Prueba de rol Spider-Man

El hombre araña se desplazaba hábilmente por encima de las calles de Nueva York, un lugar al que llevaba protegiendo desde que se dio cuenta acerca de la importancia de la responsabilidad de tener un poder como el que había ganado desde que una araña imbuida con radiación le picara y le otorgara increíbles habilidades que cambiaron tanto su forma de ser como su vida personal . Y eso lo llevaba hasta el lugar en donde estaba.  

El día parecía uno normal, el sol estaba en su máximo esplendor , y Spider-Man solo estaba dando alguna que otra ronda preventiva para asegurarse que todo marchara bien en la ciudad. Es ahí cuando de repente puede escuchar los sonidos de las sirenas policíacas, a las cuales sigue mientras se encuentra desde el aire. Las cosas se veían muy tensas allá abajo, siendo que varias patrullas se encontraban persiguiendo a un carro que no podían alcanzar y que estaba conduciendo peligrosamente.

-Parece que tengo trabajo que hacer-pensó, al tiempo en que se dirigía a toda velocidad en dirección al auto que trataba de escapar de la policía. Los ladrones iban a muy alta velocidad y no les fue muy complicado evadir momentáneamente a la autoridad. No obstante, no podrían evadir a Spider-Man, que continuaba persiguiendo el auto a pesar de que la policía había quedado atrás. Pero la suerte se le acabaría a los ladrones, ya que chocarían contra otro auto y serian obligados a desplazarse a pie por un callejón en el cual la policía estaba por entrar, aunque primero tendrían que acorralar a los individuos .

Spider-Man se situó entonces en el techo de uno de los edificios de el callejón, desde donde bajó para sentarse en el borde de un balcón que le colocaba justo frente a frente a los sujetos que habían estado causando estragos por la ciudad. Cuando logró visualizar bien la situación que tenia en frente, pudo ver a cuatro individuos con bolsas de dinero, que portaban máscaras con diseños de diferentes tipos: de un oso (siendo el más que destacaba, puesto que tenia una constitución alta y medianamente obesa como Wilson Fisk), una monja, un demonio con cuernos e incluso una del mismísimo Hitler. Al parecer una fiesta se había organizado y el arácnido no había sido invitado a la misma.
-Demasiadas personas reunidas con máscaras, ¿esto es un robo o es que ya pasó el día de brujas y no me enteré?-
-¡Es Spiderman! ¡Mátenlo!-gritó uno de ellos, aquel que tenia la mascara de Hitler y que parecía ser el que tenia todo el control de la operación. El individuo -al igual que otros tres- procedieron a sacar sus pistolas, apuntarle y dispararle infructuosamente.
-Parece que llegué temprano para la fiesta de disfraces-saltó a tiempo del balcón y se pegó horizontalmente mas abajo a la pared izquierda, saltando después a la pared derecha y bajando considerablemente su distancia. De esta forma, guiándose por su sentido arácnido y de su agilidad, esquivaba las balas mientras se acercaba a los ladrones.

Estando ya a una distancia ideal, Peter lo que hizo fue dar un fuerte salto para encontrarse cara a cara con uno de los individuos -el que tenia mascara de demonio -al cual le propinó un leve golpe al rostro, que seria suficiente para dejarlo inconsciente por varias horas. Ya en el suelo procedería a esquivar los golpes de los dos sujetos, al tiempo en que los dejaba fuera de combate y servidos especialmente para que la policía terminase el trabajo. ¡Dulces sueños!.
Inicialmente, al ver los individuos, Parker pensó que aquel encuentro seria uno igual a los otros cientos robos similares que había detenido. Se equivocó. Se movió para rápidamente propinarle un puñetazo de ''dulces sueños'' al estomago de el ultimo sujeto, aquel con la mascara de oso. Se llevó una gran sorpresa cuando se dio cuenta de que su puño no hizo ni cosquillas en el cuerpo del individuo.

-¡Golpear a este sujeto es como golpear el hierro! ¿Ahora los criminales se juntan con meta humanos?-pensó al tiempo que le sostenían y era elevado por encima de la cabeza del sujeto. Mientras eso ocurría, intentaba dar algunos rodillazos y patadas al abdomen, pero todos sus golpes fueron inútiles. Estaba por ser fuertemente estampado contra el suelo cuando en un ultimo golpe, levantó sus dos piernas y logra golpear en la cabeza al criminal.

Spider-Man cayó apoyándose de sus cuatro extremidades y el sujeto se movió unos metros hacia atrás, sacudido por el golpe que le habían acabado de dar. Y con algo de suerte, había logrado conocer la debilidad de aquel meta humano. ¡Su cabeza no posee la misma resistencia que el resto de su cuerpo! Ahora todo seria pan comido. Lo único que tuvo que hacer fue el lanzarle una telaraña en la cara y saltar hacia el para darle una patada en la cabeza que lo dejaría durmiendo al igual que sus criminales compañeros.
-Eso estuvo cerca, el cabeza hueca casi me tira al suelo-pensó, quedando satisfecho por haberse encargado de los individuos. Los oficiales ya se estaban acercando, por lo cual era hora de marcharse de allí usando su muy conocido desplazamiento con telarañas.