Prueba Araña Escarlata

Que ciudad, Nueva York....la ciudad que nunca duerme. Al mismo tiempo que siento las gotas de esta espesa lluvia sobre mi máscara se me agolpan los recuerdos.

Ben, Peter....el Dr. Miles ...El Chakal y Gwen...todo ese tiempo sintiendo este horrible vacío en mi interior. Me pregunto si Peter habría cambiado tanto como lo he hecho yo durante todos estos años de degeneración clónica.....sé que no. Él está hecho de otra pasta, es mejor ....no, diferente. Pero el mundo necesita a Peter más aún que a Spiderman...su corazón y sus valores. Yo no podre jamás ser como él, pero sí puedo ser como Spiderman. Ben lo demostró y mirando a mi alrededor está muy claro que hace falta cuantos más “Spiderman” posibles.

Ahí están.... una banda de rateros de tres al cuarto que han estado traficando con los ataúdes en la funeraria “Deseos Cumplidos”....si solo hubiera sido eso tal vez no hubieran despertado a la araña pero ayer...ayer vi como se reían de una pobre anciana que se había quedado sola. Peter les habría cogido y encerrado y seguramente habría llevado una tarta de manzana a la señora y abría hecho que se sintiera mejor...pero yo no soy Peter.

Mis pensamientos se funden en mis movimientos cuando desciendo lentamente, sigiloso. La fluidez con que mis músculos trabajan no alertan a mis víctimas de mi presencia. Al menos de momento.

Hay al menos cinco de ellos, dos de ellos llevan semiautomáticas, uno lleva en su cinturón lo que parece una porra eléctrica... y aunque no veo las armas que llevan los dos restantes, estoy seguro de que no van desarmados. ¿Dónde las tendrán escondidas? ¿Bajo la pernera de los tejanos? ¿En algún bolsillo oculto dentro de esas chaquetas abombadas que lucen una firma en la espalda? El logotipo es muy curioso. Intentaré recordarlo.....

Con un rápido movimiento lanzo la telaraña, atrapando a una de mis víctimas, y con otro rápido tirón lo atraigo a la oscuridad del callejón donde me encuentro.

-         ¡Es Spiderman!- la ausencia de uno de sus amigos ha alertado al tipo de la porra.
-          ¡ Disparad ¡- ordena el que parece el cabecilla, alzando al mismo tiempo su semiautomática.
El ruido es ensordecedor mientras los cargadores se vacían. La adrenalina les hace disparar hacia la oscuridad del callejón por el que he retrocedido y, aunque la sangre salpica, está claro que no son conscientes del sentido arácnido que nos caracteriza a los Parker. No debían de tenerle mucha estima a su compañero.

Cuando por fin detienen el fuego ya sé que armas tienen cada uno. De los dos que sospechaba que llevaban armas ocultas tan solo uno lleva un viejo revolver. El cabecilla, aunque duda unos instantes, se adentra en la oscuridad para descubrir a su compañero enredado, sujeto en la pared y muerto al recibir la mayoría de sus disparos. No eligieron bien sus actos...desde el principio.
-          Mala elección.
El trata de disparar pero no llega a presionar el gatillo. La velocidad de una araña de 1,80 es suficiente para arrebatarle el arma.
-          Me rindo, tío, me rindo...
-          Entiendo lo que dices...has visto a alguien bajar por las paredes y has pensado que era tu amistoso y vecino Spiderman....pero lo que habéis hecho no tiene perdón. Y yo no soy Spiderman.
Los tipos de la porra y la navaja avanzan para flanquear a su líder, y comienzan a rodearme. El de la pistola parece tembloroso en una esquina. Creo que puedo esperar...¿que haría Péter?....
-          Matad a este aprendiz de Spiderman.- al verse apoyado por el grupo, el cabecilla recupera el aplomo y da una nueva orden.
Pobre idiota. Cree que soy un aprendiz... Tengo la memoria genética de muchos años de Spiderman, sumados a otros tantos que he vivido por unos derroteros mucho más oscuros y sobre todo....le odio a muerte.

Un simple movimiento ha servido para que los tres caigan inconscientes. Primero fue el de la navaja. Intentó pincharme, ante lo que me aparte lo justo para permitirme esquivar también la porra, que desvié y que partí en la cabeza del primero. Dejé que el cuerpo inconsciente del criminal se derrumbara pesadamente en el suelo. Ahora le tocaba al de la porra...no se mueve, los ojos casi se le salen de las órbitas. Una red será suficiente para apartarlo de momento, así que lo dejo haciendo compañía en la pared al cadaver de la pared. El cabecilla, mientras trata de recargar su arma, todavía guarda un ultimo as en la manga....sus impresionantes dotes de....liderazgo.
-          ¡Tu! ¡Tannen! ¡Dispara a este cabrón! ¡Rápido, dispara!.
Tannen parece joven y más preocupado por no volarse los pies que en dispararme a mi. Siento como las costillas de mi adversario crujen ante un leve gesto de mi puño, acompañado de un movimiento tenso de mi brazo, demasiado rápido como para que pueda esquivar el golpe. Cogiéndolo por los hombros, lo arrojo contra el tipo al que acribilló...”su compañero”.

Solo queda Tannen....

¿Qué haría Peter?

Ante mí, un joven con un revolver. Un joven que se servía del dolor de otros para introducir drogas en los ataúdes. Un joven que era lo bastante mayor para no importarle el dolor de la gente.....ha perdido la inocencia. ¿Qué haría Peter?.
Acercándose, suenan las sirenas de policía. Los disparos han alertado a los vecinos.
-          Tu decides....ellos o yo.
No tengo dudas de su elección... pero por si acaso, la araña hace acto de presencia. Con mis espolones de hueso, atravieso el hombro de uno de sus compañeros, aun vivos. En el acto Tannen suelta la pistola y arrodillado, se hecha a llorar.

Nunca... nunca podré ser como Peter, pero tal vez pueda encontrar mi sitio en el mundo tal y como yo soy.

¡Prueba Superada!

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AVISO:

¿Sabes por qué tengo unos ojos tan grandes? Para verte mejor. Así que cuidado con lo que haces.

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