupante, y Alfred era un experto en la vil tortura de mantenerme con el suficiente resabio de estabilidad como para no caer en simplemente arrojarme en la cama y negarme a volver a comer.

Cass...

Ni siquiera me volteé, y lo unico que me impresionó fue que Alfred desobedeciera mi pedido de no recibir a ninguna visita. Meses amargos habian pasado desde aquel fatidico dia en que mi vida como la conocia se habia caido en picado, pero lo que mas me dolia, paradojicamente, era algo que habia ocurrido hace algo menos de tiempo. Timothy y Stephanie, vagando en los rincones de mi mente, él con la frente abierta por la bala tragica de Harley Quinn, ella, abatida por francotiradores, apenas llegando a musitarme unas ultimas palabras que mi mente se negaba a permitirme recordar.

Cassandra...

Senti el razgar de patas de madera, y frente a mi habian dos sillones, tapando casi totalmente la vista del cielo gris, la lluvia torrencial y los relampagos fulgorosos. No dije una sola palabra, y tan solo dirigi mis iris rojos a sus figuras. Habian cambiado mucho desde que se habian decidido a vivir juntos. Nunca pense que veria a Wally West con un saco y vaqueros limpios, ni a Artemis Crock con un vestido esmeralda. Supongo que eso sucede cuando hay otros a tu alrededor que influyen positivamente en ti. Yo habia comenzado a sentirlo en mi vida hacia tiempo, pero ya no mas.

Se que ya no somos compañeros, pero...

La noticia tardo en llegarnos, perdona que no nos enterasemos a tiempo...

Estaban ocupados...Siendo felices...

Les solté, con un tono que a Bruce mismo le habria parecido inhumano, y trate de enfocar la mirada en el cielo, ignorando ese conocido y remoto ardor que estaba tratando de recordarme que aun vivia.

Escucha...Para nosotros, siempre fuiste una buena compañera...

Sentiamos tu perdida, pero no quisimos quedarnos de brazos cruzados...

Me sorprendia que mi aspecto andrajoso y descuidado no los repeliera. Era la viva imagen del desastre que era mi alma.

Primero, Gotham recuperaba sus viejos indices de criminalidad, luego no te pasaste a las reuniones de ex miembros...

...Para cuando nos enteramos de que nadie contestaba los llamados en Wayne Manor, decidimos venir...

No les importó, no los culpo...

Un trueno razgo el silencio, seguido de un relámpago que ilumino sus expresiones algo sorprendidas, como tratando de contener un golpe que no estaba justificado, pero que ya no me importaba que lo estuviera. Solo era capaz de dar dolor.

Te equivocas...

No me importa...

Cass...

Vayanse...

Cassandra...

¡Vayanse!

Alcé la voz, haciendome algo mas hacia dentro de mi asiento, tensión reflejada en mi rostro otrora desprovisto de emociones. No queria tocar ese tema, no queria dadivas, ayudas, palmadas en la espalda, apretones de manos. Todos los que quise estaban muertos, y yo ya no era nadie, ahora, era simplemente una porcion de la nada esperando el alivio de desaparecer.

¡Ya basta Cassandra!

Wally se puso de pie abruptamente, alzandome la voz, y le clave una mirada firme, fria, impasible.

Wally...

¡No! ¡No me voy a sentar y ser un adulto mientras ella se comporta como una niña!

La miró, determinado, y ella hizo silencio, como si entendiera algo que yo no. Hacia tiempo que ya no me interesaba tratar de leer los cuerpos ajenos. Podia, era solo que no sentia ninguna necesidad de hacer nada ya más.

¡Yo recuerdo aún las historias que nos contaste! ¡De como venciste en un duelo a tu madre, como disfrutabas estar cerca de Bruce...!

No digas su nombre...

¡No puedes hacer de cuenta que nunca existio Cassandra! ¡Eres una mujer fuerte, siempre lo fuiste, y cuando eras Batgirl en la Young Justice, yo llegué a tenerte el mismo respeto que le tenia a Barbara...!

No digas sus nombres...

¡Entiendelo de una vez! ¡El mundo sigue girando, para ti, para mi, para Artemis, para todos! ¡Eso es lo que Bruce, Barbara, Dick, Tim y Steph hubieran...!

¡¡¡Basta!!!

No se si fue mi bofetada en su rostro o el trueno los que impusieron el silencio. Se llevo una mano al rostro, hubiera querido dañarlo más, mostrarle mejor cuanto sufria por dentro, pero no pude, Artemis ya tenia su mano alrededor de mi muñeca.

Sueltame...

No...

¡Suelt...!

No pude decir más. Sus brazos estaban con fuerza alrdedor de mi espalda, sus manos acariciandola con suavidad, su cuerpo atrayendo al mio, acomodandolo. ¿Cuando habia aprendido Artemis a expresar tan acabadamente su capacidad de comprender los sentimientos ajenos? Resisti, me sacudi, pero ella no aflojó su prensa sobre mi cuerpo, hasta que mis esfuerzos se extinguieron, mis ojos se cerraron con amargura, y lagrimas del mas sincero dolor comenzaron a rodar por mis mejillas.

S...s...su...s...

Callate y llora, estupida...

Obedecí. Deje que mi corazón se desgarrara, y comencé a llorar como nunca lo habia hecho desde que todo habia acontecido. Eran demasiados sentimientos contenidos, demasiadas cosas que no queria admitir. Queria ser fuerte, por Bruce, por todos, pero a la vez, habia dejado que esa necesidad de no dar pauta de mis emociones me volviera de piedra, me retuviera en el pasado. No sabia más que hacer conmigo, no sabia si vivir, si morir, y me convencia de que queria eso último, de que era la unica escapatoria. Sus caricias en mi espalda y el cuerpo de Wally detrás mio, sumandose al abrazo, me estaban obligando sin lugar a debates a seguir viviendo, aun si algo dentro mio se resisitia. Nunca habia sentido mi pecho tan inflamado de angustia, de dolor, de nostalgia.

Cass, todos hemos perdido alguna vez, los humanos no vivimos para siempre, pero si solamente te sientas a mirar por la ventana, no vas a cambiar nada...¿Entiendes?

I...In...Injusto...

Si, pero ellos decidieron por su propia voluntad hacerlo, ir hacia adelante con su decisión, y las cosas no salieron como esperaban, pero no puedes culparte a ti de ellos...

Habia dado en el blanco. Muy en el fondo, me sentia culpable, por no poder haber previsto que Firefly causaria esa clase de calamidad, por no haberlos retenido, por no haberlo hecho luego con ellos dos.

T...Tim...St...eph...

Ellos también tomaron sus senderos, y no puedes culparte por nada de lo que les ocurrió...

Si llevas esa lógica, tendrias a todo aquel que te haya querido encerrado en esa cueva oscura debajo de la mansión...¿Me captas?

Sonrei debilmente, hacia mucho que no oia a Wally hablar tan descontracturadamente de un tema tan dificil. Por primera vez, alcé mis brazos hacia Artemis, quien era la unica que podia abrazar desde mi posición, y contesté aquél abrazo con suavidad y debilidad al principio, y con mas fuerza conforme cobraba mayor seguridad. Habia algo en ese abrazo que me devolvia, muy de a poco, el empeño de vivir.

Y...yo...

No necesitas decir nada, no es sencillo, pero tu eres una de las últimas personas que soportaria ver rendirse...

¿Eso es como una especie de codigo secreto entre chicas duras?

Rei, por primera vez en meses, mientras las lágrimas seguian zurcando mi rostro. Nos separamos del abrazo, y ambos me pusieron sendas manos en los hombros. Senti un cosquilleo conocido: verguenza.

Pe...rdon...

¿"Perdon"? ¿Y ni una de esas ferraris podemos llevarnos a casa como compensación?

Ya callate, cabeza de zanahoria...

Era adrede, lo sabia, pero cedia ante los intentos de ambos de sacarme sonrisas. Era complejo el volver a sentir luego de tanto tiempo de tener el corazón seco y cerrado, pero a su vez, era como si nunca hubiese olvidado como hacerlo. Los mire alternativamente, y compuse la mejor sonrisa que podia, una bastante débil, pero suficiente.

Esa se parece mas a la Cassie que queria...Y que me daba miedo...Pero que queria mas que lo que me daba miedo...

¿Sabes, Cass? Te sentaria mejor el cabello corto...

Miré a Artemis algo extrañada: Llevaba el cabello casi a media espalda luego de tanto tiempo de no tocarlo en absoluto. Lleve una mano a él inconscientemente, recorriendolo en una caricia, un adiós anticipado. Tenia razón, siempre habia querido cortarmelo aun mas corto de lo que siempre lo llevaba, pero temia que eso me cambiara, delirios irreales de una adolescente. Ahora, era una adulta.

Creo que...hare eso...

Esta decidido entonces: Cabello tan corto como la expectativa de vida de los que reciben una patada tuya...

Todos nos permitimos reir un poco, hasta que unos golpecillos en la puerta abierta nos llemaron la atención. Alfred estaba de pie, con una bandeja de plata y un sobre cerrado. Artemis y Wally se miraron entre ellos, y luego a mi, dedicandome sendos abrazos.

Misión cumplida, Cass,  ya te hicimos sonreir...

Dejaremos que Alfred te explique el resto, pero no será la última vez que nos veamos...

Es una promesa...

Le sonrei una última vez, y los despedi con un tenue pero sentido saludo antes de dejarlos ir, acercandoseme Alfred con la bandeja para dejarme tomar el sobre. No los acompañaba a la puerta, definitivamente traia algo de crucial importancia. Lo abri y tuve que sentarme denuevo, no podia creer lo que estaba leyendo.

Esto...

Si, Señorita Cassandra, es un testamento hecho por el Amo Bruce...

Me legaba todos sus bienes, en caso de que falleciera. A la mitad del texto, no pude distinguir mas las letras, estaba demasiado conmocionada, pero trate de fingir que leia el texto completo, y cerré la carta con cuidado, dejandola sobre una mesita de madera trabajada finamente para ponerme lo mejor que pude de pie y mirar a Alfred. El sonrió enigmaticamente, yo estaba estupefacta.

¿Por que...?

La Señorita Artemis y el Señor Wally vinieron a pedido personal mio, y le ruego me disculpe, pero me tomé el atrevimiento de pedirles eso porque, a su vez, queria mostrarle esto...

¿Bruce...?

En el fondo, creo que él sabia que, llegado este punto, seria la unica que podria llevar adelante el patrimonio Wayne, que permaneceria en la casa, que emplearia mis servicios...

Ri..chard...B...Barbara...

Entenderá usted que, al ser la unica sobreviviente, es lógico que herede el patrimonio, aun lo que el amo hubiera destinado a otras personas...

A...Alfred...yo...yo...no...

Era demasiado para mi. El patrimonio Wayne contaba los cientos de millones, y sus empresas se extendian por todo el pais y aún fuera del mismo, pero mi duda era otra, ¿Que sentido tenia tener todo ese dinero, si no era mas que un alma en pena? Esa visita habia renovado la llama de vivir en mi, al menos un poco, pero eso y dinero no eran verdaderos motivos, verdaderos objetivos, metas, expectativas...

Hay una cosa mas, pero no he podido traerla a este lugar...

¿Que...?

"No esta en las estrellas el darnos un destino, sino en nosotros mismos"

Comentó, algo criptico, y se dio la vuelta, retirandose lentamente, como alentandome en silencio a seguirlo. Me puse de pie, sin saber, a ciencia cierta, con que me encontraria.