Asalto nocturno (Gwen Stacy)

El sol había caído hacìa muchas horas atrás. Las calles estaban frías, oscuras y solitarias. Parecían sacadas de una tétrica película de terror. Generalmento solía llegar más temprano a su hogar, pero aquél día había tenido un importante evento social al cual había tenido que asistir y que había durado hasta muy altas horas de la noche. Por alguna razón, pese a las advertencias que le habían dado, le había parecido una buena idea volver caminando. Aún era nueva en el paìs y probablemente ignoraba el peligro que aquello implicaba.

Miró hacia todos lados, no había nadie y los negocios estaban completamente cerrados. El único sonido que se escuchaba era el eco de sus tacos al golpear el suelo. De todas maneras, la decisión ya estaba tomada, por lo que decidió pensar en que nada malo ocurriría. Después de todo ¿Cuánta mala suerte podría tener?

Detuvo su andar de manera abrupta cuando notó a dos hombres en la esquina donde tenìa que pasar. Los mismos tenían un mal aspecto y su manera de actuar era un poco sospechosa. ¿Debía cruzar la calle? No, de nada aquello serviría. Ellos podrìan cruzar también y darle fácil alcance. Entonces, ¿volver sobre sus pasos?. Los hombres que estaban hablando entre sí se detuvieron y voltearon a mirarla.

Tragó saliva pesadamente. Decidió que lo mejor serìa mostrarse confiada y pasar por al lado de ellos para alejarse lo antes posible. Tomó impulso y comenzó a caminar nuevamente a paso veloz. Sin embargo, antes de que pudiera avanzar más, uno de los hombres la tomó del brazo con fuerza.

-¿Qué?...- cuestionò sorprendida - ¡Suéltame por favor!

Sus reclamos fueron desoídos. Intentó jalar su brazo para poder soltarse, pero no hubo resultado. Ellos eran muchos más fuertes. Miró alrededor para buscar ayuda, pero la calle seguia igual de vacìa que antes. El latido de su corazón se aceleró ante el pavor. Esos hombres le estaban dedicando algunas palabras, pero no estaba prestando atención a las mismas. Sin embargo, por sus expresiones y lenguaje corporal, podìa saber que no tenìan buenas intenciones.

Debìa haber algo que pudiera hacer. Definitivamente no querìa que esa noche terminara asì.

(Pd. Por favor, ayúdame a determinar una fecha que te parezca bien, dado que tienes más temas que yo).