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Nick Roberts Marvel Universe
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| Tema: Ficha de Nick Roberts 22nd Abril 2016, 16:52 | |
| FICHA DE NICHOLAS ROBERTS Nombre: Nicholas "Nick" Roberts Alias: El Ilusionista Edad: 27 Universo de Origen: Marvel Organización: Ninguna Nacionalidad: Estadounidense Raza: Místico Mentor: Ninguno Bando: Neutral Ocupación: Artista Descripción Física: Nick no es un peso pesado, pero con sus 1'86 y 80 kilos tampoco participaría en el peso pluma. Antes era más delgado, pero su entrenamiento le hizo ganar algo de músculo. Caucásico con pelo corto castaño y ojos claros, que bailan entre el verde y el gris. Suele llevar barba, una barba dejada de un par de días que mantiene a drede. Su indumentaria más habitual es el traje negro, con corbata a juego sobre una camisa blanca, aunque dependiendo de la situación puede llevar ropa más informal. Usualmente usa guantes, pues odia mancharse las manos, que varían según la vestimenta desde blancos y finos a toscos de cuero negro. Descripción Psicológica: Siempre dispuesto a bromear, pero con una educación tal vez demasiado pedante. Nick es un hombre alegre y sonriente, aunque narcisista, arrogante y bastante presuntuoso. También es un mentiroso y un tramposo redomado. Peca de exceso de confianza, lo que lo convierte en un temerario. Es tan inteligente y astuto como desconfiado, siempre tiene un plan B e incluso un C. Cuando lo desea, se convierte en alguien carismático y encantador capaz de impresionar a cualquiera con su amabilidad fingida. A pesar de todo, es alguien leal que nunca fallaría a aquéllos en los que confía ciegamente. A pesar de su cuestionable moralidad y sus principios de sociópata, no es un mal tipo, pero le pierde el alcohol y los juegos de azar. Suele evitar la violencia, pero no duda en apretar el gatillo. Historia:En resumen, soy un mago y hago magia. No creo que sea tan difícil de entender. Hay gente por ahí volando y tirando rayos por los ojos, bueno, el más normalito. ¿Habéis visto al gigante verde? Por favor... - Empecemos:
Esto me recuerda un poco a las reuniones de alcohólicos anónimos. Ya sabes, con cada uno contando su historia y escuchando todas las demás como si le importaran lo más mínimo. No, yo no he estado en ninguna. Pero veo películas, como todo el mundo. En fin, supongo que debo empezar por el principio. Así nadie se pierde. Coged palomitas, la historia promete. Con muchos giros extraños y un guión rebuscado, incluso pedante.
No conocí a mi madre. Murió en el parto. No exactamente, pero tampoco tengo recuerdos de ella. Mas adelante trataremos eso, ahora centrémonos en lo importante. Mi padre me crió lo mejor que pudo, cuando no estaba borracho. No llevaba muy bien eso de ser viudo. Estaba terriblemente enamorado de mi madre, tanto que acabó suicidándose. Bueno, eso tampoco es cierto, pero es casi lo que hizo. Cuando tenía 8 inocentes añitos, mi tío Pete me recogió del colegio. No era mi tío, sólo el vecino de la casa de al lado, un gran amigo de la familia. Me dijo que recogiera cosas de casa, que nos íbamos de viaje. Yo no podía estar más contento, el tío Pete hacía trucos de magia y juegos de cartas, y me encantaban los trucos. Hice una gran maleta con la que ni siquiera podía cargar y me despedí de mi padre. En el momento pensé que estaba siendo sobreprotector, pues la despedida fue tan triste como si me fuera al Tíbet a encontrar el Nirvana para no volver jamás, pero no era yo quien no volvería.
Tras un mes visitando todos los parques de atracciones de la costa este, el tío Pete y yo volvimos a casa, acompañados por una stripper con la que se casó en un pequeño desvío de 4000 km para repostar en las vegas. ¿Quién me iba a decir lo que encontraría? Las cenizas de lo que anteriormente era mi casa estaban frías. No se había quemado toda la casa, pero sí gran parte. Aunque ya estaba enterrado, los bomberos encontraron un cadáver chamuscado. No hace falta que diga el nombre que le puso el forense.
Movimos lo poco que quedaba de valor a casa de Pete y me mudé con él. Pensaba que mi padre murió por culpa de su adicción al alcohol. Que en una borrachera se dejaría el gas encendido o una estufa. Estaba más enfadado con él que triste por ello. Irónicamente, yo también caería más tarde en las encantadoras garras de la amante etílica. El tío Pete intentaba animarme, pasando el día conmigo y realizando sus trucos y juegos. Tantas veces fueron que me cansé de verlos, y empecé a aprenderlos. Se me daba bien, incluso hice alguna función en el colegio. En el instituto estos trucos me granjearon muchos amigos. También fue allí donde conocí a mis grandes amores. Me fascinaban, me hacían sentir vivo y me trajeron la mayoría de problemas que he tenido. Estoy hablando, por supuesto, de las apuestas.
Pero hay una incógnita en el camino. ¿Quién era el tío Pete? Un hombre que enseña trucos de magia y puede permitirse unas vacaciones de un mes recorriendo el país y dedicarse al cuidado de un niño sin ir a trabajar tiene que tener algún pasado poco común. Era un friki, tenía la casa llena de libros que no podía ni leer. Escritos en idiomas extraños, antiguos o perdidos. Algunos, incluso, estaban en francés. No me gusta nada el acento francés. El caso es que mi padre también tenía ese tipo de libros. Pete tenía una gran cuenta corriente, y se dedicaba a la venta y compra de esos libros desde casa. Decía que eran artículos únicos. Nunca entenderé por qué no realizaba copias.
Volvamos a mi historia. Utilizando los trucos que había aprendido, me dediqué a ganar apuestas con otros chavales del instituto, para así ganar mis primeros ingresos personales. Casi me convertí en un artista, pero mi repertorio se quedaba corto, me hacía repetitivo. La gente dejaba de jugar conmigo a las cartas, decían que era un tramposo. ¿Tramposo yo? Por supuesto, pero nunca me pillaron. Necesitaba nuevos trucos, y tuve la brillante idea de rebuscar entre los libros del tío Pete. Efectivamente, encontré libros de magia, pero no del que yo deseaba.
Una tarde soleada y cálida, Pete salió a llevar un libro, como solía hacer. Yo aproveché para rebuscar en su habitación. La mayoría de libros no tenían nada útil, pero al arrojar con rabia y desespero un libro a su armario, un golpe hueco casi hace eco en la habitación. El armario tenía doble fondo y en él ocultaba otros libros y algún objeto extraño que a día de hoy no sabría decir que es. Uno de los tomos me llamó la atención, estaba forrado de desagradable piel, y escrito con una tinta roja de lo más perturbadora. Tenía pinta de ser muy viejo. Ingenuo e inexperto, pensé que este sería el gran secreto de los trucos de Pete, así que comencé a leerlo. Aunque me daban escalofríos, empecé a recitar unos versos escritos en una página aleatoria, en un idioma que no reconocía, como guiado por una fuerza superior.
Aquélla tarde soleada y cálida se volvió fría y oscura en un momento. Me quedé a ciegas en la habitación, sin poder ver ni la punta de mi propia nariz, en el mismo momento que recité la última palabra del último verso de aquélla página. Eso si era magia de verdad, y no adivinar la carta de las chicas guapas. Pero a pesar de mi asombro y alegría por mi hallazgo, me encantaría haberme visto la cara cuando me di cuenta de que ya no estaba solo en la habitación. "Buenas tardes, caballero. Gracias por sacarme de mi prisión." Me dijo una voz muy grave y educada. Poco a poco la luz fue volviendo y pude ver a mi interlocutor.
Aunque la voz decía que era un genio, no tenía lámpara, no era azul y no cantaba canciones extremandamente pegadizas. Era más bien un humo negro sin pies ni cabeza. Me prometió un deseo, que cumpliría sin dudarlo, pero que tenía que encajar en una larga lista de restricciones que no dudó en contarme de principio a fin, sin descanso para mear. La mayoría de las cosas tenían que ver con conceptos que no entendía, sobre la vida y la muerte, sobre el infierno y el cielo, pero ninguna interfería en lo que yo estaba buscando. Podía haber pedido cualquier cosa, pero era joven y estúpido. Así que pedí ser mago, como los de la tele. Sólo obtuve un "Hecho" por respuesta.
Pete entró en la habitación en ese instante. Al parecer se había dado la vuelta porque, al parecer, de repente había aparecido un eclipse y una potente tormenta. Seguro que no tenía nada que ver con el "genio". Entablaron una conversación en un idioma que no entendía, que terminó con la grave voz riéndose y el humo negro desapareciendo, volviendo todo a la normalidad. Los ojos del tío Pete estaba desencajados, parecía aterrado, y yo no tenía ni idea de lo que estaba ocurriendo.
Me contó que era un ente malvado, un ser de otro plano que estaba encerrado en ese libro, una especie de demonio que tenía demasiado poder para este mundo. Caeldrom era el nombre que le dieron los griegos, mucho tiempo atrás. Sin embargo, estaba dividido en distintas partes, selladas cada una en distintos libros indénticos. Sólo había liberado su conciencia, y sin su cuerpo, no era tan peligroso como podría. Buscaría su cuerpo y no pararía hasta encontrarlo. Pero alguien ya había pensado en ello. La mayoría del poder de la criatura residía en su cuerpo, y por ello, los sellos que lo matenían a buen recaudo necesitaban un mantenimiento, pues se iban corrompiendo. Un genio pensó que lo mejor era hacer cuerpo y conciencia incompatibles, ya que no podían destruirse, así nunca volverían a estar juntos. Según mi tío Pete, ese as de la magia negra fue mi padre. El plan que le contó era meter su conciencia en el cuerpo de la bestia. Por un instante, una mente humana, impura y toxica, se apoderó de aquél cuerpo celeste, pudriéndolo. El resultado fue una explosión que quemó la casa y y dejó un cadáver. Funcionó, pero ni Pete ni yo lo sabíamos en aquél entonces. De hecho Pete pensaba que había sido un fracaso, así que había que impedir que se reuniera con su cuerpo.
Me metí de lleno en el mundo de la magia, estudiando los libros antiguos mientras que mi tío buscaba la manera de detener al ser. Pete montó un equipo con otros frikis y algún tipo duro e hicieron una redada al ser. Todo salió mal, Pete murió junto a otros tipos que no conocía y conciencia y cuerpo se hicieron uno. Sin embargo, el cuerpo estaba podrido, y la conciencia se infectó de la misma manera. No me preguntes cómo, yo sólo sé que voló por los aires. Un viejo que resultó malherido y parecía un experto me dijo que todo había terminado, que volviera a casa.
Volví a casa. Triste y enfadado por mi propia estupidez. Había provocado la muerte de la única persona que tenía a mi lado. Además, ni siquiera el deseo había funcionado, tal vez porque el "genio" no estaba entero. Me equivocaba, la magia empezó a fluir poco a poco, como si se drenara gota a gota en un reloj de arena. Mis habilidades empezaron a aparecer a partir de entonces, o tal vez las tuviera antes y no me diera cuenta por la tensión. Nuevos trucos empezaron a salirme sin planearlos, sólo que no eran trucos. Ilusionismo, escapismo y juegos de manos. Todo me salía por intuición, sin prepararlo, sin saber lo que hacía. Podía hacer desaparecer cosas, moverlas de sitio o incluso transformarlas, incluyo yo mismo podía ser una de esas cosas. Y todo en un parpadeo.
Me convertí en el ilusionista más joven de la costa este, montando con un poco de ayuda mi propio espectáculo de magia, dónde abusaba de manera descarada de mis nuevos poderes. Nadie había visto un mago tan increíble en mucho tiempo, decían que era un niño prodigio. Sin embargo, conforme me salió pelo en la cara, mi popularidad descendía, y la cantidad de dinero que invertía en vicio y alcohol aumentaba. Llegó el punto en el que no podía mantenerme con el dinero que ganaba legalmente. Necesitaba más. ¿Y si mezclas alcohol con cartas y magia qué sale? Exacto, Las Vegas.
Iba de camino en un coche que había ganado al póker la noche anterior. No sabía si quería ganar a las cartas, a la ruleta o robar un casino. Me sentía confiado, tal vez en exceso, como si nadie pudiera pararme. Conseguí 3 millones de dólares la noche que llegué al primer casino que encontré. Nadie me vió entrar ni salir con el dinero. Fue un éxito total. La noche siguiente ya me lo había gastado. No recuerdo nada de lo que ocurrió esa noche, pero todavía hay gente que me para y me felicita por aquélla fiesta que monté. Tuvo que ser la hostia. Pero no iba a conformarme con un casino cualquiera, no. Decidí asaltar el Bellagio, cuyas arcas contenían más dinero del que podría gastar en toda mi vida.
De nuevo, fue un éxito. Nadie se dio cuenta del engaño hasta que estaba muy lejos de allí. Sin embargo, no fui tan discreto para gastar el dinero, ni para guardarlo. A pesar de medio enterarme de como iban los paraísos fiscales, las fuerzas del orden consiguieron rastrearme, y decidieron encontrarme para preguntarme de dónde había sacado tanto dinero. Ese mismo año había cumplido 21 y me había mudado a Nueva York con mis recientes ingresos, a un caro ático desde el que se veía toda la ciudad. Obviamente, me encontraron. Embargaron mi dinero robado e intentaron detenerme. Pero yo era el mejor escapista del mundo, o eso creía, no iba a dejar que me encerrasen. Estuve un año huyendo por todo el país. Eran buenos, me seguían de cerca, pero no me alcanzaban. Era incluso divertido. Hasta que me pillaron.
Pero no era el FBI, ni ningún cuerpo del orden. No venían a detenerme, sino a ofrecerme un trabajo. Me ofrecieron formar parte de un equipo de infiltración en el que mis habilidades serían bienvenidas. También me prometieron limpiar mi nombre. Yo solito podía librarme de la cárcel, pero no me preguntarían todos los días si quería ser espía. Acepté. Con la condición de recuperar mi ático.
Me entrenaron durante dos años como a un soldado. Uno de élite además. Había evitado luchar toda mi vida, era un tramposo, un mentiroso y un ilusionista, no necesitaba la violencia. Aprendí a golpear y a disparar, así como a encajar un golpe. No se me daba muy bien lo de recibir. También me enseñaron idiomas, lo que me gustaba más. Sus promesas de libertad me convencieron para quedarme. Terminado el entrenamiento, empecé a viajar. Rusia, Irak, París, Colombia, Japón,... Misiones cortas, entrar y salir. A veces tenía que conseguir información, otras veces objetos de lo más variados. Arte, burocracia, armas, pruebas incriminatorias. Al principio me divertía, pero me acabé cansando de no poder hacer preguntas. Estuve 3 años, 3 años sin fallar un objetivo, sin faltar. Pagaban bien, pero no era suficiente. Ni siquiera sabía para quien trabajaba. Al principio pensaba que era para inteligencia, pero no. Era una empresa privada. Decidí hacer mi última misión antes de indagar para quién trabajaba.
¿Recordáis el área 51? Pues imaginad que tiene un nivel subterráneo que "tampoco existe" y que está en Corea del Norte. Mi misión era destruir el producto 357. No tenía más datos. Sólo la ubicación de un complejo que no existía. Fue una decepción. Al final sí existía y no estaba tan escondido, sólo que como es Corea del Norte, nadie sabe nada. Conseguí infiltrarme con ligeras dificultades, pues otro tipo intentaba entrar de la misma manera que yo y me vi obligado a hacer que lo pillaran. Para mi sorpresa, aquél sitio no era un almacén o una fábricar de armas u objetos de valor, sino una prisión. ¡Qué raro conociendo el país! Encontré al producto 357, una mujer caucásica que rondaba los 30, cuyos ojos brillaban con un extraño tono verdoso. Yo no sabía quién era en ese momento, pero pensé que tendría respuestas a mis preguntas si la querían muerta. Me costó sangre, sudor, lágrimas y una bala en el estómago llevarla hasta Seúl. Una vez a salvo, me contó su historia.
Volvamos al principio. Yo tenía menos de un año, así que no recuerdo nada. Mis padres, el tío Pete y otros tipos que no llegué a conocer formaban una organización secreta conocida como "Los Escritores". Se dedicaban a sellar criaturas del abismo que no tenían cabida en este mundo, o a destruirlas si podían. Un poderoso y temible ser, anteriormente sellado, apareció en casa. Buscaba venganza por el encierro que le propiciaron mis padres. Consiguieron encerrarlo en una prisión eterna, pero arrastró a mi madre con él. Mi padre se culpó de aquélla desgracia, no podía soportarlo. Ocho años después, me fui de viaje con el tío Pete, y mi padre rompió el sello del cuerpo de Caeldrom e intentó robarle su poder para recuperar a su amada. La cosa salió medianamente bien, aunque el cuerpo se corrompió, pero había mentido a su mejor amigo para conseguirlo, tenía que desaparecer. Un forense le debía un favor, así que sólo necesitó un poco de fuego para arreglar aquélla falsa.
Se puso en busca de la manera de abrir la prisión de su mujer, pero quería hacerlo solo, sin involucrar a nadie. No sé cuántos años tardó, pero lo consiguió. Cuando la liberó de la prisión, todos sus preparativos para volver a encerrar al ser, cuyo nombre aún no sé pronunciar, se fueron al traste. En la prisión eterna, se habían convertido en uno solo, ahora estaba dentro de ella. Podía verse a través de sus grandes ojos azules, que ahora brillaban en un extraño tono verdoso. Tras un emotivo encuentro, mi madre le pidió que volviera a encerrarla, que era peligrosa. Mi padre se dio cuenta de que ella no le había echado de menos, porque no había pasado ni un segundo sin él. Aquélla prisión estaba fuera del tiempo, sólo había pasado un instante para su querida esposa. Mi padre se negó a hacerlo, contándole todo lo que había pasado y había hecho para sacarla. No la encerraría, no hasta que no viera a su hijo por lo menos.
Se huele la tragedia todavía. Su historia no podía acabar bien, y no lo hizo. Esa misma noche un grupo de asalto asesinó a mi padre y capturó a mi madre. Alguien lo había seguido de cerca, quería abrir la misma prisión que él, por distintos motivos. Ese alguien quería utilizar el poder que ahora residía pacíficamente en ella. Ahora sólo tenía que encontrar la forma de hacerlo. 4 años años más tarde me encomendarían la misión por la que la saqué de la prisión coreana. Esto nos devuelve a Seúl y a mi pequeña reunión familiar.
Esa noche, ella me contó todo lo que sabía, le reproché todo lo que pude y acabamos compartiendo batallitas y una botella de vodka. Decía que no aguantaría mucho más, que aquél ser la estaba devorando por dentro. Le prometí encontrar la manera de sacarlo, de erradicarlo. Ella encontró la manera antes. Se arrojó desde el balcón de la habitación del hotel en el que nos establecimos mientras me recuperaba de las heridas. Mi misión había terminado.
Sin embargo, algo superior a mis pensamientos estalló, algo que no lograba entender. Pero yo no estaba al tanto, así que cogí un avión hacia Nueva York, dispuesto a volver a casa. No había hecho más que coger la maleta de la cinta cuando el suelo comenzó a temblar bajo mis pies. ¿Un terremoto en Nueva York? No, no era un terremoto. Y a día de hoy aún no sé qué fue. Lo que sí sé es que todo cambió ese día. La empresa para la que trabajaba desapareció. La gente parecía volverse loca, decían que se acababa el mundo. Incluso la ciudad en la que vivía había cambiado. Poco después del caos alguien ocupo todas las pantallas de Times Square, como otros villanos lo hicieron antes, para mandar un mensaje:
"Ciudadanos del Universo, ha llegado el Día del Juicio. Ha llegado el momento del Cambio. El Final de todo, el Principio de todo. El día en que tenéis que decidir. Contemplad el caos que se ha desatado, oíd la señal. Es el despertar de un nuevo mundo y, con él, el de un nuevo Orden. La Era de los Héroes termina. ¡Mirad a vuestro alrededor! ¿Dónde están ahora los que decían protegeros? ¿Dónde están vuestros justicieros enmascarados? Durante demasiado tiempo habéis dependido de ellos, de la falsa seguridad que os prometían. ¿Qué hacen hoy, mientras el mundo se desmorona? Llegan tarde para detener lo inevitable. Omega ha despertado. Uníos a nosotros, o desapareced con ellos."
Un año ha pasado desde entonces, y las cosas no han mejorado. Esta ciudad se va al infierno. El mundo no se ha acabado, eso seguro, pero algunos lo desearían. Yo me he tomado un año sabático y me he gastado mucho dinero. Necesito un nuevo empleo. Algunos pensaban que con el nuevo presidente, todo se arreglaría y seríamos felices. No lo parece. Tal vez debería volver a la magia. Qué empiece el espectáculo. Poderes: Ilusionismo: Ahora lo ves, ahora no lo ves. Como el pañuelo en la palma de la mano o la ayudante dentro de la caja atravesada por espadas. Nick es capaz de alterar la luz visible, haciendo desaparecer objetos medianos o hasta a él mismo, invisibles al ojo. De la misma manera puede proyectar imágenes, creando ilusiones sobre esos mismos objetos. Sin embargo, esta habilidad tiene restricciones. Si se aleja demasiado del objeto oculto o de la ilusión (15 metros) su influencia se deshace. Tampoco puede abusar de ambas cosas, pues no puede hacer desaparecer o proyectar objetos mucho más grandes que él mismo. Manipulación: Desde la moneda que entra en la botella cerrada hasta escapar de un acuario con tiburones maniatado, pasando por convertir un pañuelo en una rosa. Nick puede modificar el espacio levemente en dos de sus características, lugar y forma. Puede mover cosas en el espacio a su alrededor, o incluso a sí mismo, de manera instantánea. También tiene la capacidad de modificar objetos pequeños, no más grandes que un paraguas, transformándolos en otros de un tamaño similar, aunque debe tocarlos para ello. Si los objetos en los que transforma tienen un funcionamiento interno, debe conocerlo para replicarlo, o no funcionará. Los efectos que puedan provocar los objetos transformados, como la tinta de una pluma, permanecerán a pesar de que el objeto cambie de forma. De nuevo, sus habilidades están restringidas por la distancia. No puede mover nada o moverse a sí mismo a más de 15 metros, así como los objetos transformados vuelven a su estado original tras alejarse esa distancia. Habilidades: Además del ilusionismo, es un experto jugador y tramposo. Es un buen soldado, defendiéndose tanto a distancia como cuerpo a cuerpo. Ladrón profesional de guante blanco, experto en sigilo y en moverse por las sombras. Sabe 5 idiomas: Inglés, Ruso, Español, Chino y Árabe. Conocimientos variados sobre ocultismo y magia, aunque no es un gran hechicero. Debilidades:Es alcohólico y presenta indicios de ludopatía, principalmente a las cartas. Sus habilidades le provocan estrés mental, lo que le produce cansancio, sueño o dolor de cabeza con un uso excesivo. Exceso de confianza. Cree que está muy por encima de lo que en realidad está, lo que le hace subestimar situaciones peligrosas. Talasofobia. Miedo a navegar sobre grandes masas de agua, no sólo el mar. Lo que empieza con náuseas y sequedad bucal se puede disparar, al ver o imaginar algo enorme debajo de él, en ansiedad e hiperventilación. Equipo y recursos: Siempre lleva una baraja de cartas encima y pañuelos para sus trucos, así como algún as bajo la manga. No suele llevar armas, pues le gusta actuar por la vía no violenta. Tiene un ático en Nueva York, y una pequeña fortuna que pudo esconder en Panamá. Todavía posee libros y objetos mágicos, herencia del tío Pete.
Última edición por Nick Roberts el 29th Abril 2016, 13:21, editado 1 vez | |
| | | Joker DC Universe
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Mensajes : 559 Fecha de inscripción : 13/11/2013 Localización : Arkham Asylum Empleo /Ocio : Cómico Humor : ¿que se pone Batman para ver sus culebrones? ¡Su BAT-amanta!
Ficha de Personaje Alias: Joker Nombre real: desconocido Universo: DC Universe
| Tema: Re: Ficha de Nick Roberts 29th Abril 2016, 01:36 | |
| ¡Otro mas bajo los focos, menos mal que la comedia está por encima de la magia en el escalofón! HAHAHAHAHAHAHA
Antes que nada, disculpa la tardanza. He tenido que lavar todos mis sacos de pedorretas y me ha llevado mas tiempo del que pensaba. Vamos con tu ficha. En principio todo es adecuado, un personaje muy interesante. Permíteme felicitarte por la historia.
Ahora, paso a puntualizar: Los poderes están bien delimitados, con la salvedad que genera la capacidad de cambiar cosas. Me gustaría saber hasta qué punto es permisible, y si puedes aplicarlo para cosas dañinas o seres vivos. Algo que haría falta para convertir un pañuelo en una rosa, o en una paloma, que también podría aplicarse a un paraguas que se convierte en escopeta, o una pelota en una granada.
Podrías plantearte también añadir alguna otra pequeña debilidad. Puedes plantearte ponerle alguna fobia, alergia o un pequeño trauma, que vista tu historia, raro no sería. HAHAHAHA
Una vez me aclares eso, podemos avanzar, o proceder a cerrar tu ficha. Si tienes alguna duda, queja o sugerencia, diríge un mp a mi o a lobo feroz. Estaremos encantados de atenderte. ¡Bienvenido, abracadabra!
¡Déjame ver esas perlas, quien se dedica al espectáculo debe sonreír! _________________ "¿No entiendes que la vida no es más que un gran gag? ¿¡Entonces porqué no te ríes?!" | |
| | | Nick Roberts Marvel Universe
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| Tema: Re: Ficha de Nick Roberts 29th Abril 2016, 13:22 | |
| No olvides que la comedia y la magia no son incompatibles. Podríamos hacer una buena función.
¿Cómo te lo voy a explicar? Un mago nunca enseña sus trucos...
En un primer momento, el tema de transformar seres vivos no me ocasionó ninguna duda. ¿Qué más da transformar conejos? Pero al mencionarlo tú, se me han venido a la cabeza distintos problemas. ¿Qué pasa con Antman y sucedáneos? ¿Algún cambiaformas? Tendría mucho juego poder transformar a esa gente en objetos inanimados temporalmente (obviamente, con un plan entre jugadores). Pero lo dejo a tu elección. ¿Al revés? ¿Pañuelos en palomas? Más información abajo.
El tema de los objetos dañinos o armas también estaba pensado. Poder transformar una pistola enemiga en un objeto inútil, sí. Tengo que tocarla, así que no puedo desarmar a un oponente con esa habilidad. No tengo reflejos sobrehumanos, así que tampoco puedo evitar balazos o puñaladas transformando la bala o el cuchillo cuando me tocan con la punta. Transformar una pistola real en una de agua, cambiaría el clímax a mejor. El paraguas-escopeta es una idea que me encanta, muy superior al paraguas-espada que tenía en mente. Es mucho más espectacular. Pero llego a tu pregunta: ¿Dónde está el límite?
Convierto los objetos en otros de similar tamaño a voluntad. ¿Puedo convertir una carta en un móvil? ¿Una caja de zapatos en explosivo plástico? ¿Unos guantes de cuero en los guantes de Ironman? Sí. Pero no como querría. Para transformar algo, digamos que tengo que pensar en qué lo voy a transformar, digamos que tengo que conocer el objeto. Tal vez yo tenga un móvil, haya visto una bomba en mis tiempos de soldado y tenga justo delante al señor Stark enfundado en su armadura. Podría transformar el móvil, la bomba y los guantes, pero ninguna de esas cosas funcionaría, pues no sé de electrónica, de explosivos ni mucho menos del funcionamiento de la armadura.
¿Qué te parece? Creo que limita el poder a lo que yo quería inicialmente eliminando los vacíos legales. Podría crear cualquier cosa, pero no funcionaría si no conoce su interior. Eso incluye palomas. También, objetos más complejos le causarían más estrés mental. Si quisiera copiar la armadura de Stark con el propio Tony explicándole como funciona paso por paso, además del tiempo que tardaría en comprender todo, necesitaría descansar tras terminar. También he explicado qué pasa con los objetos que hacen cosas cuando vuelven a la normalidad, como un bolígrafo.
Añadida una fobia que puede resultar interesante así como otro defecto.
Ta da! _________________ ¿Te lo imaginas? | |
| | | Joker DC Universe
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Ficha de Personaje Alias: Joker Nombre real: desconocido Universo: DC Universe
| Tema: Re: Ficha de Nick Roberts 8th Mayo 2016, 03:13 | |
| Bueno, tras un emerger delas profundidades de la farándula, vuelvo a pedir perdón. Creo que esta es sin duda la ficha en la que más me he demorado. Te dejo gastarme una broma pesada por ello. Sólo quisiera matizar una cosa mas de la que me percaté. Ten en cuenta con el tema de las traslaciones la dificultad que supone ir a lugares que no puedes ver o controlar (Mas allá de muros, bajo el agua) puede ser interesante, sí, pero ponerte en muuuuchas dificultades. Comprendo que tus traslaciones se limitan a ti mismo y a objetos, y que tienen de al menos un mínimo de preparación mental (no trasladarse 17 veces en 5 segundos) Si esto es correcto, no me queda más que decir: ¡Ficha aceptada! Puedes empezar a rolear cuando quieras. ¡RECUERDA!: Si quieres tenerme contento, invierte un momento en abrir ya tu cronología. Echa un vistazo a la de algún otro usuario, y aunque no tengas temas activos aún, déjala colgada con los apartados principales. (pre-omega y Post omega, por ejemplo) y cuando empieces a subir temas, notifícalo siempre en un mensaje a continuación. ¡Eso mantendrá a tu Joker sonriente! _________________ "¿No entiendes que la vida no es más que un gran gag? ¿¡Entonces porqué no te ríes?!" | |
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| Tema: Re: Ficha de Nick Roberts | |
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